jueves, junio 30, 2011

Lo que está realmente en juego en Libia


La guerra sucia contra Libia

Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Mucho más allá de la impenetrable neblina de la guerra, la actual tragedia de Libia se está transformando en una guerra de acrónimos que representa gráficamente los “dolores de parto” de un posible nuevo orden mundial.

Por una parte están la OTAN y la LA (Liga Árabe); por la otra la Unión Africana (UA) y el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Otra interpretación alternativa sería la del Occidente atlantista y sus aliados árabes contrarrevolucionarios contra África y las potencias económicas emergentes.

Mentiras, mentiras y más mentiras

El Congreso de EE.UU. ha hecho mucho ruido con el tema de Libia, sobre todo con los tecnicismos sobre la Ley de Poderes de Guerra. Esencialmente, los legisladores estadounidenses se niegan, hasta ahora, a autorizar lo que camina como una guerra y habla como una guerra y que, según la Casa Blanca, no es una guerra. No habrá más fondos para una mayor participación de EE.UU. en esta aventura de la OTAN, pero los fondos seguirán fluyendo a pesar de todo.

Como las contorsiones semánticas involucradas en la tragedia libia ya han ido más allá de la neolengua, esto significa en la práctica que drones estadounidenses se seguirán uniendo a los cazabombarderos de la OTAN en el bombardeo de civiles en Trípoli.

A diferencia del incontenible Vijay Prashad de Trinity College en Connecticut, es posible que pocos en Occidente hayan tomado nota de lo que el primer ministro chino Wen Jiabao dijo sobre todo esto. En un artículo de opinión del 23 de junio en el Financial Times titulado “Cómo China planifica reforzar la recuperación global”, Wen señala que China está lista para ejercer su influencia política en MENA (Medio Oriente/Norte de África) a través del BRICS.

Beijing no está lo que se dice contenta después del golpe que han recibido sus considerables inversiones energéticas en Libia – más de 30.000 trabajadores evacuados en solo dos días. Quiere asegurarse de que seguirá siendo un protagonista importante en cualquier cosa que pase en Libia.

El Ministerio de Exteriores ruso, por su parte, ya ha subrayado que “la destrucción física de [Muamar] Gadafi y miembros de su familia provoca serias dudas”. La hija de Gadafi, Aisha, está demandando a la OTAN en Bruselas por el asesinato de su hija, Mastoura, su hermano y otros dos nietos de Gadafi.

Donatella Rovera, la consejera sénior de Amnistía Internacional para la reacción ante las crisis, ha informado, después de pasar tres meses en Libia, que no existe absolutamente ninguna prueba de que soldados libios con Viagra hayan violado a mujeres (es un hecho para la Corte Penal Internacional).

Amnistía tampoco encontró pruebas de que mercenarios de África Central y Occidental estén combatiendo contra los “rebeldes”. Según Rovera, “los que mostraron a los periodistas como mercenarios, fueron luego silenciosamente liberados… En su mayoría eran inmigrantes subsaharianos que trabajaban en Libia sin papeles”.

Aunque algunos fueron linchados e incluso ejecutados, históricamente Cirenaica siempre ha albergado prejuicios contra africanos negros.

Los civiles han sido bombardeados por el ejército libio y por la OTAN. Sin embargo, no existen pruebas de que las Fuerzas Aéreas libias hayan bombardeado ciudades “rebeldes” enteras, como tampoco hay pruebas de que se hayan producirdo matanzas masivas de civiles al mismo nivel de Siria o Yemen. En resumen: el régimen de Gadafi podrá tener un historial de brutal represión contra todo tipo de oposición, pero no ha cometido un genocidio. Eso entierra por completo la justificación de los halcones humanitarios para la guerra.

La hipocresía manda. La Corte Penal Internacional acusa a Gadafi, a su hijo Said al-Islam (quien solía ser un niño mimado de la London School of Economics) y al zar de la inteligencia, Abdallah al-Senoussi, de “crímenes contra la humanidad”, mientras la espantosa dictadura en Birmania/Myanmar y los al-Khalifa en Bahréin salen libres de polvo y paja.

En caso de duda, balcaniza

Hay que conocer las cavernosas salas de la OTAN en Mons, cerca de Bruselas, para estimar hasta qué punto ese enjambre de burócratas militares es impermeable a la realidad. La OTAN todavía cree que “ganó” la guerra contra Slobodan Milosevic al bombardear Serbia durante 78 días en 1999. Lo “ganó” esa guerra, en realidad, fue que Milosevic perdió el apoyo político de Rusia.

Después de más de 100 días de bombardeo de Libia, con 12.000 incursiones y 2.500 objetivos, la OTAN sigue pretendiendo que está “ganando”. Sí, exactamente cómo está “ganando” en Afganistán.

Reglas de neolengua en el contexto de una implacable guerra de desinformación: La OTAN se niega a admitir abiertamente que está empeñada en la liberación humanitaria de Libia a través de un cambio de régimen, lo que, a propósito, la resolución 1973 de la ONU desautoriza.

Por su parte, EE.UU. desconectó la televisión libia del satélite ArabSat – del cual Libia es accionista. Al nuevo representante libio ante las Naciones Unidas se le negó una visa estadounidense. Esto significa que la sospechosa pandilla heterogénea de “rebeldes” ha conseguido un foro en los medios globales en inglés.

Incluso en los tan alabados “bombardeos de precisión”, la OTAN pierde por lo menos uno de cada diez misiles. Esto explica la creciente proporción de “daños colaterales”. Los objetivos no son solo militares: son cada vez más económicos, como la Casa de la Moneda libia, que imprime dinares.

No hay un levantamiento nacional contra el régimen. Tripolitania –Libia Occidental– se ha unido en apoyo a Gadafi; después de todo se considera que defiende al país contra un ataque neocolonial extranjero.

Mientras tanto, aquellos que en Bengasi creen que el oportunista y neo-napoleónico Nicolas Sarkozy los quiere tanto como para “liberarlos” con aviones Rafales son considerados unos mentecatos – si no como traidores.

Los yihadistas norteafricanos de al-Qaida, por su parte, gozan manipulando a la OTAN para lograr sus objetivos – realizar uno que otro linchamiento o amputación en un entorno “liberado”.

La mezcla de arrogancia e incompetencia de la OTAN lleva inevitablemente hacia una balcanización de Libia – un escenario que ya fue pronosticado por Asia Times Online. En vista de que ya se han distribuido casi dos millones de ametralladoras a la población, y asumiendo que la OTAN terminará por desplegar soldados en tierra –la única manera de lograr una “victoria” decisiva– se pueden imaginar las consecuencias absolutamente trágicas en términos de un combate urbano muy sangriento.

Un nuevo protectorado de la OTAN

Libia ya es casi un ejemplo gráfico de saqueo neocolonial posmoderno.

La “victoria” de la OTAN significaría, en la práctica, que Cirenaica se convertiría en una república independiente – aunque los “rebeldes” preferirían restaurar la monarquía (el candidato apenas puede ocultar su impaciencia en Londres), algo que desean Arabia Saudí y Qatar – los principales auspiciadores del cambio de régimen.

