lunes, febrero 27, 2006

ACTIVIDAD EN EL H SENADO NACIONAL





Gastón Conejo SENADOR CBBA

(De Tribuna Boliviana)
Nuevos días de labor intensa preparando la artillería
y las trincheras para trabajar por la refundación de Bolivia.


Fuimos citados de urgencia por el Presidente Evo Morales Aima y el

Vicepresidente Álvaro García Linera, iniciada la semana a las 10 pm en la
Casa Presidencial. Gran lujo de muebles y cuadros de elevada plástica.
Trabajamos hasta el amanecer, casi 4 de la madrugada. Múltiples
recomendaciones sobre la propuesta de Ley de la Asamblea Constituyente,
coordinación con el Ejecutivo para permitir conformar ministerios con
eficiencia. Informes de Evo sobre trabajos y proyectos. Posibles futuros
embajadores y vice ministros.
Ha pasado un mes de iniciado el nuevo gobierno y a pesar de algunas
falencias, la evaluación es positiva. Todos insisten en propuestas
urgentes pero el tiempo apremia.

GESTIÓN LEGISLATIVA

Se promulgaron varias leyes importantes, la peor fue la del Ejercicio
Profesional del Ingeniero Agrónomo, cuyos articulados fueron en su
mayoría anulados por la mala concepción y la pésima redacción en su
forma y significado.

La oposición se reagrupa a pesar del rudo golpe propinado con las Leyes
aprobadas: la Ley de Austeridad y la Ley de la Organización del Poder
Ejecutivo. Pretenden llevar adelante las minutas de comunicación, los
informes escritos, orales, múltiples y más de seis interpelaciones a
distintos ministros.

Una de las últimas exigen que el ministro les aclare cual es el
programa de “Nacionalización de los Hidrocarburos del MAS”, como si ignoraran
la propuesta electoral del MAS. Quise responder a las impertinencias
del Senador Guiteras pero Santos Ramírez, el presidente del Senado, no me
concedió la palabra.

Se trataba de enfatizar el rescate de todos los recursos naturales de
Bolivia, los que su agrupación política enajenó desde
Goni-Bánzer-Quiroga y Mesa, en realidad desde Paz Estensoro con su 21060.
Ahora, serán eliminadas las petroleras que cometieron delitos como la Chaco, la
Andina-Repsol, que contrabandearon comprobadamente hidrocarburos por Arica a
Chile y por Yacuiba a Argentina, también a Perú y seguramente a Brasil.
Tendrán que partir a su España que promete apoyar a sus empresas.

No se aceptará de ninguna manera la validez de los contratos no
aprobados por el Congreso.

MINISTROS

Se visitaron y conocieron tres ministerios: Hidrocarburos (excelencia
de figura humana, sensibilidad de escritor y varón de nobleza patriótica
indiscutible), al de Salud (en realidad a sus viceministros porque no
tenía tiempo para atendernos) y Defensa, el ministro es joven, afable y
de grata relación humana. Prometimos ayudar y colaborar ante la
arremetida de PODEMOS.
LAB.

Se efectuaron dos entrevistas importantes en relación al problema Lloid
Aéreo Boliviano, al Jefe de Seguridad del LAB Francisco Montoya y al
Director Nacional de Aeronáutica, Javier García. Hasta el momento todo
parece confirmar la corrupción a partir de la capitalización de la
empresa y de su actual presidente, además, la evidencia de un elevado riesgo
con posibilidad de accidente aéreo, negocio con los repuestos, lenidad
en mantenimiento, dificultades en la relación entre los trabajadores y
las autoridades.

Nos comunicamos con el ex Senador Ángel Saballa, quien parece ser un
personaje bondadoso pero pusilánime pues espera una nota del Senado para
efectuar los cambios necesarios e imprescindibles en las jefaturas de
Pilotos y Tripulantes (Noya, Cardona y Gamarra) los mismos que
interfieren con una buena atmósfera de relación humana entre tripulantes,
posibilitando innecesariamente mayor riesgo.

REUNION CON EL EJECUTIVO

Nuevamente citados a reunión de madrugada. 7 am en el Palacio de
gobierno. Reagrupación de voluntades y propuestas. Estrategias inmediatas
para aprobar la Ley de Asamblea Constituyente. El problema importante en
la opción de lograr consenso, será el número y la forma de lección de
representantes constituyentes.
Los enemigos proponen que se apruebe simultáneamente la Ley del
“Referéndum Autonómico vinculante”. Evo Morales responde que se aceptará
condicionalmente siempre y cuando también exista autonomía para las
provincias, los cantones y las comunidades. Es una buena maniobra para lograr
el equilibrio también en las circunscripciones. Piensa que se puede
transar agregando otros tres representantes por departamento aunque so
signifique aumentar el número total de constituyentes con aumento del
costo. Se sumaría a los 210, unos 27 constituyentes, con ello se ofrecería
equidad proporcional a los departamentos menos poblados. Total 237.

PROBLEMA LEONIDA ZURITA

La honorable compañera llegó del Chapare para preparar su segundo viaje
a EEUU y asistir a una reunión femenina sobre derechos Humanos. En el
consulado americano se le requisó el pasaporte y se anuló toda visa. El
motivo esgrimido fue la calificación por tener “actividad terrorista”.
Es más, le pidieron que compre unos formularios con 98 dólares y la
prontuariaron inmediatamente. Como todo ser humilde salió del consulado
herida en su dignidad y apenada de no asistir al encuentro. Conocido el
hecho, en la Bancada, enviamos inmediatamente una nota respetuosa pero
de tenor firme exigiendo al Embajador un informe sobre el vergonzoso
evento inaceptable y grave. Estamos a la espera de su respuesta. Nos llamó
la atención que algún diputado, el Vicepresidente, minimizaron el
problema. Evo Morales quedó indignado ante el desaire y la agresión
diplomática. Su reacción fue similar a la que sentimos en la Bancada por eso
nos identificamos plenamente.


SICA- SICA Y CHURUQUELLA. Aprobamos una ley sobre el patrimonio
natural, paisajístico de ambos cerros gemelos en la ciudad de Sucre. Al
término recordé a los chuquisaqueños que más importancia tiene en su Capital
la protección de las huellas de dinosaurios del cretáceo (90 millones
de años) a punto de ser destruido por FANCESA y las áreas donde se
encuentra un tipo de palmera, única en el mundo, no sabían de ello y deben
preguntar a su comité ecologista.
Llegó el hijo Fiscal de Santa Cruz. Tiene la enorme responsabilidad de
enjuiciar a Andina Repsol por el contrabando de hidrocarburos vía Arica
y Yacuiba. Trae la documentación y evidencias de la denuncia. Se
comunican él y la diputada denunciante para coordinar el proceso. Es preciso
proteger a numerosos testigos de la venganza petrolera. Pedimos al
Ministro de Defensa que esté atento.

ENFE ORIENTAL. También en tapa de destrucción igual que la Occidental,
descubrimos un enorme acto de corrupción de parte de ENFE Residual que
enajenó terrenos fiscales en comodato irregular y alquiló a una empresa
privada, finalmente la enajenó por un valor de un millón de dólares
extensas hectáreas en pleno Santa Cruz (entre el segundo y tercer anillo).
El valor real es de 14 millones de dólares. Investigaremos prontamente
para rescatar, si es posible.

MUTUN

Conocemos que la licitación fue postergada temporalmente mientras se
defina la ley de la minería para no repetir enajenaciones al estilo
petroleras. Bien por la decisión del ministerio.

PREGUNTAS A LA CONCIENCIA. Adjuntamos un artículo escrito en soledad
reflexiva abrumado por el descubrimiento de actos como los denunciados y
corrupciones universitarias en la UMSS, otrora el hogar de nuestros
mayores, de mi padre que fue vicerrector y rector subrogante cuando hacía
dupla con Arturo Urquidi, en tiempos felices de honorabilidad. Después
me tocó vivir mi universidad por más de 40 años. Al hijo y a mí nos
botaron con ignominia los miristas, eneferistas, adenistas, emeneristas.
Ahora pretenden botar a la esposa. Ahí va.

PREGUNTAS A LA CONCIENCIA

Pergeñamos interrogantes a la conciencia social del pueblo profundo de
la patria, solicitando el permiso correspondiente para evitar la
vergüenza de nombrar a los autores de los delitos denunciados y con el
derecho de sugerir, en esta nota, hechos que carecen de moral pero que por
su ruindad no podemos acallar.

Las interrogantes iniciales van dirigidas a personajes olvidables y
sin importancia. A un Decano timorato de medicina, a un Rector anodino
de una universidad cualquiera, a un director académico sin mayúscula, a
un jefe de departamento destacado tránsfuga, a varios docentes
cómplices de los consejos facultativo y universitario, a los estudiantes,
instrumento de tramas inaceptables, aprendices de corrupción e integrantes
en ambos consejos.

Luego de conocer la verdad sobre ilegalidades y delitos cometidos en
los exámenes de competencia ¿Ustedes autoridades, quedaron con la
conciencia tranquila lograron sueños pacíficos, sin pesadillas persecutorias?
¿Y el silencio guardado no persiguió su intimidad como envenenado
aguijón de avispa comprometida?

La conformación de un tribunal maquinado por todos ustedes ¿no los
persigue después de un año como un dolor canceroso las úlceras de vuestros
huesos?

El cambio de las notas de evaluación en planillas adulteradas, la
falsificación de las firmas y otras transgresiones en comisiones falsarias e
ineficientes, los silencios cómplices y las resoluciones de ilegalidad
saturadas, ¿no hiere la médula de sus vivencias mediocres e
insubstanciales?

A las autoridades académicas del currículo asesinado, tierno retoño
viviente de cuatro años de gestación y dos de recién nacido ¿no les dice
absolutamente nada la evocación del bíblico Herodes Agripa?

Al jefe de cirugía, urólogo amnésico del Juramento Hipocrático, le
dice algo la sentencia: ¡A los hijos de mis colegas como si fueran mis
hijos! ¿Será que algún día, otro peor enemigo, no despida con ignominia a
su propio hijo docente? Y luego, cobarde, ¿inculpe a otros de su
incalificable delito?

