¡Warak'azo! es una revista de noticias, artículos periodísticos y literarios que tiene como objetivos, difundir temas de Bolivia, Latinoamérica y del mundo. Al mismo tiempo, dar a conocer las actividades de las organizaciones indígenas.
jueves, noviembre 30, 2006
Correa las tiene cuadradas: se van los gringos de la base de Manta
miércoles, noviembre 29, 2006
Evo: "Se terminó el latifundio en Bolivia"
lunes, noviembre 27, 2006
Reflexiones acerca de la oposición en Bolivia
(Rebelión)
El poder de la mentira se ha puesto de guardia. Sus defensores están dispuestos a usar cualquier recurso-incluída su práctica implícita- para mantenerla viva y defender intereses que por lógica moral son indefendibles. El poder mediático se ha propuesto invadir abruptamente y sin permiso, cualquier medio capaz de transmitir sus "puntos de vista" a cuanta gente se pueda y sin escatimar recursos (económicos). Pasquines, "programas" radiales, páginas de internet y emisiones televisivas son la palestra impúdica en las cuales se han camuflado afanados en sus actitudes pusilánimes. De nada sirve el tratar de razonar porque el libreto que se les ha pasado ha sido ya memorizado y ni Kubrick podría deslavar cerebros calcinados con desperdicio cerebral. Las razones, las pruebas o la simple confrontación de ideas les es esquiva y prohibitiva porque ha sido tácitamente eliminada de la lista de posibilidades: no hay más verdad que la que poseen ellos.
Piedras para el Presidente
La despreciable prensa "grande" boliviana al servicio de los ricachones separatistas de SRZ anuncia así un día de "triunfo" para las bandas de asesinos y matones que pagan los fascistas para "gobernar" esa ciudad: "La tensión entre Santa Cruz y el Gobierno se agravó luego de que el presidente Evo Morales fuera apedreado y abucheado por grupos de estudiantes de
Hay dos mentiras evidentes entre estas veinte palabras: la tensión NO existe entre "Santa Cruz" (un millón de personas) y el Gobierno; se da entre los asesinos a sueldo de los "cívicos" ("autoridades" locales designadas por ellas mismas) y el Gobierno. Entre Evo y una banda de criminales.
La segunda mentira estriba en llamar "estudiantes" a los matones que tienen en vilo a SRZ desde antes de las elecciones que dieran el Palacio Quemado a Evo Morales. Esos matones son la "ley y el orden" en SRZ y el miedo a sus desmanes es el instrumento que gobierna esa ciudad, a la que será necesario liberar tarde o temprano.
Ha sido un día de "triunfo" para esa canalla porque, apenas lanzaron la primera piedra, la prensa internacional, cómplice de la prensa local, publicó los falsos detalles inventados por la prensa boliviana para atacar a Evo. Así es como un puñado de bellacos apátridas puede manipular la prensa sin gran esfuerzo: apenas unas cuantas piedras para romper algunos vidrios.
Los pocos bolivianos cuya conciencia les permite ver lo que significan Esas piedras no han vacilado en condenar este atentado como lo que es, un anuncio de días de guerra y violencia similares a los de 1952, la vez aquella en que el país sufrió otro enfrentamiento entre su "occidente" y su "oriente".
Cada piedra ha sido semilla de discordia, de violencia y de odio ciego y brutal.
No es por accidente que no existen fotos de los "estudiantes" que buscan matar a Evo ni de las gentes, elegantes y perfumadas sin duda, que pagan a esos matones.
El Presidente no pudo evitar un gesto de tristeza y vergüenza ante la barbarie cuyo odio comprado amenaza con asfixiarle: Evo no puede creer que los bárbaros del día son esos racistas sin patria, herederos de una actitud importada de
Evo calla y aguanta: no es esta la primera vez en que sufre ataques personales en SRZ. Sabe que la historia está con él. Ignora el atentado y afirma que se mueve en una atmósfera de diálogo y civilización. El indio al que niegan hasta su calidad humana en monstruosos libelos y "cartas" asquerosas prueba así su calibre y su decencia mientras "damas de sociedad", reinas de belleza y canales de TV buscan cada día nuevos modos salvajes de denigrarlo.
