Atilio Borón escucha las preguntas del público.
CAMBIO EDICION 07-10-2019
Entrevista a Atilio Alberto Borón, Politólogo y sociólogo argentino - Edición impresa
Estuvo recientemente en Bolivia, ¿cómo ve la situación política cuando faltan días para las elecciones generales?
Creo que de a poco hubo una recuperación de la confianza en el
presidente Evo de lo que parecía; digamos, un escenario un poco más
complicado con el tema de los incendios, pero bueno da la impresión de
que la gente empezó a darse cuenta de que realmente la mejor alternativa
que hay es la de votar nuevamente por el presidente Evo. Me parece que
mucha gente que antes estaba dubitativa, en este momento no lo está.
Usted mencionó el tema de la Chiquitania, que estuvo en boga
en estos días. ¿Usted considera que este tema sea determinante para
pasarle factura al ahora candidato Morales?
No, pero lo que pasa es que hay mucha mala voluntad de parte de mucha
gente que aprovechará cualquier cosa con tal de desmerecer la
candidatura del presidente Evo, por eso aprovecharon lo de la
Chiquitania como puede aprovechar cualquier otra cosa.
Pero, me parece que tuvo un impacto que no era el esperado en la
atención del momento, evidentemente hubo una situación de una especie de
indecisión en la gente que lo apoya, complicada con eso, pero luego
tengo la sensación de que ese momento pasó y que en este momento están
poniendo sobre la balanza el notable desarrollo que tuvo Bolivia en los
últimos años bajo la gestión de Evo Morales y me da la impresión de que a
partir de ahí, a partir de ese momento, empiece a haber la recuperación
del apoyo al presidente Evo y creo que esto culminará con una victoria,
que es lo que se produzca en las elecciones del 20 de octubre.
A diferencia de otros candidatos, ¿usted cree que Evo Morales
tiene las suficientes posibilidades de salir airoso en una primera
vuelta en las elecciones en Bolivia?
Estuve hablando con alguna gente que estaba haciendo encuestas allá y
son gente muy seria, que no va a decir una cosa por otra, ellos tienen
una cierta confianza en que efectivamente eso va a ser posible, va a ser
un margen estrecho, pero creen que finalmente habrá la mayoría
suficiente que el presidente Evo va a superar el 40% y que tendrá una
distancia de más de 10 puntos en relación con su más inmediato
perseguidor.
Creo que eso de por sí resuelve la ecuación política.
¿Cómo ve la posición de los otros candidatos, en especial del expresidente Carlos de Mesa?
Mira, (Carlos de Mesa) no tiene para ofrecer algo que Bolivia no
hubiese ensayado y que produjo resultados catastróficos en el pasado.
Lo que puedan ofrecer Carlos (De) Mesa u Óscar Ortiz es lo mismo que
está haciendo (Mauricio) Macri acá en la Argentina; lo que hizo Goni
(Gonzalo Sánchez de Lozada) en Bolivia en el pasado.
Lo que conozco, no solamente que el presidente Evo tuvo una gestión
para mostrar, porque cualquiera que realmente se encuadre y tenga un
mínimo de memoria debería saber lo que era Bolivia hasta 2005 y lo que
es hoy Bolivia.
No tendrían que tener ninguna duda en darle su apoyo, no solo su
apoyo, salir a hacer campaña y hablar con los vecinos y parientes para
que no vayan a cometer un acto de suicidio político votando a candidatos
que nunca lograron sacar a Bolivia del atraso, de la dependencia, del
estancamiento económico.
Hoy Bolivia es la economía más floreciente de América Latina y esto
parece que no fue suficientemente difundido en Bolivia, esto no lo dice
Atilio Borón, lo dice Financial Times, también Boletín Journal, lo dicen
los bancos internacionales, que hablan que Bolivia podría llegar a ser
en el siglo XXI, con las enormes riquezas que tiene y con la gestión
macroeconómica exitosa como la actual, la Arabia Saudita del siglo XXI.
Dicen que el litio es hoy lo que el petróleo fue en el siglo XX, y si
la gente no se convence de eso querrá votar por el pasado. Yo no vi
ninguna propuesta de parte del expresidente Carlos (de) Mesa superadora,
más bien veo lo que hizo Macri en la Argentina y lo que produjo una
debacle gigantesca.
Entonces, yo apuesto a la sensatez de las bolivianas y bolivianos que
tienen que dejar de ser influidos por los medios de comunicación, que
en Bolivia prácticamente hay algo que podríamos llamar con cierto
cuidado una especie de dictadura mediática que se encarga de disminuir,
menoscabar y difamar la figura del presidente Evo y la calidad de su
gestión de gobierno.
Eso puede tener un impacto en alguna gente, pero debe detenerse a
pensar un minuto lo que era Bolivia antes, lo que es Bolivia hoy y lo
que se hizo en sus principales ciudades, las obras que yo he visto.