A quienes dirigen el destino del histórico San Simón ¿hasta cuando se
permitirá la intromisión de políticos nefastos y política detestable,
la misma que destruye la imagen y el prestigio de nuestra universidad de
antaño? ¿Y el paraguas de la Autonomía y los sueldos fantasmales,
continuarán agrediendo su majestad?

Van preguntas a dos abogados que incurrieron en graves faltas a la
ética profesional en su equivocada defensoría por encargo rectoral.
¿Defendieron con justeza sus falsarios argumentos? ¿No se llenan de vergüenza
hasta las heces?
A uno de ellos, abogado defensor de la universidad extraviada, el mismo
que cambió de equipo incurriendo en delito grave y a una semana
solamente para reiniciar su oratoria de falsedad y mentira. ¿Podrá continuar
su discurso de mendacidad reciclada?

A los docentes que oficiaron de tribunal en el Amparo judicial iniciado
por docentes de dignidad lesionada, en el cual se expusieron alegatos
demostrativos ¿A pesar de reconocer la corrupción denunciada, no les
duele la cobardía de dictaminar “IMPROCEDENTE”, sólo para que no los
eliminen de la planilla universitaria?

Agobiado pero ansioso de honestidad, pregunto a mi corazón, herido al
descubrir con vergüenza los males que aquejan Bolivia, los bolsones de
pus en tantas instituciones: LAB, ENFE, la ADUANA, el Servicio de
Caminos, ENTEL, los BANCOS, YPFB-Residual en Camiri, las PETROLERAS
ladronas y el contrabando por ARICA, TACNA, YACUIBA, los Bienes Incautados
del narcotráfico y el vejamen americano a la Honorable Leonida. Ahora,
además del CEUB, también el poder Judicial, los tribunales, los jueces y los
abogados, el rector, los decanos, los delegados docentes, los Consejos,
las comisiones de alumnos y profesores, el sindicato docente…¿por qué
punto comenzar a limpiar certero las tormentas de la patria?

Y todavía hay bolivianos temerosos de fundar otro país, otra Bolivia
saneada de intelectuales corruptos, otro lar, otra nación, donde se
sienta el orgullo de la identidad, de honestidad transformada gracias a la
nueva Ley de la Asamblea Constituyente, que en próximos días lograremos
aprobar en el Congreso, para el bien de nuestro país.

¿Será posible aceptar que solamente los seres de clase media logren el
cambio necesario?

¿Que los médicos solucionen las carencias en salud y seguridad social?

¿Que los maestros puedan organizar la educación intercultural
multilingue, sólo ellos, a los ignaros?

¿Que los arquitectos actuales solucionen los problemas de vivienda
nacional?

¿Que los ingenieros, agrónomos, produzcan la transformación, el cambio
estructural de toda la economía, el desarrollo, la producción,
solamente los profesionales?

¿Que los ministros sapientes organicen la administración del Poder
Ejecutivo con sus conocimientos aislados?

Y donde quedan los valores morales y los principios bioéticos ¿no serán
complementarios o más bien, principales requerimientos para la nueva
Bolivia?

En la Asamblea Nacional Constituyente ¿tendrá alguna importancia elegir
representantes médicos, ingenieros, agrónomos, intelectuales,
arquitectos, profesores, docentes, rectores, decanos, consejeros, comisionados
de alto vuelo profesional y de clase media cultores de la política
oligárquica del sistema neoliberal? ¿No será preferible conformar
constituyentes con seres simples, humildes, obreros y campesinos, estudiantes,
mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, respetuosos de las etnias y
nacionalidades, pletóricos de valores éticos, seleccionados de honestidad y
concepciones sublimes, sensibles de fraternidad, de esencial levadura
espiritual y de elevada moral? Concluimos que no importa el número sino
la calidad de los seres humanos elegidos. ¡Que emerjan del pueblo
profundo y pobre de nuestra Bolivia!.

Las preguntas surgen incontenibles mientras nos preparamos a pronunciar
argumentos en pro de la patria del futuro en el hemiciclo del H. Senado
Nacional y a elevar la mano o el puño izquierdo bien apretado para
derrotar a la anti nación que cual Ave Fénix, pretende resucitar
enarbolando la bandera roja sustraída, así como la significativa estrella de
cinco puntas de la internacional proletaria, también robada con ignominia.

Las respuestas vienen prontamente y son obvias.


