Días negros: miércoles 10, jueves 11, viernes 12, sábado 13 de enero de 2007.
No encontramos el epíteto adecuado para calificar la actitud irracional, violenta, racista y criminal de los actores de la tragedia social desarrollada en Cochabamba.
En vez de describir la tragedia sería mejor lanzar un grito de horror, un llanto incontenible, un alarido bestial, un aullido patético, de rabia y de furor incontenibles.
Cuánta crueldad, saña, y odio exteriorizado, guardado en la interioridad de nuestra clase “alta”, en el grupo social protagonista de la violencia desatada. Aquella que tiene entre sus miembros a los agentes de la corrupción económica, política y cultural que daña nuestra Bolivia desde hacen decenas de años.
Quien escribe el presente artículo pertenece a esa clase media, mestiza, vergonzante de su origen, servil a intereses de antipatria, componente de los partidos neoliberales enemigos de Bolivia. Clase social que educa a su juventud en colegios y universidades privadas, preferentemente en ámbito de religiosos escolásticos e inquisidores de elite discriminadora, o en mercaderes privados en los que destaca la empatía con la cultura anglosajona, renegada de su propia cultura nacional.
Hoy, Senador del Movimiento al Socialismo, representando a los humildes excluidos campesinos, cocaleros, indígenas, la Bolivia “profunda”, la de los bolivianos de las 36 nacionalidades y etnias menores, nos sentimos aun más orgullosos al concluir la existencia.
Al tercer día de la crisis social incontrolable en la ciudad de Cochabamba, el alma se encuentra verdaderamente abatida por el resultado de la confrontación y por el fracaso en los intentos de pacificación y conciliación emprendidos al inicio del conflicto.
Convenimos, el día miércoles, en reunión oficial con el Presidente Álvaro García Linera y la mayoría de senadores de la Bancada del MAS, que el movimiento social emprendido por los dirigentes había perdido el rumbo y que estaba equivocado, que era una irracionalidad luchar contracorriente pidiendo la renuncia del prefecto Manfred Reyes Villa, quien fue elegido en el mismo acto democrático del presidente Evo Morales. Si su elección es legítima e incontestable, por tanto, absolutamente respetable. Mas, otra situación significa el cuestionar la validez constitucional, la que se dio erróneamente por secundar a la elite oriental. El Prefecto debe someterse a estricto control social, a investigación de fortunas y corrupción, eso es otro cantar.
La raíz de todo el tremendo conflicto que aún vivimos es la “SOBERBIA” de unos y de otros, sobre todo la de los enemigos de la patria, de la anti nación herida en sus intereses por la gestión ejecutiva y legislativa del MAS, la nacionalización de los hidrocarburos y la ley de Reforma Agraria.
Descolló como detonante la pretensión de Manfred Reyes Villa de llamar a un Referéndum Autonomista. Este personaje siniestro se sintió abanderado Comandante de esa fracción enemiga.
Educado en la Escuela imperialista de Panamá, la del dictador Bánzer, de García Mesa, de Natush Busch y de Arce Gómez. Seleccionado por el imperio para suceder políticamente a Evo Morales y hacer factible la continuación del saqueo de Bolivia, luego de la frustración de Jorge Quiroga Ramírez.
Fueron varias los gestos que presagiaron el combate de odio que denunciamos: Su enriquecimiento ilícito cuando en función de Alcalde urbanizó predios marginales adquiridos a precios ínfimos dando origen a una cuantiosa fortuna con inmuebles en Bolivia, USA y en otros lugares. Su nefasta participación política en la privatización durante los gobiernos neoliberales de los últimos 30 años. Su sociedad reciclada con los gobernantes: VPE, JPZ, HBZ, JQR, GSL, CMG, FRV. Su firma comprometedora en la privatización con la empresa “Aguas del Tunari”, junto a la del ex Alcalde Montaño, las que desencadenaron la guerra del Agua, primer evento que despertó la dignidad del continente. Sus actos corruptos como militante en el partido de ADN del dictador Hugo Bánzer. La formación de un partido político propio, NFR, que intervino incorrectamente en todas las instituciones, entre ellas la de la universidad Mayor de San Simón introduciendo corrupción y arbitrariedad junto a otras tiendas políticas del MIR, MNR y ADN.
Finalmente, elegido Prefecto en acto eleccionario típico de prebendas y compra de conciencias. Pretendió organizar “Corporaciones provinciales de Desarrollo”, absolutamente ilegales. Siendo parte del Ejecutivo fue y es un componente desobediente, opositor a la gestión de gobierno del Presidente Evo Morales, en todas sus expresiones y gestos políticos aprovechando los dineros fiscales.
Irrespetuoso con la Brigada Parlamentaria de Cochabamba a quien ni siquiera respondió las reiteradas invitaciones para trabajar en beneficio departamental.
Pretendiço apropiarse el proyecto múltiple Misicuni para ganar réditos políticos regionales. Su oposición personal y de su equipo comprometiendo a la Brigada opositora de senadores y diputados, confabulados para rechazar la Ley de Misicuni que declara Misicuni como Patrimonio Regional.
