La Paz, 21 oct (ABI).- Firme y digno en la plataforma de madera instalada en la Plaza Murillo, cual si fuera un símbolo vivo de la paciencia, el presidente Evo Morales aguardó por más de 20 horas continuas, junto a su pueblo, por la aprobación congresal del referendo constitucional, acción que lo invitó a estallar de emoción.
A las 12.35 cuando el presidente nato del Congreso, Álvaro García Linera, hacía conocer la sanción de la Ley Especial de Convocatoria al Referendo Dirimidor y Aprobatorio de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), los marchistas concentrados en afueras del Parlamento dieron rienda suelta a su júbilo con vítores y abrazos.
Morales Ayma, vestido con su llamativo suéter a rayas de los colores rojo, blanco y azul, una chamarra oscura, visiblemente agotado, pero con la fe puesta en noticias alentadoras del trabajo congresal, esperó comprensivamente el desarrollo de las acciones políticas.
No se movió de la tarima donde amaneció y compartió con los movimientos sociales la música, baile y hasta firmó autógrafos.
A las 12.35 cuando el presidente nato del Congreso, Álvaro García Linera, hacía conocer la sanción de la Ley Especial de Convocatoria al Referendo Dirimidor y Aprobatorio de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), los marchistas concentrados en afueras del Parlamento dieron rienda suelta a su júbilo con vítores y abrazos.
Morales Ayma, vestido con su llamativo suéter a rayas de los colores rojo, blanco y azul, una chamarra oscura, visiblemente agotado, pero con la fe puesta en noticias alentadoras del trabajo congresal, esperó comprensivamente el desarrollo de las acciones políticas.
No se movió de la tarima donde amaneció y compartió con los movimientos sociales la música, baile y hasta firmó autógrafos.