GASTON CORNEJO BASCOPÉ
COCHABAMBA, FEBRERO DEL 2006

domingo, febrero 26, 2006

LA VERGÜENZA QUE NOS CONDENA

Dos crónicas han puesto en vilo a los medios. Pero no sólo a ellos porque, como es su costumbre, sus desvelos se han contagiado a todo aquel parroquiano que, frente a esa caja encantada llamada TV, digiere penosamente (con cólicos y retortijones) lo que suelen llamar “información”. Para eso además les sirve la democracia: para que sus “preocupaciones” sean las de todos; para que todos, dicen, tengan una opinión (la que difunden ellos por supuesto). Una, se adivina, es la vestimenta de Evo. La otra ya no truena; el “consenso” fue magistral, su despliegue mediático certero; no había más de qué hablar, todos, dicen, habíamos coincidido: fue una vergüenza que los indios se lavaran los pies en la Habana. Las telenovelas suelen mostrar, de modo patético, a quiénes les preocupa la apariencia ajena; por lo general son cotilleras, y alguna presuntuosa “nueva rica”, quienes hacen su agosto de la facha ajena. De este modo se colige: hablar de ello es pura frivolidad. Lo cual es cierto. Pero la cosa no empieza y acaba allí; porque ya no es cierto que la misma frivolidad sea asunto frívolo. Frívolo es el enfoque que le dan los medios, pero el asunto mismo puede no serlo. Haber. El asunto para la farándula es: ¿por qué el indiecito no viste “como se debe”? Esta aparente pregunta no busca una respuesta, busca hacer de la dignidad una comedia. Así de grave. Porque el “como se debe” ya presupone un prejuicio mayúsculo, y este prejuicio acusa de “soberbia” a aquel que, precisamente, “no es quién para no obedecer”. O sea, la pregunta resulta un reclamo iracundo del “humilde” y el “obediente” (aquel que hace cara de asco en el mercado). La pregunta que no es pregunta olvida un sinnúmero de olvidos que, como quieren olvidarse a toda costa, entorpece todo intento porque tal pregunta reclame honestamente una respuesta. ¿Por qué se pide que vista como un gentleman precisamente a quien nunca se trató como tal? Entremos en detalles. La política del olvido es propia de una mente periférica (colonizada) que, alegre y cómodamente, reparte condenas desde su dizque “sano y limpio” dictamen (limpio, al menos, de toda memoria). Por eso la conquista es, para este parecer, una historia de amor entre Pocahontas y el capitán Smith; la colonización, una historia de ficción sobre Marte; la libertad, lo que promete Master Card; la democracia, el american way of life; la pobreza, un castigo divino. El mundo es el “mundo de la fauna toyota” y, mientras los tsunamis se queden en el pacífico, “hay que bailar, porque la vida es un carnaval”. Por eso, quienes se quejan deben de estar locos. Si no es la envidia, debe ser el odio lo que mueve a la gente a protestar; para colmo, quienes protestan, gritan, no hablan bien, son maleducados, visten mal, son feos, o sea, son pues “indios”. Para estos despreciados, el mundo y la vida es otra cosa, y debiera ser otra distinta. En su memoria, la conquista y la colonia ha sido y es lo mismo que la democracia del que manda: “es morir como perros para que otros coman como chanchos”. Es la pobreza a la que son condenados por una riqueza globalizada, que no se cansa de prometerles una recompensa a su sacrificio (pero long time ago, in a galaxy far, far away). Si, a pesar de todo, quieren salir de la pobreza, hay que pagar un precio: negarse a sí mismo; pero aun negándose, su palabra y su piel les delatará siempre, y si, pese a todo, logran una apariencia respetable, a su alrededor lograrán curiosidad, pero no respeto. Porque su lugar siempre será el de abajo, por si se le ofrece algo al de arriba. Para este, el “indio” bien vestido, casi pasará por un gentleman; pero visto bien, siempre será lo que es (condimentando su sentencia apuntará: “el hábito no hace al monje”). El racismo se hace elocuente en el típico sarcasmo boliviano (al estilo tralalá y demás hijastros). Es el mismo racismo que reclama educación a quien nunca se le dio la educación que después se le reclama; que le obliga a adoptar la estética que siempre le fue negada; que mira torvamente sus actos, si es que es “digno” del favor magnánimo de admitirle en su círculo, el de los “señores”. A estos les interesa el cómo se va, porque creen que se trata de su fiesta. Por eso reclaman en una pregunta lo que ofende sus prejuicios. Y esa ofensa duele más porque un “indio” hará de anfitrión en la casa de sus padres de la patria (los primeros ladrones). Pero pasemos la página, porque nos interesa comprender, no condenar. Entonces, una pregunta sobre el cómo puede y debe hacerse, pero desde otra perspectiva. Aquí podemos pasar de la frivolidad a la seriedad, porque el vestir es una preocupación legítima, como el comer; no existe cultura que no tenga normas básicas sobre ambas dimensiones fundamentales de la vida. Pero sucede que, cuando se proscribe toda memoria y se impone normas sin más, entonces ya no hay qué preguntar sino sólo acatar. Eso de que el protocolo sea una convención ecuménica de todo país civilizado, es una ficción moderno-occidental, porque al afirmar aquello, lo que en realidad afirman es su protocolo. Aquello que impusieron como “patrón civilizatorio” es, in strictus sensu, su “particularidad” (europeo-gringo-occidental) que pretende, para sí y sólo para sí, la categoría de “universal”. Hagamos memoria. Hasta el siglo XVIII, el protocolo más exquisito y fastuoso (en el globo) era el chino (sin contar el árabe que, por siglos, deslumbró a las pobres cortes europeas con sus exhibiciones de lujo), y allí no había ni corbatas ni sacos Armani; es más, si de protocolo hablamos, sus inventores no son precisamente los europeos, como tampoco lo son del pantalón (que viene de los mongoles), del blazer o “americana” (que viene de los chinos), el cinturón (de los egipcios), la camisa (de Babilonia), el pañuelo (de la India), etc., etc. Entonces, si de protocolo hablamos, ¿cuál debiera considerarse como “lo nuestro”?, ¿qué es “lo nuestro”?, ¿es “lo nuestro” el resultado de una “libre elección” en el mercado?, ¿o es lo nuestro aquello que nos rodea y que tratamos infructuosamente de negar? De otro modo, ¿quién es el culto y quién el inculto, el que sólo mira afuera o aquel que se atreve a mirar adentro?, ¿quién es civilizado y quién no, el que vive copiando lo ajeno o el que intenta recuperar lo propio? Entonces y, en resumidas cuentas, ¿qué y cómo era el protocolo entre los incas, en Tiwanaku, entre los guaraníes o ayoreos? Ahora bien, si hay algo de complacencia en el vestir (como conditio humana), hay que preguntar: ¿a quién se busca complacer? En este punto trascendemos la mera cotidianidad, pues cuestiones tan habituales pueden llevarnos a las fundamentales. Porque la liberación no es sólo un proceso objetivo sino también, y en mayor medida, subjetivo. El sujeto liberado es aquel que empieza a ver-se con otros ojos; su humanidad es des-cubierta como afirmación de su dignidad, lo cual hace posible una nueva evaluación de todos sus actos, hasta el vestir. Gandhi dice lo siguiente: “no puede ser bella una tela producto de la injusticia”. India fue, hasta la invasión británica, el productor textil más grande del planeta; cuando empieza el proceso de liberación surge la pregunta: ¿cómo podemos comprar la tela británica si, gracias a ella, despreciamos la nuestra y hacemos de nuestros campesinos unos miserables? Como es sabido, él mismo dio el ejemplo: hacer su propia ropa era el modo de recuperar la dignidad de una economía rural. El que es libre enseña a ser libre a los demás. En cambio, dominado es aquel cuya admiración por el amo es tal que, aún vencido este, insiste en imitarle. Entonces, la liberación no es cosa fácil, lo contrario sí lo es. ¿Cómo se es libre en la forma? Y, si sólo es cuestión de forma, y la convención es sólo eso: ¿cómo se dignifica un traje que simboliza la estética del opresor? Estas preguntas no las hacen los medios, lo que preguntan no son preguntas, son sólo lamentaciones de dominado, que se avergüenza ante el amo por el júbilo de la plebe. Como se avergüenza de un acto que, dicen, ofende a los “buenos modales”. Cuando los “indios” se lavan los pies en las playas de la Habana, ¿qué es lo que molesta? Otra vez, se exige educación al que siempre fue privado de esta. La opresión es un proceso de domesticación que hace de la ignorancia el modo de ser del oprimido. Si el oprimido, por recuperar su propio modo de ser, acude a sus tradiciones para todavía ser alguien, a los ojos del opresor tal intento no es otra cosa que resabios de salvajismo, propio de un “ser inferior”. Por eso la pobreza no es sólo un despojamiento material, sino también simbólico; dejando la humanidad del pobre reducida a una “cosa” de cómoda manipulación. Esa manipulación permite todo, hasta ultrajar la intimidad, diseccionando cada detalle, como es costumbre en los laboratorios. Su desgracia se la muestra como ajena y su búsqueda de bienestar como desgracia “nuestra”; por eso se subtitulan sus protestas: “la otra Bolivia”, la que proviene de “afuera”, la que está de más y no es “nuestra”, la que nos priva de soñar con las migajas que nos arrojan quienes socavan nuestro patrimonio. Y cuando son ellos los invitados, vía aérea, recibiendo los honores que otros se atrevieron a hacerles, entonces los avergonzados somos “nosotros” porque, como dicen los medios, ¿qué van a pensar de “nosotros”? Y todavía esperamos que se “comporten como gente” cuando ese “nosotros” nunca los trató como tales. El escándalo subió de volumen porque se “atrevieron” a lavarse los pies en las playas de la Habana. ¿Qué dirían los defensores de las “buenas costumbres” si supiesen que las regulaciones higiénicas de los incas eran de lo más estrictas y obligatorias para todo el imperio; que los pies juegan un papel fundamental, no sólo en la higiene, sino también en la salud, dentro de la llamada cosmovisión andina; que esa idea la comparten culturas de las más sofisticadas y extraordinarias, como la china, árabe, japonesa, hindú, judía, etc.; que el mismo Jesús de Nazareth, el Mesías, el ungido, lavó los pies a sus discípulos como ejemplo a seguir: que el más grande sea el más pequeño entre sus hermanos; que la costumbre de lavar los pies (en la cultura de la cual provenía el Mesías) simbolizaba también el desagravio de una injusticia cometida; que a lo mejor, en vez de escandalizarse del hecho, debieran ser ellos los que debieran ir a lavarles los pies a aquellos que tienen que hacerlo por sí mismos? Desde el 1492, el Abia Yala ya no pertenece a quienes la merecieron; con todos los problemas que hubiesen tenido, nadie podía prohibirles habitar y cultivar (morar su mundo) la tierra de la cual eran criatura como en el vientre. Más de quinientos años después, los del altiplano bajan al caribe y, ¿qué hacen?, se lavan los pies; es decir, después de quinientos años su cuerpo, los extremos del cuerpo más inmediato a la tierra, les comunica que han atravesado su tierra, la tierra de sus antepasados, el Abia Yala, que una vez fue un todo. Sus pies les dijeron que sí, que el sabor de la sal del mar de los caribes era ese y que ellos habían sido testigos de aquello. Quizás era necesario eso para estar seguros de lo que habían logrado; quizás el cuerpo, la memoria del tacto, reclamaba aquello; quizás eran ellos, en ese acto, quienes lavaban los pies de todos nosotros, y nosotros no supimos agradecer tal acto; quizás incluso ellos no sabían lo que hacían, pero lo hacían, dejando de lado el qué dirán, atendiendo sólo a la memoria, que les impulsaba a cumplir aquello; quizás incluso nosotros nunca sepamos qué significado tenía aquello; quizás haga falta todavía escarbar más en el olvido, para admitir algo tan sencillo: que no podemos condenar algo sólo por no comprenderlo.
La Paz, enero de 2006

El pueblo Yuqui

NOTICIA DEL PERIODICO "OPINION" (Cochabamba)

Textos: Jorge M. Delgado
El pueblo indígena Yuqui habita en la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Yuqui-CIRI que se encuentra a 294 kilómetros de Cochabamba, en jurisdicción de la quinta sección de la provincia Carrasco.La comunidad Yuqui, la única que existe, se llama Bía Recuaté, que traducido al idioma español significa “donde vive nuestro pueblo”. La TCO tiene una extensión de 116.000 hectáreas que son compartidas con pueblos yuracarés que viven a orillas del río IchiloLlegar a Bía Recuaté es toda una travesía, ya que primero se debe acceder hasta Puerto San Marcos, que en realidad es el final del camino que partiendo desde Cezarsama, llega hasta la orilla del río Ichilo. De puerto no tiene nada, más que un par de lanchas en la rivera. Luego se debe abordar una lancha a motor que tarda en promedio una hora para llegar hasta la comunidad. Partiendo desde Puerto Villarroel, se tarda seis horas.No existen datos exactos sobre la cantidad de habitantes del pueblo Yuqui, aunque sí se sabe que el número de familias es 62. Los distintos estudios de población nunca pudieron especificar el número exacto de Yuquis debido a la constante movilización en la que se encuentran los indígenas, ya sea en el interior de la selva, recolectando fruta y cazando, o a lo largo de los ríos, pescando o finalmente en los poblados del trópico de Cochabamba, vendiendo sus artesanías, que son actualmente la principal fuente de ingreso económico. El Cacique de los Yuquis, Walter Itoira asegura que “más o menos somos unas 300 personas”. Es considerado un pueblo en peligro de extinción, debido principalmente a las enfermedades endémicas que los acosan, como la Tuberculosis, la Micosis Pulmonar y la Lepra Blanca.Varias investigaciones etnológicas y la propia tradición oral y lingüística de este pueblo, revelan que tiene raíces Tupiguaraní. Debido a riñas internas entre caciques un grupo de familias se desprendieron de su matriz guaraní iniciando un desplazamiento hacia la parte oriental del Amazonas, convirtiéndose de esta manera en un pueblo nómada, cazador y recolector. Tras llegar a la zona del río Ichilo e inmediaciones de Arroyo Negro, los yuquis se encontraron con indígenas Yuracarés y luego con los primeros asentamientos de colonizadores en el trópico de Cochabamba.En ese tiempo, a principios de la década del 70, los Yuquis tuvieron que vivir la experiencia de la guerra y la muerte ya que se produjeron, según se tiene registro, muchos enfrentamientos entre colonizadores apoyados por tropas del Ejército boliviano que derivaron en muchas muertes, que en bando Yuqui significaron la pérdida de una gran parte de su población.Poco a poco, este pueblo se fue instalando en lo que actualmente es la comunidad Bía Recuaté. Este proceso de sedentarización se realizó por influencia de misioneros evangélicos de la organización religiosa “Nuevas Tribus”.Finalmente cuando en 1991 se realiza la Marcha por el territorio y la Dignidad protagonizada por los indígenas del oriente boliviano, un decreto supremo les otorgó 118.000 hectáreas de tierra reconocida como territorio indígena que tras ser promulgada la Ley Inra, el Titulo Ejecutorial que legaliza la posesión de su territorio definió las 116.000 hectáreas que ahora poseen los Yuquis como Tierra Comunitaria de Origen.

viernes, febrero 24, 2006

En Santa Cruz reclaman gobierno departamental, pero niegan la autonomía a provincias y comunidades



NOTICIA

Indígenas y cívicos tarijeños apoyan el referéndum vinculante a nivel provincial y comunal propuesto por Evo

Redacción Bolpress http://www.bolpress.com/politica.php?Cod=2006022311
24/12/2006

Para enfrentar a la presión cruceña, el Presidente Evo Morales propone realizar un referéndum vinculante no solo departamentalmente sino que también resolutivo a nivel provincial, por circunscripciones y hasta comunal. De tanto escuchar hablar a los cívicos y políticos de derecha de Santa Cruz del carácter “vinculante” de la consulta, ahora las comunidades originarias también quieren que esa atribución resolutiva de la consulta se extienda hasta las unidades territoriales más pequeñas de cada uno de los departamentos del país.

