
¡Warak'azo! es una revista de noticias, artículos periodísticos y literarios que tiene como objetivos, difundir temas de Bolivia, Latinoamérica y del mundo. Al mismo tiempo, dar a conocer las actividades de las organizaciones indígenas.
lunes, abril 28, 2008
domingo, abril 27, 2008
Defender Bolivia para salvar la soberanía de todos los pueblos
sábado, abril 26, 2008
Bolivia, el separatismo y la mano oscura del imperio

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, alertó el pasado miércoles sobre el plan separatista del imperio estadounidense que pretende frenar la integración de Suramérica "y ha escogido, ahora, como blanco a Bolivia. Golpear a Bolivia es golpear el corazón geopolítico de Suramérica, porque, en definitiva, no quieren que nazca esta gran Patria: América Latina y El Caribe".
El Jefe de Estado hizo este señalamiento a propósito de la reunión cumbre extraordinaria de la Alternativa Bolivariana de los pueblos de nuestra América (Alba), llevada a cabo en el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, junto con sus homólogos de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua, Daniel Ortega, así como con el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage.
Bolivia es un blanco interesante para el imperio, básicamente porque allí están concentradas las grandes riquezas de gas y de petróleo.
Tal como lo sostiene Hugo Chávez, el imperio estadounidense está desesperado, buscando retomar el control como lo tuvieron en la nación boliviana durante mucho tiempo, "pero llegó Evo Morales y nacionalizó la actividad energética en su país, como nosotros, aquí, en Venezuela".
Ahora bien, si el imperio golpea a Bolivia y la desestabiliza, estaría desestabilizando al Cono Sur completo: Brasil, Argentina, Chile, "pero Venezuela no podría, ya que no tenemos capacidad para sostener suministros extraordinarios de energía en una situación como ésta", señaló el Mandatario venezolana el pasado miércoles.
"Golpe contra Venezuela, petróleo; invasión contra Irak, petróleo; agresiones y amenazas contra Irán, petróleo; golpe imperialista y desestabilización contra Bolivia, gas-petróleo-energía. Es el imperio y debemos darnos cuenta", expresó.
SEPARATISMO OLIGARQUICO
El departamento de Santa Cruz, uno de los que promueve la separación del Estado central, es uno de los departamentos más ricos de Bolivia, contiene grandes yacimientos de gas y petróleo y las más ricas tierras que están en manos de grandes latifundistas.
En esta región operan empresas transnacionales como Transredes, controlada por el consorcio Enron-Shell, Repsol y otras.
Tal como lo señala el periodista y director del periódico ecuatoriano Opción, Ramiro Vinueza, en un artículo publicado por la red Voltairenet, según la propuesta de la oligarquía cruceña, organizada en el Comité Cívico, serán de dominio originario del departamento, la región o la nación que le corresponda todos los recursos naturales que contenga el suelo y el subsuelo.
"Toda la concesión de los mismos a empresas nacionales o extranjeras, deberá ser aprobado, previamente, por las instancias legislativas y ejecutivas a nivel departamental o regional".
Vinueza también señala que es evidente que este regionalismo y localismo reaccionario está exacerbado por los intereses del capital financiero internacional y las transnacionales del petróleo, que pretende sustituir el supuesto centralismo establecido desde la capital boliviana, por la sumisión al centralismo de las grandes transnacionales.
"Los separatistas pretenden negociar con estas transnacionales la entrega de los inmensos recursos naturales que posee esta región, de los cuales recibirán miserables privilegios pero que les asegura su posición dominante frente a los pueblos pobres y explotados", destacó el periodista ecuatoriano.
Agregó también: "Esta política tiende a destruir el Estado nacional boliviano y a privarle a todo el país de sus recursos. La oligarquía cruceña pretende negociar con las transnacionales su condición servil, sin tener que pasar por el control del aparato estatal nacional".
"Varios dirigentes populares que encabezan la movilización y los bloqueos contra la autonomía han señalado que no puede ser una élite oligárquica defensora de los intereses transnacionales, la que decida por el pueblo, porque no expresa su voluntad ni sus intereses".
El director del Servicio Informativo Datos & Análisis, antropólogo y comunicador social boliviano, Wilson García Mérida, sostiene que fue durante el gobierno de Carlos Mesa cuando comenzó el proceso separatista que actualmente sufre Bolivia.
EL COMIENCO DEL FIN
García Mérida explica en un artículo publicado en la página digital Bolpress que el referéndum del 18 de julio del 2004, "cuando se puso en juego la venta de nuestro gas a Chile, y la decisión para elegir prefectos fuera de la actual estructura constitucional, abriendo puertas a las autonomías departamentales, fueron el comienzo del fin. El guión de este drama fue escrito ese año por Marc Falcoff, uno de los principales ideólogos del intervencionismo militar del gobierno de Bush".
"La teoría de Falcoff se convirtió en una receta para engordar al chancho (cochino). Aseguraba que a Bolivia la dividirán en dos países sus diferencias raciales y geográficas, quizás irreconciliables, de acuerdo a su principal producto de exportación: la región del altiplano exportadora de coca, de donde proviene el actual presidente Evo Morales; y las tierras bajas, encabezadas por el departamento de Santa Cruz, productoras de gas natural.
Según Falcoff, la nación cocalera estaría dominada principalmente por indígenas, y las tierras bajas por gente de ascendencia más europea", refiere el periodista boliviano.
García Mérida indicó en su artículo que Marc Falcoff (uno de los ideólogos de la invasión a Irak, que además actualmente promueve la intervención en Irán) dijo a los chilenos cuando estuvo en Santiago el año 2005 que "de ser creada la República de Santa Cruz, tendrá relaciones absolutamente normales con Chile".
Afirmó que no sabía qué haría Argentina, pero advirtió que si Brasil reconocía a "esta nueva República", Buenos Aires no tendría más remedio que hacer lo mismo.
Entre otros de los aspectos importantes sobre Santa Cruz, está el hecho de que el prefecto de este departamento boliviano es el ingeniero agrónomo Rubén Costas, quien pertenece al partido Autonomías Para Bolivia (APB), una organización de empresarios agrícolas y terratenientes creada en 2005.
Para que no queden dudas acerca de los intereses que personifica Costas, basta mencionar que fue dirigente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia, de la Asociación de Productores de Leche y de la Cámara Agropecuaria del Oriente.
ESPECIALISTA EN SEPARATISMOS
El prefecto cruceño además cuenta con un aliado: el embajador estadounidense en Bolivia, Philip Goldberg, quien tiene antecedentes como especialista en separatismos.
Entre 1994 y 1996 Goldberg fue asistente especial del embajador Richard Holbrooke, uno de los estrategas de la desintegración de Yugoslavia y de la caída en 2000 del presidente Slobodan Milosevic, fallecido misteriosamente seis años después en una cárcel de La Haya.
Por ello, no es extraño que el departamento de Santa Cruz convocara para este 4 de mayo un referéndum sobre la autonomía de esta rica región.
Bolivia, a sólo tres meses de la llegada de Goldberg como embajador, comienza a sufrir un exacerbado proceso de racismo y de autonomías separatistas, como ocurrió en Balcanes, que se gestaron desde la ciudad oriental de Santa Cruz, donde gobierna una élite integrada, entre otros, por empresarios de origen croata que crearon un movimiento federalista denominado "Nación Camba", representada principalmente por el empresario chileno de origen croata, Branco Marinkovic.
Marinkovic, quien asumió el pasado mes de febrero la conducción del Comité Cívico de Santa Cruz, ente que motoriza este proceso ejerciendo presión movilizada contra el gobierno de Evo Morales.
La "Nación Camba" de Marinkovic arrastra junto a Santa Cruz a los departamentos de Beni, Pando y Tarija, donde se encuentran los mayores reservorios de gas natural en Bolivia, cuyas poblaciones votaron a favor de las autonomías departamentales en un referéndum celebrado en julio del año pasado, conformando la llamada "media luna" que representa la mitad oriental del país.
Los departamentos occidentales de La Paz, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Cochabamba votaron por el No a esa autonomía, manteniendo su vinculación directa con el gobierno central de Evo Morales y separados en los hechos de los cuatro departamentos autonómicos de la "media luna".
Este separatismo "autonómico", que se pretende reconocer mediante la nueva Constitución Política del Estado en virtud a una Ley de Vinculariedad con la actual Asamblea Constituyente, se agravó con una decisión improvisada por el gobierno del ex presidente Carlos Mesa, en el 2004, cuando la "Nación Camba" había presionado mediante cabildos y huelgas cívicas para la elección popular de los prefectos departamentales.
