miércoles, diciembre 23, 2020

DIALOGO CON CARLOS ROMERO. CRISIS POLITICA EN EL MAS IPSP. Y CANDIDATURAS A GOBERNACIÓN

Razonamientos políticos muy acertados de Carlos Romero sobre el espectro pre-electoral de las sub nacionales en S.C. Menciona aspectos nuevos que se da en el MAS-IPSP  y la importancia del Presidente del MAS Evo Morales, lider histórico del pueblo boliviano.


 


 

lunes, diciembre 21, 2020

BOLIVIA: Fue golpe de Estado

plurinacional.inf

por Yuri Tórrez

21-12-2020


 

LA RAZON.- El 12 de noviembre del 2019, a dos días de la renuncia presidencial forzada de Evo Morales, se activó un cerco policial protegiendo la plaza Murillo. Nadie entraba, solo se permitía el paso a parlamentarios opositores al Movimiento Al Socialismo (MAS) al palacio de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para sesionar. Al atardecer de esa jornada, la entonces senadora Jeanine Áñez, en un hemiciclo parlamentario casi vacío, se autoproclamó presidenta del Senado y, acto seguido, en mandataria interina de Bolivia. Así se consumó el golpe de Estado.

En las últimas semanas, políticos (especialmente sobre aquellos que existen sospechas de su participación en la ruptura constitucional, ejemplo, el excandidato presidencial Carlos Mesa), periodistas y opinadores se están esforzando vanamente en desmontar la verdad histórica de los hechos, o sea, el golpe de Estado.

En efecto, hay un desconocimiento politológico actual sobre el debate de los recientes golpes de Estado producidos en América Latina. Uno de los rasgos comunes de los mismos, a diferencia de los años 70 u 80, es la búsqueda de su blindaje jurídico, por eso son conocidos como “golpes blandos” o “neo golpes”. Los golpistas se empeñan en blindar constitucionalmente estas rupturas constitucionales, inclusive, simbólicamente les sirve que el Parlamento siga funcionando para otorgarles una fachada democrática. No les interesa de militares montados en tanques asumiendo el poder como otrora. Si bien se sirven de ellos en algunos casos, pero buscan despejar cualquier estigma “golpista” para mantener la fachada democrática. El golpe de Estado perpetrado en Bolivia cuaja en esta caracterización politológica.

No debemos olvidar, al día siguiente de la renuncia de Evo Morales, connotados políticos de oposición al MAS-IPSP se reunieron para buscar un caparazón jurídico para allanar el camino de Áñez a la presidencia, que implicaba deshacerse del obstáculo de la “mayoría masista” en la ALP.  Para ello recurrieron a un antecedente, la renuncia de Mesa a la presidencia, en 2005, y de los inmediatos sucesores presidenciales hasta recaer en el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero, este antecedente no es válido jurídicamente para la sucesión de noviembre de 2019, ya que Bolivia cuenta con una nueva Constitución desde 2009 que establece que en caso de renuncia presidencial se debe leer la carta correspondiente para que la mayoría rechace o no. Eso no sucedió. La ALP, inmediatamente a la renuncia de Morales, no se reunió con quórum y, por lo tanto, no se leyó ninguna de las cartas de renuncia como correspondía constitucionalmente.

En esta cadena de irregularidades, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) entró en escena. A través de un simple comunicado avaló la sucesión de Áñez argumentando que “el funcionamiento del órgano ejecutivo de forma integral no debe verse suspendido, por lo que el siguiente en la línea sucesora asume ipso facto la presidencia”. Meses después, Petronilo Flores, magistrado del TCP, señaló enfáticamente que este comunicado acreditando la sucesión de Áñez como presidenta “no tiene valor legal y no es vinculante”. El Código Procesal Constitucional boliviano solo reconoce como vinculantes las sentencias, declaraciones y los autos constitucionales, por lo que el comunicado sobre la sucesión presidencial no tiene ninguna relevancia jurídica. Más allá de las narrativas, está la verdad histórica, el golpe de Estado, que amerita una investigación y un juzgamiento para evitar futuras estocadas a la democracia boliviana.

Yuri Tórrez es sociólogo.

https://www.la-razon.com/voces/2020/12/21/fue-golpe-de-estado-2/

QUINTANA Y EL GOLPE A FONDO! LAS FF.AA son una espada de Damocles para la democracia

 Tomado de Ecos Latinos
#JuanRamónQuintana quien fuera #MinsitrodeGobierno del ex presidente #EvoMorales analizó recientemente el rol de las #FuerzasArmadas y la Policía Boliviana durante el golpe de Estado en noviembre del 2019. El ex ministró concluyó que el futuro de la democracia en Bolivia es incierta, pues con esta Fuerzas Armadas de naturaleza colonial, pende sobre ella una espada de Damocles.


martes, diciembre 01, 2020

Los medios de comunicación neoliberales: brazo de hierro del golpismo en Bolivia

 

annurtv.com

Sdenka Saavedra Alfaro


Sin lugar a dudas, para todos aquellos que niegan que en Bolivia hubo un Golpe de Estado en noviembre de 2019,  contra el primer Presidente Indígena en Bolivia, Evo Morales Ayma, el que fue acorralado, y obligado a renunciar al cargo, golpe que fue apoyado y orquestado por Estados Unidos, como lo corroboran varias investigaciones entre ellas  la CIDH, organismo que a través del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia), siguen encontrando más hallazgos, para no quedar impune,  tras confirmar que hubo más de 37 muertos, en las masacres de Senkata, Sacaba; manifestar que Bolivia no sólo recibió un golpe de estado militar, policial, cívico, eclesiástico, sino también mediático, la complicidad de los medios de comunicación hegemónicos, es decir el apoyo, el activismo político de línea editorial de tendencia derechista, como los periódicos Página Siete y El Deber, y otros al golpe y al Gobierno de facto resultante.

