La ejecución no frena la resistencia popular iraquí contra la ocupación, los colaboracionistas y cuantos pretenden una fractura sectaria del país
La Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI), ante la ejecución en la madrugada del día 30 de diciembre de 2006 [1] del ex presidente iraquí Sadam Hussein, declara:
1. Reiteramos lo ya indicado en anteriores comunicados [2] sobre la manifiesta ilegalidad del procesamiento de miembros del anterior gobierno de Iraq y, por tanto, de todas sus consecuencias y resultados dado el carácter de prisioneros de guerra que corresponde a los dirigentes iraquíes capturados y apresados por las fuerzas de ocupación de EEUU.
2. En este sentido, consideramos que la plena responsabilidad de la ejecución del ex presidente Sadam recae en dichas fuerzas ocupantes y en el gobierno de Bush. La ejecución de Sadam Huseín pone de manifiesto que el gobierno de Bush, ante el evidente desmoronamiento de la conquista anglo-estadounidense de Iraq de 2003, consecuencia de la ofensiva política y militar de la resistencia iraquí, ha optado -en contra de lo recomendado por varias instancias nacionales e internacionales- por cerrar toda vía de diálogo con las fuerzas políticas y militares de la resistencia patriótica para alinearse abiertamente con el bloque confesional chií y las fuerzas paramilitares de la ultraderecha religiosa iraquí en su estrategia de división sectaria del país. La ejecución de Sadam va a suponer, en este sentido, más guerra y más violencia sectaria en los próximos meses y que se agrave aún más, si cabe, el sufrimiento del pueblo de Iraq.
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