martes, septiembre 17, 2019

Planes elaborados por el poder hegemónico para apoderarse de la Amazonia, figuraba en libros de estudios de EEUU como territorios bajo su control


COMUNIDAD DE INVESTIGADORES ANTIIMPERIALISTAS 

https://cia.bo/terrorismo-ambiental-la-amazonia-en-la-mira/


El voraz incendio en el Amazonas en Brasil, que arde desde el 10 de agosto, ha sido premeditado ya que de acuerdo a investigadores, hubo inicios del fuego en forma simultánea en distintos lugares.

Mientras, el presidente Jair Bolsonaro no sólo no ha dado los pasos necesarios para controlar la situación, sino que utilizó esta tragedia para acusar a los ambientalistas, a las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) y especialmente desató su odio contra las poblaciones indígenas, que han sido atacadas brutalmente por el mandatario, y amenazadas de ‘aniquilación’.

Desde que asumió el poder ya había declarado su proyecto de convertir a la Amazonia en una especie de gran emporio de transnacionales. El devastador incendio es una acción depredatoria de alto nivel, y como señalan los expertos: los incendios siempre son producto de la acción del hombre ya sea accidental o premeditadamente.

Nadie desconoce los ambiciosos planes elaborados por el poder hegemónico para apoderarse de la Amazonia, que figuraba en libros de estudios de Estados Unidos, como territorios bajo su control, para la ‘preservación’ del medio ambiente.

Además se conoce el accionar de muchas ONGs, dependientes de las Fundaciones de todo tipo que utilizan el poder hegemónico para sus diversas formas de guerras contrainsurgentes, que se aplican contra nuestros países y que han invadido y se han extendido silenciosamente a lo largo y ancho de América Latina.

En estos tiempos los incendios están bajo sospechas, especialmente a partir de la detención en Chile del soldado israelí Rotem Singer -en supuestas vacaciones- como autor del siniestro en el Parque Nacional de Torres del Paine, reserva de la biosfera en la Patagonia chilena, en 2012, donde el fuego quemó unas 17 mil hectáreas.

Singer llegó a un acuerdo para evitar el juicio mediante el pago de 10 mil dólares (unos siete mil 530 euros) y ayuda en una campaña de reforestación. Y firmó trabajar ‘como voluntario entre uno y dos años para la ONG mundial ‘Keren Kayemet LeIsrael’, especialista en reforestación y que tiene una delegación en Chile. Los lobos cuidando a las ovejas.

Los incendios en Chile y Argentina han sido investigados, pero en general se ocultó la información a la población, a pesar de haberse determinado que habían sido iniciados por manos siniestras, lo cual es terrorismo ambiental.

En el caso de Brasil se conoce desde hace tiempo la ambición desmedida de las grandes transnacionales, uno de cuyos modelos de depredación se llama Monsanto, que lamentablemente ha ingresado en nuestros territorios utilizando la corrupción y las diversas armas del poder imperial…
Que Bolsonaro sostenga que su país no tiene lo necesario para hacer frente a esta situación, resulta increíble. ‘El Amazonas es más grande que Europa, ¿cómo van a controlar los incendios en esta área?’, dijo al confesar públicamente que el Ministerio de Justicia no tiene personal suficiente para investigar cómo comenzaron los incendios.

Sin embargo sostuvo que estos incendios podrían haber sido provocados por la oposición a su gobierno y que muchas de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) habían dejado de recibir dinero de Alemania y Noruega y ‘como están desempleados quieren derrotarme’.

Otra de sus hipótesis es que pueden ser ‘los agricultores o los indios’ y también aludió a los ganaderos, quienes conforman grupos de elite de la derecha que lo apoyan.

Mientras esto sucede con el presidente, tanto sus funcionarios como los medios de comunicación masivos han silenciado durante demasiado tiempo la tragedia, lo cual también es otra forma de terrorismo ambiental, que los hace cómplices de este nuevo crimen contra la naturaleza y miles de pueblos originarios, cuya casa es esa selva inmensa y viva.

