Textos: Jorge M. Delgado
El pueblo indígena Yuqui habita en la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Yuqui-CIRI que se encuentra a 294 kilómetros de Cochabamba, en jurisdicción de la quinta sección de la provincia Carrasco.La comunidad Yuqui, la única que existe, se llama Bía Recuaté, que traducido al idioma español significa “donde vive nuestro pueblo”. La TCO tiene una extensión de 116.000 hectáreas que son compartidas con pueblos yuracarés que viven a orillas del río IchiloLlegar a Bía Recuaté es toda una travesía, ya que primero se debe acceder hasta Puerto San Marcos, que en realidad es el final del camino que partiendo desde Cezarsama, llega hasta la orilla del río Ichilo. De puerto no tiene nada, más que un par de lanchas en la rivera. Luego se debe abordar una lancha a motor que tarda en promedio una hora para llegar hasta la comunidad. Partiendo desde Puerto Villarroel, se tarda seis horas.No existen datos exactos sobre la cantidad de habitantes del pueblo Yuqui, aunque sí se sabe que el número de familias es 62. Los distintos estudios de población nunca pudieron especificar el número exacto de Yuquis debido a la constante movilización en la que se encuentran los indígenas, ya sea en el interior de la selva, recolectando fruta y cazando, o a lo largo de los ríos, pescando o finalmente en los poblados del trópico de Cochabamba, vendiendo sus artesanías, que son actualmente la principal fuente de ingreso económico. El Cacique de los Yuquis, Walter Itoira asegura que “más o menos somos unas 300 personas”. Es considerado un pueblo en peligro de extinción, debido principalmente a las enfermedades endémicas que los acosan, como la Tuberculosis, la Micosis Pulmonar y la Lepra Blanca.Varias investigaciones etnológicas y la propia tradición oral y lingüística de este pueblo, revelan que tiene raíces Tupiguaraní. Debido a riñas internas entre caciques un grupo de familias se desprendieron de su matriz guaraní iniciando un desplazamiento hacia la parte oriental del Amazonas, convirtiéndose de esta manera en un pueblo nómada, cazador y recolector. Tras llegar a la zona del río Ichilo e inmediaciones de Arroyo Negro, los yuquis se encontraron con indígenas Yuracarés y luego con los primeros asentamientos de colonizadores en el trópico de Cochabamba.En ese tiempo, a principios de la década del 70, los Yuquis tuvieron que vivir la experiencia de la guerra y la muerte ya que se produjeron, según se tiene registro, muchos enfrentamientos entre colonizadores apoyados por tropas del Ejército boliviano que derivaron en muchas muertes, que en bando Yuqui significaron la pérdida de una gran parte de su población.Poco a poco, este pueblo se fue instalando en lo que actualmente es la comunidad Bía Recuaté. Este proceso de sedentarización se realizó por influencia de misioneros evangélicos de la organización religiosa “Nuevas Tribus”.Finalmente cuando en 1991 se realiza la Marcha por el territorio y la Dignidad protagonizada por los indígenas del oriente boliviano, un decreto supremo les otorgó 118.000 hectáreas de tierra reconocida como territorio indígena que tras ser promulgada la Ley Inra, el Titulo Ejecutorial que legaliza la posesión de su territorio definió las 116.000 hectáreas que ahora poseen los Yuquis como Tierra Comunitaria de Origen.