Pero es verdad nomás que el proceso iniciado por Evo continuará con o sin Evo. Es irreversible, inevitable y fatal. Para decirlo a
Los excesos y las brutalidades que cometen los apátridas cuya mal habida riqueza controla SRZ no son más que las patadas agónicas de un segmento ínfimo que ni siquiera hoy ha sacado la cara y que sigue manejando a sus títeres locales porque aún no se le acaba la plata. Basta ver la cara de imbécil desesperanzado del "Gobernador" de SRZ, como llama la prensa internacional a ese enano. Basta recordar la lista de "bolivianos" que pagan a los asesinos y matones, esos "bolivianos" que los cruceños conocen pero no se animan a denunciar porque temen palizas, visitas nocturnas, puñaladas y balazos, los instrumentos de todo "gobierno" fascista sufrido por el mundo.
Hay, sin embargo, en esta tragedia una feroz inversión de valores que el mundo no puede ver fácilmente: el bárbaro es el "blanco" y la víctima es el indio, aunque nadie lo diría de sólo mirarlos porque el aspecto de cada quien parece decir lo contrario.
En SRZ, como en todo Bolivia, se da una "clase media" que se mira a sí misma como "gente decente" aunque ha tratado a los indios de Bolivia como animales de carga, los ha vendido y comprado y los ha asesinado cuando le vino en gana en masacres y genocidios. Es la "gente decente" cuyo fracaso como "elite" política le estalló en la cara con las elecciones de Diciembre de 2005.
Esta "clase media" es en realidad gente más pobre de lo que aparenta y que se esfuerza por crear una falsa atmósfera de cultura y educación que es como una leve patina de pintura destinada a disfrazar defectos más que otra cosa.
Su principal desgracia consiste en vacilar entre la cama blanda que le ofrece el servilismo ante los capitalistas locales y el deber nacional de elegir el camino más duro de construir una nación "de verdad". Esto es, cambiar para siempre la suerte del indio y hacerlo, por fin, ciudadano.
Esa es la gente que sirvió a Sánchez de Lozada, a Banzer y a los entreguistas mestizos a cambio de un mito: que la cara "blanca" fuera signo de privilegio con todo lo que ello significa, y que ser "blanco" fuera en sí y por sí una ventaja, así ocultara la cara blanca a un salvaje ignorante y feroz.
Sucede en nuestra tragedia nacional que, si Sucre es símbolo boliviano de refinamiento y educación, SRZ es justamente lo contrario: salvajismo e ignorancia brutal. Barbarie, en una palabra. Por ello es que SRZ (sus ricachos, no sus pobladores) se fajan por "mostrar" su "cultura" y educación "a la occidental" y han comenzado a inventar una "historia cultural" de SRZ.
¿Hasta dónde ha llegado este esfuerzo, y cuándo dejará SRZ de ser un feudo medieval de cuatro millonarios sin cara ni patria? Eso, sólo Dios lo sabe.
Lo que encontramos hoy en SRZ es lo que encontramos en Miami, ciudad que SRZ imita y envidia y que es
Miami es un paraíso sensual, violento y muy rico habitado por entes perfumados y muy bonitos cuya cabeza es hueca como un tambor y cuya educación formal cabe en un dedal. Gratos a la vista, son monstruos tan pronto se los conoce mejor. No es necesario ser profesional para hacer plata en Miami. Tal vez es mejor saber manejar gatillos y tener conexiones apropiadas por encima o por debajo de la ley. Esto es, hay que saber hacer "negocios" y estar dispuestos a matar a la propia madre, dado el caso.
Esa gente, bella y perfumada por fuera, hueca por dentro y capaz de hacer su fortuna por encima o por debajo de la ley, es el bárbaro actual que desprecia a Evo y a su raza en Bolivia.
Los indios, ya se sabe, son ignorantes por derecho propio después de cinco siglos de esclavitud, genocidio y explotación inhumana hasta que se descubre al "nuevo indio", educado en USA y en Europa, las Marina Ari que son bastantes y no es posible ignorarlas por más tiempo.
Así, el bárbaro perfumado, heredero ciego del Conquistador, otro salvaje sin freno, odia y desprecia al indio porque es indio y por que si, porque le recuerda sus propios defectos y su fracaso como clase social dirigente, y se ha entregado a un racismo desenfrenado que traiciona su brutalidad y su ignorancia en violencia, libelos, mentiras, absurdos, odios increíbles y canales de TV dedicados a un apartheid trasnochado: en SRZ se premia a la gente que escupe al indio, que se enorgullece de su racismo y que puede llegar al crimen antes que aceptar que todos los hombres somos iguales.
