jueves, octubre 18, 2007

Venezuela: Aló Presidente


Guerrilla semiótica televisada
Fernando Buen Abad Domínguez

Argenpress

Nadie imaginaría que un programa televisivo largo, muy largo (1), basado casi en una sola toma, sin movimientos ni efectos espectaculares, con un hombre que habla y habla, que incluso canta de cuando en cuando, y feo (2), sería uno de los foros de comunicación y educación política más importantes en plena 'Civilización de la Imagen (3)'. Nadie imaginaría que tal experiencia de comunicación sería un apogeo de celebraciones revolucionarias, manicomio para funcionarios gubernamentales, voz de pueblo emplumada con rebeldías, sinfonía de luchas alimentadas con estrellas que bajan a galope desde la bandera de la revolución.

Aló Presidente ha roto los cánones y los silabarios con que muchos iniciados y sabihondos mediáticos andan por el mundo vendiendo 'Ingeniería de Imagen'. Ha saltado las tranqueras y los límites, los estatutos de muchos 'estudios de recepción', los 'hábitos de las audiencias' y los estereotipos del 'raiting'. Aló Presidente es una experiencia de comunicación alimentada con los imaginarios más ansiosos. Insurrección semiótica que con imágenes y palabras transmite a norte y sur, este y oeste su clamor de verdades. Hugo Chávez pasa horas explicando planes y tácticas sobre el pizarrón eléctrico de la tele y la radio, repletos de miradas… enseña, aprende, denuncia, exige… palabra por palabra. Habla con fuerza desde la política, sobre la política y contra ciertos políticos que temen mancharse los zapatos. Algunos burócratas… pues.

Aló Presidente es una revolución hecha comunicación, no por gracia del talento 'genial' de Hugo Chávez, por su encanto o carisma, o no sólo, sino por la fuerza que las masas le confieren para que comande, junto a otros, una revolución incluso con los mass media. Aló Presidente no sería lo que es sin la lección extraordinaria de abril y sin la potencia de un pueblo decidido a transformarlo todo y transformarse sí para devolverse las tierras y fábricas robadas a lo largo de siglos, el trabajo y las riquezas saqueadas lo largo de siglos. En Aló Presidente el que habla no es el que aparece, el que mira no está inmóvil, el que escucha dialoga con sus convicciones y todos someten a escrutinio y prueba lo que parece lejos pero que está a la vista cuando la vista no se agota con lo visible (4).

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