miércoles, octubre 24, 2007

“Empate catastrófico” en Bolivia

Sin avances en la Asamblea Constituyente

Pablo Stefanoni
Le Monde Diplomatique (de Rebelión)

Al cierre de esta edición, el MAS –del presidente Evo Morales– advertía sobre el cierre definitivo de la Asamblea Constituyente ante el desacuerdo sobre las pretensiones de Sucre de recuperar su estatus de “capital plena”. La posibilidad de que fracase la “refundación de Bolivia” da cuenta de las dificultades de una nueva institucionalidad, ante la resistencia conservadora basada en reivindicaciones regionales.

A tres meses de cumplir dos años en el Palacio Quemado, el presidente Evo Morales mantiene un elevado capital político: las encuestas ubican la aprobación ciudadana a su gestión en alrededor del 60%. El apoyo social a su liderazgo se independizó, hasta cierto punto, de las dificultades cotidianas del gobierno –que no son pocas– y son los “malos” ministros que lo rodean quienes quedan en la mira de los cuestionamientos sociales. Las razones de la popularidad del aún líder cocalero, y de su propuesta de nacionalismo popular con tintes desarrollistas y redistribucionistas, que constituye la ideología de la mayor parte del gobierno, no son un misterio para nadie. Por un lado está la nacionalización del gas, que después de un año y medio de su implementación sigue alentando el sueño popular de dejar atrás el atraso económico y “ser como Suiza” (1). Por otro, existe una fuerte identificación de la mayoría de los bolivianos pobres –principalmente campesinos– con el “primer Presidente indígena de la historia” nacional. Todo en el marco de la buena situación macroeconómica, vinculada al boom internacional del precio de las materias primas, que posibilitó un récord de exportaciones: más de 4.000 millones de dólares, el doble que en 2004, compuestas en un 75% por hidrocarburos y minerales (2). Debe agregarse la inversión en infraestructura de parte de la renta gasífera captada por el Estado luego de las nacionalizaciones y la cooperación venezolana, que se traduce, entre otras cosas, en el financiamiento de proyectos de desarrollo de los municipios (3).

Se sinceran los límites

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