domingo, abril 29, 2007

UN MENSAJE QUE INCITA RESPUESTA Y REFLEXIÓN PATRIÓTICA


Gastón Cornejo Bascopé

Jaime Claure nos escribió la siguiente interrogante enviándonos un archivo adjunto que incitó una respuesta puntual, reflexiva y delicada de parte nuestra. Ahora la reenviamos con el mayor afecto para que, quienes la reciban, tengan por un instante la vivencia de nuestro sentimiento, el mismo que es además una confesión que nace de la interioridad.
Jaime, es un abogado culto, amigo selecto y mejor profesional, además patriota porque siente a la patria en las entrañas y persigue su liberación.
Nos lanza el siguiente mensaje:
Querido Gastón...¿Qué es un hombre sin un sueño???
Él mismo se responde: ¡¡¡NADA!!!. Pero, es muy bueno soñar.
Recibe un abrazo hermano...
Luego, adjunta un archivo muy significativo en reflexión crítica, el mismo que también reenviamos in extenso y al cual trascribo la respuesta inmediata.
En el confieso mi ansiedad, mi esperanza y comparto mis sueños.
LEER EL ARCHIVO ADJUNTO: " LA BOLIVIANIDAD "
RESPUESTA PERSONAL:
Querido Jaime:
Yo aún sigo y seguiré soñando con la utopía pero realizable de un mundo mejor, de nuestra nueva Bolivia en progreso incontenible…hacia el Socialismo Democrático, hacia la justicia social absoluta, hacia un mundo fraternal en que sea posible que el espíritu humano se eleve a las más altas cumbres.
Todas las fallas que se expresan en el archivo que envías son nimias y mínimas considerando la gran revuelta de cambio y progreso histórico que vamos forjando en un año y cuatro meses de verdadera, inicial, transformación de Nuestra Bolivia, gracias al gobierno de Evo Morales Aima.
Es inicial pero dinámica en revolución imparable de necesarios cambios dialécticos, y los que vendrán a corto, mediano y largo plazo, serán aún mucho más importantes. Claro, toda nuestra clase media, nuestra arcilla humana, aun no está en condiciones de aceptar, colaborar y mucho menos de comprometerse con la transformación revolucionaria que se prepara este año y los próximos.
No existe la posibilidad de otro escenario. O avanzamos triunfalmente o damos vuelta atrás, a revender el país, cambiar de bandera nacional, a sustituir el idioma, la historia pretérita y futura, a renegar del ancestro o promover su desarrollo en el marco de la diversidad cultural; a desechar nuestro recurso humano como inservible o a darle vigencia, honor en su existencia y orgullo en su identidad.
Quizá, como expresa el archivo adjunto, se requiera una dictadura para poner las cosas en orden, pero en ese camino creo yo que vamos perdidos, nos invadirán en medio día todos los pulpos del imperio, del Nuevo Orden Mundial, los que sueñan con nuestras riquezas.
En verdad, puede ser la arcilla humana la que nos falla. Pero no eres tú, ni soy yo, ni nadie que sueña honestamente con una Bolivia nueva. Son todos aquellos bolivianos que desean riqueza sin sacrificio personal, sin trabajo esforzado, sin esfuerzo individual y colectivo, los que reniegan de su madre.
Los culpables son todos los que tienen llena el alma de odio, los racistas de arriba y de abajo, los que están insertos en la educación escolástica impartida para forjar elitistas y cerebros de exportación, aquellos glosadores que sueñan con partir a EEUU, hablar inglés “full time” y jurar nacionalidad americana, avergonzados de haber nacido en Bolivia.
Lo propio sucede con muchos inmigrantes que partieron a España, cortando trenzas y cambiando pollera a su madre, a su esposa, a sus hijas.; cambiando las abarcas por calzados.
Ramiro Sanis, el gran gerente de Misicuni, nos planteó la grave pregunta que lanza a los contrarios: ¿Para tu nacimiento, elegiste a tu madre? Grave interrogante que llega como banderilla para todos aquellos que llevan el odio racista en la sangre, para los resentidos de su etnia, de su clase social; para todos quienes piensan, sienten y actúan desde su parcializada visión etnocéntrica.
Hoy mismo tuve un inconveniente con un joven chofer de taxi, de la Línea “Aranjuez”, que comentaba desvergonzadamente: "quiero que todos los bolivianos hablen inglés, quiero una educación con libros y textos Santillana, quiero que se elimine el habla indio, el quechua, el aymara, porque todos estos indígenas son ignorantes y borrachos para que aparezca una raza nueva de gente importante".
Continuó su despreciable oratoria: “¿Porqué necesitamos una cultura originaria, porqué debemos recordar el pasado? ¡Es necesario avanzar en lo moderno, ahí están los gringos que son extraordinarios, tienen dinero, tecnología y son felices!
Lo observé gracias al espejo retrovisor y directamente noté su facies indígena, asiática, de pómulos prominentes, ojos rasgados, cejas pobladas y cabellos hirsutos abundantes y desordenados, propios de su etnia quechua. Me llamó la atención su juicio de valor atentatorio.
