TeleSur
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), mediante sus misiones de investigación, calificó este lunes a la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) como grupo paramilitar, que no es otra cosa que un brazo armado del Comité Cívico de Santa Cruz para realizar actos violentos fundados en la intolerancia, la discriminación y el racismo.
Los delegados de la FIDH, Javier Mujica, Antonia Reyes Prado y José Ricardo de Prada, realizaron una investigación entre el 20 y 29 del presente sobre racismo, intolerancia e impunidad en Bolivia, visitando varias regiones.
A través de un informe, la FIDH denunció los ataques, actos de hostigamientos, amenazas y asesinatos de defensores de derechos humanos y dirigentes campesinos que luchan contra la impunidad, o por una repartición equitativa de la tierra, "perpetrados por actores radicales, entre los cuales aparece la Unión Juvenil Cruceñista, grupo paramilitar que no es si no el brazo armado del Comité Cívico de Santa Cruz".
Para la FIDH, las personas, las autoridades y comunidades que se sienten afectadas por este proceso tienen todo el derecho de no estar de acuerdo con el mismo, o con las autoridades nacionales que lo conducen, pero eso no les autoriza a emplear métodos ilegales, violentos y racistas para ejercer su derecho a la oposición.
Los delegados de la FIDH, Javier Mujica, Antonia Reyes Prado y José Ricardo de Prada, realizaron una investigación entre el 20 y 29 del presente sobre racismo, intolerancia e impunidad en Bolivia, visitando varias regiones.
A través de un informe, la FIDH denunció los ataques, actos de hostigamientos, amenazas y asesinatos de defensores de derechos humanos y dirigentes campesinos que luchan contra la impunidad, o por una repartición equitativa de la tierra, "perpetrados por actores radicales, entre los cuales aparece la Unión Juvenil Cruceñista, grupo paramilitar que no es si no el brazo armado del Comité Cívico de Santa Cruz".
Para la FIDH, las personas, las autoridades y comunidades que se sienten afectadas por este proceso tienen todo el derecho de no estar de acuerdo con el mismo, o con las autoridades nacionales que lo conducen, pero eso no les autoriza a emplear métodos ilegales, violentos y racistas para ejercer su derecho a la oposición.