miércoles, diciembre 23, 2020

DIALOGO CON CARLOS ROMERO. CRISIS POLITICA EN EL MAS IPSP. Y CANDIDATURAS A GOBERNACIÓN

Razonamientos políticos muy acertados de Carlos Romero sobre el espectro pre-electoral de las sub nacionales en S.C. Menciona aspectos nuevos que se da en el MAS-IPSP  y la importancia del Presidente del MAS Evo Morales, lider histórico del pueblo boliviano.


 


 

lunes, diciembre 21, 2020

BOLIVIA: Fue golpe de Estado

plurinacional.inf

por Yuri Tórrez

21-12-2020


 

LA RAZON.- El 12 de noviembre del 2019, a dos días de la renuncia presidencial forzada de Evo Morales, se activó un cerco policial protegiendo la plaza Murillo. Nadie entraba, solo se permitía el paso a parlamentarios opositores al Movimiento Al Socialismo (MAS) al palacio de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para sesionar. Al atardecer de esa jornada, la entonces senadora Jeanine Áñez, en un hemiciclo parlamentario casi vacío, se autoproclamó presidenta del Senado y, acto seguido, en mandataria interina de Bolivia. Así se consumó el golpe de Estado.

En las últimas semanas, políticos (especialmente sobre aquellos que existen sospechas de su participación en la ruptura constitucional, ejemplo, el excandidato presidencial Carlos Mesa), periodistas y opinadores se están esforzando vanamente en desmontar la verdad histórica de los hechos, o sea, el golpe de Estado.

En efecto, hay un desconocimiento politológico actual sobre el debate de los recientes golpes de Estado producidos en América Latina. Uno de los rasgos comunes de los mismos, a diferencia de los años 70 u 80, es la búsqueda de su blindaje jurídico, por eso son conocidos como “golpes blandos” o “neo golpes”. Los golpistas se empeñan en blindar constitucionalmente estas rupturas constitucionales, inclusive, simbólicamente les sirve que el Parlamento siga funcionando para otorgarles una fachada democrática. No les interesa de militares montados en tanques asumiendo el poder como otrora. Si bien se sirven de ellos en algunos casos, pero buscan despejar cualquier estigma “golpista” para mantener la fachada democrática. El golpe de Estado perpetrado en Bolivia cuaja en esta caracterización politológica.

No debemos olvidar, al día siguiente de la renuncia de Evo Morales, connotados políticos de oposición al MAS-IPSP se reunieron para buscar un caparazón jurídico para allanar el camino de Áñez a la presidencia, que implicaba deshacerse del obstáculo de la “mayoría masista” en la ALP.  Para ello recurrieron a un antecedente, la renuncia de Mesa a la presidencia, en 2005, y de los inmediatos sucesores presidenciales hasta recaer en el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero, este antecedente no es válido jurídicamente para la sucesión de noviembre de 2019, ya que Bolivia cuenta con una nueva Constitución desde 2009 que establece que en caso de renuncia presidencial se debe leer la carta correspondiente para que la mayoría rechace o no. Eso no sucedió. La ALP, inmediatamente a la renuncia de Morales, no se reunió con quórum y, por lo tanto, no se leyó ninguna de las cartas de renuncia como correspondía constitucionalmente.

En esta cadena de irregularidades, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) entró en escena. A través de un simple comunicado avaló la sucesión de Áñez argumentando que “el funcionamiento del órgano ejecutivo de forma integral no debe verse suspendido, por lo que el siguiente en la línea sucesora asume ipso facto la presidencia”. Meses después, Petronilo Flores, magistrado del TCP, señaló enfáticamente que este comunicado acreditando la sucesión de Áñez como presidenta “no tiene valor legal y no es vinculante”. El Código Procesal Constitucional boliviano solo reconoce como vinculantes las sentencias, declaraciones y los autos constitucionales, por lo que el comunicado sobre la sucesión presidencial no tiene ninguna relevancia jurídica. Más allá de las narrativas, está la verdad histórica, el golpe de Estado, que amerita una investigación y un juzgamiento para evitar futuras estocadas a la democracia boliviana.

Yuri Tórrez es sociólogo.

https://www.la-razon.com/voces/2020/12/21/fue-golpe-de-estado-2/

QUINTANA Y EL GOLPE A FONDO! LAS FF.AA son una espada de Damocles para la democracia

 Tomado de Ecos Latinos
#JuanRamónQuintana quien fuera #MinsitrodeGobierno del ex presidente #EvoMorales analizó recientemente el rol de las #FuerzasArmadas y la Policía Boliviana durante el golpe de Estado en noviembre del 2019. El ex ministró concluyó que el futuro de la democracia en Bolivia es incierta, pues con esta Fuerzas Armadas de naturaleza colonial, pende sobre ella una espada de Damocles.


martes, diciembre 01, 2020

Los medios de comunicación neoliberales: brazo de hierro del golpismo en Bolivia

 

annurtv.com

Sdenka Saavedra Alfaro


Sin lugar a dudas, para todos aquellos que niegan que en Bolivia hubo un Golpe de Estado en noviembre de 2019,  contra el primer Presidente Indígena en Bolivia, Evo Morales Ayma, el que fue acorralado, y obligado a renunciar al cargo, golpe que fue apoyado y orquestado por Estados Unidos, como lo corroboran varias investigaciones entre ellas  la CIDH, organismo que a través del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia), siguen encontrando más hallazgos, para no quedar impune,  tras confirmar que hubo más de 37 muertos, en las masacres de Senkata, Sacaba; manifestar que Bolivia no sólo recibió un golpe de estado militar, policial, cívico, eclesiástico, sino también mediático, la complicidad de los medios de comunicación hegemónicos, es decir el apoyo, el activismo político de línea editorial de tendencia derechista, como los periódicos Página Siete y El Deber, y otros al golpe y al Gobierno de facto resultante.

Sólo tras realizar un pequeño análisis, después de los hechos ocurridos el pasado domingo 10 de noviembre de 2019, se puede comprobar cómo los medios de comunicación hegemónicos abordaron lo sucedido desde una posición de anuencia para los golpistas, utilizando su discurso manipulador y de censura mediática cuando se estaban llevando a cabo las matanzas a la población civil, todo un cerco mediático e informativo, acompañado de persecución, tortura, amenazas a los periodistas locales e internacionales como el caso Facundo Morales, o la muerte del periodista argentino Sebastián Moro, quien denunció el golpe de estado, además la expulsión de medios alternativos como Telesur, RT, HispanTV, y otros, y locales como el cierre de 53 radios comunitarias campesinas, toda esta guerra mediática en manos del régimen de facto de Añez para silenciar la voz del pueblo.

Al mismo tiempo, se puede evidenciar cómo el apoyo de los grandes medios hegemónicos, neoliberales a la administración golpista, que fueron cómplices de la situación al no calificar lo ocurrido como "golpe de estado", en sus titulares cuando ya estaban siendo manejados por el gobierno de facto, pues mostraron en lugar de ello la “renuncia” de Evo Morales como un “triunfo del pueblo”; haciendo un esfuerzo denodado por abstraerse del contexto en que se daba la situación, sin ni siquiera mostrar las muertes suscitadas, y en este caso manifestar que no hubo ningún muerto por parte de los militares, ni policías, quienes tenían armas de todo calibre, siendo sólo las víctimas los civiles, en ese sentido de parte de quién se puso la prensa?, el poder de los poderosos?; de ahí también comprobar que la prensa siempre fue herramienta estratégica para ocultar, justificar y legitimar,  en el caso de Bolivia ocultar o negar un golpe de estado, justificar la intervención de las fuerzas armadas en la renuncia que fue obligada de un Presidente, y legitimar a las nuevas “autoproclamadas autoridades del país”, como lo señalan varios estudios, entre ellos los trabajos de Edward Bernays, que muestran la desinformación como herramienta política, un artificio de la comunicación, la propaganda, y como lo dijimos el uso de los  "Fake News",  "Los falsos positivos", o el "Lawfare" como armas y estrategias de destrucción masiva, utilizadas por el régimen de facto de Añez que utilizó durante y después del Golpe de Estado para desprestigiar y destruir la imagen del gobierno legítimo que duró 14 años de Evo Morales; pues como lo señala  Bernays “La propaganda es el brazo ejecutor del gobierno invisible”[1].

En ese mismo contexto, y a la par en vista de la censura y guerra mediática de los medios neoliberales, surgieron los medios alternativos en su lucha contra la visión del sistema hegemónico, aquellos que informaron al mundo lo que estaba pasando en esos momentos de las masacres, surgidos de la alternancia y la participación, en las redes sociales, foros, blogs, chats, y demás sitios web, además de medios que ayudaron y brindaron información verídica, tal como lo hace AnnurTv, Abna, “Liberación” y otros, entendiendo a la comunicación alternativa como aquella no autoritaria y la que surge de la necesidad de comunicar la realidad de la vida social, que es en esta condición histórica, donde lo “alternativo” se manifiesta como expresión del pueblo, como lo señala Mattelart, lo alternativo ha expresado la voluntad de “devolver el habla al pueblo”[2], promoviendo la justicia social, y en ese sentido tomando en cuenta el golpe de estado en Bolivia como hecho histórico, el papel de los medios de comunicación alternativos fueron y continúan siendo fundamentales como la voz de los pueblos que luchan contra las injerencias imperialistas, sionistas, neoliberales, medios eficaces para romper con el esquema autoritario, creando así un nuevo esquema democrático que promueve la comunicación participativa, horizontal, democrática, liberadora y popular, tal es así que se hace necesario cada vez más su fortalecimiento siendo voceros de los movimientos sociales de los pueblos, en la creación de leyes comunicacionales democráticas que los respalden, y este deberá ser uno de los principales objetivos del gobierno de Lucho Arce, en su recuperación de la democracia y a favor de la libertad de expresión de los medios alternativos, así como el respeto de la objetividad de aquellos que continúan mellando y manipulando la información como lo siguen haciendo los medios hegemónicos.

Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora y periodista boliviana radicada en Medio Oriente, Irán)

[1] Bernays, Edward. (2010), “Propaganda” España: Melusina.

[2] Mattelart A. "El medio de comunicación de masas en la lucha de clases", Instituto Cubano del Libro, La Habana, junio de 1971.

domingo, noviembre 29, 2020

Entrevista al político boliviano Juan Ramón Quintana, asesor clave de Evo Morales

pagina12.com.ar

Entrevista al político boliviano Juan Ramón Quintana, asesor clave de Evo Morales: "Me formé políticamente en el antiimperialismo." | Asilado en la embajada de México en La Paz durante el gobierno de facto de Añez

Gustavo Veiga

Durante un año fue el trofeo de caza más buscado. El régimen golpista pretendía colocarlo en sus vitrinas. La expresión no es caprichosa. El exministro de Gobierno Arturo Murillo – hoy estaría prófugo en Estados Unidos – se la dedicó a Juan Ramón Quintana: “Vamos a salir de cacería porque ese es un animal que está matando gente en nuestro país”. La acusación se trataba de una fake news. En rigor, el responsable político de decenas de asesinatos en Sacaba y Senkata era el ahora fugitivo de la Justicia boliviana. El hombre al que buscaba, el cerebro de las políticas antimperialistas en los catorce años presidenciales de Evo Morales, se asiló en la embajada de México en La Paz y nunca pudo ser atrapado. Sociólogo y militar – dos formaciones que rara vez van juntas -, sobrevivió a la persecución y posterior asedio a la sede diplomática.

Quintana hoy cuenta esa historia desde su departamento en reconstrucción, que como él mismo dice “no fue incendiado porque está en el tercer piso de un edificio”. Igual se ensañaron con su vivienda. La saquearon. Le arrancaron hasta la puerta de ingreso. Pero lo peor fueron los ataques a su familia. Su madre de 87 años tuvo que escaparse disfrazada en una moto llevada por sus sobrinos. Él mismo salvó su vida por segundos o centímetros. Sus enemigos lo tuvieron al alcance de la mano pero se les escabulló. Después de detallar su odisea, analiza el por qué de semejante ensañamiento.

-Aprovecho por su medio para agradecerle al gobierno mexicano. Mi vida corría muy serio peligro, las patrullas policiales habían cercado la casa en que yo estaba escondido. Aunque mis familiares sufrieron una persecución probablemente mucho más cruel que la mía. Intenté salir hacia la frontera con Perú para incorporarme a mi familia en Cuba, pero me fue imposible. Entonces el único recurso que me quedaba era una embajada y la más accesible que encontré fue la mexicana.

-Después que se asiló, ¿es cierto que detuvieron hasta a su empleada doméstica?

-A Edith, que era nuestra trabajadora del hogar, le pedí más o menos al mes del golpe que se acercara a la casa para que tomara fotografías y pudiera conseguir un carpintero que pusiera la puerta del departamento y cerrarlo. Mientras ella hacia esa actividad, los policías la detuvieron sin orden judicial, la llevaron directamente a las oficinas de la fuerza especial de lucha contra el crimen a tomarle declaraciones, le ofrecieron su libertad a cambio de que aceptara firmar un documento donde se me acusaba que acá en mi casa había armas, me reunía con terroristas y había escondido dinero. Ella se negó a hacerlo porque es una militante cristiana. Por eso detuvieron a su hija para intimidarla y también al marido. Pero no se quebró y entonces la llevaron a la cárcel de mujeres de San Pedro. Ése fue el tamaño de la crueldad, de la bestialidad del régimen de Añez. Han tenido esa cuota de crueldad con que operaron las dictaduras militares en las décadas del 60 y 70.

-¿Por qué usted considera que era el principal blanco de los asilados en la embajada mexicana?

- Por lo que me he enterado, el régimen estaba dispuesto a otorgar los salvoconductos para México solamente con la entrega de mi persona. La cacería yo no creo que haya sido un concepto elaborado por el propio Murillo, se lo transmitieron para describir la dimensión de su misión, de la tarea que tenía respecto a mí y a otros compañeros; en particular a mí. Las razones de esta encomienda que le había asignado, y estoy absolutamente seguro que era así, la embajada norteamericana, se debe fundamentalmente a mi posición antiimperialista explicita, militante y además irreversible. Me formé políticamente en el antiimperialismo. Mis lecturas políticas y teóricas tienen que ver con la lucha, con la resistencia, con la negación a ver a mi país aplastado por un gobierno extranjero del tamaño de los Estados Unidos. Entendí que la historia de mi país estaba preñanda de una intervención humillante y vergonzosa en los últimos setenta, ochenta años y que si queríamos ser una nación libre independiente y soberana, la primera condición era liberarnos de este dominio imperial vertical, secante, que había ocupado prácticamente a la nación no solamente política y territorialmente, la había ocupado culturalmente, ideológicamente.

-¿Su condición de mayor del Ejército hasta 2001, puede haber significado una agravante de la persecución, además de las medidas que tomó el gobierno de Evo Morales contra EE.UU como la expulsión del embajador Philip Goldberg en 2008?

- En mi condición de ex oficial si hay algo que me dolía en el alma, era que mis fuerzas armadas se habían convertido en una fuerza de ocupación colonial desde 1950 en adelante y lo propio con la policía. La suma de las pequeñas victorias que logramos frente a este dominio tan arrogante de los Estados Unidos, fue lo que finalmente determinó que en sus documentos reservados me convirtieran en un peligro potencial para ellos. Y esto puede verificarlo en los primeros documentos de Wikileaks referidos a Bolivia, sobre el primer gabinete de Evo Morales. Inicialmente, ellos en la descripción que hacían de los ministros, me veían como una persona neutral en la relación de EE.UU y Bolivia; pero a medida que pasaba el tiempo los cables que enviaba la embajada respecto a mí, establecían que en realidad era un enemigo, una amenaza.

-¿Cuánto hay de cierto en que se le atribuye ser el hombre más influyente en los gobiernos de Evo?

- La comunión entre su antiimperialismo y el mío, además de que compartíamos una lectura semejante sobre nuestra realidad nacional, hacía que esto se alimentara mutuamente y por lo tanto que esas decisiones se cumplieran casi fielmente. Fueron 14 largos años en que un país como Bolivia, una semicolonia, vivió liberada de la opresión imperial. 14 años de independencia, de soberanía, de dignidad. Cada decisión que tomábamos para liberarnos de la maquinaria injerencista de Estados Unidos no solamente era un alivio político. También le abría las puertas a Bolivia para ser ella misma, para pertenecerse a sí misma, para ser un Estado plurinacional.

-La Escuela militar de Comando Antiimperialista General Torres que crearon en Santa Cruz, ¿fue el último desafío a la influencia de EE.UU?

- Diría que fue el último detonante para reimpulsar el golpe en Bolivia. Su creación, y que llevara el nombre de nuestro ex presidente Torres, un hombre con su componente antiimperialista y al que mató la Triple A en la Argentina en el marco del Plan Cóndor. El hecho de abrir la escuela para las Fuerzas Armadas fue demasiado. Porque ellos sabían que la columna vertebral que podría sostener una reinstalación de su hegemonía en Bolivia eran las FFAA y si teníamos éxito en la escuela antiimperialista para desmantelar esta cultura enajenante de sometimiento a la doctrina de seguridad norteamericana, podría ser irreversible este proceso de transformaciones para el largo plazo. No es nada casual que el golpe del 10 de noviembre del año pasado tuvo como centro de gravedad a las Fuerzas Armadas.

-Usted abandonó el asilo en la embajada y se encontró con otro país y otro mundo. Ganó las elecciones Luis Arce y Donald Trump ya no continuará como presidente de EE.UU. ¿Qué puede cambiar para Latinoamérica y Bolivia en especial el gobierno de Joe Biden?

- Me temo que las cosas se van a modificar de manera relativa para América Latina y por lo tanto para Bolivia. Los Estados Unidos tienen bastantes problemas domésticos que resolver y sus preocupaciones de índole estratégica frente a China, Rusia o Irán van a tener que ser mediadas de una manera distinta. Su relación con el continente va a tener que ser mucho más inteligente y ya no sometida de una manera tan estricta a sus mandatos de ocupación de dominio regional. No solamente a través de la OEA, sino a través de sus embajadas y la política exterior. Yo me temo que va a haber una especie de relajamiento lo cual no significa la renuncia al dominio en América Latina. En Bolivia una intervención norteamericana en este momento se mostraría como algo muy aberrante cuando el país se ha manifestado con un 55 % demoledor en las elecciones. Causarnos daños colaterales con alguna forma de intervención, le costaría políticamente mucho más a Estados Unidos que a Bolivia.