Existen fuertes sospechas de que la supuesta indiferencia de Bolsonaro ante la situación en la Amazonia es parte de sus planes de ‘limpieza’ de esa región sobre la ‘necesidad de aniquilar’ a las comunidades indígenas -como también a la población negra, a los pobres, a los homosexuales, a los comunistas y la lista es larga.

Y nada mejor que el fuego depredador y ‘purificador’, según sus preceptos ‘evangélicos’, para cumplir con sus compromisos, especialmente con el presidente de Estados Unidos y el primer ministro de Israel, Donald Trump y Benjamín Netanyahu, este último el gran convidado de piedra que tiene un poder enorme sobre el mandatario de Brasil.

Pretender acusar a los pobladores indígenas, a los que está persiguiendo desde su llegada al poder, refiriéndose a ellos en términos insultantes y racistas de otros siglos, es otra evidencia de su política de sembrador de odio que lo une muy cercanamente a sus mejores y poderosos amigos.

Los pueblos originarios amazónicos son los mejores cuidadores de sus tierras y la naturaleza. Incluso en los estudios se ha comprobado que sólo toman lo necesario de esa naturaleza, que es lo que les asegura su existencia y supervivencia.

Los discursos de mujeres dirigentes indígenas en el Congreso de Brasil han sido contundentes, desesperados, y muy claros en cuanto a la amenaza que se viene contra ellos por el ingreso de las grandes mineras y otras empresas y planes que terminarán acabando con sus vidas y con el llamado pulmón del mundo.

La reacción de dirigentes mundiales muestra, a su vez, el inmenso egoísmo de sus planteos, porque sólo hablan del daño que esta destrucción provoca para sus países, y en ningún momento se los escucha referirse a las miles de víctimas: seres vivos, hombres, animales, pájaros, que aseguran la biodiversidad.

El silencio sólo se rompió ante la presión del mundo y la respuesta de Bolsonaro, presidente de una potencia mundial, tratando de explicar que no tiene los medios para enfrentarse a esto, mientras en Bolivia el presidente Evo Morales está dando un ejemplo de lo que significa un mandatario que ama a sus pueblos, a su territorio, a sus vecinos.

Ante el primer incendio en la zona amazónica boliviana nombró de inmediato un Comité de Crisis, puso a trabajar a todo aquello de que dispone su país como helicópteros, aviones, además de alquilar la aeronave más grande del mundo que se utiliza para apagar los grandes incendios y toda la población está en pie solidario.

Son dos respuestas que evidencian las enorme diferencias entre un personaje, cuyo discurso violento, xenófobo, racista y por cierto criminal representando a la ultraderecha regional, al capitalismo rampante y brutal de este siglo que intenta asolar al continente bajo el mandato imperial, y la del primer dirigente indígena que llegó al gobierno en Bolivia con un discurso de paz, de reivindicación de los derechos de los pueblos y de los originarios, conculcados desde hace mucho más de 500 años, y también de profundo cuidado del entorno, por la ‘madre tierra’, enseñando al mundo otro camino hacia el hombre y la naturaleza.

En una denuncia llegada desde Brasil se menciona a Open Democracy, organización que sostiene haber accedido ‘a documentos internos del gobierno de Bolsonaro que demuestran que el mandatario está comenzando a desplegar un proyecto para echar por tierra los planes de conservación y avanzar en la explotación del Amazonas’. Una de esas ONGs cuyas dobles intenciones conocemos.

En este caso, esa ONG hizo referencia a unas diapositivas donde se demuestra que el gobierno de Bolsonaro utiliza el discurso de odio para ‘disminuir el poder de las minorías que viven en la región’ y de esa manera desarrollar ‘proyectos depredadores que podrían tener un impacto ambiental devastador para el Amazonas’.

El Gobierno tiene como una de sus prioridades habitar ‘la región amazónica para evitar la implementación de proyectos multilaterales de protección forestal, sostiene Open Democracy y cita específicamente al llamado ‘Triple A’ (Andes, Amazonas, Atlántico), que sería un corredor ecológico con 135 millones de hectáreas de bosque tropical y uniría los Andes con el Atlántico pasando por el Amazonas. Se analiza que el accionar del mandatario brasileño está pensado para evitar los proyectos de conservación y de preservación del pulmón verde.