Legisladores de Podemos, como el presidente de la Brigada Parlamentaria de Santa Cruz Oscar Franco y el senador Roberto Ruiz, consideran que la propuesta del gobierno es desintegradora y atenta contra la Constitución Política del Estado. Según Ruiz, el Presidente intenta “patear el tablero”. Pero otros autonomistas que forman parte de la “media luna” ven con buenos ojos la propuesta gubernamental.
El presidente del Comité Cívico de Tarija Francisco Navajas opina que si su sector “reniega contra el centralismo y contra la sede de gobierno por ser muy centralista, haríamos lo mismo en el departamento; entonces la visión que tiene Tarija es que sea una autonomía abierta, que vaya desde las secciones a las provincias. La visión que tenemos en Tarija de autonomía es de las provincias a las secciones, tomando en cuenta a todos los estratos sociales que viven en el departamento. No debemos satanizar la propuesta del Presidente".
Franco defiende la propuesta cruceña para crear gobiernos departamentales autónomos, aunque reconoce que la propuesta de su departamento, “una alternativa más que debe debatir en el Congreso”, necesita una evaluación previa.
La diputada por Santa Cruz Roxana Sandoval señala que el planteamiento de su departamento no busca el separatismo, en tanto que el diputado Willman Cardozo ve con buenos ojos la propuesta del Primer Mandatario. “Llegó la hora de todas las provincias, (…) hay que comenzar a desconcentrar al país, eso dará mayor unidad a Bolivia“, agrega.
Por otro lado, la Asamblea del Pueblo Guaraní y la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB) también aceptan la propuesta del Ejecutivo. Los representantes de la APG se reunirán este fin de semana para elaborar un documento de respaldo al planteamiento, informó Wilson Changaray, presidente de la organización. Según la fuente, su sector rechaza el referéndum vinculante a nivel departamental planteado por el Comité Cívico de Santa Cruz. "Este es un pedido de unos cuantos 'pinches' que están el Comité. La propuesta no representa los pueblos indígenas del oriente", precisó.
Nelson Bartolo, representante de la CIDOB, también rechaza la propuesta de los cívicos cruceños. Informó que el 2 de marzo su sector se reunirá en Santa Cruz para definir una posición al respecto, aunque se prevé que se ratificará su pedido de realizar autonomías por Tierras Comunitarias de Origen.
"El país cuenta con la Ley de Referéndum que es un conjunto de normas que le dan atribuciones a la ciudadanía para realizar una serie de consultas que tengan que ver con los intereses locales, departamentales; por lo tanto existe la posibilidad, por ejemplo, que en los municipios se puedan realizar referéndum con temas de interés municipal", explicó el analista Carlos Cordero. Según Cordero, la propuesta del Jefe de Estado es factible, pero en temas de interés local. "La autonomía es un tema que corresponde al país en su conjunto; por lo tanto, el referéndum autonómico sólo puede hacerse a nivel nacional", comentó.

jueves, febrero 23, 2006

CARTA ABIERTA A LA DIASPORA BOLIVIANA



Por Rafael Bautista S.

El título no es infundado. Porque diáspora no sólo quiere decir dispersión sino, sobre todo, expulsión. Y quien se encuentra en la situación de buscar en otros lugares lo que en el suyo propio le fue negado, carga esa experiencia como una expulsión (porque su salida es obligada, así como obligadas serán las amarguras que obligadamente cargarán sus recuerdos). En la aventura que asume obligadamente tratará, en el mejor de los casos, de arraigar en algún suelo, pero siempre al precio de resignar aquello que le constituyó como ser humano: la tierra (como el vientre) que le dio vida y cultura.

Inmigrante es la condición de un ser que anda entre la nostalgia y la nada. El precio de ser algo es lo que paga arrinconando sus memorias al sótano de la nueva identidad que deberá adquirir para ser objeto de asimilación. El pasaje de su asimilación siempre estará determinado por la asunción paulatina de los valores que deberá encarnar de modo manifiesto; con el correspondiente abandono de una identidad que, en su descendencia, se hará cada vez más amarga. Esta subjetividad nacerá amputada, acallando siempre undolor que aparecerá como el trauma, de modos escondidos; llevándole a la pura nostalgia (de fin de semana) de lo perdido, si es que no ha pretendido anular antes, para siempre, todo aquello que podría devolverle alguna pista de su procedencia. Este último será el logro del "melting pot", aquél la disfunción tolerable del sistema (que necesita reproducirse, de todas maneras).Pero entre la nostalgia y la nada no todo estará perdido. Habrá todavía alguna posibilidad de atravesar el dolor y re-construir una identidad deprivada de su entorno; en este caso, la re-ligación deberá ser sabia y despierta, porque deberá consolidar "lo propio" de manera autocrítica y "lo ajeno" de modo atento: ¿haber qué puede incrementar una subjetividad que sabe bien quién es, porque sabe de dónde proviene? Esta sueña siempre con volver, porque en la lejanía aprendió a acercarse a lo más propio: la tierra de la cual es criatura. Por eso inventará nuevos modos de volver, de de-volver a su yo la materia, el barro que le da carne al alma.

La imposición del modelo neoliberal (desde 1985, con Víctor Paz de anfitrión) fue el último y más despiadado desalojo que sufrió el lugar que dejó de ser "nuestro", porque la globalización (la nueva cara de la modernidad) acabó seduciendo a los doctorcitos que mandamos afuera (que aprenden aplicadamente, cómo construir la felicidad del imperio a costa de la infelicidad de nuestros pueblos). Desde entonces hemos vivido no sólo una diáspora externa sino también interna; porque los que no pudieron salir afuera,fueron los que arrastraron el abandono que hace el capital cuando un suelo ya no sosiega su ávido apetito (ya había chupado todo del altiplano, ahora le quedaba el oriente), y se aglutinaron en los márgenes del circo que montaron las transnacionales para el derroche de sus ganancias: Santa Cruz (la bautizada por las petroleras: "la Bolivia productiva", la que no bloquea).

Así se fueron a golpear las puertas de la bonanza; haber si algo les caía de aquel banquete que repartían las petroleras a sus acólitos, los embobados por la pirotecnia moderna: el goce infinito de riqueza. Tal embobamiento no les deja ver las consecuencias de tal goce: la modernidad inaugura la producción infinita de riqueza, pero también la producción infinita de miseria; en cuanto crece la una, más crece la otra.

Desde su nacimiento, la modernidad convoca a todos a la producción de riqueza, pero siempre a costa de abandonar en la miseria a aquellos que hacen posible tal riqueza, los que no tienen otra cosa que sus cuerpos y tienen que ofrecerlos para el disfrute de los que gozan de tal riqueza (por eso construyen muros, para impedir la presencia de estos, que les recuerda el precio del apetito de riqueza). La miseria es lo que enrarece este panorama, pero no frena el apetito de riqueza; es más, la miseria aparece como lo que obstaculiza la libre expansión de riqueza, haciendo del miserable (su sola presencia) el culpable de todo; por ello su exterminio se hace, dicen, por "el bien de todos".

No es nada casual que la xenofobia contra los latinos se traduzca dentro de "nuestras" fronteras en xenofobia contra los collas. Esta fobia destaca cómo es que está estructurado el sistema-mundo- moderno. Se trata de un odio que tiene historia. El europeo nació siendo inferior ante la superioridad de las civilizaciones árabes, hindú, china, etc. Frente a ellos era un literal bárbaro (como los llamaban los griegos) que, hasta el "descubrimiento" de América, había permanecido como la finis terrae, el fin del mundo; sin posibilidad alguna de comprar o vender, menos de competir, con el comercio mundial que, por milenios, se extendió desde China, el pacífico (llegando incluso a la después América), la India, África; conectando el extremo oriental con el mediterráneo gracias al camino de la seda, hasta vincular el norte africano con los califatos árabes.

Fueron estos últimos quienes enclaustraron a los europeos, a contentarse con ser el fin del mediterráneo (lejos de la civilización); por ello las cruzadas, para salir del encierro. Pero también fueron estos, desde Al-Andaluz o Sefarad (como conocían árabes y judíos a la Hispania romana), quienes expandieron el conocimiento de la ciencia y la filosofía en la "oscura" Europa (que empezó a leer a Aristóteles en Paris en el siglo XII, cuando en Bagdad ya se lo estudiaba de modo sistemático en pleno siglo VIII), que padecía todavía su Edad Media, es decir, el estar fuera del comercio mundial, sin posibilidad alguna de hacer frente a civilizaciones que le eran superiores en todo.

La "oscura" Europa era nada y asimiló su postergación en forma de resentimiento, dilatado por siglos. Este resentimiento lo fue acumulando en un odio a su inferioridad, exteriorizado en el odio hacia el distinto, el que había llegado a sus confines y prosperado (trayendo sus propias costumbres, su cultura); lo que halló a mano fueron las comunidades judías. La expulsión de estos de la península ibérica (después de siglos de Inquisición, practicando ya el apartheid y el exterminio) en 1492, cuando Castilla y Aragón vencen a los musulmanes en Toledo, rubrica un odio que desata al futuro sus fieras por el mundo. Una vez comprada la "superioridad" que necesitaba para hacerse con el mundo (del cual no era nada, hasta que le cayó del cielo el oro y la plata del nuevo mundo), aquellamentalidad antes relegada, ahora devenía en "dueña del mundo" y su "superioridad" no podía ser sino a costa de la inferioridad de los demás (incluso de los otrora superiores). De constituir a todo aquel no europeo en inferior. Ahora sólo lo europeo era civilizado, lo demás era bárbaro.

