Hondureños atrapados entre retenes militares que impiden la llegada de ayuda
Encabezaban un contingente de 200 personas que se dirigía hacia el puesto limítrofe con Nicaragua para reunirse con el presidente Zelaya
La Jornada
Cuatro líderes de las organizaciones populares hondureñas, que encabezan a un contingente de más de 200 personas contrarias al golpe de Estado, partieron la madrugada de este domingo hacia el puesto fronterizo con Nicaragua, en El Paraíso, para reunirse ahí con el presidente depuesto Manuel Zelaya. Sin embargo, el grupo que caminaba a pie por las montañas para evadir los numerosos cercos y retenes del ejército y policía hondureños, fue detectado por una patrulla cerca de las seis de la mañana. Desde entonces se perdió la comunicación con ellos.
Se trata de Salvador Zúñiga y Berta Cáceres, de la Coordinadora de Organizaciones Populares e Indígenas y Miriam Miranda y Alfreddo López, de la Organización Fraternal Negra de Honduras (de garífonas). Ellos son, además, dirigentes del recién creado Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe.
Otros activistas populares que siguieron el movimiento de este grupo hacia la frontera y que durante las primeras horas de la caminata mantuvieron comunicación fluida vía telefonía celular con los líderes alertaron cerca del mediodía sobre el riesgo de que los dirigentes hayan sido detenidos por las autoridades leales al régimen de facto sin que se informe sobre su paradero.
Desde el viernes 24 de julio un numeroso contingente de opositores a los golpistas se movilizaron hacia el puesto fronterizo que del lado hondureño se llama El Paraíso y del lado nicaragüense se denomina Las Manos, en el departamento de Danlí.
Varias unidades de policías y soldados enviados por el presidente de facto Roberto Micheletti les atajaron el paso en los retenes. El presidente constitucional Zelaya acampa desde ayer a unos metros de la frontera, donde, según declaró, estableció una “cabeza de playa” para poder tener contacto con sus seguidores del lado hondureño.
Ante estos avances de las fuerzas de resistencia, el ejército hondureño redobló el bloqueo de los caminos y las amenazas contra los manifestantes pro zelayistas.
Paralelamente se cumple en Honduras en tercer día de paro general por parte de las tres centrales que aglutinan a los trabajadores del sector estatal.
Cuatro líderes de las organizaciones populares hondureñas, que encabezan a un contingente de más de 200 personas contrarias al golpe de Estado, partieron la madrugada de este domingo hacia el puesto fronterizo con Nicaragua, en El Paraíso, para reunirse ahí con el presidente depuesto Manuel Zelaya. Sin embargo, el grupo que caminaba a pie por las montañas para evadir los numerosos cercos y retenes del ejército y policía hondureños, fue detectado por una patrulla cerca de las seis de la mañana. Desde entonces se perdió la comunicación con ellos.
Se trata de Salvador Zúñiga y Berta Cáceres, de la Coordinadora de Organizaciones Populares e Indígenas y Miriam Miranda y Alfreddo López, de la Organización Fraternal Negra de Honduras (de garífonas). Ellos son, además, dirigentes del recién creado Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe.
Otros activistas populares que siguieron el movimiento de este grupo hacia la frontera y que durante las primeras horas de la caminata mantuvieron comunicación fluida vía telefonía celular con los líderes alertaron cerca del mediodía sobre el riesgo de que los dirigentes hayan sido detenidos por las autoridades leales al régimen de facto sin que se informe sobre su paradero.
Desde el viernes 24 de julio un numeroso contingente de opositores a los golpistas se movilizaron hacia el puesto fronterizo que del lado hondureño se llama El Paraíso y del lado nicaragüense se denomina Las Manos, en el departamento de Danlí.
Varias unidades de policías y soldados enviados por el presidente de facto Roberto Micheletti les atajaron el paso en los retenes. El presidente constitucional Zelaya acampa desde ayer a unos metros de la frontera, donde, según declaró, estableció una “cabeza de playa” para poder tener contacto con sus seguidores del lado hondureño.
Ante estos avances de las fuerzas de resistencia, el ejército hondureño redobló el bloqueo de los caminos y las amenazas contra los manifestantes pro zelayistas.
Paralelamente se cumple en Honduras en tercer día de paro general por parte de las tres centrales que aglutinan a los trabajadores del sector estatal.