Aunque esto es parte del trasfondo oscuro que se mueve detrás de las ambiciones coloniales para apropiarse de la Amazonia, esta región sólo puede ser cuidada como sucedía hasta ahora, por sus legítimos habitantes desde hace siglos.

La historia de la depredación es larga. Muchos luchadores auténticos y dignos han sido asesinados por ese oscuro poder y las ambiciones capitalistas que arrasan con todo, y que como Bolsonaro expresan públicamente su plan de borrar del mapa de Brasil a las comunidades indígenas.

Y detrás de todo esto, el también publicitado plan de Estados Unidos y sus asociados de apropiarse de los territorios amazónicos, como lo están haciendo en lugares como Colombia, bajo el falso argumento de que sólo ellos aseguran la preservación de la naturaleza.

Basta con recordar los genocidios y el saqueo a los que han sometido a nuestros países y al África, donde convirtieron vergeles en desiertos, para entender de qué se tratan estas ‘ayudas’.

En un trabajo publicado por Hispan TV recientemente, se advierte sobre la gran amenaza que significan los centros biológicos de Estados Unidos, que se están instalando estratégicamente junto con bases militares, como es el caso de Colombia y se pretende extender contando con la complicidad de los Estados sometidos y la mayor parte de los medios de comunicación.

‘Esos laboratorios tienen que ver con el control de la Amazonía como una de las proyecciones geopolíticas del Pentágono, para lo cual Brasil y Colombia resultan dos centros neurálgicos en la realización de sus intereses’, resaltó.

No sólo todo lo que se ha mencionado está detrás de los fuegos amazónicos que hoy ‘conmueven’ al mundo, sino hay mucho más para investigar lo que amenaza al continente en este siglo XXI y que también nos muestra el vigor de las resistencias múltiples.

domingo, septiembre 15, 2019

Campaña para culpar a Evo Morales de los incendios del Amazonas

Promovida por agentes occidentales promotores de cambios de régimen

The Gray Zone
13-08-2019
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Mientras el presidente brasileño Bolsonaro permite a la élite de terratenientes quemar el Amazonas, agentes profesionales de los cambios de régimen como Jhanisse V. Daza tratan de culpar de los incendios al gobierno de izquierda de Bolivia, cuyo presidente Evo Morales se enfrenta a las elecciones en octubre.

Con los incendios provocados durante casi un mes por los terratenientes en todo el Amazonas un grupo de guerreros de la información apoyados por Occidente ha empezado a trabajar para redirigir la indignación contra el gobierno de la extrema derecha brasileña hacia un objetivo más conveniente.

Después de que una avalancha de información culpara a todo el mundo, desde las personas pobres que comen carne a China, ha aparecido un nuevo blanco: el gobierno boliviano de izquierda del presidente Evo Morales. 


Aunque en un principio la maquinaria para generar cambios de régimen se contentó con acusar a los bolivianos de no responder lo suficientemente rápido, ahora está cambiando de táctica y haciendo la absurda afirmación de que Bolivia es el principal responsable de los incendios del Amazonas


La campaña ha estado montada por Jhanisse Vaca Daza, una agente anti-Morales a la que un reportaje reciente de la BBC identificaba simplemente como “activista medioambiental” cuando acusaba al presidente boliviano de ser responsable de los incendios.


Sin embargo, si se examina más atentamente a Daza se descubre que es la punta de lanza de una red de organizaciones occidentales que adiestraron y asesoraron a los líderes de las operaciones de cambio de régimen desde Venezuela a Europa del Este, hasta las actuales protestas contra China en Hong Kong.

#SOSBolivia

No podían ser más crudos los improperios de Jhanisse V. Daza contra el gobierno socialdemócrata de Evo Morales en Bolivia, al que sistemáticamente trata de forma caricaturesca de “régimen autoritario”. En sus redes sociales ha compartido memes en los que se retrata a este presidente elegido democráticamente de “dictador” ataviado con un gorro de marinero y con un bigote al estilo Hitler en el que se lee la palabra “no”.


