Strauss-Kahn también tenía enemigos entre gente influyente, por lo cual todo este asunto huele que apesta. Ante todo, Strauss-Kahn era el probable candidato del Partido Socialista francés que se habría enfrentado a Sarkozy en las próximas elecciones presidenciales. El jefe del FMI tenía obviamente una ventaja sobre Sarkozy, quien está afectado por una serie de escándalos personales y la caída de sus índices de aprobación.
Pero si a Strauss-Kahn le tendieron una trampa, es probable que hayan sido miembros de la coalición bancaria occidental, ese grupo tenebroso de puercos codiciosos cuyas políticas han mantenido a la mayor parte de la humanidad en diversos estados de pobreza y desesperación durante los últimos dos siglos. Strauss-Kahn se había apartado recientemente de la “línea del partido” y estaba cambiando la dirección del FMI. Su conversión en un momento crítico fue propugnada por el economista progresista Joseph Stiglitz en un reciente artículo titulado “El viraje a tiempo del FMI” A continuación reproduzco un pasaje:
“La reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional fue notable ya que marcó el esfuerzo del Fondo para distanciarse de sus propios dogmas de hace muchos años sobre los controles de capital y la flexibilidad del mercado laboral. Parece que un nuevo FMI gradualmente –y cautelosamente– ha surgido bajo el liderazgo de Dominique Strauss-Kahn.
“Poco más de 13 años antes, en la reunión de Hong Kong del FMI en 1997, el Fondo había intentado enmendar su carta para ganar más margen de acción y poder empujar a los países hacia una liberalización del mercado de capital. El momento no podría haber sido menos oportuno: la crisis del este de Asia recién se estaba gestando –una crisis que fue, en gran medida, el resultado de la liberalización del mercado de capital en una región que, dada su elevada tasa de ahorros, no la necesitaba en absoluto.
“Ese accionar había sido defendido por los mercados financieros de Occidente –y los ministros de Finanzas occidentales que les son tan fieles-. La desregulación financiera en Estados Unidos fue una causa importante de la crisis global que estalló en 2008, y la liberalización financiera y del mercado de capital en otras partes ayudó a propagar ese trauma “hecho en Estados Unidos” por todo el mundo.
Por lo tanto, Strauss-Kahn estaba tratando de orientar al banco en una dirección más positiva, una dirección que no requería que los países abrieran sus economías a los estragos del capital extranjero que llega rápido –aumentando los precios y creando burbujas– y parte con la misma rapidez, dejando detrás de sí el flagelo del alto desempleo, baja de la demanda, industrias perjudicadas y una profunda recesión.
Strauss-Kahn había emprendido un camino “más benévolo y suave”, que no obligaría a los dirigentes extranjeros a privatizar sus industrias de propiedad estatal o a aplastar a sus sindicatos. Naturalmente, sus acciones no fueron calurosamente recibidas por los banqueros y corporativistas que esperan que el FMI asegure legitimidad a su continuo saqueo del resto del mundo. Es la gente que piensa que las actuales políticas están “perfectamente bien” porque producen los resultados que buscan, o sea mayores beneficios para sí mismos y más pobreza para todos los demás.
Leamos de nuevo a Stiglitz, esta vez impartiendo el “golpe de gracia” a su amigo Strauss-Kahn:
Strauss-Kahn está demostrando ser un líder sagaz del FMI.… Como concluyó Strauss-Kahn en su discurso en la Brookings Institution poco antes de la reciente reunión del Fondo: “En definitiva, el empleo y la igualdad son los pilares de la estabilidad y la prosperidad económica, de la estabilidad y de la paz política. Esto está en el corazón del mandato del FMI. Se debe colocar en el corazón de la agenda política”.
Correcto. De modo que ahora el FMI iba a ser un agente para la redistribución de la riqueza… (para)
“fortalecer la negociación colectiva, reestructurar las hipotecas, utilizar zanahorias y bastones para que los bancos vuelvan a prestar dinero, reestructurar las políticas impositivas y de gasto para estimular la economía hoy a través de inversiones a largo plazo, e implementar políticas sociales que aseguren oportunidades para todos.”