Su subjetividad había aprendido a dominar. Siglos de colonización musulmana les había dejado la impronta de la opresión, y eso fue lo que desplegaron en América. Su libertad (principio del hombre moderno) fue siempre a costa de la libertad ajena, de la libertad del indio (el otro). El hombre que quiere ser "dueño del mundo" tiene que someter a todos los demás hombres. Esta pretensión se iba a hacer ideología (con la ilustración francesa), luego ciencia (la science anglosajona) y hasta filosofía (con el romanticismo alemán): la creencia, el dogma, el invento de la "superioridad racial". Por eso inventaron "la historia" de que la infancia es el oriente, y el fin, como culminación, es occidente; por eso su educado, como el "Emilio" de Rousseau, es mejor que no tenga padres, pasado, o sea, historia, para así inculcarle la historia que inventaron y los valores que impusieron.

Para ellos, su pasado era negro, oscuro, y querían negarlo a toda costa; por eso era mejor no tener pasado, y ese fue el paradigma de toda educación: superar el pasado, todo pasado. Para el hombre moderno no hay nada detrás, todo empieza en él mismo, por eso se concibe "absoluto" (el atributo del ser que no depende de nada ni de nadie: Dios). De ese modo educaron a sus colonizados: había que negarse a sí mismo (su origen, su tradición, su cultura, su pasado) y ser lo que no se es (más blanco que el blanco, más europeo que el europeo), olvidando lo que se había sido; por eso había que exterminar al que se resistía a tal olvido, el elemento nativo(ahora constituido como inferior), tanto fuera de uno como al interior de uno; porque lo blanco se había asumido "superior" y había que parecerse a él, a como de lugar.

Pero el exterminio, además, comporta otra faceta; se trata del odio al que le recuerda la injusticia que había expandido a los cuatro vientos: el indio (después el negro, el amarillo, etc.); porque su presencia (la miseria en la que se encuentra) le interpela el origen de su riqueza; el odio al indio (el latino afuera, el colla adentro) es patrocinada por una mentalidad que se "adueñó" del mundo, de los mares, la tierra, el aire y hasta de los seres humanos (lo que no se concebía como propiedad de nadie ahora resultaba ser "propiedad privada"), desde que Colon nombró (le dio existencia) unas tierras que ya tenían nombre (es decir, lenguaje, cultura, civilización; que no eran "oscuras", sino ricas y extraordinarias).

Desde entonces la violencia fue inaudita; patrocinada por un occidente-moderno que "había alcanzado el reino de la razón" y, con tan portentoso pretexto, emprendió el sacrificio irracional jamás antes visto en la historia de la humanidad: millones de americanos primero, africanos y asiáticos después, y todo aquel que no alcanzaba los "patrones de humanidad" que había impuesto el blanco europeo: Todo aquel que no es como él, es, sólo por eso, incivilizado (su aniquilación es un favor que se le hace: si no se acomoda al patrón occidental es mejor que desaparezca).

Todo este sacrificio tenía un ídolo al cual se le ofrecía la cuota de sangre que exigía su sed: el capital. El fetiche al cual se postró Europa (el occidente moderno, ahora también norteamericano), cuyo pacto debía ser imprescriptible, no importando los "costos" (que siempre los hay), que estos siempre acabarían beneficiando al acreedor de aquel pacto. Cinco siglos después, los "costos" se muestran irremediables: no sólo el 80% de la humanidad está condenada a la miseria absoluta, también la tierra está condenada a la muerte (ya no lenta sino rápida). ¿Cuál es la respuesta del imperio? En el reino del mercado (cuya "perfección" no contempla intervención alguna) sólo su automatismo puede darnos la respuesta: seguir comprando. Aun cuando esto signifique subvencionar la explotación despiadada del hombre y la naturaleza, hay que seguir comprando; aun cuando la tasa de miserables siga creciendo y llegue a nuestra puerta por alguna mala suerte, hay que seguir comprando; que si quedamos fuera de él por ya no tener dinero, otros compraran por nosotros y seguirán alimentando al mercado, donde sólo ingresan los que tienen dinero.

Ese cuento nos vendieron los doctorcitos que llegaron de Harvard y de Chicago. Y les creímos. Porque siglos de colonia nos había educado en el auto-desprecio, en la nada que queda después de privarnos de historia, porque resultamos excelentes alumnos en la historia de occidente, al grado de creer que "nuestra" historia apenas empieza con Colon. Que, como somos ignorantes de lo que somos, necesitamos que otros piensen y hablen y hagan todo por nosotros, que hay que ser "absolutamente moderno" y postrarse de hinojos ante la globalización para ser considerado un ser humano (¿por quién?). Y con ese cuento desfalcaron a nuestro Estado para hacerlo limosnero; se robaron nuestras tierras y nuestros recursos naturales, porque el "desarrollo" sólo permite una propiedad: la privada; y arrojaron a nuestra gente a su suerte, porque si no logran hacer mercado, están de más. Entonces empezó la diáspora de quienes fueron expulsados de su propio lugar, porque alguien se inventó eso de que "el país se nos muere" y, con ese slogan hecho proyecto de vida, continuaron desangrando a un país que, si quería seguir viviendo, debía de hacerlo abriendo sus entrañas para los parásitos que viven succionando la sangre de un país pobre para ofrendarla al fetiche, que sólo acepta en su regazo a los que disparan la tasa de ganancias del capital al infinito.

El que debió buscar su suerte en otro lado debió también aguantar la vergüenza de una oligarquía que rifó a precio de gallina muerta lo más caro: la dignidad. Estos nos hicieron creer que la democracia de cuello limpio era el gobierno de los mejores (aristocracia, los "notables", "honorables", etc.) siendo, en realidad, el gobierno de los peores (kakistoscracia, ladrones, manq'a gastos, quienes nos dijeron que "la dignidad no da de comer"); estos nos gobernaron desde que tenemos memoria y nos metieron el miedo: eran mejor ellos que los "incivilizados" indios, o sea, nosotros mismos. Ellos nunca amaron la tierra que les dio cobijo, por eso siempre despreciaron a su gente porque, fieles a sus padrastros conquistadores, sólo estaban acá por la plata, el estaño, el petróleo, el gas, etc., soñando con la tierra de sus padrastros, como la cuna a la cual debían de volver (por eso ese afán patógeno republicano de inventarse abolengos el descendiente de porquerizos, ladinos y pillos, para así lavar su infausto origen). Estos fueron los que se beneficiaron de la rifa de este país y son acogidos (después de cumplir su tarea) por el imperio, agradecidos por lo rechoncho de sus cuentas bancarias.

La última elección nos devolvió algo de dignidad. La dignidad no estaba del todo perdida, y eso fue lo que ocasionó el revés que sufrieron los ladrones de siempre. Pero esto es recién el comienzo, el punto de partida de un pueblo que quiere creer en sí mismo. Para ser soberano y libre hay que primero desearse y saberse digno, hay que proponerse fin y no medio; por eso hay que recomenzar en nosotros mismos, a evaluarnos autocríticamente, esa es la tarea, fundamental, que nos toca de aquí en adelante. Porque nos enseñaron a ser colonizados y dependientes (a despreciarnos); ahora debemos aprender a valorarnos, a liberarnos. La marcha de un pueblo en su liberación es siempre una marcha por el desierto, donde hay que crear al hombre nuevo, aquel que pueda construir su propio destino.

René Zavaleta decía que conocerse es vencerse. Esa es la lección que se desprende de octubre del 2003; allí se hizo evidente que no podíamos seguir por el camino al que nos metieron, por ello en octubre tocó nuestra memoria la piel de la esperanza. El que manda siempre se inventa el cuento de que hay "un solo camino", que ese camino es el "único realista", el "científicamente comprobado", al cual no podemos objetarnos pues no podemos demostrar que es malo, o sea, sólo nuestra muerte podría demostrar aquello, pero una vez muertos ya no podemos demostrar nada. Conocernos implica conocernuestras propias contradicciones, superar nuestras limitaciones y aprender de nuestras posibilidades. Nadie es un todo acabado y el vencerse quiere decir, el proyectarse por sobre las adversidades para instalarse en una apertura siempre de aprendizaje, de querer ser mejor. Octubre quería un diciembre. Por eso este camino empezamos en enero, el mes primero, donde todo comienza.
El que está afuera entiende de mejor modo esto, porque debe de sobrellevar un panorama más complejo (por el mayor contexto) para comprender su situación existencial. La oportunidad que nos hemos dado en la última elección nos abre la posibilidad de levantar la frente por vez primera ante el mundo; porque la sola mención de nuestra nacionalidad servía de menoscabo y hasta de mofa (si no eran los golpes, era la droga, la corrupción, y si no era esta era otra cosa). Ahora el mundo está aprendiendo a vernos con otros ojos (porque hasta el que manda empieza a tener respeto por el que despierta, a este ya no le puede tratar como antes), porque hemos despertado como pueblo, porque lo que hemos logrado está removiendo el mundo y está desmoronando aquellos fines anunciados de todo. Para nosotros es un comienzo.

Hasta ahora no hemos sido capaces de sopesar en su verdadera dimensión el acontecimiento que hemos originado; recién empezamos a asimilar octubre y ya nos envolvió diciembre del 2005 y, sobre eso, la gira mundial de Evo (no hay en la historia latinoamericana acto similar de reconocimiento y apoyo internacional). Este capitulo recién empieza y la diáspora boliviana no puede estar al margen de este proceso, porque donde hay esperanza hay luz y esta sirve para alumbrar los proyectos de cada uno (afuera y adentro) y proyectarlosen un proyecto común; porque el yo individual no es nada sin el yo nacional, porque el tamaño de cada individuo depende siempre del tamaño de su país. Ahora hay de qué sentirse orgulloso, por eso no podemos dormirnos en nuestros laureles. Nuestro mundo no es lo que hicieron de él sino lo que cada día hacemos de él. Por eso es inevitable el compromiso de cada uno de los bolivianos, donde estos se encuentren.