Aceptarlo seria perder la ventaja de la "cara blanca" y acabar con el dominio de la chusma mestiza que es más bárbara que la indiada rebelde.
En Huanuni, los mineros preparan sus tacos de dinamita y sus huaracas, esas hondas incaicas tan efectivas si bien usadas, y descubren que no hay trabajo para todos. ¿A dónde podrán ir en busca de mejor fortuna?
sábado, noviembre 25, 2006
La ultraderecha apedrea caravana presidencial en Santa Cruz
REPUDIO TOTAL A LA AGRESION AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE BOLIVIA
Editor de Tribuna Boliviana
Manifestamos nuestro repudio total a la agresión terrorista e inadmisible de parte de la juventud cruceñista en contra del primer mandatario de la Reública de Bolivia, don Evo Moral Aima.
El día de ayer, 23-11-06 una orda descontrolada de terroristas, atacaron salvaje e injuriosamente al Presidente Evo Morales A. Con el grito de guerra ¡autonomía, autonomía!, un grupo enardecido, en su mayo parte compuesta de jóvenes de la mal llamada "juventud cruceñista" apedrearon al coche presidencial y a la comitiva gubernamental que se encontraba en la universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz de la Sierra. El presidente Morales se enontraba en ese centro universitario con el propósito de firmar un convenio con la mencionada casa de estudios superiores.
(*)http://www.bandaancha.com.bo/noticieros.php
El presidente Morales identifica a los enemigos de los pobres, del cambio y de la democracia
Evo Morales Ayma: Los ricos van a la huelga de hambre por estética y por tener más plata
El Presidente en Santa Cruz advierte que la autonomía no será para dividir Bolivia
viernes, noviembre 24, 2006
Golinger: 132 organizaciones en Venezuela reciben dinero de Washington
LO QUE NUNCA SE DIJO: GUERRA DE MEDIOS TELEVISIVOS HERMANOS POR “RATING” CRUCEÑO
Más deshonestidades son practicadas por Unitel y Red Uno en su lucha por el raiting.
Dos reporteras de ambos medios se enfrentaron verbalmente y casi llegan a los golpes ante la mirada atónita de una entrevistada y frente a las cámaras de medios colegas.
(ASC-Noticias) 24-Noviembre-06
Por Marcelino Villarreal
Sus habilidades para hacer creer que son los primeros:
-Se dan autoreconocimientos.
-Falsifican entrevistas al vivo o exclusivas
-Fabricar noticias y explotar el morbo
La guerra mediática manipula el sentimiento popular:
El problema es de poder político y económico
14 familias detentan 3.129.066 hectáreas de tierra en Santa Cruz y Beni
En la lista figuran ex ministros de Estado del MNR, MIR y ADN, actuales senadores de Podemos y empresarios cruceños, denunció el vocero gubernamental Alex Contreras
miércoles, noviembre 22, 2006
Diario inglés se burla de Doria Medina
Dice Metro, y traduzco:
El dueño de la franquicia de Burger King en Bolivia ha entrado en huelga de hambre en protesta contra el Presidente de Bolivia, Evo Morales.
En un intento de frenar a Morales, el aliado del presidente de Venezuela Hugo Chavez, que intenta establecer reformas constitucionales, el rey boliviano de la comida al paso Samuel Doria Medina anunció que ha dejado de comer.
Cuan hambriento está el barón de la hamburguesa es poco claro. Una fuente boliviana comentó que los huelguistas de hambre en Bolivia tienen fama de interpretar esas huelgas como para comer sólo a ciertas horas¹".
El dueño de Burger King un redondo magnate del cemento que fuera secuestrado por un rescate de cinco millones de dólares y sobrevivió a un accidente aéreo en 2005 no es dueño sólo de esa franquicia.
Como el hombre mas rico de Bolivia, es dueño también de su propio partidopolítico, Unidad Nacional, y compitió por la presidencia con Morales.
Unidad Nacional logró 7.8% del voto popular en 2005, cuando el país demostró una unidad impresionante al no votar por ese partido.
La televisión boliviana mostró a Doria Medina y otros oponentes del Movimiento al Socialismo de Morales promoviendo su huelga de hambre y bebiendo termos de mate de coca para combatir los dolores del hambre.