Anteriormente los prefectos eran designados directamente por el Presidente de la República manteniendo la unidad del Poder Ejecutivo, atribución que no pudo ejercer Evo Morales cuando asumió la Presidencia de Bolivia, porque se vio obligado a gobernar casi en forma separada de los cuatro prefectos autonómicos.
LA ESTRATEGIA COMENZÓ EN COCHABAMBA
Cochabamba, departamento que se halla exactamente al centro entre oriente y occidente; es donde comenzó a gestarse una alternativa integradora al separatismo con el planteamiento de autonomías megaregionales en vez de las autonomías departamentales.
El prefecto de esta entidad boliviana, Manfred Reyes Villa, abusando su condición de autoridad electa, pretendió desconocer los resultados del Referéndum del 2 de julio del pasado 2007 y forzar ilegalmente una nueva consulta para anexar Cochabamba a la "media luna", rompiendo de esa manera el frágil equilibrio entre autonómicos y no autonómicos.
Sobre el referendo propuesto por la media luna oligárquica para este 4 de mayo, el encargado de Negocios de Bolivia en Venezuela, Jorge Alvarado, señaló el pasado miércoles.
"Ellos (oposición de Santa Cruz) están buscando de manera ilegal, la aprobación del estatuto autonómico de ese departamento, pero la estrategia es clara. La intención de Estados Unidos es dividir a los países latinoamericanos y con esos pretextos de autonomías están buscando la división de los países de la región".
Alvarado reiteró la ilegalidad y la inconstitucionalidad de ese referéndum al que calificó como "una simple consulta a los habitantes de Santa Cruz".
Desde su punto de vista, la inconstitucionalidad de la consulta reside en el hecho de que en ningún artículo de la Constitución política del Estado actualmente vigente existen autonomías. Por lo tanto, ese referéndum no tiene soporte Constitucional y viola las normativas legales.
La Corte Nacional Electoral de Bolivia también ha declarado ilegal este proceso de consulta para la aprobación del estatuto autonómico de Santa Cruz, motivo por el cual el Gobierno boliviano ha sostenido que el resultado del mismo no será vinculante, y por ende el Ejecutivo no tiene porque reconocerlo.
ABI///
jueves, abril 24, 2008
Africanos en Argentina

En Argentina las estadísticas censales no definen con precisión la dimensión numérica de la población senegalesa. Pero los propios migrantes de esa nacionalidad consideran que dicho colectivo cuenta con alrededor de 5 mil integrantes; y en la percepción de los ciudadanos locales la migración africana comienza a hacerse visible y adquiere connotaciones particulares.
miércoles, abril 23, 2008
BOLIVIA: CRÍTICA A LA RAZÓN AUTONOMISTA

Por Rafael Bautista S.
No se trata, en sentido estricto, de una crítica a la razón, sino de una crítica a una manera de pensar (que dice ser racional). Porque si nos referimos a razones, estas buscan siempre validar sus certezas de modo intersubjetivo, es decir, no se imponen dogmáticamente; por eso privilegian la argumentación: el que opta por la razón está dispuesto a escuchar, por eso busca la crítica y el debate, es decir, sus más caras certidumbres las pone a la consideración y revisión ajena. Pero lo que aparece en el autonomismo, a título de racional, es una violencia irracional que agrede y persigue, miente e intimida, no sólo de parte de los secuaces sino de sus propios líderes. Es un discurso cuya eficacia radica en la manipulación que realiza en prensa, televisión y radio, donde aparece cándido después de su desayuno de golpes y atentados. Este discurso recorre todos los lugares comunes que reproduce como calumnia al otro: es demagógico, populista, autoritario, centralista, divisionista, revanchista, etc. Presume lo que no es, y lo que es, es aquello que imputa al otro, por eso escupe su rabia contra todo aquel que no comulga con su credo (incluso contra sus propios paisanos, por eso los tilda de “traidores” y les declara “muerte civil”), porque habiendo devaluado la dignidad de todo aquel que no es él, esa operación le muestra su propia devaluación; persigue a todos porque todos le recuerdan aquello en que se ha convertido, por eso los agrede, porque en el fondo se desprecia y ese odio, que por sublimación, lo exterioriza en el odio al otro, es, en realidad, odio a sí mismo.
Por eso busca su redención mediática y se somete a la estética que vende la farándula. Es puro maquillaje el que le inventa un alma inocente y pura, como virgencita de pueblo. Operación eficaz que no necesita de realidad, pues los medios se encargan se inventarla: maquillan la realidad, le hacen un “cambio trascendental” y, así como transforman “feas” en “bellas”, o ponen tetas donde no las hay, así el mal aparece como el bien y el bien como el mal. Inversión necesaria para reordenar toda la realidad como a uno se le antoje. Por eso el discurso autonomista acude a los palos: su letra también entra con sangre; de ese modo, le basta denigrar al otro y enaltecerse a sí mismo: su discurso consiste en reunir a sus reclutados en la creencia de que los demás son enemigos y estos enemigos no son seres humanos.
Una vez privados los demás de su condición humana, todo se justifica. Se convierte al otro en monstruo. Pero esta operación no es impune, pues quien convierte al otro en monstruo, se convierte a sí mismo en monstruo. Lo cual desata, irremediablemente, la violencia (del tamaño del monstruo que se ha creado). Un discurso de esta naturaleza necesita inventar un enemigo para depositar en éste el descontento de sus convocados; estos son reunidos en torno a la identificación del enemigo: mientras más concreto más sólida la aglutinación y más contundente la violencia que se aplique. Por eso el autonomismo se construye en base a antagonismos: “Santa Cruz versus La Paz”, “oriente versus occidente”, “autonomía versus centralismo”, etc.; cuya discrepancia es absoluta por las identificaciones maniqueas que produce: “el centralismo es colla”, “el indio es revanchista”, “el altiplano es el atraso”. Se enfatiza lo que divide, se acentúa la oposición. No hay posibilidad de reconciliación. Por eso se frustra el diálogo y todo acercamiento es excusa para generar un nuevo enfrentamiento. Una vez que el antagonismo ha hecho nido en lo profundo de este discurso, se ha amputado a sí mismo toda posible reconciliación. El diálogo se hace imposible. Por eso insultan a la Federación Internacional de Derechos Humanos, a la misma OEA, y a todo aquel que no avale sus dislates; todos se convierten en masistas, o sea, en enemigos. Hasta la misma iglesia, a la cual invocan, se cuida de no meter la pata y pecar de imparcialidad (porque en Santa Cruz ser imparcial significa ser masista); por eso buscan a un mediador “conveniente” (no en vano el padre Pérez fustiga a diario al gobierno, hace méritos como los hizo antes, pues bendijo tanto al neoliberalismo como a la capitalización) para que la mediación sea imposición y cuente con el aval sagrado de una obligación divina (no se trata sólo de poder manejar a la iglesia a su antojo sino a Dios mismo).
Este es el tipo de confrontación que, en el caso del autonomismo camba, reproduce una lógica que hace de la oposición una devaluación absoluta del oponente; denigrando todo no se salva nada y el oponente queda a merced sólo del odio. Por eso el problema no es tanto de las personas sino de una determinada manera de pensar. Esta manera de pensar, expresada ahora como autonomismo, es la que merece su desmontaje, para comprender por qué la confrontación no es, en sí misma, irreconciliable, sino lo irreconciliable es un modo irracional de concebir al otro que no soy yo como mi enemigo, cuya libertad es amenaza de mi libertad y cuya felicidad es peligro para mi felicidad (una forma de vida que consiste en negar la vida de los demás). Entonces, es este tipo de mentalidad el que provoca ese tipo de oposiciones sin reconciliación posible; es decir, la iracundia de los comités cívicos, los prefectos, la oligarquía y, en general, todo el sector conservador, no es producto de una locura sino que es el despliegue de una forma de ver y concebir el mundo. Porque, además, no se trata sólo de expresiones retóricas, al calor de concentraciones y cabildos, sino que está presente, de modo evidente, en la arena mediática, en boca de analistas y periodistas, que reproducen discursivamente esta mentalidad, como si se tratase de “la razón”. Una consecuencia maniquea de esto es que todo otro discurso aparece como irracional y queda descalificado de antemano, antes de siquiera poder pronunciarse. Entonces, lo que se advierte, en una aproximación más crítica, es que el autonomismo es sólo una expresión más de este tipo de mentalidad, que se concibe absoluta, es decir, dogmática, cuyo único criterio de verdad radica en ella misma, o sea, es tautológica, auto-referente; por eso, no salir nunca de sí misma, ni poner nunca en duda sus propias certidumbres (irracionales, como el racismo) logra, en última instancia, amputar toda posibilidad, ya no sólo de aceptar otra palabra, sino de escuchar siquiera lo que tienen que decir los otros. Esta manera de pensar es el prototipo de todo tipo de absolutismo y despotismo, y es adonde se devuelve aquel que nunca ha tenido ni tendrá pretensión honesta de verdad. Sino que su pretensión última es de dominio, de modo que todo uso discursivo que manifiesta es pura retórica instrumental: no busca la comunicación sino la imposición, es decir, no busca comunicar la verdad (que es intersubjetiva) sino imponer por la fuerza su propio parecer.