-Hombres claves dentro del MAS como el ex presidente Evo Morales, su vice Álvaro García Linera y usted mismo ya no tienen una función ejecutiva dentro del gobierno. ¿Qué es lo que está dispuesto a aportar? ¿Y desde dónde?

- Yo creo que desde dos ámbitos. Primero el aporte para galvanizar este proceso los próximos cinco años, para fortalecer el instrumento político el MAS y los movimientos sociales para un plazo mucho más largo. Me veo involucrado en la formación política de cuadros jóvenes, en la renovación, en un trabajo mucho más activo para orientar a las nuevas generaciones de compañeros nuestros sobre la capacidad de entender el mundo desde nuestro país, desde nuestra realidad. Sería interesante empezar a reveer las cosas desde nuestra experiencia, nuestros errores y nuestros fracasos, con nuestras luces y nuestras sombras.

-¿En qué cuestiones específicas?

-Quiero que mi objeto de investigación sea el golpe de Estado, que sea un instrumento metodológico de interpretación de la historia de mi país de los últimos 50 años. Es decir, casi como un método de conocimiento, y eso me obliga a investigar y profundizar más la injerencia norteamericana. Quiero que esto sirva para los jóvenes, para que puedan defender este proceso político en Bolivia. Realmente si es que llega el momento, si es que se da la oportunidad de incorporarme a alguna comisión de la verdad, no tanto para dirigirla sino para aportar, y que justamente se encargue del esclarecimiento del golpe, investigaría el conjunto de violaciones sistemáticas durante la última dictadura y el saqueo que hizo en el país desde noviembre 2019 hasta hoy. El golpe va a seguir siendo la herramienta preferida de los EEUU en América Latina para someter a nuestros pueblos. Por lo tanto, tengo la impresión de que al estudiarlos es una manera de defender también nuestras soberanías.

lunes, noviembre 23, 2020

Bolivia, laboratorio de una nueva ‎estrategia de desestabilización, por Thierry Meyssan

 

Fue publicado el 26 de noviembre de 2019
Tomado de RED VOLTAIRE 

Thierry Meyssan, Red Voltaire


La autoproclamada nueva presidente de Bolivia agita los “Cuatro Evangelios” y denuncia los ‎‎“ritos satánicos” de los pueblos originarios. Contrariamente a los comentarios de la prensa ‎internacional, Jeanine Áñez no ataca a los indígenas bolivianos (en su mayoría cristianos) como ‎etnia. Más bien impone un fanatismo religioso. ‎

El 14 de octubre de 2019, el presidente Evo Morales anunciaba, en entrevista concedida a la ‎televisora GigaVisión, que tenía en su poder grabaciones que demostraban que personalidades de ‎la extrema derecha y ex militares estaban preparando un golpe de Estado en previsión de que ‎él volviera a ganar la elección presidencial [1].‎

Pero lo que sucedió no fue un golpe de Estado militar sino el derrocamiento del presidente ‎constitucional. Nada permite pensar que el nuevo régimen sea capaz de estabilizar el país. ‎Estamos viendo el inicio de un periodo de caos. ‎

Los motines iniciados el 21 de octubre, y que llevaron al presidente y al vicepresidente de la ‎República, a la presidente del Senado, al presidente de la Cámara de Diputados y al vicepresidente ‎del Senado a dimitir uno tras otro, no cesaron con la entronización de Jeanine Áñez, la segunda ‎vicepresidente del Senado, el 12 de noviembre. El partido político de la señora Áñez, el ‎Movimiento Demócrata Social, sólo cuenta con 4 diputados y senadores de un total de 130. Y ‎su decisión de instaurar un nuevo gobierno sin representantes de los pueblos originarios (pueblos ‎que los occidentales llamarían “indígenas”) llevó a los miembros de esos grupos étnicos a lanzarse ‎a las calles, en lugar de los grupos de matones que habían sacado del poder al gobierno del ‎presidente Evo Morales. ‎

Mientras la violencia interétnica se propaga por todo el país, la prensa boliviana publica relatos ‎sobre las humillaciones públicas, las violaciones y el diario conteo de manifestantes muertos ‎a manos de la policía y el ejército. ‎

Si bien es evidente que el ejército está respaldando a la nueva “presidenta” Áñez, nadie sabe ‎exactamente quién sacó del poder al presidente Evo Morales y se estima que pudo ser tanto una ‎facción local como una transnacional o ambas. La reciente anulación de un megacontrato para la ‎explotación del litio boliviano puede significar que algún competidor invirtió en el derrocamiento ‎del presidente Evo Morales. ‎

Lo único seguro es que Estados Unidos se alegra del giro que han tomado los acontecimientos, ‎pero es posible que Washington no haya intervenido para provocarlos, aunque ciudadanos y ‎funcionarios estadounidenses están probablemente implicados, como indicó el director del SVR ‎‎ [2] ‎ruso, Serguei Narichkin.‎

La publicación de una conversación entre la nueva ministra colombiana de Exteriores, Claudia ‎Blum, y el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos –conversación grabada ‎en un café de Washington– no deja lugar a dudas [3]: el secretario de Estado ‎estadounidense, Mike Pompeo, se opone actualmente a toda intervención en Latinoamérica; ‎abandona al individuo que se autoproclamó presidente de Venezuela, Juan Guaidó, lo cual ‎inquieta al antivenezolano gobierno de Colombia, y rechaza todo contacto con los numerosos ‎aprendices golpistas latinoamericanos. ‎

Esto nos muestra que la nominación de Elliot Abrams como representante especial de ‎Estados Unidos en Latinoamérica no sólo fue una concesión a cambio del cierre de la ‎investigación del fiscal Robert Mueller sobre la supuesta «trama rusa» [4] sino también una astucia para acabar con la influencia de los neoconservadores en la ‎administración estadounidense. El “diplomático” Abrams se portó tan mal y cometió tantos ‎errores que destruyó en unos meses toda esperanza de intervención imperialista estadounidense ‎en Latinoamérica. ‎

En todo caso, el Departamento de Estado es actualmente una zona de desastre: los altos ‎diplomáticos desfilan uno tras otro por el Capitolio para prestar testimonio contra el presidente ‎Donald Trump ante la comisión de la Cámara de Representantes encargada de destituirlo. ‎

Pero, si la administración Trump no está orquestando lo que sucede en Latinoamérica, ¿quién ‎está haciéndolo? Todo indica que aún no han desaparecido las redes que la CIA instauró en ese ‎continente en los años 1950-1970. Cuarenta años después, esas redes siguen existiendo en ‎numerosos países latinoamericanos y logran actuar por sí mismas con un mínimo de respaldo ‎externo. ‎

Las sombras del pasado

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A la derecha, el arzobispo católico de Zagreb, monseñor Aloysius Stepinac, estrecha la mano a ‎su protegido, el líder ultranacionalista croata Ante Pavelic, jefe de la milicia de los ustachis. ‎Hoy en día, Ante Pavelic es considerado uno de los peores criminales de la Segunda ‎Guerra Mundial, mientras que Aloysius Stepinac fue beatificado por haber combatido al líder ‎de la resistencia antinazi Josip Broz Tito.‎

Cuando Estados Unidos decidió iniciar contra la URSS su estrategia de containment, el primer ‎director de la CIA, Allen Dulles, y su hermano, el secretario de Estado John Foster Dulles, ‎reciclaron numerosos líderes de las milicias ultranacionalistas creadas por las potencias del Eje ‎utilizándolos en la lucha contra los partidos comunistas. Esos elementos, previamente evacuados ‎por Estados Unidos de los países donde habían perpetrado numerosos crímenes durante la ‎Segunda Guerra Mundial, fueron agrupados en el seno de la Liga Anticomunista Mundial (WACL, ‎siglas en inglés) [5], la cual ‎organizó en Latinoamérica el «Plan Cóndor» [6], una estructura de cooperación entre los regímenes proestadounidenses ‎de Latinoamérica para secuestrar y asesinar líderes revolucionarios en cualquier país donde ‎buscaran refugio. ‎

Fue así como, después de haber participado en el golpe militar que instaló en la presidencia ‎de Bolivia al general René Barrientos, en 1964, el general Alfredo Ovando puso la búsqueda del ‎Che Guevara, en 1966, en manos del nazi Klaus Barbie, quien había sido jefe de la Gestapo en la ‎ciudad francesa de Lyon. Después de ser capturado por el ejército boliviano, Guevara fue ‎asesinado a sangre fría, por orden del dictador Barrientos, en 1967. ‎

Bajo las dictaduras de los generales bolivianos Hugo Banzer (1971-1978) y Luis García Meza ‎‎(1980-1981), el nazi fugitivo Klaus Barbie –conocido en Francia como “el Carnicero de Lyon”– y ‎el neofascista italiano Stefano Delle Chiaie –miembro del Gladio italiano que había organizado ‎en 1970 el fallido golpe de Estado del príncipe Borghese en Italia– trabajaron juntos en la ‎restructuración de la policía y de los servicios secretos bolivianos. ‎

Sin embargo, después de la dimisión del presidente estadounidense Richard Nixon, en 1974, ya ‎se había iniciado en Estados Unidos la ola de revelaciones de las comisiones Church, Pike ‎y Rockefeller sobre las actividades secretas de la CIA. El público vio solamente la espuma de ‎esa ola, pero hasta eso era demasiado. En 1977, el presidente James Carter nombraba director ‎de la CIA al almirante Stansfield Turner, ordenándole sacar de la agencia a los colaboradores que ‎habían trabajado para el Eje nazi-fascista y convertir las dictaduras proestadounidenses en ‎‎«democracias». Así que cabe preguntarse, ¿cómo pudieron entonces el nazi alemán Klaus ‎Barbie y el neofascista italiano Stefano Delle Chiaie convertirse en supervisores de la represión ‎en Bolivia hasta agosto de 1981? ‎

Es evidente que habían logrado organizar la sociedad boliviana de una manera que les permitía ‎no depender del apoyo de Washington y de la CIA. Les bastaban el discreto respaldo de algunos ‎funcionarios estadounidenses y el dinero de un grupo de transnacionales. Los golpistas de 2019 ‎han actuado probablemente de la misma manera. ‎

Durante el periodo de la lucha anticomunista, Klaus Barbie había facilitado la instalación ‎en Bolivia de numerosos fugitivos croatas ustachis que antes lo habían ayudado a él a huir ‎de Europa [7]. ‎Creada en 1929, la organización de los ustachis reivindicaba ante todo una identidad católica ‎croata y contó con el apoyo del Vaticano para luchar contra la URSS. Después de la Primera ‎Guerra Mundial y antes del inicio de la Segunda, los ustachis perpetraron numerosos asesinatos ‎políticos, como el atentado que costó la vida al rey ortodoxo Alejandro I de Yugoslavia durante ‎una visita en Francia. Durante la Segunda Guerra Mundial, los ustachis se aliaron a los ‎fascistas y a los nazis y perpetraron masacres contra los cristianos ortodoxos pero enrolaron a ‎musulmanes.
En total contradicción con el cristianismo original, los ustachis promovieron una visión ‎racialista del mundo, según la cual los eslavos y los judíos no pueden ser considerados ‎enteramente humanos [8]. ‎

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, los ustachis huyeron de Europa hacia Argentina, ‎donde fueron acogidos por el general Juan Domingo Perón. Pero algunos rechazaron ‎el peronismo y prefirieron volver a emigrar. Fueron por consiguiente los más recalcitrantes ‎los que emigraron a Bolivia [9].‎

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Según el neoustachi boliviano Luis Fernando Camacho, “Bolivia pertenece ‎a Cristo”, algo que nadie discute en ese país, donde el 98% de la población es ‎de confesión cristiana. ¿De qué habla entonces este individuo?

Los ustachis en Bolivia

Ya se sabe que las razones éticas no son motivo suficiente para que la CIA acepte renunciar a un ‎arma. Así que no hay que sorprenderse de que los colaboradores que la administración Carter había ‎expulsado de esa agencia estadounidense hayan colaborado después con el vicepresidente de ‎Ronald Reagan y ex director de la CIA‎, George Bush padre. Algunos de ellos formaron el ‎“Antibolchevik Bloc of Nations” [10]. Esos elementos eran principalmente ucranianos [11] e individuos ‎provenientes de los países bálticos [12] y ‎de Croacia. Todos esos criminales de guerra están hoy en el poder.‎

Concierto de una banda neoustachi en Zagreb, la capital de Croacia, ‎en 2007.

Los ustachis bolivianos se han mantenido vinculados a sus correligionarios en Croacia, ‎principalmente durante la guerra de 1991-1995, donde apoyaron al partido cristiano-demócrata ‎‎(HDZ) de Franjo Tudman. ‎

En Bolivia, esos elementos crearon la “Unión Juvenil Cruceñista”, una milicia conocida por sus ‎incursiones violentas y asesinatos de miembros del pueblo originario aymara. Uno de los antiguos ‎jefes de la Unión Juvenil Cruceñista, el abogado y hombre de negocios Luis Fernando Camacho, ‎preside actualmente el Comité Cívico Pro Santa Cruz y dirige abiertamente a los matones que ‎expulsaron del país al presidente Evo Morales, miembro de la etnia aymara. ‎

Al mismo tiempo, parece que el nuevo comandante de las fuerzas terrestres de Bolivia, el general ‎Iván Patricio Inchausti Rioja, es de origen croata. En todo caso, es ese general quien dirige ‎actualmente la represión contra la resistencia de los pueblos originarios, luego de haber recibido ‎lo que se ha denunciado como una «licencia para matar», concedida públicamente por la ‎autoproclamada presidente Jeanine Áñez.‎

La fuerza de los ustachis bolivianos no reside en su número, ya que son sólo un grupúsculo. ‎Si lograron derrocar al presidente Evo Morales es porque utilizan la religión para justificar sus ‎crímenes y, en un país eminentemente católico, pocos se atreven a oponerse abiertamente a ‎quien dice hablar en nombre de Dios. ‎

Los cristianos racionales que leyeron u oyeron las declaraciones de la presidente autoproclamada ‎cuando anunciaba el regreso de la Biblia al palacio de gobierno –en realidad eran los ‎‎Cuatro Evangelios pero la señora Áñez no parece conocer la diferencia entre esos dos libros– y ‎que recordaron las denuncias de la nueva jefa de Estado sobre los «ritos satánicos» que ella ‎atribuye a los pueblos originarios quedaron estupefactos y creyeron, con desagrado, que esta ‎señora proviene de alguna secta. No, es una ferviente católica. ‎

Hace años que venimos denunciando a los responsables del Pentágono partidarios de la estrategia ‎Rumsfeld/Cebrowski. Hemos advertido repetidamente que esos militares estadounidenses ‎pretenden repetir en la Cuenca del Caribe lo que ya hicieron en el Medio Oriente ampliado. ‎

Pero en Latinoamérica, su plan encontraba una importante dificultad: la ausencia de una fuerza ‎regional comparable a la Hermandad Musulmana y al-Qaeda. En Latinoamérica, todas las ‎manipulaciones terminaban volviendo a la tradicional oposición entre «capitalistas liberales» y ‎‎«socialistas del siglo XXI». Ya no es así. Ahora existe dentro del catolicismo una corriente ‎política que predica la violencia en nombre de Dios. Esa corriente hace posible el caos. ‎Los católicos latinoamericanos se ven ahora ante la misma situación que los sunnitas árabes: ‎tendrán que condenar urgentemente a esos fundamentalistas o serán arrastrados por la violencia ‎que estos predican. ‎

[1] «Bolivie: Morales redoute un coup d’Etat s’il gagne ‎les élections» (en español, “Bolivia: Morales teme un golpe de Estado si gana las elecciones”), ‎AFP, 15 de noviembre de 2019.

[2] El SVR es el servicio de inteligencia exterior de la Federación Rusa. Nota de la Red Voltaire.

[3] “Exclusivo: audios de polémica charla entre ‎el embajador Francisco Santos y la nueva canciller Claudia Blum”, Publimetro (Colombia), 20 de noviembre de 2019.

[4] «Venezuela, Irán, Trump y el ‎Estado Profundo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 21 de mayo ‎de 2019.

[5] «La Liga Anticomunista Mundial, internacional del crimen», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de enero de 2005.

[6] Operación Cóndor, 40 años después, Stella ‎Calloni, Infojus, 2015.

[7] Los ustachis eran miembros de una organización terrorista –la Ustacha– creada ‎sobre la base del racismo religioso y del ultranacionalismo croata. Nota de la Red Voltaire.

[8] En 1823, el poeta Antun Mihanovic, fuertemente influenciado por el ‎romanticismo alemán, se interrogaba sobre un hipotético origen no eslavo de los croatas. ‎Partiendo de esa hipótesis romántica, Ante Starcevic teorizó la justificación de la independencia ‎croata de los demás pueblos de los Balcanes. En eso se basaron los ustachis para construir ‎su propia ideología racialista, independientemente del nazismo. Los nazis, que deberían haber ‎visto a los croatas como subhumanos destinados a servir como esclavos, encontraron más ‎conveniente y cómodo utilizarlos como fuerza de combate fingiendo creer el mito inventado por ‎los ustachis. Cf. The Racial Idea in the Independent State of Croatia. Origins and Theory, ‎Nevenko ‎Bartulin, Brill, 2014.‎

[9] Nationalism and Terror. Ante Pavelic and Ustasha Terrorism from ‎Fascism to the ‎Cold War, Pino Adriano y Giorgio Cingolani, Central European University Press, ‎‎2018.

[10] Old Nazis, the new right and the Republican party, Russ Bellant, ‎South End Press, 1988.

[11] «¿Quiénes son los nazis en el gobierno ucraniano?», por Thierry Meyssan, 3 de marzo ‎de 2014; «Organizaciones nazis irrumpen en el escenario europeo», por Andrey Fomin, Oriental Review (Rusia), 6 de marzo de 2014; «Entrenamiento estadounidense para neonazis ucranianos», por Manlio Dinucci, ‎‎Il Manifesto (Italia), 11 de febrero de 2015; «Manifestación nazi en Kiev», ‎‎16 de octubre de 2017; «Ucrania, vivero de neonazis de la OTAN», por ‎Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Red Voltaire, 24 de julio de 2019.