Ese pretendido emirato de Libia oriental “independiente” ya ha sido reconocido por unos pocos países, incluida la Francia de Sarkozy. No es sorprendente; ya está configurado como protectorado de la OTAN. El ultra sospechoso Consejo Transitorio ni siquiera puede dejar que sus miembros –desertores oportunistas, agentes de la CIA, clérigos vinculados a los yihadistas– sean conocidos.

Además, miles de millones de dólares de activos libios ya han sido –ilegalmente– confiscados por EE.UU. y la Unión Europea. Y parte de la producción nacional de petróleo es comercializada por Qatar.

Esta guerra híbrida de la OTAN ya no tiene absolutamente nada que ver con lo que se llamó R2P (Responsabilidad de Proteger) – el nuevo evangelio de los halcones humanitarios que ha puesto patas arriba el derecho internacional. Los civiles no son protegidos, sino bombardeados en Trípoli. Hay una crisis de refugiados, consecuencia directa de esta guerra civil. A pesar de los repetidos ruegos de Turquía y la UA, los halcones humanitarios ni siquiera se preocuparon de organizar un corredor humanitario hacia Túnez y Egipto.

El único camino factible es un alto el fuego – con la OTAN fuera del cuadro. El monitoreo en el terreno podría ser responsabilidad de cascos azules de la ONU – compuestos preferentemente por africanos. Occidente no tiene absolutamente ninguna credibilidad para actuar como mediador: los africanos serían los primeros en oponerse. Por lo tanto, lo que queda sería la Liga Árabe y la UA.

La Liga Árabe es favorable a Bengasi. De hecho, un falso voto de la Liga Árabe (solo nueve de 22 países, seis de ellos parte del Club de la Contrarrevolución del Golfo, también conocido como GCC), manipulado por Arabia Saudí, permitió el apoyo árabe a lo que se convirtió en la resolución 1973 de la ONU; de hecho fue un trueque a fin de que la Casa de Saud tuviera las manos libres para reprimir las protestas por la democracia en Bahréin, como ha informado Asia Times Online (vea en Rebelión: “ Revelado el acuerdo entre EE.UU. y Arabia Saudí ”, 2 de abril de 2011).

La UA ha zaherido repetidamente el consorcio por cambio de régimen anglo-francés-estadounidense – incluso después que obtuvo un compromiso de Gadafi de iniciar negociaciones. La UA se reunirá de nuevo este jueves en Guinea Ecuatorial. El presidente del panel Libia de la UA –el presidente de Mauritania, Mohamed Abdel Aziz– ya ha dicho oficialmente que Gadafi “ya no puede dirigir Libia”, lo que es un considerable paso más para la UA.

Pero eso no significa que la UA –a diferencia de la OTAN y de los “rebeldes”– quiera un cambio de régimen ahora mismo. La entrega del poder de Gadafi tendría que ser un resultado natural de negociaciones detalladas. En pocas palabas: la AU tiene un mapa de ruta hacia una solución; la OTAN tiene bombas. Y el BRICS, especialmente a través de China, Rusia y Sudáfrica, prefiere la estrategia de la UA.

Hay que contar con que el consorcio EE.UU./OTAN luchará hasta la muerte por motivos obvios, todos vinculados con la eterna, inconmovible, doctrina de dominación de espectro completo del Pentágono, además de un argumento secundario crucial: el nuevo concepto estratégico de la OTAN adoptado en Lisboa en noviembre de 2010 (vea en Rebelión “Bienvenidos a "OTANstán" , 21 de noviembre de 2010).

La definición de “victoria” de la OTAN implica a Bengasi como el nuevo Campo Bondsteel – la mayor base militar de EE.UU. en Europa, que casualmente también funciona como Estado “independiente” bajo el nombre de Kosovo. Cirenaica es el nuevo Kosovo. Reglas de la balcanización.

Es una especie de escenario ideal para el complejo OTAN/AFRICOM. AFRICOM consigue su tan deseada base en África (la sede actual está en Stuttgart, Alemania) después de participar en su primera guerra africana. La OTAN extiende su crucial programa de gobernar el Mediterráneo como lago de la OTAN. Después del Norte de África, solo habrá dos no participantes mediterráneos que “eliminar”: Siria y el Líbano. El nombre de este juego no es Libia, sino la Guerra Prolongada

Pepe Escobar es autor de “ Gl.obalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su último libro es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com.

(Copyright 2011 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.)

Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MF30Ak02.html

martes, junio 28, 2011

La guerra como deporte - Costa Rica

Guerra-futbol-genocidio-Irak-Afganistan-Libia...
Bryan González Hernández

“Si quieres tener una idea de lo que será el futuro, imagina una bota que aplasta un rostro humano... perpetuamente”.

George Orwell

En Costa Rica el cinismo vulgar del gobierno parece no tener límites. Primero hacen gala de su colonialismo mental y del nivel de entreguismo y adscripción a la política exterior estadounidense cuando para combatir, supuestamente, al crimen nos recetan “soldados en las calles”. Luego, para hacer frente a la “inminente invasión” nicaragüense nos recomendaron -previa intensa campaña nacionalista xenofóbica promilitarista- la constitución de una “Policía de Fronteras”, algo que parecería un ejército, actuaría como ejército, se equiparía como ejército, se entrenaría como ejército, pero que no sería un ejército. Ahora nos dicen que los ejercicios militares en los que participa Costa Rica son unas “olimpiadas deportivas” y no “militares”, como lo evidenció el reportaje del 17 de junio de 2011 del diario “La Teja”.

Pero si estos ejercicios son juegos olímpicos ¿Por qué son organizados por el Comando Sur de los EEUU y no por el Comité Olímpico Internacional?

Quizás la pregunta resulte ingenua, y su respuesta evidente: los juegos olímpicos antiguos implicaban la suspensión temporal de la guerra para que se realizaran, en paz, las diversas gestas deportivas. A esto se le llamó la paz olímpica. Y los juegos olímpicos modernos, también pretendían una suerte de entendimiento internacional. Muy lejos de la noción de “juegos olímpicos” nos encontramos los “ejercicios militares” que podrían definirse como el entrenamiento, prueba de estrategias y maniobras militares que serán puestas en práctica en combate real. Por tanto, mientras los juegos olímpicos pretendían una suerte de paz, los ejercicios militares son preparaciones para la guerra.

Las “Fuerzas Comando 2011” son una serie de ejercicios militares que tienen por objetivo promover las relaciones militares-a-militares, una mayor interoperabilidad y la mejora de la seguridad regional”. Estos objetivos distan mucho de lo que pretendería una práctica deportiva. Las relaciones “mil-mil”, como lo evidencia un artículo de The Economist sobre las relaciones militares entre EEUU y Egipto, lo que pretenden es que las fuerzas armadas adopten el “american way of war” y la “filosofía estadounidense sobre las relaciones cívico-militares”. No es de extrañar que si los ejércitos tienen “enemigos en común”, estos se intercambien información, tácticas, estrategias y posters con frases motivantes como “Hang in there baby!” -que no me extrañaría hayan sido mensajes motivacionales enviados a las dictaduras militares latinoamericanas durante la guerra fría-.