Sin embargo, cuando empezaron los incendios en el Amazonas cambió su estrategia. Daza y sus aliados se han movilizado con el hashtag #SOSBolivia para asegurarse de que la crisis medioambiental se explota al máximo de su potencial propagandístico, a pesar de los informes del gobierno boliviano que señalan que más del 85% de los incendios se extinguieron aproximadamente a los ocho días de haber empezado a luchar contra ellos .


Al parecer no suscitaron mucho interés a quienes están detrás de esta campaña del hashtag un informe de la NASA que indica que los incendios se concentran en Brasil ni otro informe que explica que la zona más afectada de Bolivia, Chiquitanía, ni siquiera está en el Amazonas


Las personas que promueven el cambio de régimen en Bolivia, que van desde quienes son abiertamente libertarias hasta izquierdistas autoproclamadas, se han inspirado en el mismo manual estratégico utilizado durante décadas contra Venezuela, Nicaragua y Cuba. Son técnicas recicladas que utilizan la guerra económica, la física y la mediática para socavar y deslegitimar en cada ocasión a gobiernos antiimperialistas.


El hashtag SOS se popularizó en los últimos años entre la élite de América Latin a para llamar la atención sobre las supuestas “dictaduras” que padecen bajo gobierno socialistas elegidos democráticamente. Han empleado ester eslogan en varias revueltas violentas de las clases altas, sobre todo en las guarimbras venezolanas de 2014 y 2017 y en los "tranques" nicaragüenses de 2018.


Es significativo que los usuarios más frecuentes del hashtag SOS rara vez, sin o nunca, amplíen su petición de ayuda internacional a las numerosas víctimas de los gobiernos derechistas apoyados por Estados Unidos de Honduras o Brasil.


En el centro de la campaña en las redes sociales #SOSBolivia está una ONG poco conocida llamada Ríos de Pie, que fundó hace un año Jhanisse V. Daza, la cual se califica a sí misma de “activista de los derechos humanos”.


Aunque el hashtag estuvo dando vueltas en la red durante una semana más o menos, despegó después de que la organización de Daza empezara a publicar llamativas infografías que acusaban al gobierno boliviano de propagar los incendios.


El objetivo de sus materiales de propaganda, tweets y trucos publicitarios era obligar al gobierno boliviano a aceptar la “ayuda internacional”. Y cuando el gobierno de Morales aceptó la ayuda simbólica ofrecida por los Estados occidentales hubo escasas pruebas de que lo hiciera debido a una campaña de presión pública on line, lo que no impidió a Daza atribuirse el mérito en un mitin. “¿Saben por qué llegó [la ayuda]? Porque ciudadanos que no son autoridades, ciudadanos que en algunos casos somos influencers nos organizamos y presionamos, y la ayuda llegó”, proclamó. 


El otro gran objetivo de Daza y sus aliados es fomentar la indignación en el extranjero, especialmente entre las personas izquierdistas del Norte Global, y movilizar a los activistas climáticos contra Bolivia. Varios grupos corporativos que lavan su imagen con una apariencia ecologista como Extinction Rebellion (cuyo objetivo es menos desafiar radicamente el capitalismo y más a impedir que se devore a sí mismo) han convocado este fin de semana concentraciones frente a las embajadas de Bolivia en toda Europa. 


Y a algunas de las antiguas potencias coloniales les gusta lo que oyen. Cuando en febrero Jhanisse Vaca Daza pronunció un discurso para TEDx en el que explicaba el enfoque de “lucha estratégica no violenta” para derrocar a Morales la Embajada de España en Bolivia patrocinó el acto.


España colonizó durante años la tierra de la Bolivia actual y hoy en día sigue minando al gobierno socialista de este país. El presidente Morales ha arremetido contra potencias extranjeras como España que tratan de reducir el control de Morales sobre el sistema político y los recursos naturales: “Siempre lucharemos contra el colonialismo y el imperialismo”.

