domingo, octubre 22, 2006

REVOLUCION INDUSTRIAL Y ENERGETICA EN BOLIVIA COMO RESPUESTA AL NEOLIBERALISMO


REPORTE PGnet No. 198
"Unidos Hacemos la Diferencia Agregando Valor a Nuestro Esfuerzo" Octubre 22, año 2006 ©2006 SAUL J. ESCALERA, Ph.D. YPFB-Cochabamba, BOLIVIA



1. EDITORIAL INVITADO.

Dr. Ing. Ricardo Ángel Cardona

Es discusión mundial si países socialistas o semi-socialistas como China, Cuba, Corea Norte, o los que aspiran al socialismo del siglo XXI como Venezuela, India, Libia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia, Angola, Namibia, Sud-África y Bolivia, entre otros muchos más, pueden ser o llegar a ser más productores y productivos que los países capitalistas típicos como EE.UU., Japón o CE, por ejemplo. ¿ Será posible que EE.UU., Japón o CE puedan ser superados en términos de productividad y competitividad por países como Bolivia, aparentemente salidos de la pre-historia y de la pobreza ?. La respuesta es totalmente afirmativa en este siglo XXI. Veamos por qué.


Bolivia puede aspirar a la revolución industrial y energética acelerada, es decir a la industrialización de sus materias primas con alto valor agregado en forma inmediata, y aspirar a exportar al menos 10 mil millones dólares en el curso de los próximos cinco años. Para ello debe instalar plantas de separación y fraccionamiento del gas natural, plantas de GTL para producir diesel ecológico y al mismo tiempo agua y electricidad, plantas de metanol, DME y criogenización para comercializar gas natural frío LNG al modo de gasoductos virtuales en todas y cada una de las 112 provincias de Bolivia, plantas de GNCV y termoeléctricas para suplir el mercado interno y externo con electricidad más barata y competitiva.


Nada de esto es un sueño porque en parte ya está en curso. Pero en otra parte falta negociar de igual a igual con los países del MERCOSUR. Lo que se está haciendo es poner en funcionamiento una planta de separación y fraccionamiento con inversión venezolana en al Chaco boliviano. En esta planta debe participar YPFB como dueña de hidrocarburos, PDVSA como inversionista y accionista, FFAA o COFADENA energética como garante de la seguridad y cooperativas locales. Con los precios actuales el 10% líquido del gas natural separado y fraccionado que va al Brasil y comercializado internamente representaría casi 900 millones de dólares adicionales para Bolivia.


Otro proyecto en curso es la siderurgia del Mutún con la empresa hindú Jindal, donde está previsto la compra por Jindal de al menos diez millones de metros cúbicos de gas por día para instalar termoeléctricas, hornos eléctricos de aceración y plantas de reducción directa para la obtención de hierro esponja, producto intermedio que ya goza de valor agregado y puede ser vendido a 300 dólares la tonelada en el mercado interno o internacional. Con hierro esponja se produce aceros de varias calidades, cuyo precio varía desde 750 dólares la tonelada en aceros de construcción hasta 2.500 dólares en aceros especiales al niobio, tantalio y vanadio. Metales raros con que cuenta en abundancia el pre-cámbrico boliviano.


Pero existen otros negocios de industrialización que el gobierno maneja en forma lenta. Por ejemplo el convenio con Brasil para exportar desde Bolivia energía eléctrica en abundancia a dicho país emergente que aparentemente desea construir un socialismo tropical sui-géneris basado en la consigna de Lula de “fome cero” (hambre cero). Brasil a cambio de comprar gas barato como lo hace desde hace casi siete años, debería comprar también de Bolivia productos de mayor valor agregado como la electricidad, DME, metanol, fertilizantes, aceros, hierro esponja, baterías, manufacturas de metales no ferrosos y quinua real para su población hambrienta.


El 1% de demanda anual deficitaria brasileña es de dos millones de KW de potencia. Si el gobierno de Lula sólo otorgara a Bolivia hacerse cargo de este 1% de crecimiento anual de su demanda interna, entonces Bolivia y concretamente YPFB, ENDE, COBEE, CRE, CER-Riberalta, municipios y cooperativas en todas las provincias deberían instalar termoeléctricas con gas natural e hidroeléctricas en los desniveles andinos o cursos de agua poderosos como ríos Beni, Mamoré, Guaporé, Madre de Dios, Orthon y Madera. A propósito los proyectos hidroeléctricos Cachuela Esperanza y El Bala duermen el sueño de los justos.

Otro ejemplo es el caso de la empresa rusa GTB Holding que es una subsidiaria de la poderosa y gigantesca empresa rusa Gazprom. Esta empresa en conversaciones con el Ministro Carlos Villegas y el Presidente de YPFB Lic. Juan Carlos Ortiz ha ofrecido invertir en plantas de criogenización en los pozos de gas del Chapare, Chaco y Chiquitanía. Y desde allí comercializar gas natural enfriado que pierde su volumen en miles de veces y transportarlo en cisternas especiales a cualquier lugar de la geografía nacional para abastecer necesidades industriales, agro-industriales, transporte y energéticas de todas y cada una de las provincias bolivianas. Este negocio de beneficio mutuo y que necesita la conformación inmediata de una empresa mixta YPFB-GTB, posibilitaría adicionalmente que Bolivia exporte energía eléctrica desde cualquier ciudad fronteriza como Cobija, Riberalta, Guayaramerín, San Matías, Puerto Suárez, Yacuiba, Villamontes, Bermejo, Uyuni, frontera Oruro y Potosí, Copacabana, Puerto Acosta, Apolo e Ixiamas, entre otras ciudades y pueblos. Son proyectos de potenciamiento energético.


Pero existe otro problema esencial a solucionar que es el más importante intrínsecamente para superar la producción per-cápita de energía y competitividad de los países llamados del primer mundo, se trata de crear una mentalidad gerencial y ambiciosa en pro del desarrollo nacional y social en todos los sectores sociales. Los constituyentes deberían tomar este planteamiento como política de Estado y planificar industrias, energía, ciencia, investigación y tecnologías.


China Popular y Venezuela Bolivariana, por ejemplo, están creando esta mentalidad productiva y social, hecho que les está permitiendo crecer a una tasa anual de hasta 10%. Bolivia también puede crecer a un ritmo parecido pero se debe crear una conciencia unificada de todos los sectores sociales en torno a la revolución industrial y energética. El poderoso movimiento originario debería aliarse con profesionales, técnicos, clases medias, obreros, mineros, campesinos, empresarios y militares nacionalistas, investigadores y científicos bolivianos esparcidos en todas partes del mundo. Seguramente esta es la vía que debería recorrer de aquí en más el gobierno de don Evo Morales, sindicatos, campesinos y cooperativistas.


¡BUENOS DIAS!


NOTA DEL MODERADOR. Las opiniones vertidas en esta nota editorial son de exclusiva responsabilidad del autor invitado.

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