martes, agosto 05, 2008

Lo que los bolivianos se juegan el 10 de agosto



...la poderosa maquinaria mediática se encarga de desvirtuar y manipular.

La Epoca

Las posibilidades de consolidar y fortalecer un proyecto nacional-popular, que genere igualdad de derechos y oportunidades para todos, sin exclusiones y racismo, profundizando aciertos y rectificando errores, se enfrentará, este 10 de agosto, al proyecto de la vieja Bolivia en la que un grupo de privilegiados, que a veces confunde y utiliza a sectores sociales subalternos, habla de democracia y justicia siempre que esté arriba y le beneficie.

El domingo 10 de agosto es más que un plebiscito para decidir la permanencia o no del Presidente Evo Morales y de ocho de los nueve prefectos de Bolivia. Del resultado que se tenga del referéndum revocatorio de mandato popular dependerá la continuidad y la profundización del proceso de cambio iniciado en 2006 o el comienzo de un regreso a la Bolivia excluyente y de privilegios, materiales y simbólicos, para un grupo reducido de familias.

Esa es la envergadura del desafió que tienen ante si los bolivianos, incluyendo los que no votan por razones de impedimento legal, y que ha sido puesto al desnudo por Morales a la semana de que se promulgara la ley de convocatoria de la consulta popular, aprobada por la oposición en el Senado el 8 de mayo, a cinco meses de presentada por el gobierno con la idea de encontrar una salida democrática a la crisis.

Entonces es mucho lo que se juega. Pero hablar de cambio es una abstracción si no se aterriza en lo que está en juego y que la poderosa maquinaria mediática se encarga de desvirtuar y manipular.

Es más, en los últimos días, aprovechando legítimas demandas pero planteadas en un momento equivocado, quizá por la intromisión de la mano invisible de los Estados Unidos y las clases dominantes, los medios de comunicación han más que amplificado la protesta que los sectores del sindicalismo tradicional han protagonizado.

Lo simbólico