Los chicos golpistas van a Harvard

El intento de conseguir que las personas progresistas del corazón del imperialismo confundan la extrema derecha Bolsonaro y los progresistas de la “vuelta a la izquierda” forma parte de una estrategia más amplia cuyo objetivo es aislar internacionalmente a Bolivia convenciendo a sus únicos aliados potenciales de que en realidad no es socialista. 


Pero Jhanisse Daza no es socialista y está lejos de ser una observadora imparcial. Su LinkedIn promociona a bombo y platillo sus referencias antigubernamentales y afirma que Ríos de Pie “lucha actualmente contra el régimen de Morales y organiza a los ciudadanos ordinarios para defender sus derechos humanos por medio de protestas no violentas”.


Según su perfil de Facebook, que es público, Daza tiene pasaporte boliviano y afirma que nació en la capital del país, Sucre. Sin embargo, ha pasado una parte importante de su vida de estudiante y profesional en Estados Unidos. Estudió en la Universidad Estatal de Kent, Ohio, donde hizo la tesis sobre “Regímenes autoritarios en Sudamérica” y posteriormente continuó sus estudios en Gran Bretaña y Chile. Después Daza estudió en la elitista Harvard Kennedy School, donde participó en su programa “Liderar movimientos no violentos para el progreso social”. 


Desde que la oleada del cambio barrió América Latina la Kennedy School se ha convertido en un refugio de cuadro s que promueven cambio s de régimen expatriados . Entre los alumnos y profesores de la escuela figura lo más granado del gobierno golpista que Estados Unidos han tratado de instalar recientemente en lugar del gobierno electo de Venezuela: Ricardo Hausmann, Leopoldo Lopez, Juan Ignacio Hernandez y Carlos Vecchio.


Desde entonces estas figuras han encabezado el intento de volver a privatizar los campos petroleros de Venezuela con la esperanza de asegurar sus propios intereses financieros ayudando a entregar la riqueza petrolera de Venezuela al sector energético estadounidense. Niegan este hecho insistiendo en que son meros funcionarios de un potencial gobierno venezolano en vez de emisarios de las empresas petroleras a las que representan (como informó The Grayzon, Vecchio fue abogado de ExxonMobil).


Da la casualidad de que Daza está relacionada indirectamente con quien durante mucho tiempo fuera el líder de extrema derecha de la campaña por el cambio de régimen en Venezuela, Leopoldo López, a través de su primo hermano, Thor Halvorssen, quien apoya el trabajo de Daza a través de su Human Rights Foundation [Fundación de Derechos Humanos] (Daza también elogió a Lopez en su cuenta de Instagram, que es pública).


Halvorssen, hijo de un oligarca venezolano, es un antiguo activista libertario universitario que se introdujo en el negocio de los derechos humanos con la ayuda de multimillonarios de derecha como Peter Thiel, fundaciones conservadoras y ONG internacionales, como Amnistía Internacional.


En los medios se ha hablado de su Human Rights Foundation (HRF) como el “Davos para disidentes” y, de hecho, funciona como una red de adiestramiento para activistas exiliados que tratan de derrocar a los gobiernos de aquellos Estados que están en la diana de Washington.

“La acción no violenta… como arma de destrucción masiva” 

El pasado mes de mayo la HRF empezó a conceder "Becas de la libertad" a diez activistas “antiautoritarios” en lugares que los gobiernos de la OTAN tratan de desestabilizar, incluidos Venezuela, Nicaragua, Rusia y Hong Kong. 


La HRF nombró a Jhanisse V. Daza responsable de las “Becas de la libertad”. En la página web de la fundación Daza declara que “gracias a las Becas de la libertad cofundé un movimiento en Bolivia llamado Ríos de Pie, que ya se está convirtiendo en uno de los principales movimientos de resistencia no violenta al régimen autoritario de Evo Morales”.