Mostrar esto es necesario para advertir que el autonomista reproduce, en última instancia, la perspectiva del cínico. Todo el historial que podemos reconstruir del autonomismo camba muestra una lógica que describe muy bien al fascista nazi: aquel que se aprovecha de la buena voluntad y la honesta pretensión democrática del adversario. “Una verdad debe estar construida a base de mentiras”, era la consigna de Goebbels y es, ahora, el padrenuestro de los autonomistas. Su grandilocuencia y pomposidad es necesaria, porque una mentira necesita primero convencer al que la emite, por eso el espectáculo y la seducción estética son los medios que adopta para convencerse a sí mismo; la verdad se reemplaza por el volumen fuerte y los argumentos por las gigantografías. Pero ello no quiere decir que trivializa sus certidumbres, porque la amenaza, el chantaje y la violencia es lo que sigue operando; necesita de la estetización porque así encubre sus verdaderos propósitos e inventa la imagen que le conviene. Por eso necesita de prensa, radio y televisión. Es la recomposición de su poder de modos virtuales. Inventa su propia realidad aquel que no necesita de verdad alguna, sólo la que él mismo inventa. Por eso no le importa alterar la realidad, porque ella, en una mentalidad egotista y auto-referente, desaparece en la invención que se haga de ella. La realidad es un puro objeto del que se puede disponer como se venga en gana. Es una mentalidad que se especifica en la mentalidad empresarial: todo radica en el beneficio y el interés privado; la realidad acaba siendo lo que a uno se le antoje, entonces seres humanos y naturaleza no tienen dignidad alguna, son lo que el apetito privado dispone que sean. Por eso la verdad se relativiza: todo depende del interés particular. Por eso es una mentalidad que no acepta ley, juez ni razón, pues todo lo estima según su conveniencia. Tampoco hay patria ni Dios que respete, porque su única fidelidad la expresa en aquello que le permite disponer de todo y de todos: el dinero.
Por eso decíamos que esta mentalidad es también una forma de vida que, por cinco siglos, ha venido globalizando su apetito prometiendo igualdad, libertad y fraternidad, pero produciendo absolutamente lo contrario; arribando, hoy por hoy, a un desenlace que muestra las consecuencias de su apetito de riqueza: sólo sabe desarrollarse socavando las dos únicas fuentes de riqueza, como son el ser humano y la naturaleza; es decir, su desarrollo no es sólo el no desarrollo del resto sino el suicidio general. Pero la evidencia de su insensato derroche no le preocupa; terminando con la humanidad y la naturaleza, su poder se enceguece en la apoteosis de su soberbia. Se da cuenta que tiene el poder de acabar con todo, ese poder le nubla la razón y le provoca deificarse a sí mismo. La iracunda altanería de los autonomistas es la misma iracundia del imperio. Mientras el esclavo se “somete voluntariamente” (Weber dixit) todo está bien: la democracia funciona, la libertad es perfecta y la ley impera; pero cuando el esclavo dice ¡basta!, entonces: la democracia está en peligro, la libertad está acorralada y la ley está siendo pisoteada. El amo ya no duerme tranquilo y su impasible serenidad de caballero estalla en la exasperación típica de matón barato; la prepotencia de Bush y Uribe es el modelo que siguen los prefectos y cívicos del oriente: todos se imaginan que su dios les premiará por acelerar el Apocalipsis. Si el mundo se rebela ante ellos, dicen en su fuero interno (que es el único tribunal que su conciencia acepta), que el mundo perezca, que no quede piedra sobre piedra.
La patología del poderoso es su hambre de absoluto. Por eso su última justificación es teológica. A una política de dominación le corresponde una teología de dominación. Por eso los términos del imperio no son gratuitos: se trata de una guerra del Bien contra el Mal. El maniqueísmo es absoluto. No hay lugar para el perdón. Se trata de una confrontación absoluta que los patrones asumen como lucha de vida o muerte. Es la lógica del asesino, que concibe su vida como la muerte de los demás (muerte rápida para el rebelde, muerte lenta para el sumiso), que prefiere terminar con todo antes de perder algo. Esa es la lógica que manifiesta el “estatuto autonómico” de Santa Cruz. Los cuales no reproducen tanto la autonomía catalana, sino más bien el famoso “Acuerdo de Rambouillet”, por el cual USA y la OTAN, en 1999, acaban con la soberanía de la ex Yugoslavia y, ¡qué casualidad!, la autonomía les sirve de pretexto para despojar al Estado yugoslavo de sus competencias fundamentales. Ata cabos que todo se relaciona. La presencia del embajador gringo Goldberg no es casual. Él fue uno de los artífices de la desmembración de Yugoslavia. Ahora es uno de los articuladores de la oposición boliviana. Oposición que es la misma en Ecuador y Venezuela, también en Argentina, que fue el lugar (la ciudad de Rosario) que escogió hace poco el imperio para articular a las oligarquías sudamericanas (fracasada la intentona bélica de provocar un conflicto entre Colombia y Venezuela, ahora se intenta, abiertamente, colapsar las economías de la región y provocar la balcanización sistemática de nuestros países). Por eso el “estatuto autonómico” no reconoce ninguna normativa nacional anterior o superior, e invoca, como único sostén legal, la “Carta Democrática Interamericana de la OEA”; semejante arbitrariedad jurídica concibe el absurdo de que una legislación nacional queda condicionada a “no contradecir los estatutos”. Se trata, en definitiva, de crear las condiciones para la balcanización.
La autonomía es la excusa del separatismo. Por eso su exaltación asume tintes fundamentalistas. Su lucha ya no reivindica aspiraciones democráticas sino la codicia típica de una oligarquía servil: su desidia por el esfuerzo y el desamor por su tierra siempre le condenó a traicionar a su propia patria. Su conducta mendicante y subordinada al capital trasnacional la retrata como lo que siempre ha sido: antinacional. Es la misma casta (de apellido largo y rimbombante) que conspiró contra Bolívar, intentó matar a Sucre, traicionó al mariscal Andrés de Santa Cruz (cuando Bolivia era potencia), mató a Belzu, a Villarroel, vendió el Matto Grosso, el Litoral, para después regalar el petróleo y el gas por unas cuantas monedas. Si la historia se repite, entonces los actores no son casuales, y el sentido de la repetición consiste en la confirmación del hecho: mientras los bolivianos enfrentaban una guerra impuesta, Gabriel Rene Moreno, el “ilustre patricio” camba, y Aniceto Arce, el “celebre empresario de la plata” sucrense (único beneficiado del tratado de 1904), se paseaban en Santiago a invitación del enemigo; no es de extrañar que estos personajes sean reverenciados por la actual idiosincrasia servil (que ahora se aglutina en Santa Cruz y Sucre para frustrar una nueva independencia) que clama ayuda afuera para acabar con lo que siempre ha despreciado: su propio país (Moreno y Arce preferían ser chilenos o argentinos, antes que bolivianos, los autonomistas preferirían anexarse a cualquier país antes que seguir siendo bolivianos). El trauma del que nunca supo valorar su propia tierra, ahora se expresa como autonomismo, y actualiza esa misma mentalidad de aquellos que aprendieron a gobernar tocando la puerta de los cuarteles. Por eso ahora refrendan lo único que saben: mantenerse por la fuerza y el terror.
El terrorismo mediático les sirve para eso. Sea cual sea el desenlace de este proceso, la intelectualidad boliviana, el periodismo, los medios de comunicación y la misma clase media, alineados en contra de la Asamblea Constituyente y el gobierno del Evo, quedarán tristemente en la historia como quienes, ingenuamente, traicionaron a su propia patria (al apoyar ciegamente a una oposición también ciega de la destrucción que provoca). Pretenderán atribuir la culpa de todo al gobierno y a los indios, pero aun esa condenación no podrá esconder su complicidad efectiva con la retórica del sector más reaccionario y fascista de este país, porque esa retórica también los expresa a ellos de cuerpo entero: el racismo crónico de una sociedad constituida sobre la desigualdad humana.