Hace menos de 10 años, La Paz era un infierno, hoy en día con el tema
del teleférico se produjo un salto cualitativo fenomenal. Era un país
que no tenía, cada fin de año no tenía recursos para pagar a la
administración pública el último sueldo del mes, hoy en día puede llegar
a pagar dos aguinaldos anuales.
Que se den cuenta que eso no ocurre en ningún país de América Latina y me atrevería a decir que en ninguna parte del mundo.
Por eso digo, si la gente vota por suicidarse, bueno,
desgraciadamente habría que admitirlo, pero creo que los bolivianos y
bolivianas tiene un sentido de radicalidad, de fuerza de lo que es el
progreso económico, cultural y social que hubo, y no van a caer en esa
trampa que le tienden los medios, políticos opositores, que no tienen
ningún programa de superación.
Si tú dijeras, tienen programa de superación, ni siquiera eso, lo que
hay es una especie de una crítica sistemática, latiguillo permanente
hablar de corrupción, de la Chiquitania, sin nada más en la mano, sin
tener evidencia ni prueba, ni nada que termine diciendo que el
presidente Evo está involucrado.
Él no puede controlar los incendios más de lo que hizo, compárelo con
lo que no hizo Bolsonaro, un país infinitamente más rico que Bolivia y
fíjense la manera cómo en Bolivia se encaró este tema.
Parece que hoy en día yo veo que no hay muchas opciones más que
nuevamente renovar la confianza en el presidente Evo, el gobierno de los
movimientos sociales.
A mí me gustaría que fuese una victoria absolutamente inobjetable y
amplia del presidente Morales, creo que él y su equipo lo merecen, y
Bolivia merece seguir en este rumbo y no caer en el abismo en el cual
Argentina, desgraciadamente, ha caído, y el pueblo se equivocó, se dejó
engañar y votó por el gobierno de Mauricio Macri, y ahora todos estamos
pagando las consecuencias, y los bolivianos y bolivianas que tienen
muchos parientes acá levanten el teléfono y pregúntenle cómo les va.
Usted hizo referencia a la influencia de los medios de
comunicación, ¿serán tan importantes para influir en la toma de decisión
de los bolivianos?
Creo que los medios hoy en día adquirieron una importancia no
solamente en Bolivia, sino en todo el mundo, quiere decir, por ejemplo,
la campaña permanente del presidente Donald Trump contra los medios
precisamente refleja el hecho de que los medios operan en su contra y
son muy eficaces para menoscabar y erosionar la base de apoyo de Trump.
O sea, los medios desarrollaron una tecnología de control del
sentimiento, de las emociones y la comprensión de aquellos que leen en
los medios, escuchan las noticias por la radio o la ve por televisión,
que era impensable hace 15 años, por eso se habla hoy de guerras de
quinta generación, las que son dirigidas fundamentalmente a controlar
las emociones, los afectos, los temores de la población y hacer uso y
abuso de lo que llaman las fake news, mentiras que son preparadas como
si fueran verdades.
Entonces, en ese sentido, no cabe duda de que si estarán ejerciendo
una influencia fuerte en Bolivia, como la ejercen en Argentina, como la
ejercen en Chile y creo que esa influencia hay que neutralizarla porque
es absolutamente perversa y contraria a los intereses de los pueblos.
¿Usted cree entonces que de no ganar Evo Morales se vivirá lo que pasa en Argentina? ¿Es correcto ese análisis?
No cabe ninguna duda. Basta mirar la propuesta de ellos (oposición), y
es la propuesta de volver a la ortodoxia neoliberal, a la ortodoxia que
plantea el Fondo Monetario Internacional.
Miren lo que pasó en la Argentina, mírense en el espejo argentino, y
si quieren no apoyar a Evo van a tener que pagar consecuencias muy
gravosas.
Así que espero y confío. Es un pueblo sensato el boliviano; lo que
pasa es que a veces lo abruman, lo distraen, lo confunden, lo atosigan
con tanta mala información hecha sin ninguna responsabilidad, con
acusaciones absurdas y ridículas sobre qué es lo que pasaría si vuelve a
ganar Evo, que no tiene ni pies ni cabeza; hablan de que se eternizará
en el poder si se reelige. Bueno, se reelige Angela Merkel en Alemania, y
por qué en Alemania no se genera ningún problema y en Bolivia genera
toda clase de problemas.
Esto tiene que ver con la colonialidad cultural que surge después de
500 años de haber sido todo en nuestros países sometidos por poderes
imperiales a partir de la conquista de América, pero no tiene nada que
ver con la realidad. Alguna gente ingenua, desinformada, despolitizada
cae en la trampa y después se van a lamentar, ¿o se olvidan de la
‘guerra del agua’ o la ‘guerra del gas’, las movilizaciones, las
huelgas, los paros de la gente más pobre?
