sábado, noviembre 22, 2008

Una mirada desde el Sur

En la entrevista, Morales también dijo: “Y quiero mostrar mi respeto en los Estados Unidos a la comunidad internacional. Todo el mundo condenó el atentado a la democracia, atentado contra el estado de derecho, menos el gobierno de los Estados Unidos. Menos el embajador de los Estados Unidos. Es impresionante.”
Democracy Now! (de REBELION)

Evo Morales sabe acerca de “cambios en los que uno puede confiar.” También sabe lo que pasa cuando se fuerza a una élite poderosa a que haga cambios que no quiere.

Morales es el primer presidente indígena de Bolivia, el país más pobre de América del Sur. Asumió la presidencia en enero de 2006. Enfrentándose a la poderosa oposición interna, nacionalizó los yacimientos de gas natural de Bolivia, lo que transformó la estabilidad económica del país y, curiosamente, enriqueció a la misma élite que había criticado en un principio dicha decisión.

Sin embargo, la reacción violenta de la oposición llegó a su punto álgido en septiembre. En una entrevista en Nueva York esta semana, Morales me dijo: “El sector opositor, la derecha… decide hacer un golpe de estado civil… No pudieron.”

Como respuesta a esta situación, los presidentes de las naciones de Sudamérica se reunieron en Chile para realizar una cumbre de emergencia, liderada por las presidentas Michelle Bachelet, de Chile, y Cristina Kirchner, de Argentina. El grupo hizo una declaración pública de condena a la violencia y de apoyo a Morales.
Amy Goodman