Cuando la sesión de congreso de 28 de febrero, del presente año, es “cercada” por organizaciones obreras, sociales, campesinas e indígenas (y se logra la aprobación de la ley que llama a referéndum para aprobar, por voto universal, la nueva constitución), lo que muestra este “cerco” es el carácter enclaustrado y recluido de una democracia raptada por la oligarquía (que es la democracia que ahora defienden los autonomistas, porque esa democracia asegura y defiende sus privilegios). Los “cercos” han sido en la colonia el modo de resistencia a la conquista; en la época republicana la protesta contra un Estado excluyente; y desde octubre de 2003, los “cercos”, han sido el modo de presión popular para sacar a la democracia de su confinamiento. El mismo sentido del “cerco” constituye una interpelación radical al Estado de derecho; es el modo cómo la memoria histórica ha venido recuperando el sentido real de la legitimidad (a su vez, esta memoria, del otro lado, perturba la postiza estabilidad política del ámbito urbano y le provoca constituirse en bloque enfrentado a aquel identificado como perturbador de su “orden instituido”: el indio); es el estado de rebelión que, en situaciones críticas, ha mostrado siempre la ilegitimidad de un “orden instituido”, construido sin la participación simétrica y digna de las grandes mayorías. Los “cercos” han sido siempre acumulación histórica de lucha y han sido la mostración del contenido real nacional-popular de este país. “Cercar” la sede del poder entonces fue siempre un acto simbólico de sacarle a la ciudad de su autismo y mostrarle el origen de su identidad y cultura, la fuente de donde se alimenta y proviene toda su riqueza, que si niega aquello acaba negándose a sí misma. Por eso es, también, otro “cerco”, lo que empieza a acontecer en Santa Cruz. El “cerco” de los cinco pueblos del oriente boliviano que, acudiendo a la unidad nacional, a las leyes aun vigentes, a la “Nueva Constitución Política del Estado”, y a la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, descubre y manifiesta el carácter ilegal, ilegítimo y antinacional de los “estatutos autonómicos”. Los “cercos” son, en ese sentido, el modo de visibilizar y evidenciar el carácter reducido y excluyente de la democracia de los poderosos, es mostrar el autismo que caracteriza a una democracia que se expropia de su propio demos y se convierte en una pura apariencia sin contenido alguno.
Por lo general la izquierda confunde el poder con la meta de sus propósitos, y confunde la política con la mera administración vertical de una entelequia; por eso opone, ingenuamente, reforma o revolución, lo cual describe un enclaustramiento mental que reproduce una suerte de determinismo historicista que, lo único que logra, a la larga, es la anulación misma de la política. El asunto es más complejo. Pese al triunfo del MAS en las últimas elecciones, el senado continúa estando en poder de la oligarquía, así como el poder judicial, la fiscalía, las cortes departamentales electorales, cierta jerarquía policial y militar, los colegios de abogados, médicos, el transporte, las cámaras de comercio, etc. El “cerco” último al parlamento es la respuesta popular ante el chantaje de la oligarquía; esta responde con un invento mediático: “imposición autoritaria” del “totalitarismo del MAS”; argumento que utilizan para desencadenar a sus huestes y desatar la violencia contra la nueva constitución. Esa complejidad es reducida por los analistas como una pulseta de fuerzas, cuando debiera ser, más bien, el motivo para evaluar los límites de la democracia liberal moderna, que es una pura abstracción sin contenido real, por eso el “cerco” la delimita como lo que es: el juego de unos cuantos que expropian las decisiones de todos. La intención del “cerco” es sacarla de esa trampa; es devolver su legitimidad al lugar de su procedencia: una democracia real es ampliación popular de la decisión. Entonces la política se intensifica y complejiza, que es el modo de despliegue democrático de la emancipación humana.
El poderoso reniega de esta emancipación, por eso reniega de la política, y persigue, hasta su eliminación, a todos los desobedientes a su “orden”, denunciándoles de “políticos”, “terroristas”, “transgresores del orden”. Lo que anhela es el “orden” (que es la expropiación de la decisión popular), porque cuando hay “orden” su poder no resiente ninguna desobediencia y puede dormir tranquilo, aumentando constantemente su fortuna. Pero cuando no hay “orden” entonces debe acabar con el “desorden”, para devolver trágicamente todo al “eterno retorno de lo mismo”; por eso no puede ofrecer nada nuevo y todo se resume a preservar el “orden establecido”. Para ello le sirve su concepción instrumental de la política: el fin justifica los medios. Por eso acude a la lógica del rapto y chantajea con todo aquello que constituye las propias banderas de lucha de las víctimas y los excluidos que produce su “orden”. Esta lógica también se expresa en el autonomismo. Al raptar las banderas de lucha del pueblo lo que se rapta es la propia vida. Por eso el precio que exige el raptor es impagable. Supone renunciar a todo, es decir, dejarse morir. El que se deja morir ya no es sujeto. Se es sujeto desde la vida y si la vida es lo que se pide a cambio, entonces el precio del rescate es impagable. El discurso autonomista es un discurso del rapto: toma como rehén a la propia democracia y, como rescate, nos pide renunciar a ella. Por eso amenaza: el que no diga sí a los estatutos, le espera el palo de la Juventud Cruceñista.
El conflicto no es entonces por una mayor descentralización, pues los “estatutos autonómicos” son más centralistas que el Estado que critican (del cual se sirvieron para enriquecerse y manejar como su feudo a Santa Cruz). El conflicto real es histórico y expresa la sedimentación última, irracional, de una mentalidad que ha producido una política como devaluación de ella misma; porque ha producido un Estado, un derecho y una democracia liberal (ahora neoliberales) como sinónimos de dominación. Es una mentalidad que, si quiere ser algo, tiene que buscarse a quién dominar. Por eso no puede cumplir lo que promete. Porque su pretensión de dominio es el fundamento último que justifica todos sus fallos. Por eso es racista, porque el mito de la raza le brinda la posibilidad de creerse superior y devaluar al otro como inferior, del cual se sirve como objeto de sus apetitos.
El autonomismo entonces no es algo nuevo, tampoco es algo que reivindique aspiraciones históricas; aunque manifieste una oposición profunda, no lo hace para superarla sino para exasperarla aun más. Lo que hemos hecho, en esta crítica, es también un “cerco”, porque hemos ido recortando el discurso autonomista para definirlo en su fundamento. Nuestras maestras han sido las Naciones Originarias. “Cercar” es entonces el modo de identificar dónde está el núcleo del problema, cuál es el origen del conflicto. Una crítica tiene que realizar esta operación para poder mostrar con entendimiento en qué consiste esta apuesta que, aunque con atavío nuevo, expresa la misma idiosincrasia colonial que se debe más a los intereses ajenos que a los propios. A la cual debemos oponer no otra fuerza semejante sino la responsabilidad política de mantener, asegurar y desarrollar la vida de toda la comunidad política. Esto significa trascender la política liberal moderna, que entiende el poder como dominación, para proponer una nueva política: el “hacerse cargo” de las necesidades de toda la comunidad; lo que señala el presidente Evo, como el poder que obedece al pueblo: el “poder obediencial”. Porque si la política es sólo dominación, entonces no hay salida y todo lo que se haga conduce, inevitablemente, al enfrentamiento. Esta es la aporía que no sabe ni puede resolver una mentalidad que se constituye a partir de oposiciones y antagonismos irreconciliables. Esta manera de concebir la política no la desarrolla sino la anula, porque eliminando al oponente se acabo eliminando uno mismo (porque uno solo no constituye comunidad y la unión de semejantes es una ficción útil para un mundo virtual pero funesta para la realidad humana), y así se elimina la política, la comunidad y la vida.
Pero la política puede ser también responsabilidad: el imperativo ético del deber-vivir de todo sujeto, incorporado en el imperativo político del debemos-vivir en comunidad. Lo cual supone reconocer al adversario como a un hermano. Porque desde la cosmovisión indígena, ya sea aymara o guaraní, no se concibe la eliminación del oponente; el oponente es necesario para la constitución de una comunidad, porque una comunidad nunca es homogénea, su riqueza consiste precisamente en la diversidad de quienes la componen. De ese modo la política es posible, porque no supone la eliminación de nadie, sino el reconocimiento de la dignidad de todo oponente, como parte de la comunidad; la política no es entonces dominación sino participación real y efectiva que, por persuasión racional y coherencia práctica de vida, nos exigimos normativamente el consenso democrático en todo lo referente a la producción, reproducción, ampliación y desarrollo de la vida de toda la comunidad; último lugar real de toda legitimidad.
La Paz, abril de 2008
Rafael Bautista S.
