martes, agosto 01, 2006

El retorno a la patria


Bolivia

Por Antonio Peredo Leigue

Julio 31, 2006

Más de tres millones de bolivianos viven fuera de las fronteras. La precaria situación económica de Bolivia, desde hace décadas, ha provocado un intermitente éxodo de hombres y mujeres, en busca de mejores condiciones. En los últimos años, las cifras se incrementaron en forma alarmante, hasta superar el equivalente a la tercera parte de la población nativa.

El gobierno del presidente Evo Morales ha despertado muchas esperanzas, tanto dentro de las fronteras, como en el seno de las comunidades bolivianas que viven fuera.

Esperanzas de retorno, porque se espera un renacimiento del país. Esperanzas de participación en este proceso de cambio.

Volver es, indudablemente, un proceso en el que intervienen factores de recuperación económica, social y política así como de decisión personal y familiar. Participar, tiene una connotación distinta: se trata de sentir que, pese a la distancia que los separa de su tierra, están presentes y toman parte en las decisiones. Esta es la posibilidad que puede darse a través del voto de los bolivianos en el exterior.

Convocados a participar

Cada vez más, los ciudadanos de un país que residen en otro, participan en la toma de decisiones tales como elegir mandatarios o votar en consultas. Los mexicanos que viven en Estados Unidos, que suman varios millones, celebran el día de su independencia, encabezados por un representante del Presidente de la República, que viaja expresamente para ello; entre cuatro y seis Secretarios de Estado (Ministros) llegan a Nueva York, San Francisco, Los Angeles, Chicago, Nueva Jersey, para este propósito. China mantiene estrecha vinculación con sus ciudadanos que viven fuera.

Los bolivianos que habitan otros países, pese a ser tantos, han sido ignorados. Por regla general, las representaciones diplomáticas han tenido una conducta restrictiva, desalentadora, ahondando la separación provocada por su salida del país. Es más: no hay un registro de su número y mucho menos de su identificación.

No obstante, el Código Electoral, reconoce su calidad de ciudadanos y, en consecuencia, su derecho a participar en actos electorales. Dice este código que bolivianas y bolivianos residentes en el exterior participarán en la elección de Presidente y Vicepresidente, estableciendo que las normas para ejercer este derecho se determinarán por ley. Pero así quedó, sin aplicación.

La crisis política que se vivió desde 2003, despertó gran interés en las comunidades bolivianas en otros países. Reclamaron su participación en las elecciones generales de diciembre pasado. Incluso obtuvieron un fallo de la Corte Superior de Justicia de La Paz, confirmando ese derecho. Sin embargo, no hubo posibilidades materiales y tampoco fue posible que estuvieran en la elección de constituyentes y el referéndum autonómico del 2 de julio.

Pues bien. La convocatoria a la elección de constituyentes dispone que, la nueva Constitución Política del Estado, será sometida a referéndum confirmatorio, a realizarse tres meses después que la Asamblea Constituyente entregue el texto de la misma. En ese referéndum, deben participar los residentes bolivianos en el exterior. Y es una decisión que debe cumplirse.

Podrán decidir los que están fuera

Una cantidad tan grande ciudadanos “de fuera” (entre 1,5 y 2 millones) son decisivos, si tenemos en cuenta que, los inscritos en el país suman algo más de 4 millones. Esa participación, por supuesto, genera múltiples inquietudes: desde las simplistas que hablan de costos, pues habría que llevar la campaña electoral a todo el mundo, pasando por los insidiosos que ven manipulaciones de todo tipo, hasta los aislacionistas que argumentan: “ellos van a elegir a las autoridades que nosotros vamos a sufrir”.

Razones tienen, y suficientes, para hacer tales observaciones. Veamos: inscribir a los bolivianos que están fuera, en primer lugar, exige determinar si se inscribirá sólo a los legales o a todos. Enseguida, será necesario enviar libros de inscripción y tener allí el personal adecuado para este propósito. Habrá que incorporarlos en el padrón nacional. Después, viene el envío de las boletas de sufragio, urnas y el restante material necesario para el acto electoral. Más aún: el retorno de los resultados a la Corte Nacional Electoral. ¡Menudo trabajo!, ¿será posible cumplirlo?

Los otros dicen que, los representantes diplomáticos y consulares, además de tener en sus manos la inscripción, podrán influir a favor del partido oficialista o, peor aún, manipular los datos. ¿Serán tan sumisos los bolivianos que viven fuera?, ¡habrá que verlo!

Así llegamos al argumento que parece más sólido: los que se fueron elegirán a las autoridades que nos gobernarán a quienes nos quedamos. ¿Hay razones para creer que, el voto de los que están fuera, tendrá una tendencia distinta al que habrá dentro del país?, ¿Quienes se van, son derechistas?, ¿quienes quedan, militan en la izquierda?, ¿o al revés?

Punto de vista distinto

Hay un hecho que ya no está en discusión: los bolivianos y bolivianas mayores de edad, que residen en el exterior, votarán en el referéndum confirmatorio de la Constitución Política del Estado. Por tanto, se trata de buscar soluciones y mostrar la otra cara de la medalla.

Todo el proceso electoral fuera del país, puede realizarse mediante sistema de computación. A mediados de 2005, un enviado de los residentes bolivianos en Estados Unidos, presentó una propuesta detallada para este propósito. Por lo demás, el sistema ha sido utilizado en varios países. De ese modo, los costos se reducirían y no habría demoras ni envíos que pudiesen extraviarse. La condición es que ahora, en este mes de agosto, comience a estudiarse su factibilidad y tomar una decisión antes de finalizar este año.

El mismo sistema, que puede incluir mecanismos de control, anularía la posibilidad de manipulaciones por funcionarios diplomáticos o por instancias oficiales.

En cuanto a la susceptibilidad de que, el voto en el exterior, trastoque los resultados que se den en el país, es sólo una apreciación subjetiva. Sólo la experiencia podrá decir cuál es la tendencia.

De cualquier modo, el principio básico de que ellos tienen el mismo derecho que quienes vivimos en el país, es incontrastable. Porque, si tantos bolivianos salieron de la patria, fue porque no tuvieron oportunidades de sobrevivencia aquí. Estamos obligados a reincorporarlos y, un primer paso, es darles participación en la toma de decisiones.

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