Sólo tras realizar un pequeño análisis, después de los hechos ocurridos el pasado domingo 10 de noviembre de 2019, se puede comprobar cómo los medios de comunicación hegemónicos abordaron lo sucedido desde una posición de anuencia para los golpistas, utilizando su discurso manipulador y de censura mediática cuando se estaban llevando a cabo las matanzas a la población civil, todo un cerco mediático e informativo, acompañado de persecución, tortura, amenazas a los periodistas locales e internacionales como el caso Facundo Morales, o la muerte del periodista argentino Sebastián Moro, quien denunció el golpe de estado, además la expulsión de medios alternativos como Telesur, RT, HispanTV, y otros, y locales como el cierre de 53 radios comunitarias campesinas, toda esta guerra mediática en manos del régimen de facto de Añez para silenciar la voz del pueblo.

Al mismo tiempo, se puede evidenciar cómo el apoyo de los grandes medios hegemónicos, neoliberales a la administración golpista, que fueron cómplices de la situación al no calificar lo ocurrido como "golpe de estado", en sus titulares cuando ya estaban siendo manejados por el gobierno de facto, pues mostraron en lugar de ello la “renuncia” de Evo Morales como un “triunfo del pueblo”; haciendo un esfuerzo denodado por abstraerse del contexto en que se daba la situación, sin ni siquiera mostrar las muertes suscitadas, y en este caso manifestar que no hubo ningún muerto por parte de los militares, ni policías, quienes tenían armas de todo calibre, siendo sólo las víctimas los civiles, en ese sentido de parte de quién se puso la prensa?, el poder de los poderosos?; de ahí también comprobar que la prensa siempre fue herramienta estratégica para ocultar, justificar y legitimar,  en el caso de Bolivia ocultar o negar un golpe de estado, justificar la intervención de las fuerzas armadas en la renuncia que fue obligada de un Presidente, y legitimar a las nuevas “autoproclamadas autoridades del país”, como lo señalan varios estudios, entre ellos los trabajos de Edward Bernays, que muestran la desinformación como herramienta política, un artificio de la comunicación, la propaganda, y como lo dijimos el uso de los  "Fake News",  "Los falsos positivos", o el "Lawfare" como armas y estrategias de destrucción masiva, utilizadas por el régimen de facto de Añez que utilizó durante y después del Golpe de Estado para desprestigiar y destruir la imagen del gobierno legítimo que duró 14 años de Evo Morales; pues como lo señala  Bernays “La propaganda es el brazo ejecutor del gobierno invisible”[1].

En ese mismo contexto, y a la par en vista de la censura y guerra mediática de los medios neoliberales, surgieron los medios alternativos en su lucha contra la visión del sistema hegemónico, aquellos que informaron al mundo lo que estaba pasando en esos momentos de las masacres, surgidos de la alternancia y la participación, en las redes sociales, foros, blogs, chats, y demás sitios web, además de medios que ayudaron y brindaron información verídica, tal como lo hace AnnurTv, Abna, “Liberación” y otros, entendiendo a la comunicación alternativa como aquella no autoritaria y la que surge de la necesidad de comunicar la realidad de la vida social, que es en esta condición histórica, donde lo “alternativo” se manifiesta como expresión del pueblo, como lo señala Mattelart, lo alternativo ha expresado la voluntad de “devolver el habla al pueblo”[2], promoviendo la justicia social, y en ese sentido tomando en cuenta el golpe de estado en Bolivia como hecho histórico, el papel de los medios de comunicación alternativos fueron y continúan siendo fundamentales como la voz de los pueblos que luchan contra las injerencias imperialistas, sionistas, neoliberales, medios eficaces para romper con el esquema autoritario, creando así un nuevo esquema democrático que promueve la comunicación participativa, horizontal, democrática, liberadora y popular, tal es así que se hace necesario cada vez más su fortalecimiento siendo voceros de los movimientos sociales de los pueblos, en la creación de leyes comunicacionales democráticas que los respalden, y este deberá ser uno de los principales objetivos del gobierno de Lucho Arce, en su recuperación de la democracia y a favor de la libertad de expresión de los medios alternativos, así como el respeto de la objetividad de aquellos que continúan mellando y manipulando la información como lo siguen haciendo los medios hegemónicos.

Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora y periodista boliviana radicada en Medio Oriente, Irán)

[1] Bernays, Edward. (2010), “Propaganda” España: Melusina.

[2] Mattelart A. "El medio de comunicación de masas en la lucha de clases", Instituto Cubano del Libro, La Habana, junio de 1971.