[12] «La presidente de Letonia rehabilita el nazismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de marzo de 2005; «Derecho de respuesta del gobierno letón», Embajadora Solvita Aboltina y ‎comentarios de Manlio Dinucci y Thierry Meyssan, Red Voltaire, 13 de octubre de 2018.

miércoles, noviembre 18, 2020

Dos hechos que estremecieron América


Tomado de Rebelion.org
Por Hedelberto López Blanch | 18/11/2020 | Opinión

Dos hechos ocurridos recientemente han estremecido a la América por la relevancia que tienen para los pueblos de la región: el triunfo del binomio del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia, Luís Arce y David Choquehuanca, y la derrota a la reelección del presidente estadounidense, Donald Trump.

 

Puedo ser categórico al afirmar que ningún analistas pudo predecir que el MAS volvería al gobierno después del sangriento golpe de Estado que la derecha oligárquica boliviana, dirigida desde Estados Unidos y con pleno apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) le infligiera al legítimo gobierno de Evo Morales.

 

Como se ha demostrado en disímiles escenarios, las fuerzas de derecha matan por lograr o tratar de mantener sus objetivos y se preveía muy difícil, por no decir imposible, que fueran derrotadas en una nueva elección (Evo había ganado por amplia mayoría las efectuadas en octubre de 2019).

 

La victoria del MAS representó un contundente golpe a las hordas de la derecha nacional y regional, a la par que demostró que el pueblo unido puede alzarse con la victoria pese a cualquier circunstancia.

 

Recordemos que después del golpe, la represión no se hizo esperar y el pueblo fue acosado con saña y violencia por  fuerzas militares y policiales que dejaron un saldo de 40 muertos y numerosos heridos, mientras los principales dirigentes del MAS fueron perseguidos, encarcelados o impulsados al exilio.

 

Todas esas violentas acciones contaron con el beneplácito de la OEA, del deplorable Grupo de Lima y del gobierno de Estados Unidos.

 

Ahora el primer presidente indígena de Bolivia acaba de regresar a su país después de permanecer un año refugiado en Argentina, gracias a la valentía política del presidente  Alberto Fernández, y podrá ayudar al binomio Alce-Choquehuanca a reconstruir la vida política y económica que en solo 12 meses destruyó el gobierno de facto. 

 

El otro acontecimiento que ha sacudido no solo al país, sino al mundo, ocurrió en Estados Unidos cuando el magnate presidente Donald Trump perdió las elecciones el 3 de noviembre contra el candidato demócrata Joe Biden.

 

Como había anticipado en varias ocasiones antes de los comicios, tras el triunfo de su oponente, Trump declaró que se cometieron fraudes, ilegalidades y otras arbitrariedades con la finalidad de arrebatarle la Casa Blanca, acusaciones que echan por tierra la pregonada “democracia” estadounidense.

 

En los cuatro años de su permanencia en la Oficina Oval, acompañado de fuerzas recalcitrantes de ultraderecha, se ha visto claramente el declive de ese imperio.

 

Entre sus “logros” se cuentan haber dividido al país en posiciones cada vez más opuestas; impulsó la desigualdad en la nación y acrecentó las tendencias racistas que siempre han existido en esa sociedad al exaltar la supremacía blanca por encima de cualquier habitante de otra raza.

 

En esa misma línea, incitó a la represión contra las personas que protestaban contra la violencia racial y los asesinatos de ciudadanos negros, y sin pensarlo dos veces, ordenó a las fuerzas federales desatar la furia contra las manifestaciones pacíficas que ocurrieron en diferentes Estados de la Unión.

 

El magnate presidente ha apoyado a la Asociación Nacional del Rifle y exhortado a la población a armarse, pese a los numerosos asesinatos masivos ocurridos en el país con armas de fuego que todos los años cercenan la vida de numerosas personas.

 

El narcisismo de Trump lo llevó a desestimar la gran amenaza para el país que representa la pandemia de Covid-19 y por esa desidia se han contagiado más de 10 millones de estadounidenses y fallecidos 240 000, una cifra cuatro veces mayor que los norteamericanos que perecieron durante la guerra de Vietnam.

 

Este es el presidente que en su afán de parecerse a un emperador, impuso “sanciones” económicas y financieras a más de una veintena de naciones; se retiró de la Organización Mundial de la Salud, del Acuerdo sobre el Cambio Climático firmado en París, y del Acuerdo Nuclear con Irán signado por Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido, China, Francia, Alemania.

 

En los cuatro años en el poder, desató una persecución implacable contra los inmigrantes a los que ha expulsado del país o encarcelados, entre estos mujeres y niños.

 

En conclusión, la victoria del MAS en Bolivia y la derrota electoral de Trump en Estados Unidos, significan alivio y tranquilidad para todo el hemisferio americano y también para el mundo en general. 

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

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sábado, noviembre 14, 2020

LA UMSA EN EL GOLPE CONTRA VILLARROEL Y EVO

 


De las aulas de la UMSA salieron los universitarios que derrocaron a Gualberto Villarroel, el presidente que, como nadie, había entregado derechos a los...

  LA UMSA EN EL GOLPE CONTRA VILLARROEL Y EVO

De las aulas de la UMSA salieron los universitarios que derrocaron a Gualberto Villarroel, el presidente que, como nadie, había entregado derechos a los indígenas. Setenta años después del asesinato del “héroe de la Guerra del Chaco”, nuevamente los universitarios de la UMSA, volvieron a marchar, esta vez para derrocar, a Evo Morales, el presidente que, como nadie, había entregado derechos a los pobres, a las mujeres y a los indígenas.

Era el 21 de julio de 1946.

Durante 21 días, los universitarios y “las beatas” de la zona de Sopocachi, asediaron la plaza principal de la ciudad. Marchaban diciendo palabrotas, e insultaban y escupían a los policías y militares que custodiaban el palacio de gobierno.

Cada mañana se reunían en la “plaza del estudiante”, que entonces se llamaba “Plaza Franz Tamayo”.

Después de derrocar y asesinar a Villarroel, en homenaje a los universitarios de la UMSA, la plaza pasó a llamarse: “PLAZA DEL ESTUDIANTE”.

Algo así como “Plaza de los golpistas”.

Creyeron que eran héroes y exigieron una indemnización por “sus servicios” a la patria. Casi todos tenían rasguños imperceptibles en el brazo.

Los áñez, mesas y murillos, se quedaron 55 años, medrando del Estado y hundiendo en la miseria al país.

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, había dicho el bueno de salvador Allende, pero el extraordinario líder chileno, no conocía Bolivia.

domingo, octubre 25, 2020

El triunfo sobre la posverdad – Rebelion

 EN LA ERA DE LA POST-VERDAD/ NO LEO / NO COMPRENDO/ COMENTO


rebelion.org

Carlos Echazú Cortéz

La victoria electoral del MAS, el pasado 18 de octubre, es mucho más significativa y trascendental de lo que a primera vista puede parecer. No «sólo» se trata de la victoria sobre un golpe de Estado, que pretendió alterar el curso del desarrollo que había elegido el pueblo boliviano durante tres elecciones consecutivas. También es la victoria sobre una estrategia de adoctrinamiento en masa que han desarrollado los sectores más conservadores y fascistas de las sociedades tecnologizadas de nuestros días. Se trata de la posverdad.

No es nueva la estrategia de campañas mediáticas abrumadoras que desarrollan las oligarquías para instalar en la opinión pública sus intereses particulares como si fueran los intereses de toda la sociedad. Desde la emergencia de los mass media, se han desarrollado estas campañas de modo sistemático en todos los ámbitos, y especialmente, en el político. ¿Qué tiene de nuevo entonces la posverdad? Se trata de campañas mediáticas dirigidas de modo abrumador por todos los medios del stablishment, que apabullan a quienes intenten enfrentarlas. Así también, las versiones divergentes que surgen en medios alternativos son ignorados, como si no existieran, de tal modo que se instala una versión de lo acontecido, que difiere fundamentalmente de la realidad.

En Bolivia, como parte de la estrategia golpista, se han instalado estos imaginarios de modo sistemático por parte de los medios dominantes. En primer lugar, se instaló en el imaginario de la sociedad que había ocurrido un monumental fraude en las elecciones del 20 de octubre de 2019. El informe de la OEA, que en ningún momento utiliza el término «Fraude», fue utilizado como argumento para desarrollar aquella versión, sin que se pretenda siquiera demostrar por medios técnicos, menos judiciales. Inmediatamente, se pasó a obrar conforme el imaginario, anulando las elecciones e incluso arrestando a los miembros del Tribunal Supremo Electoral. Obviamente, se han desarrollado versiones divergentes. Sin embargo, éstas han sido ignoradas, por los grandes medios, determinando de este modo una posverdad, es decir, un «verdad» creada a posteriori.

Durante la gestión del régimen de facto, emergente del Golpe, se desarrollaron otras posverdades, con miras a la campaña electoral, de tal modo, que el MAS quedara completamente destruido. De esta manera, una constante de todos los discursos de los golpistas, dentro y fuera del gobierno, se ha referido a los 14 años. En este marco, se ha instalado la infame idea en torno a que los 14 años del gobierno de Evo fueron «los peores en la historia de Bolivia, estuvo vigente una terrible dictadura y se desaprovechó la época de bonanza de los precios de nuestros productos de exportación despilfarrando esos recursos«. Por mucho que la evidencia empírica demostrara lo contrario, los golpistas insistían en que no se había hecho nada en los 14 años. Para probarlo llegaron incluso a pintar de verde (el color de la campaña del partido de gobierno) el hospital en Montero que se había construido por el gobierno del Proceso de cambio. No importó que las cifras de la ONU mostraran records importantes en crecimiento económico, en inversión pública, en reducción de la pobreza, etc, etc. Se instaló el imaginario que en los 14 años, el gobierno del MAS ni hizo nada.