La interoperabilidad es lo más “deportivo” de estos ejercicios militares, pues sí se tiene “un enemigo en común” no es de extrañar que los “atletas” trabajen en equipo. La interoperabilidad es ya una máxima militar, en cuanto los ejércitos deben tener la capacidad para actuar conjuntamente con otros ejércitos que les permita operar internacionalmente.

Respecto a la seguridad regional, no es de extrañar la preocupación por este tema tanto del gobierno y de militares estadounidenses así como de sus gobiernos aliados, como lo evidencia el interés del gobierno de Costa Rica por la constitución de un nuevo mecanismo regional de defensa, propuesta planteada por el canciller René Castro, curiosamente, en El Salvador, país anfitrión de las “Fuerzas Comando 2011”, días previos a la inauguración de estos ejercicios militares. Lo anterior nos evidencia el grado de compromiso que tiene Costa Rica con la política exterior y militar estadounidense.

Cabe destacar que la inseguridad regional ha sido promovida por los mismos EEUU que han sido los principales proveedores de armas a los narcotraficantes. En este punto es importante señalar que la guerra contra las drogas -variante latinoamericana de la guerra contra el terrorismo-, es una guerra declarada para no ser ganada. Esta guerra no pretende acabar con el flagelo del narcotráfico, pues de lo contrario no se estaría armando a los narcos y a la vez realizando entrenamientos militares conjuntos con los ejércitos. La guerra contra las drogas es, sin lugar a dudas, una “guerra civil-social americana” declarada contra las poblaciones en general, que criminaliza las protestas y las reivindicaciones sociales, que garantiza la libre explotación de recursos estratégicos por parte de las empresas estadounidenses. Ante el hundimiento del poderío estadounidense, esta potencia en decadencia tiende a enclaustrarse en el continente americano, y vigilar recelosamente los recursos estratégicos continentales se convierte en uno de sus objetivos primordiales.

“Fuerzas Comando” no es el único ejercicio militar que coordina el Comando Sur, sin embargo, resulta preocupante que estos ejercicios se realicen con las mejores 19 unidades de operaciones especiales de América Latina, que posee más de 30 países, y que Costa Rica se encuentre en la posición número 15. Cabe destacar que “Fuerzas Comando” no es el único ejercicio militar en el que ha participado Costa Rica, incluso ha sido sede de uno de esos ejercicios militares.

La representación costarricense recae en la Unidad Especial de Intervención, que de acuerdo con el decreto presidencial Nº 32523-MP referente al reglamento de organización y funcionamiento de este órgano, en su artículo 1 se estipula que este es “un cuerpo policial especializado en operaciones de alto riesgo contra actividades de terrorismo y narcotráfico” al servicio de la Presidencia de la República y del Ministerio de la Presidencia (Artículo 2) y cuyo objetivo principal es “la protección de la vida de las personas o de los bienes estratégicos o de alto valor nacional” , que se encuentra estipulado en el Capítulo IV de sus atribuciones, de las que resaltan diferentes incisos del artículo 17: a) Proteger a los miembros de los supremos poderes y dignatarios (…) Además, protegerá a los dignatarios que visiten el país, esto en coordinación con otros cuerpos policiales que intervengan; y únicamente durante el tiempo que resulte estrictamente necesario, a fin de preservar su poder de respuesta ante otras situaciones que pudieran presentarse. c) Intervendrá en operativos de alto riesgo derivados del terrorismo, del narcotráfico y en aquellas situaciones de evidente o sumo peligro para la vida de las personas o para proteger los bienes estratégicos o de alto valor nacional, de conformidad con las normas legales y operacionales que la necesidad justifique (énfasis BGH).

Lo anterior, la necesidad como justificación, recuerda a aquella máxima latina “necessitas legem non habet”, la necesidad no conoce ley, que, según Giorgio Agamben en su libro Estado de Excepción, es parte de la teoría de la excepción (dispensatio), “en virtud de la cual un caso singular es sustraído a la obligación de observar la ley” (2004:61, énfasis BGH).

Ahora bien, esta unidad está a cargo del “Zar contra las drogas”, Mauricio Boraschi, el mismo que proponía poblar nuestras calles de militares, y tiene presupuestado para este 2011 unos $2.400.000, aproximadamente, el 13.75% del presupuesto destinado al Ministerio de la Presidencia. Cifra que no se compara con lo presupuestado para la “gestión y desarrollo cultural” del país, al que se le destina unos $1.900.000, aproximadamente, el 3.11% del Ministerio de Cultura; o lo presupuestado para el Tribunal Ambiental Administrativo, al que se le destinarán, según el Presupuesto Nacional 2011, aproximadamente $1.700.000, es decir el 2.06% de lo presupuestado para el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones.

Para concluir cabe preguntarse: ¿Qué resulta más alarmante, saber que Costa Rica está participando en los ejercicios militares “Fuerzas Comando 2011” o darse cuenta que no es la primera vez que Costa Rica participa en estos ejercicios desde que comenzaron en 2004? Para muestra, basta un clic: “FC. El Salvador 2004”; “FC. Chile 2005”; “FC. Paraguay 2006”; “FC. Honduras 2007”; “FC. Texas 2008”; “FC. Brasil 2009”; “FC. República Dominicana 2010”; “FC. El Salvador 2011”.

En fin, como para el gobierno militarista de Laura Chinchilla la “guerra es un deporte” no es de extrañar que el gobierno proponga “repensar nuestra tradición pacifista” que tal parece atenta también contra la nueva competición “deportiva” propuesta por la misma Chinchilla: “caza indiscriminada de grupos radicales”. Tal parece que la sentencia de Orwell sobre el futuro, es cada vez más real...

sábado, junio 25, 2011

No es Grecia. Es el capitalismo, ¡estúpido!

Capitalismo



Los medios, las consultoras, los economistas, los bancos de inversión, los presidentes de los bancos centrales, los ministros de hacienda, los gobernantes no hacen otra cosa que hablar de “la crisis griega”. Ante tanta vocinglería mal intencionada es oportuno parafrasear aquella frase de campaña de Bill Clinton para decir e insistir que la crisis es del capitalismo, no de Grecia. Que este país es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista y que es a causa de ello que por allí hacen eclosión las contradicciones que lo están carcomiendo irremisiblemente.

La alarma de los capitalistas, justificada sin dudas, es que el derrumbe de Grecia puede arrastrar a otros países como España, Irlanda, Portugal y comprometer muy seriamente la estabilidad económica y política de las principales potencias de la Unión Europea. Según informa la prensa financiera internacional, representativa de los intereses de la “comunidad de negocios” (léase: los gigantescos oligopolios que controlan la economía mundial) la resistencia popular a las brutales medidas de austeridad propuestas por el ex presidente de la Internacional Socialista y actual primer ministro griego, Georgios Andreas Papandreu, amenazan con arrojar por la borda todos los estériles esfuerzos hasta ahora realizados para paliar la crisis. La zozobra cunde en el patronato ante las dificultades con que tropieza Atenas para imponer las brutales políticas exigidas por sus supuestos salvadores. Con toda razón y justicia los trabajadores no quieren hacerse cargo de una crisis provocada por los tahúres de las finanzas, y la amenaza de un enorme estallido social, que podría reverberar por toda Europa, tiene paralizada a las dirigencias griega y europea.