Me sorprenden, por ejemplo, los médicos que están en paro en contra
de la medicina pública, lo cual es una barbaridad, y hago una reflexión a
las compañeras y compañeros médicos, ¿cómo pueden estar en contra del
SUS?, es una de las grandes conquistas que hubo en algunos países
europeos de la posguerra, lo que hubo en Canadá, la medicina pública de
calidad.
La medicina no puede ser fuente de negocio; si esa gente que está
haciendo paro quiere hacer negocio, por qué no se ponen una tiendita y
se ponen a vender.
La medicina no es para comerciar, es una distorsión absoluta que
viene del modelo americano, donde la medicina es un gran negocio. Pero
la gente del pueblo tiene que darse cuenta de que esa gente jamás la va a
curar, y una vez que derroten el proyecto de Evo e instauren la
medicina privada, como se ha hecho en Chile, después no se van a poder
curar, es gente que va a morir a causa de la desatención médica.
Vean lo que pasa en otros países en donde la medicina está totalmente
privatizada. Empezando por los Estados Unidos o Chile, ¿qué van a hacer
las familias cuando tengan alguna persona muy enferma?, no tienen cómo
curarla o si la curan es endeudándose hasta la coronilla porque no
tienen recursos para la privada.
¿Cómo ve la correlación de fuerzas en Sudamérica cuando hay
problemas en Argentina, recientemente en Ecuador y Perú no se queda
atrás, al igual que Brasil?
Yo veo que Bolivia es una especie de isla; es el único país que vino
creciendo a una tasa del 4,5 o 5% los últimos años, un país donde no hay
problemas de inflación, un país donde hubo un empoderamiento de
sectores sociales, expansión de derechos de una manera muy significativa
todos estos últimos años; un país que vino creciendo en sus
exportaciones y que tiene un manejo macroeconómico considerado ejemplar.
Creo que Bolivia con la Argentina va a tener un respaldo con el nuevo
gobierno que va a venir, que de hecho será de Alberto y Cristina
Fernández; definitivamente que con el gobierno de Macri no tiene, y creo
que como se están moviendo las cosas en Perú y sobre todo en el
Ecuador, no sería raro que el año que viene tuviéramos una coronación
internacional de fuerzas. Perú está en víspera de grandes cambios
económicos, políticos y sociales postergados de la época de Fujimori;
hay una acumulación muy fuerte de organizaciones populares, partidos
políticos y fuerzas políticas que están pugnando para lanzar de una
manera muy significativa en el desarrollo político del Perú en una
dirección congruente con lo que vino obteniendo Bolivia.
Y en el caso de Ecuador, donde el supremo traidor de la historia de
América Latina, Lenín Moreno, tuvo que huir como una rata y refugiarse
en Guayaquil, y tiene a toda la gente en la calle protestando; no nos
sorprendería si ese hombre migra rápidamente y se va bajo la protección
de los Estados Unidos, como está protegiendo también a (Gonzalo) Sánchez
de Lozada. Lenín podría ser el sucesor en recibir los favores del
imperio por la tarea hecha, por haber metido preso a Jorge Glass, una
vez hecho una campaña brutal de agresiones en contra del presidente
(Rafael) Correa, que tiene 29 demandas penales formuladas por este
gobierno hipercorrupto del señor Lenín Moreno.
Como decía Rafael Correa, “he acumulado más demandas penales que
Alcapone en los Estados Unidos”; entonces esto puede cambiar muy rápido.
Venezuela, que está resistiendo la agresión norteamericana, y en
Uruguay, donde el Frente Amplio parece que está encaminado a una nueva
victoria, y si tenemos la confirmación del triunfo de Evo en Bolivia,
más este escenario de Perú y Ecuador, todo evoluciona en una situación
positiva porque se demostró que esa derecha no tiene condiciones algunas
de gobernar y generar estabilidad, seguridad, tranquilidad y progreso a
sus pueblos. No sería raro que en el curso de los dos o tres años se
constituyera en una correlación de fuerzas internacional en esta parte
del mundo que no va a ser igual a principios del siglo XXI, porque los
líderes más importantes están muertos, como el caso de Hugo Chávez,
Néstor Kirchner o Fidel Castro, o están presos como Lula (da Silva), o
están acosados judicialmente como Cristina, pero puede recomponerse la
situación muy favorable y que vaya a ser un respaldo muy importante a
esta nueva fase del gobierno boliviano con la reelección de Evo.
Perfil
Es un politólogo y sociólogo argentino, doctor en Ciencia
Política por la Universidad de Harvard. Actualmente, es director del
Centro de Complementación Curricular de la Facultad de Humanidades y
Artes de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Es profesor consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad de Buenos Aires e investigador del IEALC, el Instituto de
Estudios de América Latina y el Caribe. Fue vicerrector de la
Universidad de Buenos Aires (1990-1994) y secretario ejecutivo del
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) entre 1997 y 2006