La lucha por evitar que el gobierno golpista continuara prorrogándose dio lugar a otra campaña mediática. En este marco, se generó la idea en torno a que los bloqueos de caminos en el campo (que desarrollaron organizaciones sociales para protestar contra una nueva postergación de las elecciones), estaba impidiendo el paso de transportes que traían oxígeno a las ciudades para los enfermos de Covid. La campaña fue tan dura que incluso se llegó a temer por una intervención militar a los bloqueos (lo que hubiera significado un nuevo baño de sangre). No importaba que los bloqueadores enviaran imágenes por redes sociales, demostrando que estaban permitiendo el paso de los transportes de oxigeno. Fueron ignorados completamente para que se diera lugar a la peregrina idea de que la mortandad por el Covid 19 estaba siendo causada por los bloqueadores.

Por otro lado, se pretendió pulverizar la imagen del líder histórico del movimiento, Evo Morales, difundiendo la denuncia en torno a que tuvo relaciones con una menor de edad. Seguidamente se difundieron certificados de nacimiento de niños, cuyas madres decían que eran hijos del líder indígena. La campaña fue terrible, pues se acusaba al referente histórico del MAS, nada menos que de pedofilia, la peor acusación que se puede hacer a una persona. En este contexto, los medios de comunicación simplemente ignoraron que la muchacha de quien se decía era pareja de Evo, denunció, de modo formal ante la Defensoría del Pueblo, que había sido extorsionada con el secuestro de su hermana para que declarara, aceptando haber sido la pareja de Evo. Así también, un periodista reconocido en el medio, descubrió que los certificados de nacimiento que fueron presentados para «demostrar» la paternidad de Evo, eran falsos, dado que la mayoría de ellos tenían el mismo código QR. No importó sin embargo que se probara que las acusaciones fueran falsas. Simplemente se ignoraron las revelaciones de su falsedad y se prosiguió con la infame campaña, instalando la horrible, pero falsa, idea de que Evo fuera pedófilo.

Cuatro terribles posverdades: la del «fraude» en las elecciones del 2019, la de los infructíferos 14 años de despilfarro; la de los bloqueos al oxigeno de los enfermos de covid 19 y la del atribuido estupro del líder del movimiento, fueron desarrollados intensamente e instalados como verdades indiscutibles durante la gestión del gobierno de facto. Esos imaginarios podían haber destruido completamente a cualquier movimiento político. Sin embargo, los vencimos. Las oligarquías no pudieron instalar sus mentiras en las cabezas de las mayoritarias clases humildes de este país. Por eso, el triunfo se agiganta y es realmente significativo, pues trae una experiencia muy importante para las luchas sociales del continente. Es un grandioso triunfo sobre la posverdad.

jueves, octubre 22, 2020

La Hojilla con Mario Silva y la Dra. Alejandra Claros de Bolivia, 20 octubre 2020

 Programa La Hojilla transmitido por VTV, para el 20 de octubre de 2020. Mario Silva entrevista a la abogada e internacionalista boliviana Alejandra Claros Borda, sobre la victoria del Movimiento Al Socialismo y Luis "Lucho" Arce en las elecciones presidenciales del fin de semana en Bolivia. 

 


miércoles, octubre 21, 2020

Hasta EEUU felicita la paliza electoral del MAS

 

21-10-2020
 

 


AFP.- Montevideo.- Gobiernos latinoamericanos y representantes de organismos internacionales felicitaron este lunes a Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) liderado por el expresidente Evo Morales, por la victoria obtenida según encuestadoras privadas en la elección presidencial realizada el domingo en Bolivia.

Mientras el conteo oficial avanza lentamente, los saludos a Arce se multiplicaron e incluso el expresidente Carlos Mesa, el candidato centrista que peleó en la cima, reconoció su derrota en primera vuelta.

Estados Unidos felicitó a Arce y señaló que el presidente Donald Trump y su administración «esperan trabajar con el gobierno electo boliviano».

«Si está dispuesto a trabajar con nosotros en áreas en las que compartimos intereses y valores, deseamos eso», añadió el jefe de la diplomacia para América Latina, Michael Kozak. Bolivia y Estados Unidos carecen de embajadores desde 2008.

Los líderes de izquierda y simpatizantes de Morales fueron los primeros en celebrar. Entre ellos, las autoridades de Argentina, donde está refugiado el exmandatario desde el año pasado después de renunciar en medio de denuncias de fraude electoral.

El presidente Alberto Fernández le envió un mensaje por redes sociales: «La victoria del @BOmereceMAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano. ¡Felicitaciones, @LuchoXBolivia!», escribió el mandatario, que después dedicó un mensaje a Morales acompañado por una foto juntos.

En Twitter, la vicepresidenta argentina Cristina Kirchner hizo lo propio: «Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular».

Aún antes de asumir funciones, Fernández facilitó el año pasado la salida de Morales de Bolivia hacia México, donde se asiló inicialmente, antes de brindarle refugio en Argentina tras su asunción, en diciembre de 2019.

También el gobierno mexicano saludó la victoria. «Las más sinceras felicitaciones de México al pueblo boliviano por la extraordinaria jornada democrática en la que fue electo Luis Alberto Arce, entrañable compañero y amigo de nuestro país», escribió en Twitter el canciller Marcelo Ebrard.

Las relaciones entre los dos países se deterioraron luego de que Jeanine Áñez, quien formó un gobierno de transición de derecha, tomara las riendas de Bolivia.

Igualmente, celebró el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.

El mandatario «felicita al hermano pueblo boliviano por el amplio e inobjetable triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS)» y a Arce «por la contundente victoria alcanzada en las elecciones presidenciales», señala un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.

Pero Maduro le dedicó un mensaje propio en Twitter: «¡Gran victoria! El pueblo boliviano unido y consciente derrotó con votos el golpe de Estado que le dieron a nuestro hermano Evo».

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, apuntó en el mismo sentido, al manifestar en la red social que el MAS «ha recuperado en las urnas, el poder que le fue usurpado por la oligarquía, con la complicidad de la #OEA y la guía imperial».

El gobierno del nicaragüense Daniel Ortega difundió una carta en la que comparte «la Alegría del Pueblo boliviano, que hoy ha visto triunfar sus Sueños, sus Anhelos de Paz, Democracia, en Dignidad, Libertad, Fraternidad». También saluda al «querido compañero» Evo Morales y a los miembros de la fórmula ganadora.

Gobiernos de otro signo también se sumaron a las felicitaciones.

Más temprano, Martín Vizcarra, presidente de Perú, envió sus deseos de «éxitos» a Arce, y expresó la voluntad de «continuar fortaleciendo» las relaciones.

Y en un tuit, el mandatario chileno, Sebastián Piñera, felicitó a Arce, y se dijo seguro de que los dos gobiernos trabajaran para «avanzar hacia una nueva etapa en nuestra relación bilateral y fortalecer la integración regional».

Uruguay, por su lado, consideró las elecciones «como una prueba de la solidez del proceso político boliviano» y expresó confianza «en que su positiva resolución por parte del pueblo boliviano consolida el camino hacia la normalización institucional del país», dijo la cancillería en un comunicado.

«Elecciones pacíficas»

En 2019, una auditoría de la OEA halló una «manipulación dolosa» en los comicios presidenciales a favor del entonces mandatario Morales que llevó a su anulación.

Este lunes, tras una votación sin denuncias, Luis Almagro, secretario general de la organización, envió su salutación al MAS. «El pueblo de Bolivia se ha expresado en las urnas. Felicitamos a Luis Arce y David Choquehuanca deseando éxito en sus labores futuras», escribió en Twitter.

«Un reconocimiento al pueblo boliviano», agregó.

En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, sumó sus felicitaciones en una declaración difundida por su portavoz, que destacó «la celebración de elecciones generales pacíficas y altamente participativas».

También alentó «a todos los líderes políticos y sociales a trabajar juntos con el mismo compromiso con la democracia, el respeto a los derechos humanos y la reconciliación nacional para abordar los actuales desafíos» en el país.

https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/10/19/lideres-latinoamericanos-saludan-triunfo-de-arce-en-bolivia-3987.html

martes, octubre 20, 2020

La derecha boliviana debilitada

 plurinacional.info


Por Marco Teruggi / Página 12.- Los resultados en Bolivia son contundentes: el binomio del Movimiento al Socialismo (MAS), encabezado por Luis Arce y David Choquehuanca, ganó con 52,4 por ciento de los votos, según la empresa Ciesmori, y 53 según Jubileo. En segundo lugar se encuentra Carlos Mesa con 31,5 por ciento en el primer caso y 30,8 en el segundo. Tercero, con 14,1 por ciento de los votos, está Fernando Camacho.