Por la brevedad del tiempo disponible y por la contundencia de su expresión contraria a la ideología que sustentamos, preferí callar y no dar respuesta puntual a sus argumentos extraños y ajenos divorciados de sus raíces naturales. Ideas que emergen de la entraña de su alma extraviada, rebelde, totalmente ajenas a su medio natural originario, plenas de ingratitud a la simbólica y culta pollera de su madre, a las humildes y labriegas hojotas paternas, al medio de comunicación idiomática de su familia, el idioma nativo que sobrevive, y por algo será, más de quinientos años en un testamento sagrado de oralidad y transmisión cultural esencialmente propia y profunda.
Realmente, querido Jaime, puede ser nuestra arcilla humana la que falla pero si no existiera la posibilidad de mejorar, de promover la renovación conceptual radical e histórica que propugnamos, sería preferible no avanzar y mejor morir, frustrado en el intento de soñar.
A pesar del desengaño, a pesar de la incomprensión, a pesar de que quizá la muerte no nos depare la posibilidad de ver el mundo nuevo que soñamos y el hombre nuevo que el CHE nos ofreció en la culminación de su heroísmo, me empeño en seguir soñando, sostengo la utopía realizable de una patria de honor de la cual ya siento, en la profundidad del ser, su realización consagrada.
Han pasado 515 años desde la invasión hispana conquistadora, y seguimos rememorando a los Encomenderos esclavistas para adorarlos en servidumbre inaceptable. Continuamos siervos colonizados. Hasta diciembre del 2005 éramos robots acríticos, peones del neoliberalismo. Inclusive hoy, muchos mantienen su condición de parias espirituales, malos bolivianos que defienden y laboran para que foráneos lleguen a nuestra Madre Tierra a expoliar la herencia que la Naturaleza nos regala en sus recursos naturales para el beneficio de todos los bolivianos, los de ahora y los del mañana. Lo hacen desde la prensa, desde la TV, desde los comentarios antojadizos y especulativos. Puedo dar muchos nombres pero por ética los guardo para contestar a su debido tiempo. O están equivocados de buena ley o están pagados para complotar contra nuestro destino y nuestro futuro promisorio.
Cuando leo el periódico y asombrado veo que los contrabandistas de ropa usada marchan decididos a enfrentar al Gobierno para que prorrogue los plazos para continuar su comercio ilícito y exigen al gobierno la renuncia de la Ministra Celinda Sossa. Cuando los trabajadores de la Salud piden la cabeza de la Ministra Nila Heredia porque no les da gusto en salarios desmedidos e ítems imposibles porque es menester planificar la socialización de la salud y humanizarla como nos enseñan los médicos cubanos. Cuando leo tanta falsedad en los anuncios sindicales corruptos ahora atacados por gente de probada honestidad como Mauricio Ochoa en la Caja Nacional. Cuando sé que los médicos que ganaban el doble de salario del presidente de Bolivia, lograron congelar cuentas en la Caja Petrolera. Cuando en el CEUB continúan quienes enajenaron sumas cuantiosas desde la Federación de Docentes de UMSS. Cuando al interior de las universidades fiscales, amparados en la Autonomía, se liberan de la fiscalización. Cuando detienen a ladrones de cables telefónicos en El Paso. Cuando SEDUCA continúa con dos directores. Cuando avasalladores de Ushpa Ushpa secuestran a un inspector en La Angostura. Cuando no habrá culpables en el nefasto accidente de Melga. Cuando…. así podríamos continuar in extenso.
Estos...cuando, cuando, son los ajenos a la bolivianidad. Mala arcilla por equivocación. Existen otros distintos como los esclavos indocumentados de los 14 talleres clandestinos de hilandería, o el detenido por varios años acusado de mascar coca, en Buenos Aires Argentina. O aquellos que emigraron a Europa para ser heridos en su dignidad.
Muchos otros, la mayoría, son seres humildes que luchan por una patria mejor y cuando es menester ponen los muertos y heridos en el empeño. Para ellos, los verdaderos bolivianos, va nuestro compromiso.
En relación a la arcilla de que estamos conformados, creo que hay una equivocación. El pueblo profundo de Bolivia, es esencial y potencialmente un tesoro, y en el seno del pueblo humilde está la verdadera condición de la alegría y la esperanza. En él está guardado el reservorio moral de la patria, en la diversidad extraordinaria de NUESTRA BOLIVIA.
Creo que llegó la hora de valorar todos los merecimientos que tiene nuestro pueblo, superarlo en autoestima porque es merecedor de toda nuestra consideración, de todos nuestros afanes.
Será menester reabrir los cauces de los valores intrínsecos, hacer florecer los principios bioéticos que le animan desde su ancestro, valores que no son conocidos en otras identidades.
Jamás renunciaré a la patria nueva, digna, soberana, hasta la muerte.
Desde la sagrada misión de Senador del Movimiento al Socialismo, ya la siento latir en mis entrañas. Gracias a Dios.

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