La inyección de fondos otorgada por el Banco Central Europeo, el FMI y los principales países de la zona euro no han hecho sino agravar la crisis y fomentar los movimientos especulativos del capital financiero. El resultado más visible ha sido acrecentar la exposición de los bancos europeos ante lo que ya aparece como un inevitable default griego. Las conocidas recetas del FMI, el BM y el Banco Central Europeo: reducción de sueldos y jubilaciones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, notablemente la Argentina. Parecería que el curso de los acontecimientos en Grecia se encamina hacia un estrepitoso derrumbe como el que conocieran los argentinos en diciembre del 2001. Dejando de lado algunas obvias diferencias hay demasiadas semejanzas que abonan este pronóstico. El proyecto económico es el mismo, el neoliberalismo y sus políticas de shock ; los actores principales son los mismos: el FMI y los perros guardianes del imperialismo a escala global; los ganadores son los mismos: el capital concentrado y muy especialmente la banca y las finanzas; los perdedores son también los mismos: los asalariados, los trabajadores y los sectores populares; y la resistencia social a esas políticas tiene la misma fuerza que supo tener en la Argentina. Es difícil imaginar un soft landing, un aterrizaje suave, de esta crisis. Lo previsible y lo más probable es precisamente lo contrario, tal como ocurrió en el país sudamericano.

Claro que a diferencia de la crisis argentina, la griega está destinada a tener un impacto global incomparablemente mayor. Por eso el mundo de los negocios contempla con horror el posible “contagio” de la crisis y sus devastadores efectos entre los países del capitalismo metropolitano. Se estima que la deuda pública griega asciende a 486.000 millones de dólares y que representa un 165 % del PIB de ese país. Pero tal cosa ocurre en una región, la “eurozona” en donde el endeudamiento ya asciende al 120 % del PIB de los países del euro, con casos como Alemania con un 143 %, Francia, 188 % y Gran Bretaña con el 398 %. No debe olvidarse, además, que la deuda pública de Estados Unidos ya asciende al cien por ciento de su PBI. En una palabra: el corazón del capitalismo global está gravemente enfermo. Por contraposición la deuda pública china en relación a su gigantesco PBI es de apenas el 7 %, la de Corea del Sur 25 % y la de Vietnam 34 %. Hay un momento en que la economía, que siempre es política, se transforma en matemática y los números cantan. Y la melodía que entonan dicen que aquellos países están al borde de un abismo y que su situación es insostenible. La deuda griega -exitosamente disimulada en su gestación y desarrollo gracias a colusión criminal de intereses entre el gobierno conservador griego de Kostas Karamanlis y el banco de inversión favorito de la Casa Blanca, Goldman Sachs- fue financiada por muchos bancos, principalmente en Alemania y, en menor medida, Francia. Ahora son acreedores de papeles de una deuda que la calificadora de riesgo Standard & Poor's (S&P) calificó con la peor nota del mundo: CCC, es decir, tienen acreencias sobre un deudor insolvente y que no tiene condiciones de pagar. En igual o peor posición se encuentra el ultraneoliberal Banco Central Europeo, razón por la cual un default griego tendría consecuencias cataclísmicas para este verdadero ministro de finanzas de la Unión Europea, situado al margen de cualquier control democrático. Las pérdidas que originaría la bancarrota griega no sólo comprometería a los bancos expuestos sino también a los países en problemas, como España, Irlanda, Italia y Portugal, que tendrían que afrontar el pago de intereses mucho más elevados que los actuales para equilibrar sus deterioradas finanzas. No hace falta mucho esfuerzo para imaginar lo que sucedería si se produjese, como se teme, una cesación unilateral de pagos griega, cuyo primer impacto daría en la línea de flotación de la locomotora europea, Alemania.

Los problemas de la crisis griega (y europea) son de origen estructural. No se deben a errores o a percances inesperados sino que expresan la clase de resultados previsibles y esperables cuando la especulación y el parasitismo rentístico asumen el puesto de comando del proceso de acumulación de capital. Por algo en el fragor de la Gran Depresión de los años treintas John Maynard Keynes recomendaba, en su célebre Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, practicar la eutanasia del rentista como condición indispensable para garantizar el crecimiento económico y reducir las fluctuaciones cíclicas endémicas en el capitalismo. Su consejo fue desoído y hoy son aquellos sectores los que detentan la hegemonía capitalista, con las consecuencias por todos conocidas. Comentando sobre esta crisis el Istvan Meszaros decía hace pocos días que “una crisis estructural requiere soluciones estructurales”, algo que quienes están administrando la crisis rechazan terminantemente. Pretenden curar a un enfermo en gravísimo estado con aspirinas. Es el capitalismo el que está en crisis y para salir de ella se torna imprescindible salir del capitalismo, superar cuanto antes un sistema perverso que conduce a la humanidad al holocausto en medio de enormes sufrimientos y una depredación medioambiental sin precedentes. Por eso la mal llamada "crisis griega" no es tal; es, en cambio, el síntoma más agudo de la crisis general del capitalismo, esa que los medios de comunicación de la burguesía y el imperialismo aseguran desde hace tres años que ya está en vías de superación, pese a que las cosas están cada vez peor. El pueblo griego, con su firme resistencia, demuestra estar dispuesto a acabar con un sistema que ya es inviable no en el largo sino en el mediano plazo. Habrá que acompañarlo en su lucha y organizar la solidaridad internacional para tratar de evitar la feroz represión de que es objeto, método predilecto del capital para solucionar los problemas que crea su desorbitada voracidad. Tal vez Grecia, que hace más de dos mil quinientos años inventó la filosofía, la democracia, el teatro, la tragedia y tantas otras cosas, pueda volver sobre sus fueros e inventar la revolución anticapitalista del siglo veintiuno. La humanidad le estaría profundamente agradecida.

viernes, junio 17, 2011

"La soberanía alimentaría se basa fundamentalmente en la propiedad social de las semillas"

Trangénico

Carta a Evo Morales
Observatori del Deute en la Globalització
www.odg.cat

Sr. Evo Morales

Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia

De nuestra consideración.-

Como es de su conocimiento, la seguridad y soberanía alimentaría se basa fundamentalmente en la propiedad social de las semillas, base de la producción de alimentos, recurso vital para cualquier país del mundo.

Ese concepto esta muy claro para las empresas transnacionales de semillas que son también dueñas de los agroquímicos. Es decir, se trata de todo un paquete tecnológico destinado a fortalecer el poder de dichas empresas sobre la vida. Las mismas tienen muy claro ese objetivo y en torno a ello, especulan con los alimentos, generando crisis que son agudizadas por la ineficiente gestión de las políticas agroalimentarias.

Bolivia es uno de los ocho países mas ricos en biodiversidad y recursos genéticos del planeta y como ejemplo tenemos que nuestro país es centro de origen de muchos recursos genéticos como es el caso de la papa, el maíz, cereales, frutas, quinua y otros miles de cultivos andinos y amazónicos, fuente de vida de nuestros pueblos. Recursos que son la base de un verdadero proceso de desarrollo, ya que ninguna persona podría vivir sin alimento, agua y oxígeno. Por esta razón, el sistema capitalista se apropia de los mismos, para controlar las economías de los países atrasados como el nuestro.