Es irónico, pero el cultivo de coca, (de la que se hace cocaína) fue legalizado por Morales, quien fue y es dirigente cocalero.
Gobierno considera que seis prefectos temen a la fiscalización y control social
Agencia Boliviana de Informaciones (ABI)
La Paz, 20 nov. (ABI).- El vocero presidencial, Alex Contreras, señaló hoy que existe temor a una fiscalización, sobre todo al control social, en seis prefectos departamentales que determinaron en pasadas horas romper relaciones con el presidente Evo Morales.
Los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas; de Beni, Luis Suárez; de Pando, Leopoldo Fernández; de Tarija, Mario Cossio, de La Paz, José Luis Paredes y de Cochabamba, Manfred Reyes Villa rechazaron el proyecto de Ley que establece un mecanismo de fiscalización de las prefecturas, así como el sistema de votación aprobado en la Asamblea Constituyente, que adopta la mayoría absoluta para la aprobación del articulado de la nueva Carta Magna.
Nueva cruzada en contra de Evo Morales
El empresariado oriental se moviliza contra la "dictadura" masista
sábado, noviembre 18, 2006
¿ES LA MODERNIDAD TODAVÍA UNA ALTERNATIVA PARA LA NUEVA CONSTITUCIÓN BOLIVIANA?
Por Rafael Bautista S.
de todos estos logros,
que se los hace pagar a gente que está muy lejos
de la metrópoli y dista muchísimo de su opulencia?
¿Tiene la sociedad opulenta conciencia
de lo que está haciendo, de cómo está propagando el terror
y la esclavitud en todos los confines del globo?
Herbert Marcuse
En el fondo (donde las aguas estancadas despiden su verdadero hedor), la pretensión del sector conservador (la oligarquía pues, activa y pasiva), encierra todas sus opciones a una sola; porque ella misma se ha condenado (gracias a su desidia de construir un proyecto propio) a una falsa dicotomía: “modernidad o barbarie”. Por eso no aspira sino a ser “moderna”; porque más allá de ella no ve nada. Y, como no ve nada, entonces se entiende la contraofensiva que protagoniza este sector (ya no sólo empresarial, también intelectual). Como toda alternativa es, según ellos, irracional, lo único posible (en su “tiny bit of vision”, dicho en su lengua, para que nos entiendan) es persistir en el afán de ser “modernos”; esto traducido en
Porque desde sus dioptrías “made in” no apareciera nada más allá del proyecto “moderno”, es que (ante tanta “demencia irracional”) se muestran a sí mismos (en las pantallas mediáticas, auspiciadas por las transnacionales) como héroes de una tragedia que ya el inquisidor del siglo XXI, Vargas Llosa, denunció como “peste de estupidez”. Las pestes, en el siglo XV y en el XXI, se controlan por un solo medio: la erradicación; y esta, “aunque duela, salva de la muerte” (como ya dijeran Gabriel Rene Moreno y Nicomedes Antelo, “célebres patricios cambas”, que así describían la necesidad de acabar con los indios de este país), porque la muerte que provocan las nuevas pestes (“demagogia populista”, “fundamentalismo indígena” y demás chuscadas de aprendiz de brujo) son más graves, porque ellas no matan gente (cosa que poco interesa) sino instituciones abstractas que, hoy en día, valen más que la vida de todos (“fiat iustitia perea mundis”, o sea, secularizadamente: “que se haga la ley del mercado aunque perezca el mundo”).
Y el mundo al cual se refieren es este país, el que nos tocó como cuna y como destino. Si debe perecer ese mundo es porque es ese mundo el que está mal (no ellos ni sus ideas importadas). De ese modo nos pretenden explicar el “atraso centenario” que pesa como una maldición sobre nuestra mediana idiosincrasia: no habría “desarrollo” porque no habría posibilidad de “modernización” mientras el elemento indígena esté presente en nuestra subjetividad. Hasta la revolución de 1952 la extirpación debía ser objetiva; después de ella subjetiva, o sea, “modernizarnos” a toda costa, o sea, “limpiar” de toda muestra de “barbarie” nuestro lenguaje, nuestras conciencias y hasta nuestros sueños. Medio siglo después, el afán continúa siendo el mismo, porque resultamos excelentes alumnos en asumir lo que no éramos y extirpar lo poco que éramos a costa de anularnos por completo; instruidos en vernos con ojos ajenos, acabamos siempre despreciando lo propio, porque lo propio aparece (desde las gafas conceptuales que nos “dona” la inversión extranjera) como el lastre que impide ser como nos habían enseñado a ser: “modernos”.
