Weisbrot y otros críticos de la política exterior estadounidense hacia América Latina expresaron preocupación por la renuencia de la administración de George W. Bush a revelar detalles sobre el monto y los beneficiados de la ayuda a sectores en Bolivia.
Bigwood intentó en varias ocasiones obtener datos sobre la naturaleza del actual gasto estadounidense en Bolivia, pero no tuvo éxito. Desde 2005 ha presentado cinco peticiones separadas bajo la Ley de Libertad de Información.
Sin embargo, una de esas peticiones reveló que la semigubernamental Fundación Nacional para la Democracia financió programas que llevaron 13 jóvenes "líderes emergentes" bolivianos a Washington entre 2002 y 2004 para fortalecer sus partidos políticos derechistas.
"No solamente Usaid, sino también otras entidades del gobierno estadounidenses están vertiendo dinero en grupos de la oposición de Bolivia", dijo Bigwood, añadiendo que una gran parte de los fondos están al parecer destinados a "sobornar personas" en ese país...
"No se supone que Usaid deba ser una organización clandestina. Pero al proveer ayuda secreta a grupos de la oposición, deja la impresión de que Estados Unidos está contribuyendo con los esfuerzos para desestabilizar al gobierno boliviano", dijo Weisbrot.
Tanto Weisbrot como Bigwood dijeron estar preocupados por informes de que voluntarios de los Cuerpos de Paz de Estados Unidos recibieron un pedido de la embajada estadounidense en Bolivia para que espiaran a la población.