La introducción de la soya transgénica a Bolivia, respondió a intereses particulares y no nacionales. Una prueba de ello, es que dicho material genético fue introducido de contrabando por un productor brasileño, el mismo que no fue sancionado y más bien premiado en la gestión del ex – Presidente Carlos Mesa, con un Decreto interministerial que autoriza temporalmente esta introducción ilegal. Sin embargo y cuando los bolivianos esperábamos lo contrario en el marco del proceso de cambio, en su gestión de gobierno la siembra de soya transgénica se ha incrementado del 40 al 85% , en el marco del comercio “legal” de 48 variedades de soya transgénica, que han tenido como consecuencia el incremento de mas del 300% en el uso de herbicidas, fungicidas é insecticidas, generando un alto impacto social y ambiental en nuestro país y debilitando la investigación é innovación tecnológica que durante años llevaron a cabo los centros de investigación y producción de semillas nacionales.

A mas de cinco años de haber autorizado ilegalmente esta introducción que pone en serio peligro la seguridad y soberanía alimentaria, además de la competitividad de la soya boliviana en el mercado internacional, la realidad en el campo nos muestra un panorama diferente al que nos pintaron las empresas de agronegocios de semillas transgénicas, las mismas que ha generado mas problemas que soluciones a los productores del sector y que son los siguientes:

  1. La soya transgénica es mas susceptible a la roya
  2. La soya transgénica ha tenido menores rendimientos que la no trasngénica
  3. La soya transgénica se ha convertido en una maleza resistente a los herbicidas y ahora el productor debe gastar más en herbicidas.
  4. La soya transgénica esta contaminando los silos y la maquinaria agrícola de los productores que están vendiendo soya no transgénica a EMAPA, y con graves consecuencias para las empresas procesadoras de alimentos para el consumo humano.

Ahora con el proyecto de Ley que autoriza el uso de transgénicos y que pretende aprobar la Asamblea Plurinacional, le toca el turno al maíz, arroz, trigo, caña, cultivos fundamentales en la dieta diaria de los bolivianos y base de la seguridad y soberanía alimentaria. ¿Queremos repetir la experiencia de la soya en otros cultivos?

En la Argentina, se ha recomendado el uso de semillas convencionales de maíz porque no existe diferencia en el rendimiento con el maíz transgénico. Ese stock de semillas transgénicas que no venderán las empresas transnacionales, seguramente serán destinadas a la comercialización en Bolivia, generando contaminación en cientos de variedades de maíz nativo, patrimonio del estado boliviano y por lo tanto de las comunidades que durante siglos las han conservado, multiplicado y sembrado para la alimentación de millones de bolivianos. ¿De esta manera defenderemos los derechos de la Madre Tierra?

En referencia al proyecto de Ley de Revolución Productiva Comunitaria y Agropecuaria que deja abierta la puerta a la legalización de los cultivos transgénicos existentes y su ampliación a otros organismos genéticamente modificados, exigimos claridad en este tema y que se establezca en el contenido de la ley la prohibición del ingreso, producción, importación, comercialización y consumo de todos los transgénicos así como los paquetes tecnológicos vinculados a ellos, de los que forman parte los agrotóxicos, debido a que:

  • Muestra incoherencia con el artículo 255 inciso 8 de la Constitución, la Ley 3525 y fundamentalmente con los Derechos de la Madre Tierra y el Buen Vivir que su gobierno pregona.
  • Las semillas transgénicas acaban con la seguridad y soberanía alimentaria y no con el hambre ya que desplazan a los cultivos destinados a la alimentación humana.
  • Las grandes transnacionales del agronegocio y los empresarios latifundistas son los únicos que se enriquecen con los paquetes tecnológicos asociados a los transgénicos, en desmedro de los pequeños productores.
  • Está comprobado que los transgénicos y el modelo al que se asocia constituyen un atentado a los derechos humanos y de los Pueblos, es un una nueva forma de colonización.
  • Las y los campesinos, pueblos y comunidades productoras seguirán perdiendo la propiedad de las semillas, pagando patentes a las empresas transnacionales cuando adquieran las mismas o cuando sus campos se contaminen por los transgénicos.
  • La introducción de semilla transgénica atenta contra la fauna y flora microbiana de los suelos y los agroquímicos asociados contaminan el agua y la tierra, por tanto destruyen la Madre Tierra.
  • Estudios científicos han demostrado los riesgos para la salud humana que comportan los transgénicos y establecen la aplicación del principio precautorio y por ello varios países entre otros Italia, Grecia, Suiza, Alemania y recientemente Perú han declarado moratorias de varios años a los transgénicos.
  • Los transgénicos forman parte de un modelo agroexportador que implica monocultivos a gran escala, por tanto la ampliación permanente de la frontera agrícola, destruyendo bosques que no son aptos para la agricultura y que son fuente de biodiversidad y hábitat de los pueblos originarios.

La seguridad y soberanía alimentaria que tanto le preocupa a Usted y a nosotros se consiguen desmantelando el modelo primario agroexportador e implementando políticas soberanas que fortalezcan de manera eficiente, adecuada y ecológicamente sostenible la producción de los alimentos para los/as bolivianos/as.

Tenemos la seguridad de que esta exigencia será positivamente atendida de acuerdo a su política de mandar obedeciendo al pueblo.

Observatori del Deute en la Globalització (ODG) http://www.odg.cat

lunes, junio 13, 2011

No sólo criminales de guerra, sino ladrones y asesinos


Alejandro Teitelbaum (especial para ARGENPRESS.info)

En un artículo publicado por Argenpress el 6 de mayo escribíamos acerca de "Los crímenes de la OTAN, de sus Estados miembros y de sus gobernantes" en la guerra imperialista de agresión que libran (particularmente Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos) contra Libia.

Ahora el Gobierno francés acaba de anunciar por intermedio de su ministro de Relaciones Exteriores Alain Juppé que va desbloquear 290 millones de euros congelados que pertenecen al Banco Central Libio para entregarlos al Consejo Nacional de Transición rebelde.

Declaró Juppé : "Los 290 millones de euros pertenecen al Banco Central libio pero nosotros hemos reconocido que ese dinero pertenece al Consejo Nacional de Transición".

Se trata pura y simplemente de un robo de un Estado a otro Estado como los que practicó a gran escala Hitler durante la segunda guerra mundial.

Por otra parte los agresores interpretaron que la resolución 1973 del Consejo de Seguridad, que autorizó a controlar el espacio aéreo de Libia con el fin de proteger a los civiles, incluía bombardear objetivos civiles hasta que Kadafi abandonara el Gobierno.

Además ahora corre un rumor insistente acerca de que la OTAN haría públicamente una nueva "interpretación" de la Resolución 1973 que incluiría el objetivo (hasta ahora no confesado abiertamente) de asesinar a Kadafi. Esta nueva interpretación se basaría en que dado que Kadafi forma parte de la estructura de comando es legítimo asesinarlo para proteger a los civiles.