Y esta aspiración (nuestra droga centenaria; mientras más aspirábamos, más adictos a los espejismos que pintaban delirios ajenos) había que realizarla, no importando lo que cueste; por eso todos los gobiernos nos pedían un sacrificio infinito, porque el problema parecía ser nosotros, ya que las elites nunca se sacrificaban, es más, de nuestras crisis eran siempre ellas las únicas beneficiadas, y cuando instalaban sus nuevos comodines en la arena política, nadie podía dejar de advertir que su “amor” por este país era un amor dramático, porque era un “amor que mata” (en ese arrebato pasional su pretendida inocencia era siniestra: el pueblo nunca era merecedor de semejante “amor”). Por eso todo ese afán parecía una tragedia, porque más allá no había nada y toda alternativa era un invento nocivo que era mejor erradicar; como ahora afirman los empresarios cruceños del agro, quienes ven en la naturaleza y en el campesino sólo los medios para incrementar su riqueza particular (y a eso llaman “modernizar” la economía boliviana): “lo comunitario es una invención de escritorio, de quienes no saben lo que es trabajar”. Esa aseveración es centenaria y aflora, hoy en día, mostrando una reacción recalcitrante ante toda posibilidad que no sea la única posible ante sus ojos: “globalizarnos”, o sea, siempre, “modernizarnos”, cueste lo que cueste.
Eso es lo único que ven, lo que les muestra sus ojos, porque aprendieron a ver de ese modo, porque sólo ven lo que han sido instruidos para ver. La realidad es el ámbito en el cual es posible el despliegue de nuestra visión, pero la realidad no se agota en lo que podemos ver de ella. De todos los sentidos que pueda tener, son las culturas las encargadas de desarrollar tal o cual sentido, eso perfila “lo humano”, por eso cada cultura nos dice algo de aquello en lo que consista ser “humano”; pero ninguna cultura puede agotar, ella sola, la significación de “lo humano”, porque su aproximación a la realidad es siempre particular, o sea, mediada en el tiempo y en el espacio. Lo cual no impide que cada cultura tenga “pretensión” universal, pues toda cultura nos habla siempre, sobre todo en sus periodos clásicos, en términos universales. Esa es “conditio humana” y muestra aquel particular modo de hallarse de un existente siempre en constante movimiento de trascendencia. El movimiento que supone la trascendencia hace posible la comunicación de formas de vida y el aprendizaje que desprende nuevos desarrollos, condición que es posibilidad de aquello que llamamos historia humana. Lo nuevo (en sentido radical) es aquello que proviene de afuera y siendo, en principio, resistido, acaba transformando lo que hay adentro, proyectando lo propio de una manera más rica y compleja (el etnocentrismo no constituye la normalidad cultural, sino la tendencia decadente del momento clásico de una cultura, cuando lo propio se cierra a toda posibilidad de apertura, cancelando así el impulso necesario para originar una nueva edad). Por eso la historia humana es una suma continua de aprendizajes recíprocos, en ocasiones problemáticos y hasta trágicos, pero siempre incesantes.
La “modernidad” inaugura no sólo una nueva era. Esta novedad es, de tal magnitud, que la transformación que opera (por vez primera a nivel mundial), para ser efectiva, debe imponerse (como violencia expansiva) en todas las esferas de la vida, provocando desordenes en la convivencia humana para someterle un nuevo orden. Pero este orden ya no es sólo cultural sino, en cuanto proyecto, se trata de un sistema civilizatorio: este “reordenamiento” de la sociedad humana deberá unificar la historia mundial (imponiendo una visión eurocéntrica, por eso se divide la historia en antigua, medieval y “moderna”, el aparente “destino” de la historia dizque universal), la cultura (la occidental aparece desde entonces como la única racional y con el derecho a llamarse a sí misma universal y todas las demás son condenadas a un folklorismo pasado, “superado” del todo; un etnocentrismo cuya soberbia exageración se impuso violentamente y, cuando ya no hubo resistencia, la educación que impuso se encargó en concluir el proyecto civilizatorio europeo-moderno-occidental) y el predominio de una raza sobre las otras (sobre este racismo se constituyen las ciencias modernas y a partir, sobre todo, del romanticismo alemán, la visión racista ordenará la historia, el lenguaje, la ciencia y la filosofía).
