Redacción Bolpress
El 24 de noviembre de 1995, la sociedad EUROTELECOM INTERNATIONAL NV (ETI) adquirió el 50% de las acciones de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) en el marco del proceso de “capitalización” de seis compañías estratégicas del Estado boliviano impulsado por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Once años después se develó que el negocio fue una falacia de principio a fin, pues los supuestos capitalizadores no solo que no invirtieron los 610 millones de dólares comprometidos en el Contrato de Suscripción de Acciones firmado con el entonces Ministerio Sin Cartera Responsable de Capitalización, sino que literalmente “descapitalizaron” a ENTEL con la complicidad de autoridades de turno y de pequeños grupos de poder económico estrechamente vinculados al capital transnacional.
El 24 de noviembre de 1995, la sociedad EUROTELECOM INTERNATIONAL NV (ETI) adquirió el 50% de las acciones de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) en el marco del proceso de “capitalización” de seis compañías estratégicas del Estado boliviano impulsado por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Once años después se develó que el negocio fue una falacia de principio a fin, pues los supuestos capitalizadores no solo que no invirtieron los 610 millones de dólares comprometidos en el Contrato de Suscripción de Acciones firmado con el entonces Ministerio Sin Cartera Responsable de Capitalización, sino que literalmente “descapitalizaron” a ENTEL con la complicidad de autoridades de turno y de pequeños grupos de poder económico estrechamente vinculados al capital transnacional.
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