De modo, que si los otros Estados miembros del Consejo de Seguridad y en general todos los Estados miembros de las Naciones Unidas dejan pasar en silencio estas "interpretaciones" OTANESCAS de la resolución 1973, pasarán automáticamente a formar parte (en virtud del principio de complicidad por omisión) de una asociación ilícita internacional constituida con fines de robo y asesinato.

martes, junio 07, 2011

LOS CRIMENES DE LA OTAN, DE SUS ESTADOS MIEMBROS Y DE SUS GOBERNANTES: LA AGRESION CONTRA LIBIA

El silencio de los bombardeos de la OTAN contra el pueblo Libio Nadie sabe realmente lo que pasa, solo la propaganda mentirosa envenena a Europa.(N. de R)

Alejandro Teitelbaum (especial para ARGENPRESS. INF)

I. El Tratado de la Alianza del Atlántico Norte, más tarde Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue celebrado en abril de 1949.

Según su artículo 5º con finalidades puramente defensivas y de ayuda mutua en el caso de un ataque contra alguno de los Estados miembros. Y precisando en su artículo 6º los territorios y lugares donde rige la alianza defensiva.

Cuando Nasser nacionalizó el Canal de Suez en 1956, Francia y Gran Bretaña quisieron embarcar a la OTAN en su primera acción agresiva fuera de la zona definida en el artículo 6 del Tratado, pero Estados Unidos se opuso y la agresión militar contra Egipto y la ocupación del canal de Suez corrió por cuenta exclusiva de Francia y Gran Bretaña.

Con la desaparición del bloque soviético algunos pensaron que también desaparecería la OTAN pero no fue así, sino que ocurrió lo contrario: se incorporaron a la OTAN los países del Este de Europa y extendió su radio de acción que pasó de teóricamente defensiva a claramente ofensiva y más allá de los territorios de sus Estados Miembros.

La ampliación de la OTAN constituyó en primer lugar un negocio para los fabricantes de armas, pues los nuevos Estados Miembros tuvieron que adaptarse a los “standards” militares de la OTAN y modernizar su armamento, comprándolo en Estados Unidos o en algunos países de Europa Occidental.

En 1989, el abogado John Hadley se convirtió en Asistente para Políticas de Seguridad Internacional del Secretario de Defensa de Estados Unidos Dick Cheney y en oficial de enlace entre el Departamento de Defensa y el Consejero de Seguridad Nacional Brent Scowcroft. En esa posición, fue el principal responsable en el Pentágono de las políticas referidas a la OTAN y a Europa Occidental. En 1993 volvió al sector privado, donde trabajó como consejero de The Scowcroft Group, firma de asesoría estratégica fundada por Brent Scowcroft, y como abogado de Lockheed Martin, líder mundial de la industria militar. Junto a Bruce P. Jackson, vicepresidente de Lockheed Martin, ayudó a establecer en 1996 el Comité Estadounidense para la Ampliación de la OTAN, una organización privada para presionar en favor de la integración de los países del Este de Europa a la OTAN y promover entre los dirigentes de esos Estados la compra del material militar a Lockheed Martin.

El pasaje de la OTAN a un estatuto ofensivo extraterritorial marcó el comienzo de su participación en agresiones armadas caracterizadas por la violación sistemática del derecho internacional humanitario contenido en los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977.

El desprecio de la condición humana del otro, propio de las acciones militares de la OTAN, no son una novedad dentro del capitalismo desarrollado occidental, pues constituyen una característica permanente del mismo desde sus albores. Se podría comenzar por la primera arma bacteriológica (mantas contaminadas con viruela) utilizada por los ingleses contra los indios Delaware en 1763, seguir con las masacres que cometieron en distintos continentes en el Siglo XVIII y XIX y así hasta la actualidad.

En los dos últimos decenios cabe mencionar la invasión a Panamá, (entre 1000 y 4000 civiles muertos, según las fuentes); la Guerra del Golfo (varias decenas de miles de muertos civiles); la guerra contra Yugoslavia; la guerra contra Irak (varios cientos de miles de muertos civiles) y la guerra en Afganistán.

En Afganistán, ya en 2001 murieron 3700 civiles como consecuencia de los bombardeos yanquis, en julio de 2002 los estadounidenses bombardearon una fiesta de matrimonio en el distrito de Dehrawad, provincia de Uruzgan,matando a unos cien civiles, hombres, mujeres y niños, en 2010 hubo 2700 muertos civiles.

Las matanzas en Afganistán continúan: en febrero 2011 la OTAN mató a 64 civiles en la provincia de Kunar, la mayoría mujeres y niños, el 25 de mayo mató a 20 policías afganos y a 18 civiles y el 27 de mayo asesinó a siete niños, cinco niñas y dos mujeres en la provincia de Helmand.

La agresión actual contra Libia responde a los mismos métodos que emplean regularmente la OTAN y, colectiva o individualmente, sus principales Estados Miembros y la misma configura, por cierto, el crimen de agresión acompañado de diferentes crímenes de guerra.

II. Crimen de agresión

Como ya se dijo en la sentencia del Tribunal de Nuremberg de 30 de setiembre de 1946 : "Desencadenar una guerra de agresión no es solamente un crimen internacional: es el crimen internacional supremo y sólo difiere de los otros crímenes de guerra por el hecho de que los contiene todos".

Posteriormente el crimen de agresión fue definido por la Resolución 3314 (XXIX) adoptada por unanimidad por Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974.

La definición incluye

“El bombardeo, por las fuerzas armadas de un Estado, del territorio de otro Estado, o el empleo de cualesquiera armas por un Estado contra el territorio de otro Estado” (art. 1, inciso b).

El 11 de junio de 2010, La Conferencia de Estados Partes del Estatuto de la Corte Penal Internacional, adoptó por unanimidad un artículo 8 bis con una definición del crimen de agresión similar a la de la Resolución 3314 de la Asamblea General.

En un solo día, el 14 de mayo de 2011, las fuerzas aéreas de la OTAN realizaron 44 “misiones de ataque” sobre Libia en el marco de una creciente intensificación de los bombardeos.

Desde que comenzaron los bombardeos el 19 de marzo los agresores han realizado casi 4000 “misiones de ataque”.

La presunta o real violación de los derechos humanos en un país no confiere legitimidad a la agresión, como ha dicho la Corte Internacional de Justicia de La Haya:

"El pretendido derecho de intervención sólo puede considerarse como la manifestación de una política de fuerza, política que, en el pasado, ha dado lugar a los más graves abusos y que no puede, cualesquiera sean las deficiencias actuales de la organización internacional, tener lugar alguno en el derecho internacional. La intervención es aún más inaceptable en la forma en que se la presenta en este caso, ya que, reservada a los Estados más fuertes, podría fácilmente conducir a falsear la propia administración de la justicia internacional." (caso Corfu Channel, 1949, fondo, pág. 35).