Hasta entonces, los ejes civilizatorios anteriores, habían logrado una convivencia compleja pero posible, donde las expansiones comerciales no suponían la destrucción de las economías tradicionales, siendo incluso los intercambios comerciales, promotores de un progreso cultural compartido. Por siglos, el camino de la seda, había sido el puente de comunicación entre los tres ejes civilizatorios más antiguos de la humanidad; la demanda del algodón y el lino produjo el desarrollo de la manufactura en
La historia de la humanidad, desde una perspectiva no eurocéntrica, da cuenta de seis ejes madre civilizatorios que producen la revolución neolítica, es decir, la aparición y hegemonía de las ciudades: el egipcio-bantú, el mesopotámico, el indostán, la china, el mayo-azteca y el que se origina a partir de Tiwanaku y Cuzco. La condición fundamental para esta revolución humana fue el origen de la agri-cultura, es decir, la domesticación del alimento (cosa hoy en día no tomada en serio, pero que le costó a la humanidad milenios, si el hombre llega a producir el fuego hace como 50.000 años, se convierte en agricultor recién hace 10.000 años), es decir, asegurando la reproducción de la vida se hacían posibles las demás dimensiones que aparecen para completar el desarrollo de la vida humana; de ahí en adelante lo natural deviene en cultural, o sea, la evolución de la vida continúa por re-evolución, por intervención humana. Cada uno de estos ejes producen culturas en torno al alimento que lograron producir, por eso se dice que el Egipto produce una cultura del trigo, o
Cuando Max Weber se pregunta cuáles fueron las causas por las cuales sólo en Europa se dan aquellas determinaciones de carácter universal que la empujaron a ser la “emisaria de la civilización”, en realidad no sabe lo que está preguntando. Porque su pregunta supone algo fantástico y sobrenatural que debió de ocurrir en suelo europeo. Nada de ello. Lo que sucedió fue algo tan digno de asombro como de espanto. Taylor y Habermas no superan esta ignorancia, porque no saben ver más allá de sus narices. Más allá de
Entonces la “modernidad” no empieza en el siglo XVII. Las condiciones fundamentales para su realización se dan gracias a la conquista del Nuevo Mundo; siendo Descartes, el siglo de las luces y
La “modernidad”, en su primera constitución, para afirmarse a sí misma, tenía que lidiar todavía con una comprensión del mundo todavía renacentista. El siglo XVI (que las historias de la filosofía omiten) es el siglo donde la nueva visión del mundo empieza a cobrar cuerpo: la matematización. El problema al que se enfrenta el europeo es cómo “gestionar” la “centralidad” que Europa estaba logrando; para que haya “centro” tiene primero que constituirse una “periferia”, es decir, la primera consideración no es intra-europea, ni siquiera por su lugar de origen. Bartolomé de las Casas sitúa su conversión en favor de los indios en el 1511, cuando Antón de Montesinos, en la isla caribeña de
El capitalismo o la economía “moderna” nace por una simplificación de la realidad, porque sólo la simplificación (privilegiar lo cuantitativo en desmedro de lo cualitativo) puede hacer factible una explotación inmisericorde que tenga como único fin la acumulación de ganancias: la naturaleza se concibe en términos de objeto, el dualismo antropológico concibe una nueva moralidad (“vicios privados, virtudes públicas”), la cual hace posible bajar los criterios éticos, de los cielos (medioevo europeo) a la tierra (a la conciencia individual, el ciudadano moderno burgués no responde de sus actos más que a sí mismo), y la economía aparece como la nueva ciencia, cimentada sobre dos principios inamovibles: la libertad de contratos y la propiedad privada; la administración racional del sistema-mundo-moderno es la encargada de “gestionar”, “viabilizar” y “consolidar” el nuevo orden, lo mismo hará la política liberal. Locke no es nada sin Francisco Suárez, este todavía lidiaba con el anterior paradigma renacentista, aquel ya presenciaba la primera revolución triunfante burguesa y su propósito era consolidar ese nuevo mundo que iba a llevar la batuta después de España: Inglaterra. Adam Smith todavía saca el cuello fuera de Europa para ver de dónde se puede aprender a “gestionar” la “centralidad” y encuentra a