El triunfo de Evo es, en realidad, el triunfo de los excluidos; los que, desde la fundación de este país, sólo buscan que el poder aprenda a escuchar a aquellos que le dieron origen. Por eso la demanda de nacionalización y constituyente: una verdadera independencia comienza en la economía y una legítima constitución sólo puede hacerse con la participación de los nunca consultados. El logro alcanzado sólo podrá ser logro si en este proceso despertamos como actores reales y ya no como simples espectadores.

El viejo sistema aun no ha muerto y ya se muestra altanero en el congreso y los comités cívicos; ahora se acuerdan del respeto a las minorías, cuando ellos fueron maestros en disfrazar a las mayorías en minorías e imponerles la sumisión como única alternativa; ahora se acuerdan de la pluralidad los que impusieron siempre la uniformidad; ahora se arrogan representaciones que no poseen (porque los medios socapan sus intenciones) y se atribuyen la personificación de todos. Estos, ahora minoría (los rechazados en octubre y diciembre), son los que no quieren un nuevo país (donde quepan todos) y son el otro yo de una mentalidad (la boliviana) que aun no cree en sí misma y apuesta siempre por la dependencia, el no esfuerzo; y vivir, como siempre, de la limosna; porque no saben hacer otra cosa que acatar obedientes los dictámenes de alguien de afuera, porque no saben ser otra cosa que objeto (porque no piensa y sólo aplica lo que se piensa en otros lados), por eso el desprecio que se tienen y que imputan a sus paisanos: el pueblo enfermo.

La Paz, febrero del 2006

Amazonía: una señal de esperanza


Rio Madre de Dios _ Riberalta


Pablo Cingolani

Como todos los años, la mayor parte del territorio amazónico boliviano se encuentra inundado.
Llueve en la Amazonía y llueve en las cabeceras andinas de los ríos. Estos bajan arrasando, arrastrando toneladas de sedimentos, árboles enteros, buses, personas y llevándose todo: casas, caminos, puentes, hacienda, bienes.
La ciudad más poblada de la Amazonía, Riberalta, donde viven más de sesenta mil bolivianos, se aísla. Es una isla en medio del bosque. Lo mismo ocurre con la fronteriza Guayaramerín. Si para de llover, tal vez puedan entrar avionetas con suministros. Si la pista de aterrizaje está utilizable. Si es que hay suministros que alguien envíe.
Se aíslan también otras ciudades, poblados, caseríos, decenas de comunidades indígenas, miles de personas que viven a la vera de los ríos o cerca de los escasos caminos de la zona.
La población amazónica gime y sufre por la falta de alimentos, de gasolina, de servicios. Muchos no tienen nada que comer. Padecen hambre. Deben esperar a que bajen las aguas.
También se muere: mueren seres humanos arrastrados por las aguas, mueren el ganado y los animales de corral. Se pierden las chacras. Se contamina el agua para beber. Se propagan enfermedades infecciosas. Se interrumpen las clases escolares.
La Amazonía se inunda y colapsa cada año: la naturaleza no perdona nunca y así fue y así es la vida de los amazónicos durante la temporada de lluvias.
Pero con todo el dolor y el rigor para las condiciones de existencia que la naturaleza impone a los habitantes de la región amazónica boliviana, el drama principal que sufren los amazónicos históricamente no son las lluvias, no es el agua hasta el cuello incluso en las urbes –que, a decir verdad, no son si no extensos campamentos de gente carente de toda comodidad para vivir bien y con dignidad-, no es la naturaleza: la tragedia amazónica es el olvido y es el abandono al cual están condenados.
El siglo XX fue para el Oriente
La Amazonía no existe: figura sólo en los mapas y ni eso: es el área donde siguen habiendo increíbles vacíos de información.
La Amazonía no existe porque la Amazonía queda lejos: en la actualidad, llegar hasta Cobija desde la sede de gobierno, es una peripecia de tres o cuatro días, si el chofer es un as del volante y el azar lo bendice.
La Amazonía no existe porque la Amazonía queda lejos porque nadie se preocupó de manera estratégica de acercarla, de integrarla, de sumarla al resto de Bolivia.
La Amazonía es una isla, una colonia alejada del centralismo nacional y de la falta de una visión del territorio que nos desencueve de los Andes y del eje que empieza en La Paz y termina en Santa Cruz.
Hace cincuenta años, el Estado nacional se propuso incorporar el Oriente al resto de la República. Este proceso, que inició la Revolución Nacional, se cumplió y con creces: no pueden quedar dudas que hoy no sólo que Santa Cruz está integrada al resto del país sino que es el motor fundamental de la economía boliviana.
Ahora, en el siglo XXI, le toca al Norte, a la Amazonía. Es la última frontera.
Integrar la Amazonía
Un gobierno de cambio con tanta legitimidad social como el que encabeza Evo Morales Aima debería plantearse de manera objetiva la tarea de integrar el conjunto del territorio nacional de manera definitiva. Es cierto: es una tarea colosal y heroica pero no menos necesaria y urgente.
Si Evo inicia el proceso de integración amazónica, su gobierno marcará la historia del país y escribirá la página final de un derrotero donde se mezclan las huellas del saqueo y el desmembramiento territorial que sufrió la república pero también los esfuerzos por afirmar y defender su soberanía, reafirmando la identidad andino-amazónica de Bolivia.
Seguirá el ejemplo de Tarano, el cacique de los Toromonas, y de Arapo, el cacique de los Uchupiamonas, que se opusieron con tenacidad a los conquistadores españoles y vencieron, evitando la imposición colonialista. Continuará la conducta de Santos Pariamo, el mártir Leco, capitán de la Guerra por la primera Independencia, que prefirió morir a rendirse, y de Bruno Racua, el guerrero Tacana, que aseguró con su actuación la soberanía boliviana hasta el río Acre. Valorará la actitud del coronel José Manuel Pando, incasable explorador, y del Capitán Lino Echeverría, que murió defendiendo la soberanía nacional en el río Manuripe.
Si Evo inicia el proceso de integración amazónica, cambiará la historia.
300 pueblos originarios habitaban la Amazonía: hoy sobreviven treinta, tras siglos de genocidio y etnocidio, tras siglos de una historia de masacres y desarraigo.
Siquiera por justicia histórica, para reconocerles los derechos que se merecen –sin ir más lejos: por haber conservado el territorio con una de las mayores biodiversidades del mundo entero-, el Estado boliviano debería integrar la Amazonía, rebelándose contra el atraso, el olvido y la injusticia, que son los elementos fundamentales de la verdadera tragedia amazónica.
Una señal de esperanza
Ayer, en su discurso-informe sobre su primer mes de gestión a cargo de la Presidencia de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, hizo referencia a un hecho histórico. Luego de haber visitado junto al Presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), el también boliviano Enrique García, la estratégica ciudad de Riberalta, lo comprometió a financiar el pavimentado del camino que une a la citada población con Guayaramerín, ciudad situada en la neurálgica frontera con el Brasil.
Ambas se constituyen en uno de los corazones –el otro es la ciudad de Cobija- de la integración del Norte amazónico del país con sus vecinos: el coloso brasileño y la República del Perú.
En la perspectiva del desarrollo regional y de la subregión amazónica del centro-oeste sudaméricano, la concreción del asfaltado de esta carretera de 89 kilómetros de longitud se constituye en un hito fundamental.
Pero es más importante aún en la dimensión antes aludida: que un Presidente de la República en su primer mes de gobierno, haya decidido brindar su apoyo decidido a la causa de la integración amazónica no sólo es un mérito que honra a don Evo Morales sino una verdadera señal de esperanza.
Como el propio Presidente ha dicho en su mensaje, “ojalá” que este compromiso se vuelva realidad y los pobladores de la Amazonía beniana pueden dejar atrás el aislamiento físico, sentando bases más sólidas para su desarrollo sostenible y poder así vivir mejor.
Ojalá también que esto sea sólo el inicio de un proceso de verdadera integración del Norte al resto de la República, un proceso que esperemos sea conducido por el Estado en base a la planificación estratégica y la participación decidida de sus principales beneficiarios: los habitantes originarios de la Amazonía.
Estamos hablando, insistimos, de uno de los reservorios de biodiversidad más relevantes del mundo entero por lo cual, así se trate de la construcción de un camino o de cualquiera de las acciones que se desea se emprendan, se deberán tomar en cuenta prioritariamente sus implicancias ambientales, ya que la integración amazónica debería estar signada por políticas efectivas de preservación de la naturaleza que, por otra parte, se constituye en la base de su despegue económico, a través de un aprovechamiento racional y sostenible del bosque húmedo tropical, ecosistema que caracteriza a la Amazonía.
De eso saben más que nadie los pueblos originarios y es con ellos, Sr. Presidente, con quienes más se podrá avanzar en una política de integración real, de reparación histórica y de justicia social.
Ayer, Evo Morales anunció al pueblo amazónico y a todos los bolivianos una gran obra y una señal de esperanza. Para que ésta no se frustre, pongámonos a trabajar juntos desde ahora por una Amazonía sostenible, por una Amazonía unida, por una Amazonía de pie.

domingo, febrero 19, 2006

VIVENCIAS EN EL H. SENADO NACIONAL



GASTÓN CORNEJO BASCOPÉ

SENADOR POR EL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

FEBRERO DEL 2006

Ahora sí podemos afirmar que el Senado Nacional es Honorable.