Autor de “OCTUBRE: EL LADO OSCURO DE LA LUNA” y
“LA MEMORIA OBSTINADA”
Editorial “Tercera Piel”, La Paz, Bolivia
rafaelcorso@yahoo.comlunes, abril 07, 2008
Hacia el abismo

Por otro lado, en el Departamento Santa Cruz no se da la cohesión social mínima necesaria para lanzare a ser una entidad político-social independiente. Dentro del propio Departamento surgirán grupos sociales, no solo indígenas, y aún áreas regionales, que nunca aceptarán ese proyecto autonómico divisionista.
Si Santa Cruz el día 4 de mayo diera ese paso totalmente ilegítimo, y se declarase “de facto” separada de Bolivia, no sería reconocida ni por el OEA, ni por las Naciones Unidas, ni por los organismos internacionales de crédito, ni siquiera por los países circundantes… Se quedaría aislada, sin opciones de crédito y con grandes dificultades para el comercio internacional. Sería una decisión profundamente errónea y con consecuencias altamente negativas, no solamente para el país, sino también para el propio Departamento cruceño.
Pensamos que los principales promotores de este peligroso referéndum saben bien que el Departamento de Santa Cruz se encuentra en la imposibilidad, tanto económica como política y social, de ser una nación independiente. No es Croacia, ni siquiera es Kosovo….
Daría la impresión que lo que realmente quieren las élites cruceñas es debilitar al máximo al Gobierno Central para entrar con fuerza en un diálogo posterior en el cual el Gobierno Central tendría que ceder en aspectos económico muy importantes. Lo que el fondo busca el Comité impulsor de este referéndum es que el Departamento de Santa Cruz tenga poder y competencias exclusivas y totales sobre los recursos naturales ( tierra, gas, petróleo, bosques, agua y territorio) y, además, potestad tributaria sobre todos los impuestos y regalías que sean recaudados en ese Departamento. Es, por lo tanto, un régimen autonómico abiertamente separatista y desintegrador de la nacionalidad boliviana. Tanto el país como el pueblo cruceño deben tomar conciencia del peligro gravísimo que implica la realización de ese referéndum.
En el momento actual no hay más opción que dejar de lado la confrontación y entrar en un clima de diálogo, donde , tanto el Gobierno como los Departamentos autónomos, tendrán que hacer importantes concesiones en bien del país. El Gobierno deberá estar abierto a buscar soluciones al tema del IDH, levantar los decretos que restringen las exportaciones, acceder a que sean revisados y cambiados varios artículos de la nueva CPE…etc . Santa Cruz y posteriormente otros Departamentos, tendrán que aplazar sus respectivos referéndums hasta encontrar el equilibrio necesario entre unos verdaderos regímenes autonómicos que, sin embargo, no vayan en contra de la unidad del país.
domingo, marzo 23, 2008
Evo: "Media luna" busca autonomía que discrimina a regiones sin hidrocarburos

jueves, marzo 13, 2008
Estatuto Autonómico Alternativo (y otros artículos)

FELICIDADES hermanos bolivianos por su patriotismo BOLIVIANOS SOMOS TODOS.
Quien envía su homenaje al hermano departamento del Oriente, Santa Cruz y los otros Pando Beni Tarija y Chuquisaca, desea desde el fondo del corazón olvidar diferencias, agravios, especulaciones, racismo, porque BOLIVIANOS SOMOS TODOS.
A pesar de que quien se suscribe en fraternal expresión fue vejado hacen muchos años y expulsado de Santa Cruz gracias a que descubrió una corrupción entre el Sindicato de Guabirá MNR, la familia médica de Guabirá Sumarán y la familia Aguilera de la Farmacia de Montero, compadre de Bánzer por nada mas que denunciar una inmensa corrupción del Ingenio de la Corporación Boliviana de Fomento, fui declarado enemigo de la clase trabajadora. Luego fue privatizado destruido aquel proyecto del ministro Alfonzo Gumucio para provecho de privados. No importa, también fui declarado Miembro de Honor de la Compañía Salitrera Iquique en Chile por servir a los Obreros entregando mi profesión médica privilegiada a los humildes. A pesar de ese recuerdo ingrato, también guardo como un tesoro la amistad de muchos cirujanos y médicos cruceños, caballeros de la medicina. Allá un familiar muy amado vive con felicidad, allá nuestros compatriotas dignos del mejor destino. Por todo ello, me suscribo al manifiesto de Jerjes Justiniano, de José Sucre, nobles parlamentarios que nos honran con su amistad. Evitemos confrontaciones entre hermanos. Es tiempo de paz y de amor, sobre todo de comprensión de las diferencias, es tiempo de humanismo enaltecedor. FELICIDADES POR LA INICIATIVA. ¡VIVA BOLIVIA PORQUE BOLIVIANOS SOMOS TODOS!
Nota: mensaje reenviado como archivo adjunto.
------------ --------- --------- ---
París, 25 de Febrero de 2008
SeñoraSilvia Lazarte Presidenta de la Asamblea Constituyente de Bolivia
Cite MBUN 07/08
Ref.- Apoyo para la Difusión del Nuevo Texto Constitucional de Bolivia
Distinguida Compañera:
Me es grato dirigirme a usted por intermedio del Sr. Viceministro de Relaciones Exteriores Lic. Hugo Fernandez, para informarle acerca de las gestiones que esta Delegación de Bolivia ante la Unesco ha venido desarrollando en busca de apoyo a la transformación revolucionaria, cultural, democrática y pacífica de nuestro país.
Ante la inminencia de la Convocatoria a Referéndum para aprobar la nueva Constitución Boliviana, se puede ver con mucha claridad que el carácter multiétnico, los diferentes idiomas y culturas y las grandes distancias casi sin caminos, de nuestro país., sólo pueden ser superadas por la Comunicación. Pero hasta ahora sólo hemos utilizado la palabra hablada o escrita, mientras que nuestros pueblos se comunican esencialmente por imágenes. Por eso son amantes y practicantes de la Danza, la Música las figuras y los colores de sus hermosos tejidos.
Cuando hace varios siglos un indio llamado Guamán Poma de Ayala quiso escribir la vida del antiguo Tahuantinsuyo antes que desaparezca por la destrucción de los invasores, no se limitó a las letras en el idioma del conquistador sino que dibujó y nos legó en forma de libro una secuencia de cientos de bellas escenas que describían en imágenes, con detenimiento y amor, la vida de su pueblo. Y ese es el más completo y conmovedor testimonio que hoy tenemos para acercarnos a la vida y las sociedades de nuestros ancestros.
Por eso ahora la manera de dirigirnos a nuestros pueblos debe ser en imágenes. Hagamos como Guamán Poma de Ayala y editemos en imágenes, en figuras y en colores; dibujemos la vida a que nuestro pueblo aspira después de 500 años de vasallaje.
Pongamos el Texto de la Constitución aprobada por la Asamblea Constituyente, en coloridas y bellas imágenes y en una edición de muchos miles de ejemplares para que los niños en las escuelas, los trabajadores en el campo, en sus ayllus y en sus ranchos, y los obreros en las fábricas y las familias en sus hogares, tengan bien claro y sentido el nuevo compromiso de libertad soberana, de Justicia, de Unidad y de Trabajo a que todos nos comprometemos.
El ejemplo de Venezuela
Y para esto, tenemos la ayuda de nuestro hermano pueblo venezolano, cuyo embajador en la UNESCO lic. Jesús Arnaldo Pérez ha accedido a compartir esta aspiración con el pueblo boliviano, habida cuenta de que ellos ya tienen realizada una experiencia en este sentido y oportunamente elaboraron, dieron a la luz y repartieron masivamente el texto de la Constitución Venezolana, elaborada en imágenes por un equipo de artistas historiadores y legisladores que aunadamente se impusieron esa tarea. Un ejemplar de esta Constitución Ilustrada (hoy agotada) de la República Boliviariana de Venezuela, que me fuera facilitado por su Delegación ante la Unesco puse en manos del Canciller David Choquehuanca en ocasión de la Conferencia que pronunció en la Casa de América Latina en Paris, en enero de este año, mientras le hacía un breve comentario de nuestras gestiones.
Cuál sería la forma de llevar a la práctica esta colaboración?
1.-Nuestra sugerencia es: Mediante una Carta de la Presidenta de la Asamblea Constituyente de Bolivia, dirigida al Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Bolivia, Emb. Julio Montes Prado, se agradece por su intermedio el solidario ofrecimiento del Embajador Venezolano ante la UNESCO, Lic. Jesús Arnaldo Pérez y se pide al Embajador Julio Montes Prado, transmitir este sentimiento al pueblo venezolano y al Gobierno del Presidente Chávez, ya que gracias a este esfuerzo solidario de un pueblo hermano, podremos avanzar hacia la consolidación democrática de nuestros pueblos, difundiendo por todo el territorio nacional, el Texto debidamente Ilustrado, de la Constitución Boliviana aprobado por nuestra Asamblea Constituyente, al tiempo de someterlo a consulta popular según la Ley, y como un tema de conocimiento y discusión entre los escolares y pueblo en general.