En el caso Nicaragua c/Estados Unidos (actividades militares y paramilitares en Nicaragua) la Corte Internacional de Justicia señaló que algunas disposiciones de la Resolución 2625 (XXV), de 1970, de la Asamblea General, entre ellas los principios de no empleo de la fuerza y de no intervención, constituyen derecho consuetudinario (párrafo 267) y ante el argumento del Gobierno de los Estados Unidos de que en Nicaragua se violaban los derechos humanos, la Corte dijo: "...cuando los derechos humanos están protegidos por convenciones internacionales, dicha protección se traduce en disposiciones previstas en el texto de dichas convenciones, que están destinadas a verificar o a asegurar el respeto de esos derechos". Y agregó: ..."si los Estados Unidos pueden, por cierto, hacer su propia evaluación sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua, el empleo de la fuerza no es el método apropiado para verificar y asegurar el respeto de esos derechos...". (párrafos 267 y 268).

Aún admitiendo por hipótesis la legitimidad de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad que ordenó el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia, a esta altura, después de dos meses y medio de bombardeos sistemáticos y de la participación en el terreno de fuerzas especiales (mercenarios británicos de empresas privadas, como denuncia The Guardian del 31 de mayo) , es evidente que dicha resolución ha sido groseramente violada.

Sin embargo, ningún Estado ni grupo de Estados pide lo mínimo en estas circunstancias: la convocatoria del Consejo de Seguridad de conformidad con lo establecido por el art 54 de la Carta de las Nacione Unidas: “Se deberá mantener en todo tiempo al Consejo de Seguridad plenamente informado de las actividades emprendidas o proyectadas de conformidad con acuerdos regionales o por organismos regionales con el propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales”.

Al contrario, la OTAN acaba de anunciar que prolongará los bombardeos tres meses más, hasta setiembre, con el objetivo proclamado, ya no supuestamente de proteger a los civiles, sino de expulsar a Kadafi. Es decir que la OTAN participa abiertamente a favor de una de las partes en lo que la misión del Consejo de Derechos Humanos presidida por el Profesor Bassiouni ha calificado de guerra civil, en la que ambas partes, según dicha misión, violan el derecho internacional humanitario.

III. Crímenes de guerra

Los actos de guerra realizados en el curso de una agresión son crímenes de guerra, como se dijo en la sentencia del Tribunal de Nuremberg de 1946.

Pero además, en el curso de la agresión contra Libia se están cometiendo diversos crímenes de guerra sancionados por el derecho internacional humanitario (Convenios de La Haya de 1889 y 1907, el Reglamento anexo a este último sobre leyes y costumbres de la guerra terrestre (R.G.T.), los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos facultativos I y II de 1977, etc.)

1. Ataques a la población civil.

Los ataques a la población civil en sus viviendas en medio rural o urbano no son errores.

Estos hechos constituyen una violación de la "Regla fundamental" del artículo 48 del Protocolo I de 1977: hacer siempre la distinción entre población civil y combatientes y entre los bienes de carácter civil y los objetivos militares y dirigir las operaciones solamente contra objetivos militares. (Véase el documental de John Pilger sobre la actuación de países miembros de la OTAN en situaciones similares http://www.askapena.org/askapenaTB/?p=2751

2. Utilización de armas prohibidas.

Algunas fuentes indican que se están utilizando bombas con una aleación que contiene uranio empobrecido (como se hizo en Yugoslavia y en la Guerra del Golfo).

Existen múltiples estudios y la experiencia de la primera guerra del Golfo que afirman que la explosión de tales bombas provocan graves daños a largo plazo en el medio ambiente y en el ser humano. Aun admitiendo la controversia sobre tales efectos, son aplicables los artículos 35 (3) y 55 (1) del Protocolo I: métodos o medios de guerra que causan o se puede esperar que causen daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural.

3. Bombardeos masivos y prolongados.

Los bombardeos reiterados sobre Trípoli constituyen un crimen de guerra, de conformidad con lo establecido en el artículo 51 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra, particularmente su inciso 5 (los bombardeos que traten como un objetivo militar único cierto número de objetivos militares espaciados y diferentes situados en una ciudad).

4. Destrucción de las infraestructuras civiles.

La destrucción de infraestructuras civiles son crímenes de guerra, pues violan el artículo 54, inc. 2 del Protocolo I: prohibición de poner fuera de uso bienes indispensables a la supervivencia de la población civil. Centenares de inmuebles en construcción constituidas por miles de departamentos han sido alcanzadas por los bombardeos en Trípoli y otras ciudades libias y las obras han quedado interrumpidas. (Véase una nota en francés al final).

5. Ataques a los medios de comunicación.

Los agresores bombardearon la TV libia. Los ataques a los medios de difusión (emisoras de televisión, etc.) constituyen crímenes de guerra, de conformidad con el art. 79 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra (Medidas de protección de los periodistas). Los precedentes no faltan: durante la invasión a Panamá en 1989, una de las primeras operaciones de la aviación estadounidense consistió en destruir con un misil la estación de TV panameña. Durante la guerra contra Yugoslavia en 1999 bombardearon la TV de Belgrado, causando 14 muertos, en 2001 bombardearon la sede de la TV Al Jazeera en Kabul y en Bagdad bombardearon también la TV Al Jazeera, donde murió un periodista.

IV. Las responsabilidades

1.Crimen de agresión. Son responsables del crimen de agresión quienes tomaron la decisión y la están llevando a cabo es decir los gobernantes de los Estados agresores, las autoridades de la OTAN y sus jefes militares.

2. Crímenes de guerra. Son autores quienes dieron las órdenes y quienes las ejecutaron, a lo largo de toda la cadena de mandos. Son cómplices por acción quienes facilitan la comisión de los mismos, entre ellos los jefes de Gobierno que permiten el uso de bases militares en su jurisdicción y los que autorizan el tránsito por su espacio aéreo de los aviones de los Estados agresores en misión de ataque.

Son cómplices por omisión de la agresión y de los crímenes de guerra (art. 86 del Protocolo I: omisión contraria al deber de actuar) quienes tienen el deber de actuar para tratar de poner fin a los hechos y no lo hacen: los miembros de Consejo de Seguridad que, ante la agresión, se abstienen de solicitar la convocatoria del mismo como ordena los artículos 39 y siguientes de la Carta de las Naciones Unidas y el Secretario General de las Naciones Unidas, que se abstiene de convocar al Consejo de Seguridad, de conformidad con el artículo 54 de la Carta, ante la manifiesta violación de la Resolución 1973.

Esta descripción de las responsabilidades no significa que las mismas sean fácilmente justiciables: no existe una instancia judicial capaz de pedir cuentas a los grandes de este mundo por los crímenes que cometen, pues la Corte Penal Internacional no reune los requisitos de independencia, imparcialidad y objetividad para desempeñar esa función.

V. Convocar a la Asamblea General

Para detener la agresión contra Libia, dada la inoperancia del Consejo de Seguridad, queda el recurso de convocar a la Asamblea General de las Naciones Unidas a una sesión especial (arts. 20 y 27.2 de la Carta de las Naciones Unidas).
Puede hacerlo el mismo Consejo de Seguridad con el voto afirmativo de nueve cualesquiera de sus miembros, permanentes o no. En este caso no funciona el veto.

Si el Consejo de Seguridad no lo hace, pueden pedir la convocatoria de la Asamblea General la mitad de los Estados Miembros de las Naciones Unidas (artículo 20 de la Carta). Es decir actualmente unos cien Estados Miembros.