En 2014 la BBC asistió a sesiones de formación supervisadas por la HRF de Halvorssen en el Oslo Freedom Forum [Foro de la Libertad de Oslo]. La corresponsal Laura Kuenssberg afirmó haber sido testigo en el sótano de un hotel de lujo de Oslo de “una escuela para la revolución” en la que los activistas, entre los que se incluían los líderes del Congreso Mundial Uigur financiado por Estados Unidos y los activistas de primera línea de las protestas de Occupy Central de Hong Kong, aprendieron “cómo lograr derrocar un gobierno de una vez por todas” (véase el vídeo de la BBC https://www.youtube.com/watch?v=JIjVBUwpri8).


La corresponsal de BBC Laura Kuenssberg informó: “Nos han dicho que mucho antes de que tomaran las calles se formó a muchos de los manifestantes de Hong Kong en el uso de la acción no violenta, como ellos la describen, como arma de destrucción masiva”.


Desde 2015 Daza ha participado sistemáticamente en el Oslo Freedom Forum. En el acto que este organizó en Nueva York en 2018 Daza contactó con destacados activistas venezolanos a favor del cambio de régimen, incluida Joanna Hausmann, hija del principal asesor económico del golpista nombrado por Estados Unidos Juan Guaidó y una figura destacada de YouTube que colaboró con el New York Times en la elaboración de un vídeo de propaganda antichavista que violaba el propio código ético de este periódico.

Relaciones con grupos que promueven cambios de régimen financiados por el gobierno estadounidense 

La HRF no es el único grupo que promueve cambios de régimen respaldado por un gobierno occidental que ha impulsado la carrera de Jhanisse V. Daza.


Cuando la Human Rights Foundation anunció que Daza era una de sus “Becarias de la libertad” en 2019 la organización indicó que esta “oportunidad piloto estaba patrocinada en asociación con CANVAS”, es decir, el Center for Applied Non-Violent Action and Strategies [Centro de Acción y Estrategias No Violentas Aplicadas]. 


CANVAS también copatrocinó el programa on line con el que Daza se graduó en la Kennedy School de Harvard. Estudiantes como ella consiguieron una “oportunidad sistemática para que líderes de nivel medio de movimientos sociales no violentos aprendieran de las experiencias de sus compañeros y a través de la formación de la facultad de Harvard/CANVAS”, según señala la Kennedy School.


Como informó The Grayzone, el National Endowment for Democracy, un apéndice de la CIA que es la principal instrumento del gobierno estadounidense para promover cambios de régimen, ha financiado generosamente a CANVAS.


Según emails internos de Stratfor, una empresa de inteligencia conocida como la “CIA en la sombra”, CANVAS “también pudo haber recibido financiación y formación de la CIA durante la lucha anti-Milosevic en los años 1999 y 2000”.


CANVAS surgió del movimiento Otpor!, una estructura de jóvenes activistas respaldados por Estados Unidos que derrocó al presidente serbio Slobodan Milosevic, al que la OTAN quería derrocar por no ser lo suficientemente dócil.


Un email de un miembro del personal de Stratfor se jacta de que “los chicos que dirigían Otpor! crecieron, compraron trajes e idearon CANVAS […] o, dicho de otro modo, un grupo para ‘exportar la revolución’ que sentó las bases de MUCHAS revoluciones de colores. Continúan enganchados a la financiación estadounidense y básicamente van por todo el mundo tratando de derrocar a gobiernos dictatoriales y autócratas (a los gobiernos que no gustan a Estados Unidos)”.


Stratfor reveló que CANVAS “dirigió su atención hacia Venezuela” en 2005, después de fomentar movimientos de oposición que lideraron operaciones de cambio de régimen a favor de la OTAN en toda Europa Oriental. Entre las personas formadas por CANVAS se encontraban los líderes del intento de golpe en Venezuela de este año, incluidos Juan Guaidó, Leopoldo López y decenas de figuras vinculadas al partido Voluntad Popular apoyado por Estados Unidos.


“Están muy bien cualificados”, afirmó Stratfor de los preparadores de CANVAS. “Cuando se ve a estudiantes de cinco universidades venezolanas que celebran manifestaciones simultáneamente, se sabe que ha terminado la formación y que ha empezado el verdadero trabajo”.