¿Podéis imaginar hasta qué punto este tipo de declaración enfurece a los señores del Gran Capital? ¿Cuánto tiempo creéis que iban a aguantar este palabrerío antes de decidir que Strauss debía tomar vacaciones permanentes?
No mucho, apuesto.
Leed esto de World Campaign y juzgad vosotros mismos si Strauss-Kahn se había convertido en un “inconveniente” que había que eliminar para que el negocio de extraer riqueza de la gente más pobre de la tierra pueda continuar al mismo ritmo:
“Durante décadas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido asociado por los activistas contra la pobreza, el hambre y por el desarrollo como el perfecto representante de todo lo que va mal en la administración fiscal del resto del mundo por parte del mundo rico, particularmente de las naciones pobres, con su enfoque aparentemente unidimensional de políticas fiscales de recortes como precio por sus préstamos, y una filosofía económica de filtración hacia abajo que ha ayudado a elites tradicionalmente acaudaladas a mantener el statu quo mientras la mayoría permanece pobre e impotente. Ante un mundo que cada vez hace más revoluciones debido a semejantes realidades, y ante la crisis financiera global después del abandono de gran parte de las políticas reguladoras y otras que habían funcionado después de la Gran Depresión, el director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn hizo declaraciones, como mínimo soprprendentes, de que el FMI y el mundo necesitan un cambio de políticas.
En un artículo de hoy en el Washington Post, Howard Schneider escribe que después de que el crac de 2008 llevó a un retorno de la regulación de compañías financieras y a la participación del gobierno en la economía, para Strauss-Kahn “la tarea solo se ha hecho a medidas, ya que ha estado conduciendo al fondo a una reconsideración fundamental de su teoría económica. En observaciones recientes ha suministrado un amplio resumen de las conclusiones: La regulación estatal de los mercados debe ser más amplia; hay que crear políticas globales para impedir que los precios de préstamos y de activos se expandan demasiado rápido. ‘El péndulo se desplazará del mercado al Estado’, dijo Strauss-Kahn en un discurso en la Universidad George Washington la semana pasada. ‘La globalización ha logrado mucho… pero también tiene un lado oscuro, un inmenso y creciente abismo entre ricos y pobres. Es obvio que necesitamos una nueva forma de ‘globalización’ para impedir que la ‘mano invisible’ de mercados débilmente regulados se convierta en ‘un puño invisible’”
Repitamos: “…una reconsideración fundamental de su teoría económica”… (una mayor) distribución de ingresos”… (más) regulación de las compañías financieras”, “los bancos centrales deben hacer más para impedir que los precios de préstamos y activos se expandan demasiado rápido”
¿Será una broma? Leed de nuevo ese pasaje y creo que estaréis de acuerdo conmigo en que Strauss-Kahn firmó su propia sentencia de muerte.
No va a haber ninguna revolución en el FMI. Son tonterías. La institución se creó con la clara intención de estafar a la gente y lo ha hecho de manera impresionante. Tampoco va a haber ningún cambio de política. ¿Por qué iba a haberlo? ¿Será que los banqueros y las ratas de las cloacas de las corporaciones han descubierto una conciencia y se han decidido a extender una mano a la humanidad sufriente? ¡Bajaos de las nubes!
Strauss-Kahn rompió las filas y se aventuró en tierra de nadie. Por eso le montaron la trampa y lo aplastaron como a una sabandija.
(Nota: Strauss-Kahn ha sido reemplazado por el sujeto número 2 del FMI, John Lipsky, ex vicepresidente de JPMorgan Investment Bank. ¿Qué decís del “cambio en el que se puede creer”?)
© Copyright Mike Whitney, Information Clearing House, 2011
Texto en español de los pasajes de Stiglitz tomado de la traducción original de: http://www.project-syndicate.
Fuente: http://www.globalresearch.ca/