La incitación a la “INDEPENDENCIA“ de Santa Cruz, en acto público de masas. Cabildo donde ya se registró la presencia de paramilitares a sueldo.
La soberbia culminó con un “lapsus lingüe” no reconocida en dicha oratoria y más bien, insistió en su intencionalidad autonomista desintegradora de la heredad patria. Su participación activa con los prefectos de la media luna apoyando a los actos de barbarie y alentando la formación de grupos irregulares, matones de la “Juventud por la democracia”, contratados en Quillacollo, según la denuncia del periodista Wilson García Mérida.
Finalmente, la insistencia en convocar a un Referéndum autonomista inmediátamente desconociendo los resultados del último referéndum, atentó contra la Ley del Referéndum para tener mayor fuerza opositora, para perfilarse como un sucesor alternativo a Evo, con beneplácito del imperio y de los prefectos y cívicos de la media luna. Por último, su ausencia irresponsable a La Paz y a Santa Cruz los días de la crisis.
El otro bando formado por cocaleros, regantes, campesinos, obreros, varones y mujeres, jóvenes, maduros y viejos, todos humildes, sirvieron de carne de cañón a los dirigentes irresponsables que sin mediar la venia de la presidencia, de la jefatura sindical, del propio presidente de la República, los sometieron al riesgo de ser apaleados por los señoriítos armados de bates, palos contundentes, escudos hechizos, armas cortantes y aun revólveres y cartuchos de dinamita. Por grupos de maleantes de la “Juventud Cruceñísta” que llegaron a engrosar las filas de los racistas.
En ambos bandos participaron parlamentarios, senadores diputados del MAS; diputados de PODEMOS y de UN, agitadores llamando a la acción criminal.
Todos deben ser juzgados sin compasión. Debemos exigir juicio penal a los violentos participantes armados y juicio severo sancionador a quienes gestaron y alentaron el odio y la violencia. Como primer Senador elegido por el departamento tenemos esa obligación moral para lanzar los dardos de la fiscalización ante la Fiscalía y los ministerios.
Por celular y desde el lugar de la refriega nos comunicamos con el insigne periodista Wilson García Mérida, quien con furor emocional los tipificó con un preciso epíteto: “SON UNOS HIJOS DE PUTA”, el peor o mejor insulto que un profesional pudo lanzar en medio de la refriega, el apaleo y la matanza. No se puede morigerar ni atenuar la calificación del delito registrado. Otro llamado de pesar fue el de Eduardo Scout ante la inminencia del encuentro feroz y la impavidez de la Policía sobrepasada en número por los maleantes.
Quienes fueron los cerebros de la violencia, merecen investigación, juicio de responsabilidades y sanción penal rigurosa y están bien tipificados: Manfred Reyes Villa, Prefecto a quien se le exige su renuncia. Oscar Zurita, sirviente de la antipatria y presidente del Comité Cívico de Cochabamba que pretendía “limpiar la ciudad de indios”(según publicación de “La Voz”). Samuel Doria Medina quien insultó y difamó al Presidente de la República. Algunos medios de comunicación por tergiversar los hechos. El prefecto paceño y los otros de la media luna por alentar irresponsablemente a Reyes Villa en la pelea. Quien propuso y llevó adelante los bloqueos de los caminos que tanto daño hizo a la población en tránsito. Senadores del MAS que a título personal y olvidando su respetable investidura debilitan gratuitamente la figura institucional del presidente Evo Morales. El fascista hijo de Juan Lechín Oquendo, por su escritura pornográfica, su racismo e infidelidad a su padre líder socialista. Los banzeristas de PODEMOS que desde sus oficinas emitieron llamamiento organizado para acudir armados, polera blanco – roja, repartiendo bates y palos en movilidades propias al norte de la ciudad. Sobre todo, los parlamentarios opositores y oficialistas que intervinieron en la quema de la Prefectura y en el apaleo de ciudadanos cuando pierdan la inmunidad.
Sabemos con absoluta seguridad que el sitio y vigilia de los campesinos desde un inicio fue una reacción de derecho social para expresar la exigencia que no fue escuchada. Criticamos también con severidad el vandalismo de que fue objeto un predio sagrado de historial regional, el edificio de la Prefectura en la plaza “14 de septiembre”.
IGLESIA CATÓLICA.
Respetuosamente, también la sometemos a una crítica reflexiva por su inercia participativa. No escucharon nuestra angustia para prevenir la pérdida de vidas. No se dio importancia a nuestra gestión preventiva cuando al exterior de los predios arzobispales esperaban personajes de Derechos Humanos y Defensoría como el Lic. Augusto Siles. Esperaba la mediación religiosa mediante una llamada telefónica el Lic. Eduardo Scott, quien se comprometió a convocar a los asesores de la Prefectura Jhony Ferrel e Iván Tavel. En ese instante, la noche anterior al crimen, teníamos la posibilidad de contar con Julio Salazar, jefe regional de los movimientos sociales; con Iván Canelas presidente de la Brigada; con Omar Fernández y Franz Gonzáles, senadores del MAS a quienes ya les habíamos participado la decisión de los senadores de la Bancada y del Presidente Álvaro García Linera sobre la ilegalidad del movimiento social y el requerimiento de pacificación inmediata.
