Un concierto por Colombia
28-02-2019
CELAG
Empecemos
por el principio y sin rodeos. Según la Comisión Europea, con ase en su
propio índice (elaborado por el Comité Inter-Agencias Permanente del
Grupo de Referencia sobre Riesgos, Advertencias Tempranas y Preparación,
INFORM), Colombia es el país de Latinoamérica con mayor riesgo de
crisis humanitaria, por encima de Guatemala, México, Honduras y, por
supuesto, de Venezuela.
Un niño pobre en Colombia tendría que
esperar 330 años en promedio para dejar de serlo, según informe de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Se
requiere el paso de 11 generaciones.
Uno de cada diez niños en
Colombia sufre desnutrición crónica, según el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (Unicef). Un informe del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE), indica que entre 2012 y
2016 han muerto 1.562 niños por desnutrición en todo el territorio
nacional. Según la misma Unicef, 1 de cada 3 niños viven en condiciones
de pobreza multidimensional y la mitad de los niños menores a dos años
están en hacinamiento crítico.
Colombia ocupa el tercer puesto,
entre 175 países, con la tasa más alta de homicidio infantil en el
mundo, según el último informe de la organización internacional no
gubernamental Save the Children para los años 2015-2017.
En los
últimos 11 meses, fueron asesinados 162 defensores de derechos humanos y
líderes sociales en 99 municipios de todo el país, según datos de la
Defensoría del Pueblo de Colombia.
Según el último informe de
Transparencia Internacional, Colombia ha empeorado su índice de
Percepción de Corrupción, que ya está en la posición número 99 de los
180 países analizados. La corrupción en Colombia cuesta anualmente
18.400 millones de dólares, según la propia Contraloría general del
Estado; eso supone algo más del 5% del PIB, o el 15% del presupuesto
nacional.
En Colombia los ataques contra periodistas se
incrementaron en un 89% entre 2015 y 2018, según la Fundación para la
Libertad de Prensa. De hecho, Colombia se encuentra (junto a México y
Brasil) entre los 14 principales países del mundo donde los asesinos de
periodistas no son castigados en los tribunales, según el índice global
de impunidad elaborado por el Comité para la Protección de los
Periodistas.
Colombia sigue siendo el país con mayor número de
desplazados internos en el mundo, con 7,7 millones de personas en 2017,
según la investigación publicada por el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En lo económico, el peso
de la actividad industrial en Colombia retrocedió del 25 al 12% del PIB
entre 1970 y 2016, según cifras del Banco Central de Colombia. Y, por el
contrario, la banca ganó peso en los últimos años y sus activos
alcanzaron a representar el 48% del PIB (cuando la cifra era de 23% en
1990). El 55% de los trabajadores gana menos del salario mínimo.
El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) alerta de una
situación muy problemática en Colombia. En su último reporte señala lo
siguiente: “los sistemas y herramientas de supervisión antilavado de activos y contra la financiación del terrorismo
no están completamente en línea con el enfoque basado en riesgo y
existen importantes brechas en la supervisión de las actividades”. Dicho
informe determina que Colombia ha desconocido la realidad del monto
total del dinero que se lava en el país. En un estudio del Banco
Mundial, se estimó que el volumen de activos lavados en la economía
colombiana asciende al 7,5% del PIB.
Por su parte, en el
terreno democrático, Colombia es el país de la región con el nivel más
bajo de participación electoral de toda Latinoamérica. Entre años 1994 y
2018, el promedio de abstención electoral para citas presidenciales fue
del 54,21%. Dos datos adicionales constatan esta debilidad del sistema
democrático colombiano: a) en el plebiscito sobre los acuerdos de paz,
la abstención fue del 62,57%, y b) la consulta popular anticorrupción
realizada en 2018 tuvo una abstención del 67,96%.
Por todo
ello, y por mucho más, Excelentísimo Presidente de la República de
Colombia, Señor Iván Duque Márquez, le propongo que convoque al Grupo De
Lima para tratar de obtener ayuda para su país que, por lo visto, lo
necesita según los datos de múltiples organismos internacionales. Le
sugiero que acuda a Naciones Unidas o, si le gusta más, a la
Organización de Estados Americanos (OEA), para encontrar los apoyos
pertinentes para su país. Y si nada de esto le apetece, siempre le
quedará lo del concierto.
Fuente: https://www.celag.org/un-concierto-por-colombia/