Entonces la “modernidad” es en primera instancia un proyecto: el ejercicio sostenido de una “centralidad”, que se piensa a sí misma, para efectivizar su “centralidad” siempre de mejor manera. Al principio debía de justificar racionalmente la pretendida “bondad” de su proyecto (eso es lo que hace desde Gines de Sepúlveda y, en adelante, toda la filosofía moderna), luego “gestionar” la viabilidad de su proyecto (la economía y la política inglesa) y, después y siempre, confirmar racionalmente su proyecto (
Por eso llaman “consenso” a su imposición, “pluralismo” a su proyecto único, “respeto” a su soberbia, “seguridad jurídica” a la justificación de sus robos, etc. La “ética del discurso” que proponen Habermas o Apel, es decir, la superación pragmática del “paradigma de la conciencia” supone, en el fondo, una intención seria y honesta del argumentante, pero fácticamente esa suposición se desvanece ante la presencia, ya no del escéptico (que es al que se enfrenta esta “ética”), sino del cínico, que es quien no está dispuesto a dialogar y menos a escuchar, es más, está incluso dispuesto a terminar con la “vil multitud”, porque sus prejuicios pueden más que las razones y sus prejuicios señalan al “otro”, que no es él, siempre como lo “bárbaro”, “salvaje” y “falto de toda humanidad”. Esa es la situación límite que la modernidad ha constituido y recurre a ella siempre que la amenaza es seria; por eso sociedades “cultas” e “ilustradas” pueden dar muestras de infamia inaudita, como
Pero, como en Bolivia, sus privilegios están en entredicho, entonces arremeten con el encono propio de un héroe dizque traicionado (figura melodramática que inventan los “medios”, al estilo de telenovela mexicana, donde el galán es siempre un empresario y su lucha consiste en realizar el sueño de la “sufrida”, que sufre porque el maquillaje no se le corra mientras llora su infortunio: no vivir en Miami), que hace de la confusión de lenguas su bandera donde arremete como le venga en gana, y los “medios” patrocinan esta orgía de palabrería hueca porque ahora es el espectáculo que atrapa al que “no se mete en nada” y todos hablan por él, y por no meterse en nada acaba sin saber qué esperar, qué hacer o qué decir y sólo se limita a repetir lo que los “medios” dicen por él, y lo que repite cree que es la verdad porque ha salido de su boca y, ¡qué casualidad!, aparece como titulares en los “medios”: “así piensa el pueblo” (si hoy aparece una cultura de la indiferencia y la intolerancia, es aquella que patrocinan los “medios”, cuya fidelidad posmoderna al culto de la imagen, les hace proclives al festejo insensato del caos y la incertidumbre, figuras que la posmodernidad, o ‘modernidad in extremis”, explota y disfruta en épocas de crisis).
En tales circunstancias no hay apelación a la razón, como nunca lo hubo cuando se conquistó y colonizó el Nuevo Mundo, ni cuando terminó de expandirse la “modernidad” por el mundo entero; sus ideales “emancipatorios” e “ilustrados” fueron siempre la ilusión que le vendieron al mundo mientras estos aseguraban su nuevo orden, por el cual el tercer mundo queda condenado a suministrar todas las necesidades que al primer mundo se le antoje. Por eso era un proyecto siempre en constante reformulación, porque el orden que imponía provocaba desórdenes que eran siempre motivo de nuevas recomposiciones; en su última etapa humanista todavía buscaba mostrar algunas bondades frente al comunismo soviético y el Estado keynesiano todavía lograba incluir trabajo, o sea, mano de obra sobrante. Pero ahora, sin muro de Berlín al frente y proclamado el “fin de la historia”, se siente libre (el mundo “moderno”) de hacer lo que le venga en gana y eso es lo que hace con la última cruzada “moderna”: la globalización.
