Las investigaciones sobre los actos racistas del 24 de mayo de 2008 en Sucre, avanzan lentamente, pero las revelaciones se aceleran y se enlazan con la intervención de la Unión Juvenil Cruceñista, desplazada a la capital para perturbar las deliberaciones de la Asamblea Constituyente, como parte de un fin mayor, cual era la independencia de Santa Cruz.
Ahora se sabe, que estuvo por allí el terrorista contratado por los gamonales orientales, Eduardo Rozsa Flores. Y para no ser menos, USAID financiaba las actividades de grupos contrarrevolucionarios agazapados tras una legítima aspiración, como es la capitalidad plena para Sucre.
Los bastardos intereses de esa élite planificadora del desmembramiento de Bolivia lograron desembocar en los graves hechos de “La Calancha”, aún frescos y con investigación cansina de nunca acabar.
Dentro las acciones del fiscal Dante Romay Ortega, acaban de aparecer las declaraciones públicas de un tal Yamil Pillco, que se dio a conocer como presunto héroe de la moralidad y hasta acusador de corrupto al fiscal.
El apellido de extracción quechua, nos hace pensar se trata de uno de esos indígenas desclasados que como “Felipillo” al servicio de Francisco Pizarro, traiciona a quienes ahora ya no considera sus iguales. No sería raro que sea otro de los regurgitados por indios e indígenas que no los quieren entre los suyos y los califican, por el contrario, como “indiacos”.
¿QUIEN ES ESTE ANGELITO?
En pocos días más recordaremos ese amargo día en que campesinos chuquisaqueños, fueron humillados al extremo de ser golpeados, obligados a besar la tierra y ser insultados de “raza maldita”, como gustan pregonar los militantes de la Unión Juvenil Cruceñista.
Entre los que vejaron, estaban “universitarios” liderados por Yamil Pillco y Alvaro Ríos. Sin duda actuaron adecuadamente estipendiados por los unionistas cruceños que campeaban por allí con billeteras abultadas.
Las investigaciones, de nunca acabar, involucran también al ex presidente del Comité Cívico, John Cava, al entonces presidente del Comité Interinstitucional y rector de la Universidad San Francisco Xavier, Jaime Barrón; la prefecta Sabina Cuellar, la ex alcaldesa, Aydée Nava, el ex presidente del Consejo Municipal, Fidel Herrera, los ex parlamentarios de Poder Democrático Social (Podemos), Lourdes Millares, Fernando Rodríguez, Tomasa Yarwi y otros.
IMÁGENES INÉDITAS
El argentino César Brie, que por entonces residía en Sucre, logró tomar imágenes, ahora en poder de los investigadores y en las cuales se revela cómo las autoridades sindicadas aparecen involucradas, aunque negaron su participación.
Tras recibir las declaraciones de los xenófobos, la entonces presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Elizabeth Salguero, no dudó en señalar que el Comité Interinstitucional, actuó coordinando con los cívicos cruceños y sus paramilitares de la Unión Juvenil. Estos últimos llegaron anticipadamente para “entrenar” a los grupos de choque locales, entre los que estaba el inefable Yamil Pillco.
LOS GRUPOS DE CHOQUE
Esteban Urquizu, dirigente de la Federación Única de Pueblos Originarios de Chuquisaca, dijo en julio de 2009 que los líderes de la revuelta gamonal están identificados. Entre ellos mencionó a la ex alcaldesa Nava y su Grupo de Choque a cargo de Gonzalo Muñoz.
Jaime Barrón y su propio Grupo integrado por estudiantes universitarios a los que embriagó y envió para agredir militares, policías y campesinos.
La Unión Juvenil Cruceñista, desplazada a Sucre para provocar disturbios, fogoneó intensamente junto con el grupo de Yamil Pillco, Jefe de la Juventud Conciencia.
Un quinto Grupo de Choque, correspondió a la Prefectura a cuya cabeza se encuentra sindicado, el cochabambino Rodolfo Rivas, quien actuaba con ínfulas de ejecutivo en la gobernación departamental.
Pero el más peligroso de estos grupos fascistas, es sin duda, el constituido en las sombras por el terrorista Eduardo Rozsa Flores, contratado para promocionar la escisión del departamento de Santa Cruz y que estuvo presente en Sucre, durante los luctuosos días que involucraron el 24 de mayo.
AQUEL FATÍDICO 24 DE MAYO
Estaba anunciada la llegada de Evo Morales, para un acto con los campesinos en el Estadio Patria. Miles de trabajadores agrarios se desplazaron a Sucre. Muchos de ellos verían por primera vez al presidente, un igual a ellos. No se les cruzó, por la mente, ser recibidos a palos y menos torturados por los que sienten correr “sangre azul” por sus venas.
Las hordas fascistas, se prepararon desde las cinco de la mañana. Dirigentes universitarios, entre los que se encontraba Yamill Pillco se reunieron a esa hora para planificar la toma del Estadio Patria.
A las siete de la mañana comenzaron las provocaciones a los militares. A las diez de la mañana, los militares que intentaban garantizar la llegada del Presidente de la República, optaron por replegarse. En la zona El Patacón, Yamill Pillco, comandó un grupo de 300 universitarios ebrios, entre los que se encontraban Unionistas cruceños, que apalearon a unos 30 campesinos cortándoles su pretensión de llegar al estadio departamental.
Más preparados en estas lides, los Unionistas portaban cocteles molotov, petardos, y gases lacrimógenos traídos de Santa Cruz. Estos fascistas actuaban con las caras tapadas y la clara intención de matar a la mayor cantidad de campesinos para culpar luego a los “masistas”.
Detuvieron a los campesinos, les torturaron, golpearon, escupieron e hicieron hincar, obligándoles a besar las banderas de la candidata a la prefectura Sabina Cuellar. No contentos con ello, les robaron cuanto llevaban de valor encima, para luego de amarrados, ser conducidos semidesnudos hasta la plaza principal, donde se produjo el acto más cruel de absoluto racismo.
Yamil Pillco, estuvo allí comandando tan descalificables actos de barbarie. Hoy este “angelito” aparece como héroe acusador de los fiscales encargados de acumular información en torno a ese oprobioso hecho que enloda a los chuquisaqueños, aunque sea sólo a las élites fascistas están con cargo de culpa.
La justicia tiene que llegar y Yamil Pillco, tiene que recibir la cuota parte que le corresponde.