viernes, enero 09, 2009

El esplendor del suplicio


ISRAEL: HACIA LA SOLUCION FINAL
Danilo Zolo
Il Manifesto

Es imposible pensar mínimamente, a pesar de los ríos de retórica lanzados por los creadores de opinión occidentales, que la operación Plomo Fundido haya sido preparada para replicar a los cohetes Kassam. Diez años de uso de estos rudimentarios instrumentos bélicos no habían producido más de una decena de víctimas israelíes.

Gaza debe desaparecer, ahogada en sangre: éste es el objetivo estratégico de las autoridades israelíes tras el fracaso de la retirada propiciada por Sharon en 2005. Gaza será erradicada como entidad civil y como estructura política autónoma, no por casualidad los misiles y los tanques israelíes están destruyendo encarnizadamente sus estructuras civiles, políticas y administrativas. Gaza se verá reducida a un amasijo de ruinas y desaparecerá, del mismo modo que está desapareciendo Cisjordania, que ya sólo sobrevive como pecio histórico, como una especie de vertedero humano diferenciado, tras cuarenta años de ilegal ocupación militar.

Lo que quede del pueblo palestino se verá sometido por siempre al poder de los invasores, en nombre del mito político-religioso del Gran Israel. Respecto a este mito, el valor de las vidas humanas es igual a cero, a pesar del derecho a la vida sobre el que fabula la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Éste año, 1948, es precisamente el de la proclamación del Estado de Israel y de la feroz limpieza étnica impuesta por los líderes sionistas al pueblo palestino, hoy rigurosamente documentada por historiadores israelíes como, entre otros, Ilan Pappe, Avi Shlaim y Jeff Halper.

En estos últimos años, la idea de un Estado palestino ha sido la última impostura sionista, sostenida por el poder imperial de Estados Unidos, con la complicidad de la Unión Europea. El engaño ha servido no sólo para encubrir un proceso de ocupación aún más invasora de la exigua porción de territorio –el 22 por ciento de la Palestina del Mandato británico– que le dejaron al pueblo palestino tras la guerra de agresión de 1967. El engaño ha servido sobre todo para llevar a cabo una progresiva e irreversible colonización de toda Palestina. Hoy están implantados en Cisjordania no menos de 400.000 colonos, y las colonias se extienden sin límites.