Ya se ofrecieron varios mensajes patrióticos a la nación: la Ley de “Austeridad” (rebaja de remuneraciones a Senadores y Diputados a 10.500 bolivianos), la Ley “LOPE” 045/2006(Organización del Poder Ejecutivo), la Ley de “Fuero Sindical” y otras muchas de verdadero apoyo a instituciones múltiples, protección contra epidemia de Fiebre Aftosa en fronteras, Terminal de Buses Bi Modal en Challapata, transferencia de bienes a los municipios, negativa a las cooperativas mineras que pretendían los rieles de ENFE en cientos de kilómetros para desmantelar la comunicación ferroviaria nacional, etc.

La primera costó triunfos si bien los opositores la aceptaron de buen modo, se remarcó su relevancia política, aunque menor importancia económica, servirá para implementar más de mil ítems para maestros y médicos y será un referente para que el poder Ejecutivo, el poder Judicial y otras autonomías como las Municipalidades y las Universidades fiscales procuren muestras de austeridad. Nótese que el Presidente se bajó 57% su sueldo y nadie debería ganar menos que él, es decir bajo los 15 mil bolivianos de haber. Claro, él puede hacerlo sin mayor esfuerzo, es joven, soltero y no tiene gastos de educación familiar, alojamiento ni regímenes dietéticos. Pero no le quitemos valentía a su hermoso gesto, servirá para dar una bella lección histórica a todos los gobernantes, a los gerentes, a los consultores, a los directores y sobre todo, a los dueños de las transnacionales que ganan sin medida ni clemencia.

Comentario adicional nos merece las universidades fiscales, su ineficiencia académica, su distanciamiento del pueblo que sufre abandono y las mantiene, el caos de sus agrupaciones estudiantiles, la corrupción administrativa que testimoniamos en San Simón, la de un ex Rector que llegó a Ministro comprometido con el negociado de las vacunas; el famoso CEUB con alguno de sus directores francamente corrupto(uno de ellos con auditorías probatorias por un millón de dólares malversados durante 10 años de dirigencia); los exámenes de competencia en la facultad de medicina en la UMSS(que obligaron a Amparo judicial actual); su sindicato docente comprometido, lo anacrónico de sus métodos pedagógicos y evaluación escolástica. Todo ello, bajo el paraguas de la Autonomía mal concebida y aprovechada. Importa evocar a seres superiores como: Alberto Cornejo Solíz y a otros preclaros varones: Arturo Urquidi, José Antonio Arze, los Anaya, Salamanca Figueroa, José Macedonio Urquidi, que lucharon por la Autonomía iniciada en Córdova para cuestionar a la oligarquía nacional, sólidos cerebros del tiempo de Santiago Pi Suñer, José Ingenieros, Alejandro Lipschutz, José Nicolai, León Felipe. Actualmente la universidad extravió el rumbo, es preciso retornar a las raíces. Que la austeridad y la honestidad toquen la majestad del Alma Mater.

Con la Ley LOPE se pretende dar a luz otro país con reformas trascendentales para el cambio necesario. Los principios guías de la Ley propuesta y aprobada son:

I.- .Nueva forma de hacer política. Bolivia, archipiélago de intereses mezquinos que excluye a la mayoría de los bolivianos marginados desde 1825. LOPE será un nuevo pacto social de convivencia e inclusión,

2.-Reconstrucción de la nación mediante la conciliación, la dignidad multiétnica, la tolerancia, el control de las agencias externas, la confianza en el gobierno y en los bienes públicos, la productividad, frente a un Estado inerte y destrozado por la oligarquía y los partidos políticos que traicionaron la historia y el sagrado horizonte patrio.

3.-Austeridad con menor burocracia mejorando la conducta del funcionario público y la preservación de los bienes de la nación a partir de los ministerios.

4.-Giro histórico desde un pasado nefasto de más de 30 años, mediante la planificación desde el interior y el desarrollo socio económico, recuperados los recursos naturales. Rearticulación de la nación (no más funcionarios ni programas desde afuera ni dependencia de la caridad internacional con la complicidad de algunos gobernantes de la anti-nación). Bolivia resucitada, la que estuvo a punto de morir en cualquier momento, estado falleciente.

5.- Recuperación de todos los recursos naturales enajenados para ingresar a la etapa de la Industrialización. Énfasis en los hidrocarburos, en la minería, en el medio ambiente, en la riqueza forestal, en la biodiversidad y el genoma, con visión de preservación y valores agregados. Para ello, la creación de nuevos ministerios e instituciones como la del Agua, del Gas (YPFB), de la energía, del nuevo código de minería, de Planificación, de la Presidencia, de la Producción y Microempresa, de Justicia y Derechos Humanos, de la Educación y Cultura(s). Con la LOPE se privilegiará la coordinación integradora interna entre ministerios, con las prefecturas, con las municipalidades, los sindicatos, las comunidades, con los movimientos sociales. Especial interés se tendrá en lograr la unidad y el desarrollo de la Amazonía boliviana siempre postergada y herida por feudos inaceptables con grave destrucción de su biomasa y su medio ambiente. Y como instrumento de valor globalizado el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas con nuevos roles, y la Seguridad Ciudadana, la fiscalización y rediseño de la Policía Nacional corrupta e ineficaz. El respeto a la conciencia crítica y al pluralismo político a pesar del gran peso electoral la abstención de ejercer despotismo, terrorismo de Estado y corrupción despilfarradora (27 millones de ahorro darán lugar a la creación de 1500 ítems para maestros, médicos y enfermeras).

Aun no pretendemos ser un país socialista pero vamos camino a ello.

La aprobación del Proyecto de Ley 692/2005-2006 que eleva a rango de ley de la República el Decreto Ley No 38 del 7 de febrero de 1944 sobre “FUERO SINDICAL” suspendido durante 3 años por el neoliberalismo, subsana los vicios de una disposición bajo amenaza de quedar expulsada del ordenamiento jurídico nacional al vencimiento del término, obligó a tratar el tema apresuradamente. Felizmente la aprobamos en plenario. En ese tiempo, el Decreto-Ley número 0038 fue firmado por Gualberto Villarroel, Víctor Andrade, José Tamayo, Carlos Montenegro, Jorge Calero, Víctor Paz Estensoro, Gustavo Chacón, Antonio Ponce, José Celestino Pinto y Augusto Céspedes. Ahí encontramos las firmas de varones famosos, desde el presidente mártir, un escritor sapiente, un político profeta, un maestro maquiavélico en las finanzas, un héroe de Villamontes, una autoridad universitaria que fungió sin título y un escritor de mal carácter, todas rúbricas históricas.

Existen problemas políticos a dilucidar inmediatamente: el asunto de Servicio de Caminos y el ex Gerente José María Bakovic, (a pesar de que contamos oportunamente al Presidente que un empleado de Caminos, también del BM, denunció que el Gerente estaba cercado por un grupo de corruptos del área jurídica, ellos, mejor dicho la principal, tenían la verdadera responsabilidad. Hubo precipitación mal aconsejada y se concluyó con un personaje moral y ético); el asunto LAB (la destitución, también mal aconsejada, de dos viceministros y la soledad del interventor Ángel Saballa ante una jauría de fieras (ahí felizmente organizamos una Comisión en el Senado a la que tendrán que concurrir, el Gerente de Adquisiciones, el de Finanzas, los Tripulantes, la Jefatura de Seguridad y otros implicados); el ingreso de “médicos cubanos, la Operación Milagro” y la asistencia humanitaria ante los desastres naturales (ahí nuevamente prima el egoísmo profesional ante la ola de tragedias y la pobreza nacional en salud. Quienes se oponen: el Colegio Médico y la Sociedad de Oftalmólogos, jamás tuvieron iniciativa para proyectarse en el plano nacional a favor de los humildes y los pobres, ni oftalmólogos ni médicos generales tuvieron sensibilidad social ni apostolado hipocrático. Más bien, quienes cuestionan el apoyo internacional fueron patrocinadores de programas de bio-piratería en Paurito, Santa Cruz, mediante investigadoras oftalmólogas norteamericanas. (existe la evidencia de un estudio valorativo del Comité de Bioética de Cochabamba, en agosto del 2005). Visitamos gentilmente a la Ministra de Salud que no comprendió nuestra iniciativa, ni respondió educadamente el intento de diálogo sobre temas importantes como el de los títulos profesionales en los Acuerdos Internacionales entre Fidel Castro y Evo Morales, la Ley de Patentes aprobada en gestión anterior proclive a la biopiratería internacional.

Son los desajustes propios de un gobierno inexperto ante los problemas mayores del país desestructurado y desorganizado por las agencias exteriores y sus favorecedores internos. A ese pesar, aportaremos nuestro grano de semilla para que crezcan frutos a pesar del erial de pobreza requerido de cambio espiritual y de racionalidad intelectual y moral.

Importaría comentar el asunto de los camiones bananeros con cocaína, la licitación del Mutún con un nuevo Código de Minería, la mina San Cristóbal y el proyecto San Bartolomé, las funciones sindicales del Presidente, las acometidas en la convocatoria de la Asamblea Constituyente, las tratativas diplomáticas con Chile, a los tránsfugas insertados en YPFB, en el Ministerio de Defensa, a la profesionalidad exigua de algunos ministros, la aprobación del voto de bolivianos en el exterior, esas serán las nuevas batallas del futuro.

Desde ya, hicimos llegar a toda la Bancada (que va mejorando en su cohesión) y a la opuesta, la nota del Rdo. Gregorio Iriarte sobre la necesidad de un “Cambio en profundidad”, nada de maquillajes populistas ante la revolución democrática mundial que se avecina.