Así convocada, la Asamblea General puede "discutir toda cuestión relativa al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales que presente a su consideración cualquier miembro de las Naciones Unidas." (artículo 11, párr. 2, y artículos 34 y 35 de la Carta) y puede “recomendar medidas para el arreglo pacífico de cualesquiera situaciones." (artículo 14).

En ese contexto, el 3 de noviembre de 1950 la Asamblea General adoptó la resolución 377 (V) "Unión para el mantenimiento de la paz", más conocida como "resolución Dean Acheson", donde se establece que cuando se reúnen ciertas condiciones (impotencia del Consejo de Seguridad, decisión de reunir a la Asamblea General, etc.), la Asamblea general "examinará inmediatamente la cuestión a fin de hacer a los miembros las recomendaciones apropiadas sobre las medidas colectivas a adoptar".

La Asamblea General ha utilizado el "procedimiento Acheson" en varias oportunidades y en distintas épocas: intervención militar en Egipto (1956), en Hungría (1956), Líbano (1958), conflicto indo-pakistano (1971), Jordania (1980), Afganistán (1980), Namibia (1981), Bosnia- Herzegovina (1992), etc.-------------------------------------------------------------------------------

Anexos 1 y 2

1) Documental de John Pilger http://www.askapena.org/askapenaTB/?p=2751
John Pilger (nacido en 1939) es un reportero australiano, procedente de Sídney, que actualmente vive en Londres. La carrera como reportero de Pilger comenzó en 1958, y se ha hecho famoso por los diferentes libros y documentales que ha escrito o producido. Desde posiciones conservadoras se le ha pretendido ridiculizar y, con ello, despreciar un periodismo de investigación que ha merecido el premio Periodista del Año inglés por dos veces y el Premio de la Paz a los Medios de la Asociación de la ONU. En Reino Unido es más conocido por sus documentales, particularmente los rodados en Camboya y Timor Oriental. Ha trabajado como corresponsal de guerra durante conflictos en Vietnam, Camboya, Egipto, India, Bangladesh y Biafra.

2)
23-05-2011
Le secteur des BTP en Libye touché de plein fouet par les frappes de l’OTAN
PANA

Le secteur du Bâtiment et des travaux publics (BTP) figure parmi les secteurs économiques qui ont été touchés de plein fouet en Libye depuis les frappes aériennes menées par l’OTAN contre le pays, avec des pertes qui se chiffrent en milliards de dollars.

Naguère ville en plein chantier de construction avec les gigantesques projets d’urbanisation censés donner à la capital libyenne, Tripoli, son lustre et la hisser parmi les plus grandes métropoles du monde, force est de partager le constat amer des nouveaux visiteurs et des habitants de cette cité qui assistent impuissants à l’arrêt total de ces chantiers.

En effet, des centaines d'immeubles regroupant des milliers d'appartements à Tripoli, ses banlieues et dans toutes les villes libyennes dont les travaux ont atteint dans certains cas 80 pour cent, d'autres 70 ou encore 50 pour cent sont abandonnés.

C’est un spectacle de désolation qu’offrent, désormais, les grands chantiers qui fourmillaient jadis de travailleurs dans le bruit des grues et autres engins de construction qui ont cessé de fonctionner, devenant ainsi de véritables villes mortes.

Les entreprises de bâtiment et les travailleurs étrangers ont quitté le pays après la détérioration de la situation sécuritaire aggravée par les frappes de l'OTAN.
Le secteur du bâtiment public et privé emploie quelque 600 mille travailleurs dont 85 pour cent sont des étrangers, rappelle-t-on. Les sociétés étrangères emploient leurs propres travailleurs tels que les Chinois, les Indiens, les Turcs, Brésiliens et autres Bengalis.

Le secteur privé, notamment les entreprises privées libyennes et étrangères du bâtiment, emploie une main-d'œuvre qualifiée composée surtout des Egyptiens, Syriens, Marocains, Ghanéens, Philippins et autres.

En contrepartie, les jeunes Libyens, qui ne sont pas motivés pour le secteur des BTP, ne sont pas bien formés dans le secteur malgré les grands chantiers dans le pays.

Nombreux sont les Libyens qui sont devenus des ingénieurs mais il n’existe pas beaucoup d'ouvriers qualifiés dans les métiers tels que charpentiers, ferrailleurs, électriciens, plombiers, etc.

Tous ces jobs étaient assurés par la main-d'œuvre étrangère. La richesse pétrolière a poussé les jeunes Libyens aux hautes études aux dépens des lycées techniques et de la formation professionnelle.

Pour le directeur de la société libyenne de construction de bâtiment, une entreprise privée, Mourad Hadj Slimane, il s’agit d’une catastrophe énorme étant donné que les marchés qu’il a remportés sont tous à l’arrêt. "Il n’y a plus de main-d’œuvres étrangères et les chantiers sont fermés, ce qui m’a causé une perte de plusieurs millions de dinars libyens", affirme-t-il, très bouleversé.

C’est aussi le cas d'Abdelmounaem Dargouth, un ingénieur libyen, la trentaine, qui se plaint de se retrouver en chômage technique en raison de l’arrêt du travail dans le chantier de construction d’un complexe d’immeubles à Tripoli.

Mohiédine Lazragh, un entrepreneur se dit choqué par les conséquences des frappes aériennes de l’OTAN qui ont provoqué la fermeture de grands chantiers tels que le projet de construction de l'aéroport de Tripoli qui a été abandonné, l'autoroute Ras Jedir-Salloum, un projet titanesque qui devait traverser le pays d’Ouest à la frontière avec la Tunisie à l’Est aux frontières avec l’Egypte.

Il a mentionné aussi l'autoroute "Addairi 3", un complexe d’autoroutes et de ponts d’échangeurs qui cernent la capitale et lient les banlieues aux grandes sorties pour l'Est, l'Ouest et le Sud et qui devraient désengorger la circulation routière dans la capitale, qui a été abandonné.

Des sociétés européennes, du Brésil, de Turquie, de Chine, d'Inde, de Russie et autres qui travaillaient sur ces grands chantiers ont quitté et ont évacué leurs personnels, a-t-il informé.

Il a ajouté que les sièges de ses compagnies ainsi que les sites de leurs chantiers (matériaux de construction, véhicules, machines et du matériel …) ont été pillés et détériorés, provoquant une catastrophe dont les pertes se chiffrent par milliards de dinars.

Autres grands chantiers en cours de réalisation à l’instar des projets des nouvelles universités des grands hôtels, tours, hôpitaux et autres sont abandonnés.
Tripoli , ville de grands chantiers, est aujourd'hui une ville morte où tous les projets sont abandonnés, voire détruits.

De nombreux citoyens libyens se demandent si toutes ces destructions et pertes auxquelles il faut majorer les chocs psychologiques subis par les populations pourraient un jour être dédommagés.

D’autres Libyens s’interrogent légitimement si l’opération de protection des populations civiles pour laquelle le Conseil de sécurité a arrêté les résolutions 1970/3 a atteint son objectif.

Autant de questions qui interpellent la conscience du monde afin d’œuvrer pour les principes de justice et paix au profit du peuple libyen.