2.-De acuerdo con ideas preliminares intercambiadas entre el Embajador Jesús Arnaldo Pérez., el lic. Rubén Darío Reinoso, Ex Director General de Formación científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela, y actualmente Consejero de la Delegación de la Rep. Bolivariana de Venezuela ante la Unesco, (a quien cupo ser uno de los encargados de la Publicación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ilustrada), y el Delegado Permanente de Bolivia que esto escribe, podría llevarse a efecto de la siguiente manera:
1.- Se formaría un equipo organizador en Bolivia, (1), en consulta permanente con el Ing. René Hernández Armas, quien dirigió el equipo venezolano.
2.- La Cooperación se estructuraría en dos momentos:
a) De cara a la aprobación de la Constitución
b) Como mecanismo de difusión de la Constitución aprobada.
El primero sería una edición preliminar elaborada por un equipo de artistas y dibujantes seleccionado, que tendría que trabajar teniendo en cuenta el reducido tiempo de que se dispone para la elaboración y para la circulación de la Propuesta de Constitución.
El segundo 3.- Se organiza un concurso de Historietas e ilustraciones en todas las escuelas y Colegios del país, (Tal vez podría convocarlo la Asamblea Constituyente) con temas inspirados en Artículos de la Constitución. También se convoca a un Concurso para los artistas e historietistas
4 Se invita al Sr. Armas a venir a Bolivia e impartir un Taller a los ganadores de los concursos y demás componentes del equipo organizador. Y a colaborar en la composición final del Trabajo.
5.-Una vez listos los originales, Venezuela colaboraría con la impresión.
6,-El poder electoral, con la colaboración de las fuerzas armadas e instituciones educativas del estado, se encarga de la difusión y comentario de la publicación como información previa, antes del Referéndum.- Se organizan Talleres de discusión y comentario en todas las localidades. Y a través TV y Radios.
Hay que tener en cuenta que estas publicaciones no son sólo para invitar al Sí, en el referendo, sino también, y sobre todo para que el boliviano conozca en profundidad el espíritu de la Norma Constitucional y se comprometa a su cumplimiento.
Esperando compañera Presidenta, que esta iniciativa pueda ayudar a la Asamblea constituyente en su ingente trabajo de difusión y promoción del Texto y del Significado de la Norma elaborada democráticamente por el Poder Constituyente, y a nuestro pueblo a interiorizar y hacer suyos los postulados de ella, me despido de usted con un saludo solidario, rogándole me haga conocer en qué podemos seguir apoyando desde esta Representació n de nuestro país ante la Unesco, a las aspiraciones democráticas de nuestro pueblo.
Respetuosamente: Lorgio Vaca Representante de Bolivia ante la UNESCO
Encargado de Negocios a.i.
P. D. (1) En cuanto al Equipo de trabajo en Bolivia, que debería ser elegido con cuidado, me permitiría, de modo informal, dada mi alguna experiencia en el campo de la comunicación plástica, recomendar de modo no limitativo, a algunas personas, que creo con capacidad para este trabajo, que debe unir el arte con la intención pedagógica. favorable al cambio democrático, y la experiencia en este tipo de comunicación: El pintor, dibujante y antropólogo Edgar Arandia (cel:77254042) , el pintor y dibujante Pepe Luque, El Escritor y dibujante Lito Pretel que vive en la ciudad de Montero (cel: 71039009), el escritor e historiador Néstor Taboada Teràn. (Tels.42560050. 4225018), Sin duda alguna Nicobis, de amplia experiencia (Ovando y Liliana de la Quintana, (Tel. 2796000, 2795433) y el artista Aramayo, que ha ilustrado en muy buena forma varias leyendas indígenas del país, publicadas por Nicobis., Sin olvidar a los jóvenes pintores y dibujantes guarayos de Artecampo,Urubichá , Dto. De Santa Cruz,(tel. 3 521933- CIDAC)) que por su excelencia, y procedencia, deben ser incluídos. Y desde luego los ganadores de los Concursos, incluyendo niños, para la Segunda Etapa.
Este es un trabajo muy importante y vasto que amerita ser emprendido por numerosas manos. Las ilustraciones deben ser variadas en formas y autores, como corresponde a un país diverso como el nuestro..
Todos ellos, asesorados y monitoreados por una representació n de la Comisión Redactora del Texto Constitucional y la supervisión que solicitamos del Ing. René Hernandez Armas. Todo esto son sólo sugestiones , ya que la práctica determinará sin duda el mejor modo.
Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Bolivia Embajador Julio Augusto Montes Prado Telf. 243 13 66 (Directo)
Para datos relativos a la Publicación de la Constitución Bolivariana de Venezuela, contactar al Lic. Rubén Darío Reinoso E. Mail: mailto:reinosoratjes@%20gmail.com
Mar, 11 de Mar, 2008 10:45 am (PDT)
¿Bolivia: indigenismo y separatismo?
UNA RESPUESTA FRATERNAL AL P. GREGORIO IRIARTE
He leído con expectativa tu artículo (ampliamente difundido) y tengo que decirte que me has desconcertado. Y como tu artículo es público, mi respuesta también es pública. La escribo desde el mismo aprecio que siempre he sentido por ti y por tus escritos, normalmente orientadores, claros y mesurados. Y aquí viene mi sorpresa, pues en este artículo encuentro una serie de desmesuras que rompen tu tradición personal.
Primera desmesura. A lo largo de tu texto equiparas esos dos polos que según tú son igualmente —simétricamente— peligrosos y destructivos: indigenismo y separatismo, Constitución y Estatuto, armas y urnas, en fin, ricos y pobres. Los parangonas, usas el "tanto como". Es evidente que también tenemos que ser críticos respecto del campo popular y de los pueblos indígenas, pero me parece directamente desmesurado equipararlos simétricamente (a los oprimidos y colonizados de siempre) con los grupos de poder (oligárquico y colonial). Es desmesurado comparar sus intereses, comparar sus demandas, comparar sus errores, que son siempre esencialmente incomparables. Lo más grave es que de esta equiparación surge fatalmente la posición centrista: Ni unos ni otros (por tanto la famosa concertación, de la que hablaré luego). ¿Te imaginas a Jesús de Nazaret mostrándose equidistante de los ricos y los pobres? ¿Afirmando que tanto los unos como los otros se equivocan? ¿Convocándolos al diálogo y la concertación? Claro que si lo hubiera hecho se habría salvado de la muerte; y ni tú ni yo seríamos lo que somos…
Segunda desmesura: Tu afirmación del "fundamentalismo impositivo y sectario" tanto de unos como de otros llega a concluir que con la nueva CPE "el estado dejaría de ser dueño de los recursos naturales renovables y no renovables" (sic), que pasarían a ser "propiedad exclusiva" ya sea de los departamentos o de los pueblos indígenas. ¿Dónde has creído leer eso en el nuevo texto constitucional? En el Artículo 305, inciso 15 se habla de la "gestión y administración n de los recursos naturales renovables" —ni una palabra de los no renovables— y para mayor claridad se añade "de acuerdo a la Constitución y la ley". ¿Es administración y gestión lo mismo que propiedad? Creo que se te ha escapado la lectura del Artículo 299, cuya enumeración de competencias privativas indelegables del estado plurinacional (vale decir del gobierno central) no deja ni un solo resquicio para una interpretación como la que tú haces, y a la vez que deja fuera de juego las pretensiones del Estatuto Autonómico de Santa Cruz establece claros márgenes para todas las posibles autonomías, incluidas las indígenas.
Tercera desmesura: Se percibe en tu artículo una suerte de descalificación de las autonomías como generadoras de división, cuando conoces estados autonómicos que precisamente por serlo han superado los peligros latentes de división. El problema no está en las autonomías —sean del nivel que sean— sino en las competencias que se les asigna. La nueva CPE reconoce las autonomías departamentales, al igual que las indígenas, pero limita sus competencias, y ahí se acaba cualquier peligro de fragmentación. ¿O alguna vez pensaste que la ya vieja autonomía municipal entraña el peligro de dividir a Bolivia en 325 piezas? ¿Por qué la autonomía indígena va a ser más peligrosa? "Porque los indios son peligrosos", piensan los racistas más o menos cívicos, pero todos sabemos que tú no piensas así. ¿Que será difícil "territorializar la cultura"? En este país tan castigado por la Colonia y la República, evidentemente será difícil. Pero eso no quita que se pueda abrir puertas (que es lo único que hace la nueva CPE) para que se empiece a diseñar posibles proyectos de autonomía indígena. De hecho ya hay municipios indígenas, y no ha pasado nada. ¿De dónde pues tu temor a unas autonomías indígenas "totalmente independientes" y que estarían "sobre el estado"? ¿Dónde dice?
