Glocalia
El presunto modelo "autonomista" que pretende dividir a las fuerzas sociales en "centralistas" por un lado y "autonomistas" por otro, es una gran falacia. El pretendido modelo autonomista es simplemente una pantalla cosmética que oculta el propósito de restauración del viejo modelo oligárquico que transfiere competencias del centro a los departamentos oligárquicos, manteniendo todas las estructuras sociales, económicas, políticas y jurídicas, lo cual significa en último término mantener la condición atrasada, dependiente y pre-capitalista que hemos tenido desde la creación de la República.
La convocatoria al referendo revocatorio para el presidente, el vicepresidente y los prefectos de ocho departamentos, ha provocado un verdadero terremoto en la oposición política derechista al gobierno y al proceso de cambio. El líder de la derecha boliviana, Jorge "Tuto" Quiroga, desesperado ante la virtual pérdida de la jefatura de la oposición a manos del famoso Concejo Nacional por la Democracia (CONALDE), dispuso apresuradamente que su bancada senatorial aprobara sin discusión alguna la Ley de convocatoria al Referéndum revocatorio, con la vana esperanza de reasumir el liderazgo opositor perdido.
La medida inconsulta con sus propias "bases" políticas regionales, determinó una verdadera rebelión en el seno de su organización que, a estas alturas, parece irreversible. Por su parte los prefectos "lunáticos", así como los comités "cínicos", se reunieron de urgencia en Tarija y determinaron "rechazar" el revocatorio, cuando un tiempo atrás lo habían solicitado arrogantemente, y suplicar por otro lado al Presidente la convocatoria al "diálogo" que tan agresivamente habían rechazado sistemáticamente en el próximo pasado. Los aires de triunfo que emergieron después de las consultas fraudulentas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, se disiparon rápidamente convirtiéndose en una súplica para "dialogar", otra vez, pretendiendo imponer condiciones insolentes o exigiendo nuevas elecciones.