La intención es obvia, se trata de abrir las fronteras para el capital, pero construir muros para los seres humanos (porque la revolución tecnológica puede prescindir de ellos); provocar nuevos conflictos para crear situaciones de desestabilización que reclamen intervención. Esa es parte de la estrategia de la derecha (no pensada por ellos, pero acatada hasta sus últimas consecuencias): si se avizora algún cambio, por mínimo que sea, hay que provocar incertidumbre y anarquía, que todo afán de cambio sea interpretado como “populismo”, “dictadura”, “totalitarismo”, “comunismo”, terrorismo”, etc. Porque el proyecto “moderno” no puede permitir otra Cuba en Bolivia, porque de lo que se trata es de hacer “negocios” y los “negocios” se hacen para las empresas no para la gente, porque un país “rentable” es un país donde las empresas saquen “ganancia extraordinaria”, donde los recursos naturales sigan alimentando al primer mundo y, si es todavía “rentable”, al país donde se encuentren, donde la economía y la política continúe administrada por una elite servil que esté siempre dispuesta a rifar a su país por lo que se le ofrezca. En ese proyecto estamos metidos desde
El capital necesita de las únicas fuentes posibles de riqueza, el hombre y la tierra, pero su tendencia competitiva (exclusivamente orientada hacia la ganancia) destruye esas fuentes y se destruye a sí mismo; lo grave es que, en esa destrucción, no hay punto de retorno, pues una humanidad condenada a la miseria no se recupera ni en dos generaciones y la destrucción de la tierra hace imposible toda recuperación humana. Pero al capitalismo salvaje, léase neoliberalismo, parece ya no importarle estos costos, dicen los neoliberales, “probables”, pero en un futuro (siempre infinito) “superables”. Hoy nos encontramos en una situación paradójica y única en la historia mundial: la decadencia de una civilización arrastra consigo la destrucción de la vida en el planeta. Ya
La “modernidad” es el primer sistema civilizatorio que vacía de contenidos la ética que postula, es decir, la ética “moderna” descansa, en última instancia, en la conciencia solipsista del individuo aislado; para colmo este individuo es un ego dividido, cuya humanidad se describe en términos de razón, es decir, privilegia la conciencia, el pensamiento, el lenguaje, a costa de la conformación unitaria de una subjetividad que no está dividida en cuerpo y alma. Sino que es un existente como necesidad, por eso su primera y fundamental modalidad es la trascendencia, de una subjetividad siempre intersubjetiva, porque nace en otro, se alimenta de otro, le educa otro, le hace feliz otro y le entierra otro, cuyo horizonte de satisfacción nunca es pleno aisladamente, por eso la trascendencia es su modo de apertura al otro que no es él, que no puede ser como él y que, como demanda anterior a todo deber, le instala en la responsabilidad, siempre anterior a toda libertad, por eso su existencia es comunitaria. Una ética cuya fundamentación última es formal, acaba abstrayéndose de la vida concreta, material, de las necesidades reales del existente. Y estas son las que han permanecido inalterables desde la aparición de las primeras civilizaciones, desde el “Libro de los Muertos” del Egipto milenario, el “Código de Hamurabi”,
La ética “moderna” no considera esas necesidades, porque parte de un dualismo antropológico que no reconoce aquellas necesidades como plenamente humanas; reconocerlas le obligaría a reparar la injusticia que desató a los cuatro vientos. Le obligaría a reconocer las perversas consecuencias de su proyecto y le obligaría, también, a relativizar su pretendida justicia racional y civilizatoria y abrirse a otras maneras de ver el mundo y la vida que, al no haber sido destruidas del todo, pueden ofrecerle alternativas a la tendencia suicida de su economía: el capitalismo. Esa es la panorámica que se abre ante
Como alternativa de un mundo más justo, no puede negar nihilistamente la “modernidad” (sería caer en su propio nihilismo, pero al revés) y asumir ciegamente una nueva totalidad con pretensión de dominio; por eso los criterios éticos son fundamentales y son los que nos ayudan, ahora, no sólo a atravesar la “modernidad” sino a evaluar críticamente toda pretensión de liberación. Por eso la disyuntiva no es “modernidad o barbarie”, porque la “modernidad” (como proyecto) no es ninguna alternativa y lo otro no es la barbarie, es “otro modo” que la “modernidad”, que puede subsumirla, pero dotándole de nuevo sentido, porque oponerse críticamente a la “modernidad” no es negar su tecnología o su cultura sino subsumirlas como posibilidades de un proyecto distinto, más justo, como dicen los zapatistas: “un mundo en el quepan todos”.
Que sea entonces
Rafael Bautista S.
Autor de “OCTUBRE: EL LADO OSCURO DE
Editorial “Tercera Piel”,
Noviembre de 2006