viernes, noviembre 24, 2006

LO QUE NUNCA SE DIJO: GUERRA DE MEDIOS TELEVISIVOS HERMANOS POR “RATING” CRUCEÑO

Santa Cruz (Bolivia)

Más deshonestidades son practicadas por Unitel y Red Uno en su lucha por el raiting.

Dos reporteras de ambos medios se enfrentaron verbalmente y casi llegan a los golpes ante la mirada atónita de una entrevistada y frente a las cámaras de medios colegas.

(ASC-Noticias) 24-Noviembre-06

Por Marcelino Villarreal

Una silenciosa, sucia y deshonesta guerra mediática se viene desarrollando entre dos medios empresariales de televisión que se disputan la preferencia de los televidentes cruceños y que de manera caprichosa se atribuyen el primer lugar en los ratings de audiencia local. Se trata de las redes Uno y Unitel.

Desde hace meses ambos canales de televisión vienen sosteniendo una dura batalla mediática que se tornó virulenta en semanas pasadas, luego de que dos reporteras de ambos medios se enfrentaron verbalmente ante la mirada atónita de una entrevistada y frente a las cámaras de medios colegas.

El enfrentamiento se originó en la disputa de estas reporteras por la primicia de las declaraciones de la ex modelo Alejandra Urioste, luego de que esta última demandara ante la justicia a un poderoso y conocido empresario azucarero cruceño por violación y acoso sexual.

Según relataron periodistas de otros medios, que presenciaron el enfrentamiento verbal que casi llega a las manos, las reporteras de Unitel y la de Red Uno, tenían la orden de sus jefes de prensa de conseguir como primicia las primeras declaraciones al vivo de la ex modelo pero antes del inicio de la rueda de prensa acordaron entre ambas el orden o el turno de sus respectivas entrevistas.

Llegado el momento ambas intentaron violar el acuerdo, produciéndose el enfrentamiento verbal para que luego, ambas, se acusaran mutuamente de no haber respetado el turno que acordaron. Tanto la Red Uno como Unitel trataron de mostrarse como victimas de la falta de respeto de la competencia que no quiere aceptar que el otro “no es el más visto” ni “ocupa los primeros lugares en los ratings de audiencias”.

Los insultos de ambas reporteras fueron de grueso calibre y no les importó nada la presencia de la ex modelo como entrevistada ni tampoco del estado de ánimo de ésta por tener que enfrentar el penoso episodio de revelar su condición de víctima de violencia sexual al público a través de las cámaras de los medios.

Entre todo lo que se dijeron, se pudo escuchar afirmaciones como “¡nosotros somos los más vistos y si nos da la gana la entrevistamos otra vez y diez veces más!” “¡no, a ustedes no los ve nadie son unos pobres…!” “¡Como que pobre cunumi de mierda carajo! ¡Vamos afuera yo te voy a enseñar lo que es pobre!” “¡Así son estos!..¡pobres!” “Ustedes serán pobres, ¡esta cunumi de mierda!”, “esperame afuera”,etc.

Varios analistas no titubearon en afirmar que esos insultos revelan un desprecio vanidoso y hueco por la labor periodística basada en la investigación, la responsabilidad, el respeto y la objetividad, y un apego al brillo, a la imagen, a la primicia en la forma y no en su contenido, y una valoración casi obsesiva por el raiting.

Es, en otras palabras, la visión del neoliberalismo aplicado sin límites al ámbito mediático. La búsqueda a toda costa de la audiencia y del rating que trae publicidad y con ella viene el dinero, mucho dinero.

Sus habilidades para hacer creer que son los primeros:

-Se dan autoreconocimientos.
Estos medios televisivos adquieren premios y reconocimientos supuestamente de parte de “otras” instituciones privadas o similares que califican de manera curiosa a ambos como “los mejores del año”, “los del mejor noticiero”, “los del mejor conductor joven”, “los del mejor conductor deportivo” y otras nominaciones caprichosas a contrapelo de las constantes manifestaciones de repudio de parte del público que expresa su enojo por el sensacionalismo y la vulgaridad practicada por ambos canales.

La emisora radial “Caliente” acaba de otorgar premios a Red Uno y Unitel basada en una dudosa encuesta que hicieron a 2000 jóvenes escolares. Gracias a ella dieron por ejemplo el reconocimiento de “Mejor conductor Joven” a un vulgar y argentinizado locutor que no hace mucho calificó a la mujer cruceña como “carne de primera calidad” o a un antojadizo y poco informado en materia deportiva como el “mejor relator y periodista deportivo”. Si lo que dicen fuera cierto indicaría más bien qué mal influidas están las nuevas generaciones. Hay que anotar que esa emisora destaca también por ser fervorosa promotora de las autonomías y alentar la discriminación racial.

-Falsifican entrevistas al vivo o exclusivas
Si algún personaje, que es noticia en determinada semana, se compromete a dar una entrevista “exclusiva” y/o “al vivo” a una de las revistas matinales de estos canales, el que se queda sin la exclusiva “al vivo” se da mañas para invitar al mismo personaje un día antes para grabar la entrevista que luego se presenta en diferido, al día siguiente, pero con subtítulos que dicen “exclusiva y al vivo” y aparece a la misma hora o escasos minutos después de que el mismo entrevistado estuvo en el otro canal.