El respetable Monseñor y sus asesores reflexionaron y compartieron nuestro intento y auxilio pacificador. La argumentación de que la Iglesia no puede intervenir en política fue contundente aunque también se esperaba el desarme espiritual para tomar parte en la intermediación. Más tarde, cuando ya los cadáveres estaban expuestos, el Cardenal desde Santa Cruz llamó a la reflexión pacífica pero ya fue tarde, por tanto, todos fracasamos.
Por cierto, nuestra crítica resulta estéril y tardía por no haber prevenido la tragedia, por esperar la voluntad de diálogo entre los beligerantes. Es decir, por haber dado lugar al vandalismo.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. FFAA-POLICIA.
Los medios televisivos tuvieron un rol comunicador importante. Mediante las imágenes observamos el delito, las mismas que deben servir de evidencia en la investigación y en la sanción penal. A su tiempo y angustiados llamamos telefónicamente al Comandante de las FFAA para impedir la violencia pero, su autoridad requería la orden presidencial. Ubicamos al hermano del Presidente en ejercicio y logramos la presencia militar ante la ineficacia de la Policía que no reaccionó a tiempo y fue desbordada. Ambos se aplazaron porque el resultado de la contienda fue de dos muertos y cien heridos graves. (por el momento) Es impensable que las fuerzas de seguridad ciudadana carezca de inteligencia militar. Observar pasivamente una marcha “pacífica” de gentes armados de palos, bates y otros es inaceptable. Se aplazaron en la evaluación de eficacia.
Hacemos nuestro el fracaso porque a tiempo exhortamos a la paz presintiendo la tragedia, mediante el apoyo de Boris Blakut, Rocío Molina y por diversos medios radiales y televisivos. Los visitamos con Wilson García Mérida, Eduardo Scott y Tito Hoz de Vila, llamando a la prudencia, exhortando a la paz.
Nos auto criticamos sin piedad porque pensamos que debíamos hacer presencia preventiva en la Federación del Trópico, en el norte de la ciudad, entre las camionetas de PODEMOS, entre la “Juventud por la democracia” conformada desde la Prefectura, exigiendo a los asesores de ambos bandos a deponer las armas contundentes, evitando, desarmando, contrariando racionalmente a los violentos.
Eso es lo que ahora deben reflexionar los padres, los familiares, todos los actores de esta acción irracional. A nuestro querido amigo y hermano que perdió a su amado hijo en la refriega, le ofrecemos nuestro corazón adolorido cargado de furia contra quienes troncharon la invalorable existencia del joven de sus entrañas. Le pedimos perdón a nombre de todos los violentos de nuestra patria, de la ciudad y del campo; perdón por no haber logrado impedir la muerte del ser querido, perdón por el desacierto criminal de unos y de otros, perdón por el error imperdonable de los gobernantes de haber lamentado sólo a uno de los muertos, perdón por la venganza acumulada.
También pedimos perdón a los familiares del cocalero asesinado por arma de fuego en el tórax, el que destrozó sus pulmones, su aorta, su hálito de vida. Dejó familia huérfana y un halo de odio incontenible que debe extinguirse para siempre.
Pedimos la paz de Dios a los padres, a los familiares, a la sociedad entera por ambas pérdidas humanas. No aquella ritual de la misa, el simple abrazo social sino la verdadera paz de Dios, aquella que sentimos en estos momentos de amargura, aquella que se siente en el corazón llorando lágrimas de fuego, rogando sosiego, tranquilidad, amor, curación a las terebrantes heridas que dejará por mucho tiempo la evocación de la muerte y la violencia.
Perdón a los heridos, casi un centenar de golpeados, por el pesar de su sufrimiento físico y espiritual. Jamás pediremos venganza ni el odio destructivo.
Por el Humanismo bioético e institucional que admiramos y al que nos adherimos plenamente, lucharemos siempre por la Paz, la Fuerza y la Alegría.
Igualmente hemos escuchado en la TV la intervención del Rdo. Miguel Manzanera que si bien fustiga a ambos bandos, critica a priori al gobierno por el estatismo económico que pretende con la apropiación de los medios de producción, mostrándose capitalista en estos tiempos en que el sistema neoliberal se reveló totalmente anticristiano. Estamos orgullosos de recuperar para todos los bolivianos los recursos naturales enajenados por los sinvergüenzas neoliberales.
A última hora de este fin de semana, persiste el Prefecto en su soberbia aunque sabe que otro es el escenario en Cochabamba y sus provincias. Persisten los amagos de violencia y de odio al interior de las familias.
Se nos informa que la Fiscalía dio libertad a dos delincuentes que portaban armas.
Es inconcebible asumir la irracionalidad de los eventos que quitan dignidad a nuestra Cochabamba.
SENADOR DE COCHABAMBA.
SáBADO 13 DE ENERO DE 2007
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