La Iglesia Católica ha emprendido la tarea de resurrección y/o nacimiento de un grupo de “intelectuales” amarrados a la sotana y la cruz moralizadora del Vaticano, a consecuencia de que la Curia Católica no es más tomada en cuenta en la gestión del poder estatal en el gobierno de Evo Morales Ayma.
Entonces, la “religiosidad andina”, “originaria” o “india”, entra en acción en un contexto de legitimidad política y por lo mismo social y simbólica[1]. Es precisamente a partir de tal hecho, que el enfrentamiento en el sui generis mundo religioso es entre el/la “Pachamama” y el “Dios” occidental cristiano, encarnado y representado, particularmente, por la sacrosanta Iglesia Católica Apostólica y Romana y, secundariamente, por el Movimiento Evangélico. A partir de entonces han sido frecuentes las escaramuzas entre estos dos mundos de sentido, que tiene por lo mismo repercusiones en el mundo profano, es decir, que pasando por lo político, hace referencia a perspectivas contrapuestas en lo social, cultural, económico y festivo por supuesto.
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