Así tenemos invitados omnipresentes que son presentados “al vivo” y en “exclusivo” al mismo tiempo o con diferencia de minutos, cuando las estaciones televisivas están separadas por unos 15 kilómetros de distancia. Alguien en tono de sarcasmo y con exceso de benevolencia ha calificado esto como “la magia de la televisión cruceña” pero lo más exacto es decir “la deshonestidad peligrosa de los más vistos por los cruceños”.

-Fabricar noticias y explotar el morbo

Más deshonestidades son practicadas por Unitel y Red Uno en su lucha por el raiting. Ahí está la fabricación de noticias donde no las hay, en una competencia a cuál más bizarra, colocando a gente en la calle con poca ropa y provocando al público. Están también las notas pagadas para mostrar como noticia lo que es propaganda y su desesperación morbosa por la lencería que ha contagiado a otros medios.

La guerra mediática manipula el sentimiento popular:

La pugna mediática la vio el público durante las pasadas elecciones municipales donde cada medio tenía su candidato y denigraba al otro. Pese a que estos dos bandos de las logias pactaron para compartir la Alcaldía Municipal ahora tienen diferencias de interés y disputan la silla del alcalde en una sorda y silenciosa pelea de denuncias y rumores que suma también a otros medios y analistas de variado color. Pero estos grupos logieros no sólo tienen diferencias en el control de la Alcaldía sino también por el poder y recursos de la Prefectura que ahora es más apetecible porque recibirá mayor cantidad.

Ambos canales tienen la potencialidad para manipular al público cruceño de manera cínica y para enfrentarse apelan a medios deshonestos, sin el menor disimulo, hasta con el público al que dicen deberse y para quien dizque cumplen una labor de “control social” y “fiscalización” del poder y de las autoridades de la sociedad cruceña.

Ellos, para todos sus enjuagues por más poder y dinero, se envuelven en la bandera cruceña para aparecer como “defensores” de este pueblo, usando slogans con los que están seguros de arrastrar al cruceño común como “Viva Santa Cruz” y alardean de “la productividad”, “la libertad”, “la religión”, “el modo de vida de los cruceños”, de “combatir al comunismo”, “defender la tierra que es vida”, cuando en realidad defienden a sus grupos de poder empresarial ligados a las transnacionales.

Usan campañas regionalistas y chauvinistas abusivamente y que parecían disiparse cuando el gobierno del MAS garantizó la permanencia de las transnacionales por treinta años más, ganando el aplauso de los cívicos cruceños y el de estos medios que eso querían. Pero el problema de la tierra ha hecho que vuelvan a las andadas. Ahora reavivan el conflicto racial “camba vs. Colla”, desde sus micrófonos impulsan con reanimada fuerza el odio racial y el fanatismo regional que parecía perder fuerza momentáneamente. Para ello han trabajado dando mucha y sospechosa cobertura a la sorpresiva aparición de algún monumento cruceño vestido con polleras y whipalas.

El problema es de poder político y económico

Red Uno y Unitel, son propiedad de los Kuljis y Monasterio respectivamente, familias y grupos económicos propietarios de grandes extensiones de tierra, ligados al gran comercio internacional, la banca y la política donde ejercen control de entidades públicas como la alcaldía cruceña y la prefectura por supuesto para beneficiar sus negocios e inversiones.

La esencia peligrosa de los medios cruceños empresariales está en la propiedad que tienen sobre ellos estos oscuros grupos económicos ligados a la política y la tierra, conocedores de la tecnología y la ciencia mediática que tienen en sus manos y aprovechan para manipular a la sociedad cruceña, donde el atraso cultural, el poco apego a la lectura, la poca cultura política y una creciente y fomentada cultura individualista que facilita el aislamiento y la desinformación en una sociedad que paradójicamente se autoproclama “de la información”, la hace fácil pasto de quienes se proponen moldear la opinión pública a su gusto y sabor y son de lo más conservador de nuestra sociedad y quieren para impedir el avance del pueblo cruceño en especial de clase media.

Estas malas prácticas que ejercitan a pesar de que son descubiertos, no son simple jugarreta que puede ser objeto de mofa sino demostración de cómo y cuánta manipulación hacen estos medios. Si son capaces de hacer tanto ¿de qué más habrán sido y serán? Es lo que hasta ahora no se critica y muchas veces se oculta. Para refrenarlos no basta que algunos se mofen de ellos haciéndoles críticas de forma, como el mal hablar de los presentadores de noticias, su mala calidad de presentación y animación en televisión, sus vulgaridades o los errores ortográficos y gramaticales de quienes escriben los titulares de los noticieros.

Junto a otros canales, periódicos y radioemisoras locales forman como buenos hermanos un frente común mediático para defender la tierra bajo la consigna de “defender Santa Cruz” y el “modo de vida de los cruceños” o sea de su bolsillo. Por eso esta guerra entre Unitel y Red Uno no llegará nunca a mayores.

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