sábado, abril 26, 2008

Bolivia, el separatismo y la mano oscura del imperio


Caracas, 25 abr (Nancy Mastronardi y Manuel F. Díaz, especial para ABI).- La República de Bolivia es ahora el nuevo blanco del imperio estadounidense. Las pretensiones separatistas promovidas por la oligarquía del país suramericano vienen con la firma y sello del gobierno de George W. Bush.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, alertó el pasado miércoles sobre el plan separatista del imperio estadounidense que pretende frenar la integración de Suramérica "y ha escogido, ahora, como blanco a Bolivia. Golpear a Bolivia es golpear el corazón geopolítico de Suramérica, porque, en definitiva, no quieren que nazca esta gran Patria: América Latina y El Caribe".

El Jefe de Estado hizo este señalamiento a propósito de la reunión cumbre extraordinaria de la Alternativa Bolivariana de los pueblos de nuestra América (Alba), llevada a cabo en el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, junto con sus homólogos de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua, Daniel Ortega, así como con el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage.

Bolivia es un blanco interesante para el imperio, básicamente porque allí están concentradas las grandes riquezas de gas y de petróleo.

Tal como lo sostiene Hugo Chávez, el imperio estadounidense está desesperado, buscando retomar el control como lo tuvieron en la nación boliviana durante mucho tiempo, "pero llegó Evo Morales y nacionalizó la actividad energética en su país, como nosotros, aquí, en Venezuela".

Ahora bien, si el imperio golpea a Bolivia y la desestabiliza, estaría desestabilizando al Cono Sur completo: Brasil, Argentina, Chile, "pero Venezuela no podría, ya que no tenemos capacidad para sostener suministros extraordinarios de energía en una situación como ésta", señaló el Mandatario venezolana el pasado miércoles.

"Golpe contra Venezuela, petróleo; invasión contra Irak, petróleo; agresiones y amenazas contra Irán, petróleo; golpe imperialista y desestabilización contra Bolivia, gas-petróleo-energía. Es el imperio y debemos darnos cuenta", expresó.

SEPARATISMO OLIGARQUICO

El departamento de Santa Cruz, uno de los que promueve la separación del Estado central, es uno de los departamentos más ricos de Bolivia, contiene grandes yacimientos de gas y petróleo y las más ricas tierras que están en manos de grandes latifundistas.

En esta región operan empresas transnacionales como Transredes, controlada por el consorcio Enron-Shell, Repsol y otras.

Tal como lo señala el periodista y director del periódico ecuatoriano Opción, Ramiro Vinueza, en un artículo publicado por la red Voltairenet, según la propuesta de la oligarquía cruceña, organizada en el Comité Cívico, serán de dominio originario del departamento, la región o la nación que le corresponda todos los recursos naturales que contenga el suelo y el subsuelo.

"Toda la concesión de los mismos a empresas nacionales o extranjeras, deberá ser aprobado, previamente, por las instancias legislativas y ejecutivas a nivel departamental o regional".

Vinueza también señala que es evidente que este regionalismo y localismo reaccionario está exacerbado por los intereses del capital financiero internacional y las transnacionales del petróleo, que pretende sustituir el supuesto centralismo establecido desde la capital boliviana, por la sumisión al centralismo de las grandes transnacionales.

"Los separatistas pretenden negociar con estas transnacionales la entrega de los inmensos recursos naturales que posee esta región, de los cuales recibirán miserables privilegios pero que les asegura su posición dominante frente a los pueblos pobres y explotados", destacó el periodista ecuatoriano.

Agregó también: "Esta política tiende a destruir el Estado nacional boliviano y a privarle a todo el país de sus recursos. La oligarquía cruceña pretende negociar con las transnacionales su condición servil, sin tener que pasar por el control del aparato estatal nacional".

"Varios dirigentes populares que encabezan la movilización y los bloqueos contra la autonomía han señalado que no puede ser una élite oligárquica defensora de los intereses transnacionales, la que decida por el pueblo, porque no expresa su voluntad ni sus intereses".

El director del Servicio Informativo Datos & Análisis, antropólogo y comunicador social boliviano, Wilson García Mérida, sostiene que fue durante el gobierno de Carlos Mesa cuando comenzó el proceso separatista que actualmente sufre Bolivia.

EL COMIENCO DEL FIN

García Mérida explica en un artículo publicado en la página digital Bolpress que el referéndum del 18 de julio del 2004, "cuando se puso en juego la venta de nuestro gas a Chile, y la decisión para elegir prefectos fuera de la actual estructura constitucional, abriendo puertas a las autonomías departamentales, fueron el comienzo del fin. El guión de este drama fue escrito ese año por Marc Falcoff, uno de los principales ideólogos del intervencionismo militar del gobierno de Bush".

"La teoría de Falcoff se convirtió en una receta para engordar al chancho (cochino). Aseguraba que a Bolivia la dividirán en dos países sus diferencias raciales y geográficas, quizás irreconciliables, de acuerdo a su principal producto de exportación: la región del altiplano exportadora de coca, de donde proviene el actual presidente Evo Morales; y las tierras bajas, encabezadas por el departamento de Santa Cruz, productoras de gas natural.

Según Falcoff, la nación cocalera estaría dominada principalmente por indígenas, y las tierras bajas por gente de ascendencia más europea", refiere el periodista boliviano.