Si bien aún faltan los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral  ya se trata de una tendencia irreversible, al punto que los diferentes sectores de la derecha ya reconocieron la victoria. En lo nacional fueron primero Jeanine Añez, luego Jorge Quiroga, y Mesa. En lo internacional, el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Ninguna encuestadora había previsto una diferencia de esa magnitud. Una de las razones reside en el factor del voto oculto, es decir de quienes no revelaron por quiénes votarían. Si bien se trata de una variable siempre presente, su peso tomó una dimensión central en un contexto de amenazas, persecucione e intimidaciones que comenzaron desde la hora cero del golpe de Estado y se mantuvieron hasta el momento de la votación.

En las horas previas, por ejemplo, algunos corresponsales en La Paz narraban cómo varias personas no querían hablar ante cámara por temor, algo ya registrado con anterioridad. El gobierno de facto desplegó, como de costumbre, amenazas por los medios, así como con policías y militares desde el sábado y durante la jornada electoral. El clima instalado por voceros del régimen refería a posibles enfrentamientos, armas de fuego, detenciones, convulsiones.

Sin embargo, la participación fue masiva y demostró lo que se anticipaba: la gran capacidad de reorganización de las fuerzas del MAS para lograr una fórmula presidencial, con unidad entre los movimientos indígenas, campesinos, sindicales, territoriales, y con apoyo también de sectores que se habían alejado, como el dirigente aymara Felipe Quispe. La necesidad de derrotar electoralmente al gobierno de facto, identificado con la derecha y el regreso de la exclusión, resulto un factor de cohesión.

La rearticulación del MAS demostró la fuerza del movimiento histórico que construyó el proceso de cambio que le dio la victoria a Evo Morales y Álvaro García Linera en el año 2005 con 53,7 por ciento de votos, una cifra similar a la que por el momento indican los resultados. Nuevamente, entonces, los sectores humildes de Bolivia, del campo, las minas, las periferias, parte de las clases medias, lograron una victoria electoral en condiciones de gran adversidad.

El MAS logró ganar, según los resultados de Ciesmori, en una mayoría de departamentos, con números muy elevados en algunos casos: La Paz con 65,3 por ciento, Cochabamba 63,1, Oruro 62,4, Potosí 51,5, y Pando 45,8. Mesa, por su parte, se impuso en Chuquisaca, Tarija, Beni. Camacho ganó en Santa Cruz.

La razón de esta victoria se debe también a los errores del gobierno de facto que se acumularon a lo largo de los meses: una caída de la economía en un marco global de retroceso luego de un crecimiento de alrededor de 4,5 anual durante seis años; un mal manejo ante la pandemia, escándalos de corrupción como la compra de respiradores con sobreprecio. La postergación de las elecciones en tres oportunidades jugó en contra el gobierno de facto y la derecha, y permitió valorar con más claridad lo realizado por el MAS en sus años de gobierno.

La unidad del bloque histórico del MAS se enfrentó a su vez a una derecha desunida y enfrentada. El retiro de las candidaturas de Añez y Quiroga a última hora, ambos con poca aprobación, no fue seguida por la de Camacho, como algunos especularon, que se mantuvo al frente de su campaña sabiendo que no tenía posibilidad de llegar a segunda vuelta y que así le daba más posibilidades de victoria al MAS en primera vuelta por la dispersión de votos. En vista de los resultados, queda en claro que si el dirigente de Santa Cruz hubiera desistido, la victoria del MAS se habría dado igual.

Aún resulta temprano adelantar cuáles serán los derroteros de los diferentes actores de los meses golpistas. Murillo, quien había sido censurado por la Asamblea Legislativa Plurinacional en días recientes, fue destituido del gobierno de facto. Mesa, nuevamente derrotado, afirmó que será “cabeza de oposición”, aunque no resulta claro cómo podrá articularla. En cuanto a Camacho, es probable que intente consolidar un liderazgo en oriente, apoyado por factores internacionales.

Evo Morales, en rueda de prensa desde Buenos Aires, afirmó que buscarán un encuentro de reconciliación para la reconstrucción: “no somos vengativos, revanchistas”, afirmó. ¿Cómo se articulará la paz con la justicia? Ayer, en un hecho de gran simbolismo, resultó electa senadora por el MAS Patricia Arce, alcaldesa de Vinta que había sido secuestrada, golpeada y pintada de rojo durante los días del golpe.

El otro tiempo central será el de la economía. Arce, quien fue ministro de economía del 2006 al 2017, y de enero del 2019 hasta el golpe, y por lo tanto artífice central del crecimiento, ya adelantó que uno de los primeros pasos será pagar el bono contra el hambre y fortalecer la demanda interna. Arce será, junto a Choquehuanca, la nueva cabeza del gobierno, en lo que será también una renovación dentro del MAS, un recambio que plantea desafíos y grandes oportunidades.

Quedan aún días de cierta incertidumbre hasta ver al nuevo gobierno al frente de su cargo. Lo que sucedió en Bolivia puede ser calificado de contragolpe, ante un golpe con fuerte respaldo internacional que no había venido para quedarse solamente un año en el poder político. Una victoria histórica, y una demostración de la frase de García Linera: “luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse. Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino”.

https://www.pagina12.com.ar/300299-la-derecha-boliviana-ahora-en-una-oposicion-debilitada


lunes, octubre 19, 2020

EL ALIADO DE CARLOS MESA (UN ENGENDRO DE EEUU)

 primeralinea.info

primeral


Del vientre del imperio y en sus provincias coloniales sólo pueden nacer monstruos rapaces. Eso le ocurrió a Nicaragua con Somoza, a Haití con Duvalier, a República Dominicana con Rafael Leónidas Trujillo, a Chile con Augusto Pinochet, a la Argentina con Juan Carlos Onganía o Rafael Videla a Bolivia con Hugo Banzer y Luis García Mesa, todos ellos, hijos putativos de Washington.

Cada régimen, parido de las entrañas del monstruo mayor, sólo sembró terror y cosechó escarnio, miedo y dolor. Desolación y miseria fue la marca común que dejaron a su paso los generales serviles o los políticos prefabricados.

Ninguno habría ascendido al poder o sobrevivido un solo día sin la ayuda de los EEUU. Ya sean por sus dólares manchados de sangre, sus asesores políticos o sus agencias de seguridad o por la suma de todos estos factores cada régimen rindió tributo a la casa matriz ya sea asesinando opositores, privatizando sus recursos naturales o entregando su territorio a las huestes transnacionales norteamericanas.

EEUU creó verdaderas satrapías en América Latina en cuyos países la vida no valía un penique o la muerte rondaba las calles infestadas de pacos y milicos de gatillo fácil.

Las tiranías civiles o militares no la gestan los pueblos como nos quiere hacer creer la historia oficiosa sino aquella potencia hegemónica y sus clases encomenderas criollas que requieren domesticar, saquear y destruir naciones enteras para subsistir como mandamases.

La metrópoli se toma su tiempo para encontrar al tipo ideal o al régimen necesario para gobernar su patio trasero. De tanto en tanto el útero imperial procrea asesinos en serie, genocidas, psicópatas, políticos dementes empresarios codiciosos, generales ruines, narcos o terroristas. Noriega en Panamá fue uno de ellos que no es distinto de Bolsonaro en Brasil o Piñera en Chile o Fujimori en Perú. Les sirve todo aquello que pueda sumar o multiplicar su necesidad de poder perpetuo. No están para fijarse en escrúpulos ni en baratijas morales.  La democracia, la defensa de los DDHH, la lucha contra el narcotráfico o el terrorismo es el maquillaje perfecto para sus crímenes atroces.

Después de la II Guerra Mundial, George Kennan, asesor de seguridad de Harry Truman (1945-1953), repetía a menudo como seguramente lo hacía Bolton a Trump señalando que no había que fijarse en pequeñeces: “Los EEUU poseen el 50% de la riqueza del mundo, pero solo el 6% de su población. Nuestra auténtica tarea consiste en mantener esa posición de disparidad sin detrimento de nuestra seguridad nacional. Para lograrlo tenemos que desprendernos de sentimentalismos y tonterías. Hemos de dejarnos de objetivos vagos y poco realistas como los derechos humanos, la mejora de los niveles de vida y la democratización. Cuantas menos bobadas idealistas dificulten nuestra tarea será mejor”.

Dejando de lado estas boberías para consumo de idiotas, los EEUU se dedicaron a entrenar a milicos latinoamericanos en sus institutos o escuelas para convertirlos en títeres criminales de sus apetencias y saciar su hambre de estaño, petróleo, cobre o litio al precio que sea. De igual manera ocuparon buena parte de su tiempo en dejar de hablar de justicia para formar policías en sus lupanares con el objetivo de que operen en tareas inmundas, a su servicio, que pagan las propias víctimas.

En este antro de monstruos rapaces fue parido Arturo Murillo bajo el cuidado de sus matronas: la CIA y la DEA. Por cierto, no fue adoptado orgánicamente por el imperio mismo sino por algún órgano periférico de esta maquinaria criminal globalizada. Con olfato profético sabían que en algún momento lo necesitarían ya sea como carnicero o como sicario, pero siempre como un rufián a sueldo. Lo conocieron en el Chapare en faenas ilegales y criminales camufladas de emprendimiento hotelero y allí lo reclutaron. Incursionó en la política para mandatos rastreros. La DEA conocía sus antecedentes como la palma de su mano y por ello lo arrojó al ruedo del parlamento para cumplir sus planes nefastos.

Lo formaron primero como un bocón irrefrenable entrenándolo en pequeñas tareas propias del mundillo de la infamia como lo hacen hoy con el diputado Barral, el indígena renegado de Rafael Quispe o la impresentable senadora Carmen Eva Gonzales que adopta pose de doncella cada vez que tiene que cumplir tareas malsanas. Santa María, el Viceministro de gobierno dio un paso adelante como Murillo. Estos, forman parte de la escuadrilla de sicarios políticos de segunda con sueldos de primera que salen de la embajada yanqui.

De todos estos, sin duda, Murillo es el engendro mayor de la colonia criolla colocado en el lugar clave y en el momento preciso por orden de sus agencias tutelares.

Como ministro de Gobierno con mando sobre la policía convirtió esta pobre institución enteca en una verdadera cloaca de sus fechorías, muchas de ellas por encargo directo y otras por voluntad propia. Hizo matar, ordenó masacrar, compró lealtades para delinquir, extorsionó a jueces y fiscales, pagó para difamar y cuando alguien resistía sus nefastas disposiciones mandaba a perseguirlo, intimidarlo y golpearlo hasta el límite de la muerte.

Murillo no conoce fronteras, lo amaestraron para odiar y matar al mismo tiempo sin sentimiento de culpa como lo hicieron con Somoza, Pinochet o Videla. Con puntería certera la CIA no se equivocó con Murillo y menos con el régimen ratero de Jeanine Añez al que lo sostiene tapándose la nariz.

Convirtió a generales en piezas de circo y a coroneles en criminales de uniforme con la promesa de recibir parte del botín. Murillo fue la ficha perfecta que encajó en un cuerpo policial enfermo, especializado y formado para el delito, con algunas excepciones.

Los crímenes de Murillo y sus cómplices asombrarán al mundo entero por su rapacidad, crueldad y insania, pero todos o casi todos serán producto de su pacto criminal con sus patrones del norte. Nada de lo hecho por este siniestro personaje escapa de la responsabilidad yanqui.

Murillo retrata de cuerpo entero aquello que es capaz de hacer una maquinaria demencial como la CIA o la DEA en nuestras patrias ocupadas. No sólo nos recuerda las bastardas torturas y persecución de Claudio San Román durante el MNR (1952-1964) o a Luis Arce Gómez (1980-1981) en la dictadura militar del narcotráfico, sino también las aberrantes actuaciones de Carlos Valverde (1989-1993) durante el gobierno del MIR-ADN.

Murillo ha convertido al país en un campamento de violencia despiadada, gatillada por el rencor y el odio enfermizo que lleva adentro pero que también está alimentado desde afuera por los gendarmes del orden global.

Sin el mandato de EEUU Murillo no existiría como un monstruo feliz en la comarca de sus miserias.

Para dotarle de la aureola de un poder sin límite, Washington pidió que Murillo viajara a los EEUU de la mano de uno de sus agentes de cuarta categoría a reunirse con sus patrones, contratando para el efecto a una empresa lobista CLS: se reunió con el director de USAID, los senadores gusanos de Miami, algún subsecretario del departamento de Estado y agentes de la CIA y la DEA.

Los dos viajes de Murillo a la metrópoli imperial constituyen la prueba capital de que no hay crimen despiadado en Bolivia que no tenga la responsabilidad histórica de los EEUU.

Nadie podrá comprender en el futuro esta breve pero intensa historia de latrocinio, despojo y corrupción en Bolivia sin dejar de asociar al imperio yanqui como el partero protagónico de nuestra tragedia nacional.

Una vez más, el papel de EEUU destacará en el largo historial de crímenes de lesa humanidad contra nuestros pueblos de la mano de bufones entrenados para el oprobio y el escarmiento. La sombra siniestra que proyectará Murillo en nuestra historia tendrá el mismo valor que la huella nefasta que deja a su paso el imperio norteamericano.

Finalmente, no cabe la menor duda que EEUU será la cueva privilegiada o el santuario elegido por Murillo y sus secuaces para esconderse y vivir bajo el imperio de la impunidad como lo hicieron a su turno Branko Marincovic luego de su intento fallido de balcanizar el país o Gonzalo Sanchez de Lozada, Sanchez Berzaín o Manfred Reyes Villa, responsables de la masacre sangrienta de octubre negro en la ciudad de El Alto.

¿Hay todavía alguna duda sobre la autoría intelectual y material del golpe de Estado que parió un régimen asesino y cleptómano?

domingo, octubre 11, 2020

Bolivia: OEA prepara fraude electoral

https://www.alainet.org/es/articulo/209250

Angel Guerra Cabrera 8-10-2020

Estados Unidos y la oligarquía boliviana temen mucho al regreso del Movimiento al Socialismo (MAS) al gobierno en las elecciones del 18 de octubre, dentro de diez días. Después del enorme esfuerzo que hicieron para derrocarlo el año pasado, cabe esperar que realicen desesperados intentos para evitar su victoria electoral. Sobran señales de ello. Recientemente, la autoproclamada Jeanine Áñez afirmó categóricamente que el “populismo autoritario”, como llaman a los líderes con arraigo popular como Evo Morales, no regresaría a Bolivia. Es cierto que su dictadura se resquebraja y es objeto del mayor repudio popular, pero el dicho sugiere planes golpistas de la oligarquía.

El fraude contra el MAS es una de las grandes amenazas para la elección boliviana del 18 de octubre, con el objetivo de impedirle su casi segura victoria en primera vuelta. Otra amenaza es que en los días que quedan se emprendan acciones judiciales contra el abanderado a la presidencia por el MAS, Luis Arce, exitoso ministro de economía del gobierno de Evo Morales. Arce lleva de candidato a la vicepresidencia al líder indígena David Choquehuanca, ex canciller de esa administración. Ambos aparecen ganando la elección en primera vuelta en varias encuestas con más de 40 puntos. De concretarse, impediría la única posibilidad que parece tener la derecha de ganar la elección: la unión de todas las fuerzas de ese signo en una eventual segunda ronda contra el MAS. En Bolivia, la fórmula que logre una votación de 40 puntos porcentuales, o supere por 10 puntos a la que le sigue, se adjudica el triunfo en el primer turno.

Precisamente, el cerco y hostigamiento que mantienen hace semanas organizaciones juveniles fascistoides contra la sede de la Fiscalía General(FG), en Sucre, capital administrativa del país, busca, según sus participantes, “sacar” del cargo al jefe de ese órgano, Juan Lanchipa. Para los vándalos, Lanchipa sería el obstáculo para poder proceder penalmente contra líderes del MAS, en otro capítulo de la judicialización de la política, utilizado por la derecha regional para impedir la victoria de candidatos de izquierda, acotar su actividad o deponerlos. Las autodenominadas Resistencia Juvenil Cochala y Resistencia Chuquisaqueña, organizaciones surgidas con las protestas derechistas contra Evo Morales, antes y después de las elecciones de octubre del año pasado, son las que realizan la actividad intimidatoria contra la FG, que el 6 de octubre se recrudeció con pintas insultantes en el edificio del ente, ataques al mobiliario urbano y lanzamiento de petardos, realizados con la “permisividad” de la policía, como acusó la Defensoría del Pueblo. Estas organizaciones están dirigidas por los Comités Cívicos, grupos separatistas de extrema derecha y principales protagonistas del intento frustrado de golpe de Estado contra Evo en 2008.

 La semana pasada realizó una inesperada visita a Washington el ministro de gobierno, Arturo Murillo, hombre fuerte de la dictadura. Allí estuvo reunido con Luis Almagro, secretario general de la OEA, quien posteriormente expresó su preocupación por la amenaza de fraude(a favor del MAS) de que le habló Murillo. ¿Por qué estas dos peritas en dulce comienzan a hablar ahora de fraude cuando son ellas dos quienes tienen el control del Tribunal Superior Electoral y de la Misión de Observación Electoral de la OEA? Con razón Arce, el candidato masista comentó: Ojalá no estén recibiendo instrucciones de que no se lleven adelante las elecciones o finalmente, como ocurrió en Honduras, hacer fraude electoral.

 Fueron Almagro y la OEA quienes con su informe falso sobre fraude electoral abrieron la puerta al golpe militar que forzó a Evo a abandonar el país. Dicho informe ha sido refutado contundentemente por Mark Weisbrost, codirector del Centro de Investigación en Economía y Política de Washington, apoyado por 132 economistas y estadísticos que pidieron a la OEA “se retracte de sus declaraciones engañosas sobre las elecciones” de octubre del año pasado. A raíz de este informe varios legisladores estadounidenses y Luz Elena Baños, representante de México en la OEA, le han pedido explicaciones al organismo sobre su informe fake, que no ha respondido ni tiene manera legítima de responder.  Una encuesta reciente del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica coloca a Arce a la cabeza con 44 por ciento de los votos y otorga al neoliberal y represor Carlos Mesa 34. En tercer lugar, quedaría el líder ultraderechista oriental, Fernando Camacho, con un 12 por ciento. Encuestas revelan muchos electores indecisos.

Un camino probable que podría intentar la dictadura boliviana, con el apoyo de la OEA, de Estados Unidos y de la mediática mundial es, mediante “ajustes” al resultado electoral, impedir la victoria de Luis Arce en primera vuelta. Si es así, debieran pensarlo mejor. Las masas bolivianas, que en décadas pasadas tumbaron a varios gobiernos neoliberales, no van a doblar las manos mansamente si intentan robarles la elección.