De pronto, el “verdadero trabajo” de los profesionales del cambio de régimen como HRF y CANVAS se ha concentrado en Bolivia, un gobierno progresista latinoamericano que todavía no se ha enfrentado a toda la ira de Washington como lo han hecho Venezuela, Nicaragua o Cuba.


Y Daza es una aliada directa del fundador de CANVAS, Srdja Popovic, el que fuera líder líder del grupo serbio a favor del cambio de régimen apoyado por Occidente, Otpor!, el cual ha estado promoviendo a Daza en su cuenta de Twitter y acusando a Bolivia de “mala gobernanza” y de “desastre medioambiental”.


Su relación se remonta a años atrás. En mayo de 2018 esta activista boliviana anti-Morales publicó una foto con Popovic en su Facebook y añadía: “Ahora mismo estoy en la gloria”.

Silencio acerca de Bolsonaro, avisos de violencia contra Evo 

Igual que sus homólogos en otros países que están en la diana de Estados Unidos , Jhanisse V. Daza encubre sus cínicas ambiciones de cambio de régimen con un barniz de buena voluntad humanitaria difundiendo una supuesta preocupación por los pueblos indígenas y otros grupos marginales .


Pero su discutible insinuación de que el primer presidente indígena del mundo alberga en secreto sentimientos antiindígenas no ha calado entre las verdaderas personas implicadas. En las tres últimas elecciones Morales ha recibido un amplio respaldo de los grupos indígenas de Bolivia y se prevé que este respaldo continúe en las próximas elecciones


Es t a es la razón por la que los esfuerzos de Daza son tan importantes para los actuales intentos de Occidente de derrocar a los gobiernos progresistas en América Latina. Al perpetuar un relato según el cual los devastadores incendios en toda la cuenca del Amazonas en realidad son un a consecuencia del socialismo y no del expansionismo capitalista, el cual se considera de forma generalizada, incluso por los medios dominantes, el origen de la crisis, Daza es capaz de criminalizar a los gobiernos progresistas al tiempo que exonera al gobierno de extrema derecha de Brasil. 


Sus jefes de Human Rights Foundation no han mencionado a Bolsonaro ni una vez en Twitter desde que este demagogo de extrema derecha llegó al poder. La organización ha permanecido en silencio a pesar de la condena casi universal en todo el mundo de sus muchas afirmaciones y políticas racistas, sexistas, xenófobas, en contra de los indígenas y homófobas.


Está claro que para esta fundación y los beneficiarios de sus “Becas de la libertad” los gobiernos de derecha impuestos desde fuera que actualmente privatizan las riquezas de América Latina no son violadores de derechos humanos sobre los que merezca la pena hablar.


Mientras Daza promociona su ONG Ríos de Pie por “difundir el uso de la no violencia como la principal forma de protesta”, advirtió en el blog de Iyad al-Baghdadi (otro activista de los cambios de régimen promovido por la HRF) que “un movimiento ciudadano por sí solo no puede garantizar que los bolivianos no tomen medidas más radicales. La violencia es un riesgo real cuando la gente se da cuenta de que unas estructuras autoritarias no respetan su voluntad”.


Wyatt Reed es un activista y periodista residente en Virginia que cubre movimientos climáticos y de justicia racial, y temas de política exterior. Se le puede seguir en Twitter en @wyattreed13.

Fuente: http://thegrayzone.com/2019/08/29/western-regime-change-operatives-launch-campaign-to-blame-bolivias-evo-morales-for-the-amazon-fires/


Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.

jueves, septiembre 12, 2019

Bolivia y el mundo


CELAG
10-08-2019

Ni los unos ni los otros logran entender la política exterior de Bolivia. Todos están sorprendidos por tanta eficacia, pero no acaban de descifrar cómo se hace lo de compatibilizar tantas relaciones aparentemente contradictorias entre sí. La razón de tanto desconcierto es bien sencilla: se siguen analizando las relaciones exteriores desde un paradigma obsoleto, basado en la idea de que “el enemigo de tu amigo ha de ser tu enemigo”. Y eso ya es agua pasada. 

