Wilson García Mérida
(Datos & Análisis).- Encarnaba una realidad nacional distinta a la enfocada por el marxismo ortodoxo. Fue artífice del Primer Congreso Indigenal, promovió el fortalecimiento de los sindicatos proletarios e impulsó una reforma constitucional para consolidar sus medidas sociales mediante la Asamblea Nacional que presidió Franz Tamayo. Lo mataron por todo eso.
El "rosco-pirismo" acusaba al presidente nacionalista como "fascista", alineándose con la política norteamericana que entonces, en plena Segunda Guerra Mundial, se enfrentaba a Hitler y Mussolini. Sin embargo Gualberto Villarroel encarnaba una realidad nacional distinta a la enfocada por el marxismo ortodoxo. Fue el artífice del primer Congreso Indigenal, celebrado en mayo de 1945, que legitimó medidas sociales y económicas a favor de las comunidades indígenas.
El gobierno de Villarroel favoreció también al proletariado minero y fabril dictando medidas que promovían el surgimiento de organizaciones sindicales. Impulsó asimismo una reforma constitucional para consolidar sus medidas sociales mediante la Asamblea Nacional que fue presidida por Franz Tamayo.
El 21 de julio de 1946 huestes del PURS y del PIR asaltaron el Palacio Quemado donde Villarroel se encontraba junto sus colaboradores más leales, negándose a huir de los agresores, quienes lo ultimaron en su despacho y luego arrojaron su cuerpo hacia la Plaza Murillo donde fue colgado en un farol, constituyéndose ese episodio en uno de los más trágicos de la historia boliviana.