Cuarta desmesura: Pareciera que calificas de "dádiva desde arriba" el reconocimiento de los derechos indígenas —territoriales, culturales, sociales y económicos— y lo contrapones al desarrollo desde abajo. ¿Acaso no sabes cómo se gestó este nuevo texto constitucional? ¿No recuerdas la emocionante marcha indígena del 2002? ¿No has seguido la elaboración de la primera propuesta constitucional por el "Pacto de Unidad" y el inmenso caudal de imaginación, voluntad política y sacrificio que ha llegado a generar esta propuesta de nuevo estado, ni oligárquico ni colonial? ¿Cómo que "dádiva"? ¿Quién es el poderoso que desde arriba ha "regalado" la nueva CPE a los pueblos indígenas, a las mujeres, a los niños y ancianos, y a los pobres todos del país?
Quinta desmesura: ¿De dónde sale esa suerte de magnificación del departamento como la auténtica estructura administrativa que no conviene se arriesgue en aras de eventuales autonomías indígenas? ¿Acaso no tienes claro que los departamentos son creaciones coloniales que no respetan para nada realidades culturales ni sociales, ni siquiera geográficas? ¿No sabes acaso que el país nació con 5 departamentos que luego se fueron recomponiendo hasta llegar a 9, y a nadie le pasó nada por eso?
Una conclusión que coincide con la derecha: Resultado inevitable de esas desmesuras, planteas que la solución no viene por la confrontación armada (¡por supuesto!) pero tampoco por la aplicación democrática del voto universal (¿ah no?), sino por el diálogo y la concertación. ¿De dónde ahora el miedo al sufragio universal y al mecanismo de mayoría y minoría? ¿Crees de verdad que por votación mayoritaria se llegaría a dividir Bolivia? ¿Es tan poca la confianza que tenemos en nuestro pueblo? Nunca, Gregorio, y no creo que lo ignores, una reforma agraria fue fruto del diálogo y el consenso. Nunca los poderosos renunciaron a sus privilegios por la vía de una concertación con los pobres, los marginados y los hambrientos. ¿O conoces algún caso? Es la derecha opositora la que, cuando ve que ha perdido la mayoría democrática que siempre esgrimió, ahora cambia de opinión y se acuerda de un "consenso" que nunca le ha importado. No puede ser que a estas alturas acabes haciéndole el juego a esa derecha que nunca fue tu lado...
secretaría difusión <http://fr.f279.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=massolidarios%40gmail.com> escribió: Para: http://fr.f279.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=massolidarios%40gmail.com De: "secretaría difusión" <http://fr.f279.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=massolidarios%40gmail.com> Fecha: Sat, 23 Feb 2008 02:22:58 -0400
Asunto: [fOROBolivia] escribe el Padre Gregorio Iriarte Bolivia:
Indigenismo y separatismo
escribe: P. Gregorio Iriarte omi
Creo que en estas dos palabras, indigenismo y separatismo, se pueden resumir todas las más graves tensiones que vive actualmente nuestro país. Por un lado tenemos los numerosos artículos de la Nueva Constitución Política, aprobada en Oruro, claramente indigenista y, del otro, algunos Estatutos Autonómicos, como el de Santa Cruz, con claras connotaciones federalistas y separatistas.
El fundamentalismo indigenista y el fundamentalismo autonomista. La palabra "fundamentalismo" hace referencia a actitudes y propuestas impositivas y sectarias de ciertos grupos ya sean políticos, religiosos, culturales o regionales.
i analizamos serenamente la Nueva Constitución vemos que, en efecto, no solo favorece a los indígenas, tan gravemente explotados, marginados yexcluidos, a lo largo la historia (cosa que sería justa, legítima y necesaria), sino que tiene características de un "fundamentalismo indigenista, " es decir, separatista y exclusivista. Fracciona al país, dando origen a una especie de "feudos" sin organicidad nacional. Si analizamos el Estatuto Autonómico de Santa Cruz llegamos a la misma conclusión. El Estado dejaría de ser dueño de los recursos naturales ya que se privilegia lo indígena sobre lo nacional, lo particular sobre lo general y lo regional sobre lo colectivo.
Tanto los Pueblos Indígenas como los promotores de los Estatutos Autonómicos Departamentales quieren tener la propiedad exclusiva de sus recursos naturales, desconociendo o anulando los derechos del Estado. En el fondo este es el problema y el gran desafío nacional. Es evidente que detrás (o delante) de todo esto, están las ambiciones de pequeños grupos con gran poder, tanto económico como político.
Las 36 Autonomías Indígenas tendrán el mismo nivel y las mismas prerrogativas de las otras autonomías, es decir, la autonomía Departamental, Regional, Provincial o Municipal. Las Autonomías Indígenas serán totalmente independientes de las otras autonomías.
El proyecto de la Nueva Constitución aprobada en Oruro otorga a los pueblos indígenas aquello que el Estatuto Autonómico Santa Cruz y otros Departamentos desean para sí: poseer y explotar como bien propio y exclusivo los recursos naturales renovables y no renovables del propio territorio. Al Estado se lo toma como un mero colaborador. Eso significa desconocer y anular el concepto y la naturaleza misma del Estado. Sin embargo, lo que Bolivia necesita es fortalecer al Estado y a las instituciones fundamentales que lo garantizan. El tratar de poner a un departamento o a una región o una autonomía indígena sobre el Estado es avanzar peligrosamente hacia la destrucción del mismo Estado. Es dar luz verde a una serie de "republiquetas y crear un "puzzle" en vez de un país.
Esta es la gran amenaza y si no hay una decisión firme y decidida, tanto del Gobierno, como de las autoridades departamentales y de los dirigentes de los pueblos indígenas, estamos condenados a seguir el camino de Yugoslavia, una gran nación que ha llegado a desintegrarse totalmente ante los ojos sorprendidos del mundo.
El indigenismo fundamentalista que caracteriza a estas desorbitadas concesiones no llevará, a las distintas etnias que enriquecen el espectro cultural del país, hacia un verdadero desarrollo y una auténtica liberación, como es de absoluta necesidad y justicia. Los pueblos no se liberan con concesiones o dádivas que les vienen desde arriba, por importantes y justas que ellas sean. El verdadero desarrollo siempre es endógeno, nace desde adentro.
Lo imprescindible es que todas las personas, pueblos y culturas tengan, no privilegios, sino igualdad de oportunidades en educación, salud, trabajo, precios justos para sus productos, seguridad social, comunicaciones… Que se les reconozca plenamente todos sus derechos como ciudadanos, sin discriminación n alguna.
¿Es viable lo organización territorial que nos propone la Nueva C.P.E.?
El artículo 30 en su inciso 17 dice que "las naciones y pueblos indígenas originario campesino (sic) gozan del derecho a la gestión territorial indígena autónoma, y al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables existentes en su territorio. Quiere decir que podrán explorar con gestión exclusiva los bosques y todos los recursos forestales, así como los recursos agrícolas.
A los promotores de los Estatutos Autonómicos se les ofrece en bandeja un poderoso argumento para que ellos exijan también competencias exclusivas y absolutas en relación a los recursos naturales
Cuanto menos Estado, mejor, piensan unos y otros. Si analizamos serenamente, las autonomías fundamentalistas percibimos que no van solo contra la centralizació n absorbente, sino contra la vigencia de un Estado Nacional, expresión y la garantía de la unidad del país. Lo que en el fondo buscan los Estatutos Autonómicos más radicales, como el de Santa Cruz, es el de ser dueños exclusivos de los recursos naturales ¡!!! y quien ha dado este primer paso, tan peligroso, ha sido la Nueva C.P.E.!!!!
Pero más allá de lo que se ha legislado, habrá que mirar si los numerosos y complicados cambios territoriales que propone la nueva C.P.E. son factibles.
Creemos que es difícil, por no decir imposible, el poder articular esas cinco distintas autonomías en forma armónica y equilibrada. Tememos que el país se enfrente a un verdadero rompecabezas, ya que se da una superposición de autonomías con doble y hasta triple pertenencia.
Se podrá territorializar lo cultural?