García Mérida indicó en su artículo que Marc Falcoff (uno de los ideólogos de la invasión a Irak, que además actualmente promueve la intervención en Irán) dijo a los chilenos cuando estuvo en Santiago el año 2005 que "de ser creada la República de Santa Cruz, tendrá relaciones absolutamente normales con Chile".

Afirmó que no sabía qué haría Argentina, pero advirtió que si Brasil reconocía a "esta nueva República", Buenos Aires no tendría más remedio que hacer lo mismo.

Entre otros de los aspectos importantes sobre Santa Cruz, está el hecho de que el prefecto de este departamento boliviano es el ingeniero agrónomo Rubén Costas, quien pertenece al partido Autonomías Para Bolivia (APB), una organización de empresarios agrícolas y terratenientes creada en 2005.

Para que no queden dudas acerca de los intereses que personifica Costas, basta mencionar que fue dirigente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia, de la Asociación de Productores de Leche y de la Cámara Agropecuaria del Oriente.

ESPECIALISTA EN SEPARATISMOS

El prefecto cruceño además cuenta con un aliado: el embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, quien tiene antecedentes como especialista en separatismos.

Entre 1994 y 1996 Goldberg fue asistente especial del embajador Richard Holbrooke, uno de los estrategas de la desintegración de Yugoslavia y de la caída en 2000 del presidente Slobodan Milosevic, fallecido misteriosamente seis años después en una cárcel de La Haya.

Por ello, no es extraño que el departamento de Santa Cruz convocara para este 4 de mayo un referéndum sobre la autonomía de esta rica región.

Bolivia, a sólo tres meses de la llegada de Goldberg como embajador, comienza a sufrir un exacerbado proceso de racismo y de autonomías separatistas, como ocurrió en Balcanes, que se gestaron desde la ciudad oriental de Santa Cruz, donde gobierna una élite integrada, entre otros, por empresarios de origen croata que crearon un movimiento federalista denominado "Nación Camba", representada principalmente por el empresario chileno de origen croata, Branco Marinkovic.

Marinkovic, quien asumió el pasado mes de febrero la conducción del Comité Cívico de Santa Cruz, ente que motoriza este proceso ejerciendo presión movilizada contra el gobierno de Evo Morales.

La "Nación Camba" de Marinkovic arrastra junto a Santa Cruz a los departamentos de Beni, Pando y Tarija, donde se encuentran los mayores reservorios de gas natural en Bolivia, cuyas poblaciones votaron a favor de las autonomías departamentales en un referéndum celebrado en julio del año pasado, conformando la llamada "media luna" que representa la mitad oriental del país.

Los departamentos occidentales de La Paz, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Cochabamba votaron por el No a esa autonomía, manteniendo su vinculación directa con el gobierno central de Evo Morales y separados en los hechos de los cuatro departamentos autonómicos de la "media luna".

Este separatismo "autonómico", que se pretende reconocer mediante la nueva Constitución Política del Estado en virtud a una Ley de Vinculariedad con la actual Asamblea Constituyente, se agravó con una decisión improvisada por el gobierno del ex presidente Carlos Mesa, en el 2004, cuando la "Nación Camba" había presionado mediante cabildos y huelgas cívicas para la elección popular de los prefectos departamentales.

Anteriormente los prefectos eran designados directamente por el Presidente de la República manteniendo la unidad del Poder Ejecutivo, atribución que no pudo ejercer Evo Morales cuando asumió la Presidencia de Bolivia, porque se vio obligado a gobernar casi en forma separada de los cuatro prefectos autonómicos.

LA ESTRATEGIA COMENZÓ EN COCHABAMBA

Cochabamba, departamento que se halla exactamente al centro entre oriente y occidente; es donde comenzó a gestarse una alternativa integradora al separatismo con el planteamiento de autonomías megaregionales en vez de las autonomías departamentales.

El prefecto de esta entidad boliviana, Manfred Reyes Villa, abusando su condición de autoridad electa, pretendió desconocer los resultados del Referéndum del 2 de julio del pasado 2007 y forzar ilegalmente una nueva consulta para anexar Cochabamba a la "media luna", rompiendo de esa manera el frágil equilibrio entre autonómicos y no autonómicos.

Sobre el referendo propuesto por la media luna oligárquica para este 4 de mayo, el encargado de Negocios de Bolivia en Venezuela, Jorge Alvarado, señaló el pasado miércoles.

"Ellos (oposición de Santa Cruz) están buscando de manera ilegal, la aprobación del estatuto autonómico de ese departamento, pero la estrategia es clara. La intención de Estados Unidos es dividir a los países latinoamericanos y con esos pretextos de autonomías están buscando la división de los países de la región".

Alvarado reiteró la ilegalidad y la inconstitucionalidad de ese referéndum al que calificó como "una simple consulta a los habitantes de Santa Cruz".

Desde su punto de vista, la inconstitucionalidad de la consulta reside en el hecho de que en ningún artículo de la Constitución política del Estado actualmente vigente existen autonomías. Por lo tanto, ese referéndum no tiene soporte Constitucional y viola las normativas legales.

La Corte Nacional Electoral de Bolivia también ha declarado ilegal este proceso de consulta para la aprobación del estatuto autonómico de Santa Cruz, motivo por el cual el Gobierno boliviano ha sostenido que el resultado del mismo no será vinculante, y por ende el Ejecutivo no tiene porque reconocerlo.
ABI///

No hay comentarios.: