sábado, septiembre 19, 2009

Discurso de Leganés (España)

Más de 10.000 latinoaméricanos y españoles le dan
la bienvenida a Evo

Evo Morales cierra una vieja herida



Rebelión y Tlaxcala

Transcripción del discurso e introducción de Manuel Talens


En el capítulo XVII de la Historia General de las Indias (1554), el clérigo Francisco López de Gómara describe cómo Cristóbal Colón, de regreso a España tras su primer viaje al continente que años después recibiría el nombre de América, se trasladó desde Palos a Barcelona, donde por entonces se encontraban los Reyes Católicos. “Mas aunque el camino era largo y el embarazo de lo que llevaba mucho, fue muy honrado y famoso, porque salían a verle por los caminos a la fama de haber descubierto otro mundo y traer de él grandes riquezas y hombres de nueva forma, color y traje”. Sólo seis de aquellos hombres, entonces extraños para la vieja Europa, habían sobrevivido a la travesía. “Los seis indios se bautizaron, que los otros no llegaron a la corte; y el rey, la reina y el príncipe don Juan, su hijo, fueron los padrinos, por autorizar con sus personas el santo bautismo de Cristo en aquellos primeros cristianos de las Indias y Nuevo Mundo”.



Estos hechos ocurrieron en marzo de 1493, hace ahora exactamente 516 años y 5 meses, los mismos que han debido transcurrir para que un descendiente de aquellos seres infelices repita el mismo viaje a modo de desagravio, ya no en calidad de cautivo sin voz, sino como presidente lenguaraz de una república que, por fin, ha roto los últimos vínculos con el colonialismo. Evo Morales, un indígena boliviano de origen aymara, ha devuelto el golpe a la madrastra patria en representación de todos sus hermanos que sufrieron y siguen sufriendo las últimas consecuencias de aquella empresa. Es de señalar que lo ha hecho sin rencor, con los brazos tendidos, pero enumerando sus verdades alto y fuerte ante cinco mil latinoamericanos de casi todas las repúblicas y un buen puñado de españoles entusiastas. El lugar escogido para el discurso posee un claro simbolismo: Leganés no es la corte de aristócratas que da cobijo a la rancia monarquía aún reinante en el país, sino una populosa ciudad obrera de 200.000 vecinos situada en el cinturón industrial de Madrid. El domingo pasado, 13 de septiembre, el ayuntamiento de Leganés puso a la disposición del dignatario aymara su moderna plaza de toros –la Cubierta– para que en ella hablara a su antojo. Y vaya si lo hizo, con tono siempre respetuoso pero firme.