Mientras tanto, gritamos a pleno pulmón: ¡Viva la Utopía, el Hombre Nuevo del mañana, la Integración continental, la Unidad Nacional, la honestidad política, la fraternidad humana, la Bioética superior: la Biopolítica!. (Podríamos también explosionar con un ¡Hallalla!, al Cristianismo, al Humanismo Marxista; a los dioses tutelares, los Achachilas andinos; al Medio Ambiente, la PachaMama venerable; al tiempo del Pachacutec y el Jacha Uru, al tiempo del Dios Tunupa comunista, protector de nuestro ancestro cultural)

Mama Tunupa: búscala o suéñala. Es lo mismo


Mama Tunupa:

búscala o suéñala. Es lo mismo

Pablo Cingolani

Foto: Gastón Ugalde

a Gabriel Restrepo

para seguir la huella

He visto esta imagen del volcán horas, días, semanas; la vida entera: la he visto sentado sobre el tapiz albo que yace a sus pies, bajo su sombra; me acompañó caminando callándome por sus orillas o retornando ilusionado de las islas que cobija el salar; me jaló como imán, como un faro, como un diamante, la vez que buscamos el cráter; estuvo ahí siempre que peregrinamos a las ceremonias en “la verdad de la verdad”; la soñé mil veces tratando de reconstruir mis pasos en todas direcciones, hacia Coquesa, hacia Tawa, hacia Salinas…; la recorrí alucinando despierto en la manigua, procurándome un poco de horizonte en la profundidad de la selva: siempre estuvo ahí, nunca se fue, nunca me abandonó. El volcán se estuvo, se está, se estará eternamente. En mis ojos pero sobre todo en mi corazón.

Bajo el volcán, vive “la” Lupe. Guadalupe, doña Lupe como la llamaba Gabo. Bajo el volcán, en sus faldas orientales, se encuentra Jirira: allí la Lupe siempre está, siempre se está como diría Kusch. Fueron varios años los que acudimos, atravesando el desierto, para estar en Jirira, para estarnos, con la Lupe, con el Carlitos, su esposo, con Germán, el amauta, con la sal, con el viento, con el sol que raja, el frío que corta y con el volcán. Con la presencia del volcán. Estando en esas soledades, entre la arena del camino y la fraternidad de la gente, pude ver más allá de las palabras de los libros, pude leer en el territorio, en sus marcas, sus cicatrices; pude comprender lo que nunca creí que podía comprender: despojarme de la agonía que me había impuesto el ruido de la ciudad, de la radio, de la pretendida modernidad, para comenzar a encontrar las verdades que solamente puedes encontrar en el silencio. El silencio de Jirira.

Si sabes oír, él te cuenta. Si no sabes oír, pues aprendes. El silencio de Jirira te acompaña a cada paso que das. Subes por los brazos de la montaña, te internas por alguna de sus quebradas, te miran los cactus -altivos, guerreros que no se inmutan porque han vencido infinitas batallas-, y allí lo encuentras: el silencio de Jirira, el silencio de Mama Tunupa, el silencio del volcán. Es el silencio cósmico, el silencio del universo, que habita los santuarios donde la naturaleza –allí donde ni la hemos domesticado avasallándola o destruido sin piedad-sigue abriendo la mano al hombre para develarle alguno de sus secretos. Luego, habitas el silencio y habitas el secreto que te brindaron. Es imposible no acogerlo una vez que lo hallas, una vez que te encuentra y te ampara, una vez que el silencio y el secreto se instalan y te habitan. Ni más ni menos: la belleza de la desolación.

De eso hablamos con doña Lupe. Ella va atizando su fuego de thola en su horno de barro. Un humo verde, fragante, nos invade. Afuera la noche arrecia. Sopla el viento pero el salar está tan calmo que parece vivo. Susurran juntos una canción antigua. Ella calienta agua para servirnos mate de cedrón. Cuando la caldera humea, termina de componer el cuadro, con luz de luna y luz de vela. Nos habita el silencio y, entre dientes, ella me va contando del silencio, del secreto, de la esplendorosa belleza de la desolación.

Un día estaban con Carlitos en un canchón pisando papa para hacer chuño, uno de los milagros que hicieron los primeros habitantes de los Andes. Que ellos siguen haciendo porque el chuño –y no los planes de desarrollo de los tecnócratas- es lo que permite vencer al hambre, nutrir el cuerpo, comer. Vamos y los ayudamos en la faena. El agua de la papa cosquillea tus pies descalzos. Te resbalas y nos reímos todos. Adelante, el salar te contempla; detrás está la montaña roja: Tunupa. Cuando el día quiere ceder, volvemos a la casa. Nos lavamos. Entramos. Vuelve a atizar el fuego, soplando la ceniza ardiente. Vuelve a colocar la caldera para servirnos un mate de cedrón. Pero, esta vez, ella se levanta y va en busca de algo. Al regresar, me sorprende con lo que me entrega: es un libro. –Para que lo leas, me dice. El que ha escrito, tres veces vino por aquí. Siempre preguntaba lo mismo: ¿dónde está la gran ciudad de Tunupa? Tu ya sabes, tu ya has ido, has estado: la verdad de la verdad, se llama.

Génesis de la cultura andina se titula el libro. Lo firma Milla Villena, el investigador peruano. Leo sobre los ceques, “la ruta de Viracocha”. Anoto con entusiasmo, imaginando la escena: “si colocáramos miles de individuos alineados con miras o bastones a través de montañas y desiertos, podríamos hacer una línea recta perfecta entre Cajamarca, al norte del Perú, y Potosí, al sur de Bolivia, sin recurrir a la sofisticada tecnología occidental moderna”. La cruz cuadrada que organiza y da sentido al espacio. La utopía de los hombres dándose la mano. Una vez lo deseamos: cercar de amor al Sajama –otra montaña, otro santuario- para decirle al mundo que aquí seguimos venerando a los cerros, a la piedra, a la naturaleza.

“De la parte sur llegó un hombre blanco de crecido cuerpo, de mucha autoridad que inspiraba veneración, el cual tenía gran poder, pues de los cerros hacía llanuras y de las llanuras cerros grandes, de las piedras vivas hacía brotar fuentes, y con todas estas maravillas llamábanle hacedor de todas las cosas y su principio, y padre del sol: Pacha Yachicachan, Tayapaca, Tarapaca, Tuapaca, Ttonapa, Thunupa, Tunupa. Así lo describió Cieza que conoció la cruz portada por él hasta Carabuco, en la ribera norte del Lago Titikaka, centro irradiador de las culturas de los Andes. Y remarco, por que dice bien: “piedras vivas” y me pregunto: ¿qué pasó con nosotros que las hemos matado?

Sigo leyendo de día, debajo de una solitaria kiswara que Lupe cuidó como si fuera un hijo más, allí en el medio del erial. Habla de Mama Tunupa, habla del volcán, y un asombroso hallazgo: si alineamos Carabuco con Tiwanaku –Taipykala: la piedra del centro- y extendemos la línea recta 477 kilómetros –la distancia que separa Tiwanaku de Cuzco, el ombligo del mundo- llegararíamos de manera exacta a la cumbre de la montaña, a la cima del volcán que está delante de mí, contemplándome. La ruta de Tunupa, que es hombre en el Norte y se transforma en mujer en el Sur. Veo la foto de una cruz cuadrada, la base científica de estos cálculos matemáticos que empezaban a alucinarme, tomada del portal de una capilla católica que los curas diseminaron hace siglos alrededor del volcán para conjurar la potencia mágica del santuario andino. No aclaraba su ubicación exacta. Me disparo. Le digo a la Lupe que no almorzaré, que encontré algo pero que aún debo buscarlo. Que volveré. Salgo con rumbo al desierto, en dirección a Tawa. Llevo conmigo una botella de agua. Camino, camino, camino. Dejo atrás Aike: no hay rastros. La sal brilla y, de tan bella, espanta. Camino, camino, camino. La comunidad se llama Coquesa. No hay nadie. Dejo que mi corazón me guíe: sigo caminando. Encuentro la capilla, paredes de adobe, techo de ichu, de paja brava. Ingreso al atrio. Cuando me doy vuelta, para mirar el volcán e implorar un señal, allí la encuentro sobre la puerta lateral derecha. La cruz cuadrada. Está justo en dirección a la cumbre, donde se encuentran los achachilas, los dioses tutelares. Quien la puso ahí, lo hizo con intención clara: si te obligaban a concurrir a la misa, antes de salir del espacio sagrado impuesto, veías tu cruz y tus ojos se incrustaban en la cima de la montaña donde moran los dioses verdaderos. Una contra conjura. Como todo en los Andes: sublime, preciso, exacto.

También encuentro algo que hace que impide que pueda dudar: delante de la puerta de la capilla, hay una cabeza de cóndor, mirando al Este, hacia la verdad de la verdad y el Tata Cuzco, uno de los cerros machos, pretendido amante de Mama Tunupa… ensimismado, empiezo a escuchar un tambor a la distancia, es año nuevo aymara, vísperas del solsticio de invierno, el sonido es mántrico, es como si el volcán se hubiese despertado de una siesta de eras… camino, camino, camino en dirección al sonido, son kilómetros de arena, la luz del sol se tiñe de miel, la sal se vuelve amarilla, anaranjada, el cielo enrojece, sus dragones lanzan llamaradas que te extasían: el mundo morirá y nacerá de nuevo, ¿cómo no creerlo? ¿cómo no sentirlo?, camino, camino, camino… llegó a Aike.

Allí están Faustina, Leocadia, Plácido, Julio, Erlinda y el pequeño Porfirio Jonathan. “Bien que has venido”- me dicen, como si me hubieran estado esperando desde hace siglos y me ofrecen una copita de alcohol para que celebre con ellos. “Pachamama, enhorabuena, Mama Tunupa, Tata Cuzco, Tata Sabaya, enhorabuena… salud, hermanos”: en el medio de la nada, agotado por el sol y la caminata, gracias a ellos, a su sensibilidad a flor de piel –el volcán nos miraba-, empecé a sentir que no estaba en Aike, una comunidad de indios aymaras, olvidada por el estado boliviano e ignorada por nosotros, sino en el centro del mundo, en el centro del centro de la galaxia. “Voy a brindar por su camino”-me dice Plácido y mi emoción estalla y no puedo impedir que la sal y la arena se mezclen con una lágrima de gratitud y desafío.

¿Volveremos a reencontrarnos los seres humanos? ¿Volveremos a respetarnos y a respetar a lo que nos da la vida? Mama Tunupa me dice que sí. Anda a buscarla. O suéñala. Es lo mismo.

Chuquiago Marka, 18 de Febrero de 2006