Por otro lado, una de las identidades más fuertes que se da en Bolivia, como en otros muchos países, es la Departamental: "Yo soy potosino; yo soy orureño; yo soy cochabambino" . La gente se identifica con su Departamento de origen. No es difícil prever que cuando se quiera seccionar y separar a un área de cualquiera de los Departamentos, que sus habitantes se opongan a ello, sin distinción de razas o color político. Creen, y con razón, que se les está sustrayendo algo que es propio de su identidad. Lo mismo puede pasar a nivel municipal.
Pero, quizás, la dificultad mayor sea que las etnias más importantes no están territorializadas, como lo vemos en los pueblos Aymaras o Quechuas, mayoritariamente presentes en diversidad de Departamentos y municipalidades. El pueblo Guaraní, por ejemplo, está presente en el Departamento de Santa Cruz, pero está también en el de Chuquisaca, ¿se va a poder lograr que los guaraníes chuquisaqueños dejen de ser chuquisaqueños… .?
Es muy difícil territorializar lo cultural, sobre todo cuando las personas y los grupos están entremezclados. Habrá que ver, por otro lado, hasta qué punto un grupo o una persona es indígena o es mestizo
Es muy probable que la gente opte, lógicamente, por aquello que más le convenga, tanto en lo económico como en lo social, relegando las opciones de tipo cultural.
Ni con la urnas ni con las armas
Algunos, tanto del Gobierno como de la oposición, piensan que, frente a las tensiones y amenazas presentes que lo más conveniente es el poner en marcha los distintos referendums. Según nuestro parecer, los referéndums no solucionarán absolutamente nada ya que no tocan el problema de fondo.
Que sea éste u otro prefecto o que el latifundio llegue a 5.000 o a 10.000 Hc. nada tienen que ver con los peligros divisionistas que amenazan al país.
Si no hay un diálogo, franco, abierto y total, no se evitará el que el país avance, ciegamente, hacia una creciente confrontación que, lamentablemente, puede llevarnos al divisionismo y la fragmentación.
Pasar de la confrontación a la complementariedad
La primera y principal responsabilidad de quienes están constituidos como autoridad, tanto a nivel gubernamental, como quienes lo están a nivel departamental o frente a los Pueblos Indígenas, es la de velar, ante todo y sobre todo, por la unidad del nacional. Esta es su primera e ineludible obligación.
Frente a los negros nubarrones que, actualmente, se ciernen sobre el país, su unidad presente y futura se logrará solo a través de un auténtico diálogo que logre pasar a los grupos en conflicto, desde las trincheras de la confrontación a actitudes de pacífica convivencia ciudadana. La democracia significa, no uniformidad, sino concertación ante la diversidad de ideologías e intereses. El país tiene por delante el gran reto de vivir juntos siendo tan diferentes. Para ello, es necesario armonizar los valores autonómicos con la unidad del país.
María Isabel Viscarra Quezada Telf. 2441385-Cel. 73534135
Bolivia ante una encrucijada determinante
Mar, 11 de Mar, 2008 10:46 am (PDT)
¡Excelente la posición Juvenal, así debe ser! Expuse los puntos principales de la nueva CPE en elCongreso Internacional de Bioética ante profesores extranjeros y profesionales bolivianos, les encantó, sobre todo aquellos artículos que tratan del pacifismo, la inclusión, la justicia social, la equidad, el rescate constitucional de los recursos naturales y la tierra, leld erecho a la educación intercultural y la salud universal y gratuita.
Gracias por tu nota. abrazos.
SENADOR GASTÓN CORNEJO B
Jubenal Quispe escribió: Bolivia ante una encrucijada determinante Jubenal Quispe
Hace tan sólo cuatro años atrás la Asamblea Constituyente era un “mito subversivo” para los partidos políticos tradicionales. Para encaminar esta demanda ofrendaron sus vidas cerca de un centenar de bolivianos/as en el año 2003. En febrero del 2004 el entonces Presidente Carlos Meza incorporó la figura de la Asamblea Constituyente en la Constitución Política en vigencia, violando todo el procedimiento constitucional. Su argumento fue: “obediencia a la soberanía popular”. Lo hizo así porque los partidos políticos de ese entonces se resistían abiertamente a la legalización de la Asamblea Constituyente. Luego, la Ley de Convocatoria para la Asamblea Constituyente durmió por dos años en el Congreso Nacional. Mario Cossio, Leopoldo Fernández y Ernesto Suárez (ahora prefectos de la resistencia al proceso constituyente) eran, en aquel entonces, congresistas y/o dirigentes de los partidos políticos opositores al proceso constituyente. Manfred Reyes era jefe del partido NFR.
Mientras esto sucedía a nivel de los partidos políticos, las organizaciones sociales e indígenas continuaron con el proceso constituyente. Tanto en el campo como en las ciudades se crearon espacios para socializar y debatir las propuestas sobre el contenido del texto de la nueva Constitución. Los indígenas, como padres y madres de dicho proceso, se involucraron tanto en el tema que elaboraron una de las propuestas más sólidas y coherentes para contenido del texto constitucional. Me refiero a la propuesta del Pacto de Unidad.
Los detractores de la Constituyente, al ver que dicho proceso era inevitable, decidieron crear nuevas organizaciones políticas y fueron elegidos como constituyentes, pero quedaron divididos y minoritarios. Ellos “no tuvieron tiempo”, ni voluntad para socializar y generar propuestas. La propuesta de PODEMOS consistía, en buena medida, en mejorar la ortografía del actual texto constitucional (no es broma). El Movimiento al Socialismo (MAS) tampoco tenía una propuesta estructurada. Fue al final, recogiendo las propuestas de los movimientos indígenas y demás organizaciones sociales progresistas, que presentó su proyecto del texto constitucional.
En la Asamblea Constituyente se presentaron más de 3000 propuestas. Diferentes organizaciones sindicales, movimientos indígenas, organizaciones cívicas, iglesias, colegios de profesionales y ciudadanos a título personal entregaron sus propuestas en las audiencias públicas y en los encuentros territoriales. Se crearon diferentes espacios públicos para el debate de propuestas organizados por los medios de información masiva, instituciones públicas y privadas, iglesias, ONGs, etc. Yo mismo, desde el CMMAL y desde la Cadena de Radios Comunitarias – CEPRA, invité reiteradas veces a los constituyentes oficialistas y opositores a socializar sus propuestas sobre diversas temáticas. Varios de los opositores no acudieron. No sé si porque no tenían propuestas o porque no soportaban un debate público de ideas.
El texto constitucional que será sometido a votación popular el próximo 4 de mayo es fruto de un proceso participativo inédito. Nunca antes en la historia boliviana la ciudadanía ha participado en esta magnitud para la redacción y la aprobación de ninguna de las 18 anteriores constituciones políticas. En este sentido, la gran mayoría de los bolivianos/as conoce a nivel general de qué trata el texto constitucional. Que no lo sepa a detalle los 411 artículos, es otra cuestión. Ni los propios abogados, ni los constituyentes conocen de memoria y en detalle el texto constitucional.
Quienes dicen que el texto constitucional aprobado por la Constituyente es excluyente o expresión de la voluntad del MAS mienten. Todos hemos tenido el tiempo y el espacio necesario (quizás no suficiente) para participar. No defiendo al MAS, ni soy masista. Es más por los errores y la dispersión de esta fuerza política el proceso constituyente casi se nos va de las manos. Lo que digo es que el texto constitucional es fruto de la participación democrática de cuantos quisieron participar y de la omisión voluntaria de cuantos simplemente no creyeron en la Constituyente.
Ahora que nos aproximamos al próximo 4 de mayo para aprobar o desaprobar el texto constitucional y para definir la escoria de los latifundios, nuestro voto no debe ser movido por consignas ciegas de SÍ (porque sí) o NO (porque no). Tenemos que votar con conocimiento de causa y pensando en nuestro hijos/as que nos sobrevivirán y se quedarán en Bolivia. El voto consigna sería un error histórico imperdonable. Esta responsabilidad histórica exige que nos empapemos del contenido del nuevo texto constitucional. No esperemos que los constituyentes nos informen. Muchos de ellos no lo harán porque ya cobraron su sueldo. No esperemos la “verdad” de los partidos o dirigentes políticos. A muchos de ellos no les importa el texto constitucional, les importa el poder. Pero el poder lo tenemos, ahora, Ud. y yo.
Leamos el texto constitucional para conocerla y conversar con nuestras familias y vecinos/as. Sabemos cuáles son los males estructurales que padece nuestro país y estamos en la capacidad de darle soluciones. No juzguemos el texto constitucional por quienes lo aprobaron o por cuantos se corrieron del debate. No importa si fueron mestizos, indios o criollos. Engrandezcamos a Bolivia unida con nuestra decisión responsable. Es la historia la que nos pone frente a esta inevitable encrucijada inicial de un largo camino que nos queda por recorrer.