sábado, noviembre 29, 2008

Más micro-estados semi-soberanos del oriente boliviano, en la mira de Evo


http://www.insurrectasypunto.org
(de REBELION)

Los bolileños

El lamentable indio que trabaja de indio, Víctor Hugo Velazco, el mayordomo del terrateniente Branko Marinkovich, está haciendo un llamado a la solidaridad del Pueblo Cruceño, para que donen colchones, alimentos y otras cosas para los 700 pandino-pandilleros seguidores de Leopoldo "Herodes" Fernández, que se refugiaron en la localidad brasileña de Brasilea. Allí, el gobierno brasileño los tiene en unas carpas y les da lo básico (alimentos y medicinas). Parece que varios de ellos, ya no quieren volver a Bolivia, por temor a ser detenidos o porque ya vendieron sus casas en Pando; y tienen la intención de quedarse en Brasil. ¿Cómo se los llamará en el futuro? ¿Bolileños?

La mayoría eran empleados de la Prefectura, a las órdenes de Leopoldo Fernández. Según Vel-Asco, líder indígena de una organización fantasmal, los pandinos "exilados" no tienen ni ropa ni colchones ni médicos, y diz que tuvo que poner de su bolsillo, para comprarles "dos colchoncitos". Ahora, este empleado de Marinkovich, espera de la generosidad del Pueblo Cruceño, y anda mendigando ayuda por todos lados. Para eso, se propone él mismo como "receptor" de las donaciones. Los malos no tienen amigos. El que debe estar preocupado es Lula. Bolivia también ha expandido su "frontera humana móvil", a través de los bolileños, cuyo líder es Ana Melena de Susuki, la "dama de hierro" de Pando. Lo que deberían hacer los pandino-bolileños es retornar a Bolivia, y afrontar las investigaciones sobre la Masacre de Pando y malversaciones con dinero de la Prefectura; y demostrar, en caso que así sea, su inocencia con respecto a esos hechos. En tanto, las pruebas testimoniales y fílmicas sobre el genocidio campesino en el Puente de Sangre, contra el ex-prefecto Leopoldo Fernández y los otros confinados en La Paz, se acumulan con densidad peligrosa. Parece bien difícil, que al final del proceso muchos de ellos recobren la libertad.

Ante la reconquista boliviana sobre el micro-estado de Larsenlandia; los otros príncipes feudales ganaderos temen por sus latifundios improductivos y esclavistas.