El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el vicepresidente, Álvaro García Linera, en un acto por el 194 aniversario de las Fuerzas Armadas bolivianas, en El Alto (Bolivia). EFE/Stringer
 
La transición geopolítica sigue su curso. El mundo jamás se detiene y mucho menos en lo que concierne a las relaciones entre países. El contexto geoeconómico global marca y condiciona el devenir de la forma en la que se relacionan los países. En época de “vacas flacas” el proteccionismo resurge con más fuerza. Véase, por ejemplo, lo que hace el mismo Trump. La contracción del comercio mundial en la última década es un hecho irrefutable que empuja hacia un mayor “darwinismo” como premisa básica para la inserción económica de los países en el mundo. Cada quien se lo busca como puede.

Pero no todo es geoeconómico. Existe, también, una nueva época de relaciones geopolíticas en la que los bloques cada día son más débiles. Son menos homogéneos. Y un buen ejemplo es lo que sucede al interior de la Unión Europea, donde se observa cómo hay grandes diferencias en muchos temas claves, como así ocurre con el acuerdo comercial con Mercosur. Si nos aproximamos a América Latina también advertimos cómo cada día hay una mayor dificultad para tratar homogéneamente cualquier asunto internacional al interior de cada bloque. Esto ocurre tanto en un lado como en el otro, tanto en la Alianza del Pacífico como en el ALBA. Estamos en un nuevo tiempo geopolítico en el que cada país busca su hoja de ruta internacional unilateralmente, sin que ello signifique renunciar a alianzas con socios preferentes. 

Es justamente esto lo que debemos entender. Sería un error garrafal tratar de explicar las relaciones internacionales con los principios de la Guerra Fría, amparados en un marco lógico dicotómico; estás en este bando o en el otro y, por supuesto, siempre excluyentes entre sí. No. Ya no estamos bajo ese viejo paradigma. Y quien mejor lo demuestra es Bolivia, que mantiene relaciones efectivas con todo el mundo, con diferentes tonalidades e intensidades. Adapta cada relación con el otro según cada necesidad, sin ninguna renuncia a sus propios principios. Tiene claridad absoluta sobre su línea roja en base a la soberanía, pero no necesita recordarla cada vez que se sienta en una mesa de negociación. Seguramente, por haber entendido muy bien qué es lo que toca hacer en estos nuevos tiempos históricos, Bolivia es el país con “menos rechazo” por parte del resto de países de la región latinoamericana. 

Evo Morales puede sentarse en la misma mesa con Duque (Colombia), Abdo (Paraguay), Vizcarra (Perú) y Macri (Argentina), al mismo tiempo que va a visitar a Maduro (Venezuela) o Diaz Canel (Cuba); puede recibir la visita de Almagro (OEA) de la misma manera que es recibido por Putin (Rusia). Es respetado en la Unión Europea y también en Oriente Medio, Turquía e India. Es capaz de acordar financiación con la CAF y el BID en paralelo a sus convenios con China. 

Esta gran variedad de relaciones no son equidistantes entre sí. Es decir, no con todos se tiene el mismo grado de sintonía y lealtad; ni mucho menos. Existen infinidad de matices en cada relacionamiento. Hay prioridades diferentes, tipologías distintas. No es lo mismo la relación comercial que Bolivia debe tener con Brasil y Argentina, más allá de las afinidades ideológicas, que la relación más política que pueda tener con otros socios. No es lo mismo la relación de conveniencia que pueda tener con instituciones supranacionales de las que requiere el aval en vísperas de elecciones, que las que tenga en base a otras alianzas ideológicas.

Bolivia ha logrado tejer virtuosamente una gran matriz de relaciones con el mundo. Compleja y heterodoxa. Donde caben todos sin ceder soberanía. La política exterior de Bolivia en estos años ha logrado una gran amplitud, sin exclusiones, pero sí con prioridades, haciendo compatible lo que parecería imposible. Evo Morales demuestra, una vez más, que sí hay alternativa, también en lo que atañe a las relaciones exteriores.

Alfredo Serrano Mancilla, Director Celag.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.