lunes, marzo 30, 2020

El coronavirus y la doctrina del shock


«El shock es realmente el propio virus. Y ha sido manejado de una manera que maximiza la confusión y minimiza la protección».


Naomi Klein analiza cómo el gobierno de EE.UU. y de los países aliados en acuerdo con las elites globales explotarán la pandemia.
La periodista Naomi Klein, autora de libros como No Logo y La doctrina del shock, analiza en esta entrevista con Vice las especulaciones en torno a la pandemia, el rol de Estados Unidos y cómo salir de la emergencia diaria para pensar más acá de la vida:
VICE: Empecemos con lo básico. ¿Qué es el capitalismo del desastre? ¿Cuál es su relación con la «doctrina del shock»?
La forma en que defino el «capitalismo de desastre» es muy sencilla: describe la forma en que las industrias privadas surgen para beneficiarse directamente de las crisis a gran escala.

La especulación de los desastres y de la guerra no es un concepto nuevo, pero realmente se profundizó bajo la administración Bush después del 11 de septiembre, cuando la administración declaró este tipo de crisis de seguridad interminable, y simultáneamente la privatizó y la externalizó – esto incluyó el estado de seguridad nacional y privatizado, así como la invasión y ocupación [privatizada] de Irak y Afganistán.
La «doctrina del shock» es la estrategia política de utilizar las crisis a gran escala para impulsar políticas que sistemáticamente profundizan la desigualdad, enriquecen a las elites y debilitan a todos los demás.

En momentos de crisis, la gente tiende a centrarse en las emergencias diarias de sobrevivir a esa crisis, sea cual sea, y tiende a confiar demasiado en los que están en el poder. Quitamos un poco los ojos de la pelota en momentos de crisis.
VICE: ¿De dónde viene esa estrategia política? ¿Cómo rastrea su historia en la política estadounidense?
La estrategia de la doctrina del shock fue una respuesta al programa del New Deal por parte de Milton Friedman.

Este economista neoliberal pensaba que todo había salido mal en USA bajo el New Deal: como respuesta a la Gran Depresión y al Dust Bowl, un gobierno mucho más activo surgió en el país, que hizo su misión resolver directamente la crisis económica de la época creando empleo en el gobierno y ofreciendo ayuda directa.
Si usted es un economista de libre mercado, entiende que cuando los mercados fallan se presta a un cambio progresivo mucho más orgánico que el tipo de políticas desreguladoras que favorecen a las grandes corporaciones.

Así que la doctrina del shock fue desarrollada como una forma de prevenir que las crisis den paso a momentos orgánicos en los que las políticas progresistas emergen.

Las elites políticas y económicas entienden que los momentos de crisis son su oportunidad para impulsar su lista de deseos de políticas impopulares que polarizan aún más la riqueza en este país y en todo el mundo.
VICE: En este momento tenemos múltiples crisis en curso: una pandemia, la falta de infraestructura para manejarla y el colapso del mercado de valores.

¿Puede esbozar cómo encaja cada uno de estos componentes en el esquema que esboza en La Doctrina del Shock?
El shock es realmente el propio virus. Y ha sido manejado de una manera que maximiza la confusión y minimiza la protección.

No creo que eso sea una conspiración, es sólo la forma en que el gobierno de los EE.UU. y Trump han manejado -completamente mal- esta crisis.

Trump hasta ahora ha tratado esto no como una crisis de salud pública sino como una crisis de percepción, y un problema potencial para su reelección.
Es el peor de los casos, especialmente combinado con el hecho de que los EE.UU. no tienen un programa nacional de salud y sus protecciones para los trabajadores son muy malas (N.T: por ej. la ley no instituye el pago por enfermedad).

Esta combinación de fuerzas ha provocado un shock máximo. Va a ser explotado para rescatar a las industrias que están en el corazón de las crisis más extremas que enfrentamos, como la crisis climática: la industria de las aerolíneas, la industria del gas y el petróleo, la industria de los cruceros, quieren apuntalar todo esto.
VICE: ¿Cómo hemos visto esto antes?
En La Doctrina del Shock hablo de cómo sucedió esto después del huracán Katrina. Grupos de expertos de Washington como la Fundación Heritage se reunieron y crearon una lista de soluciones «pro mercado libre» para el Katrina.

Podemos estar seguros de que exactamente el mismo tipo de reuniones ocurrirán ahora, de hecho, la persona que presidió el grupo de Katrina fue Mike Pence (N.T: el que ahora preside el tema del Coronavirus).

 En 2008, se vio esta jugada en el rescate de los bancos, donde los países les dieron cheques en blanco, que finalmente sumaron muchos billones de dólares.

Pero el costo real de eso vino finalmente en la forma de programas extensivos de austeridad económica [más tarde recortes a los servicios sociales].

Así que no se trata sólo de lo que está sucediendo ahora, sino de cómo lo van a pagar en el futuro cuando se venza la factura de todo esto.
VICE: ¿Hay algo que la gente pueda hacer para mitigar el daño del capitalismo de desastre que ya estamos viendo en la respuesta al coronavirus? ¿Estamos en mejor o peor posición que durante el huracán Katrina o la última recesión mundial?
Cuando somos probados por la crisis, o retrocedemos y nos desmoronamos, o crecemos, y encontramos reservas de fuerzas y compasión que no sabíamos que éramos capaces de tener. Esta será una de esas pruebas.

La razón por la que tengo cierta esperanza de que podamos elegir evolucionar es que -a diferencia de lo que ocurría en 2008- tenemos una alternativa política tan real que propone un tipo de respuesta diferente a la crisis que llega a las causas fundamentales de nuestra vulnerabilidad, y un movimiento político más amplio que la apoya (N.T: Naomi Klein apoya a Bernie Sanders en las internas estadounidenses).
De esto se ha tratado todo el trabajo en torno al Green New Deal: prepararse para un momento como este. No podemos perder el coraje; tenemos que luchar más que nunca por la atención sanitaria universal, la atención infantil universal, la baja por enfermedad remunerada, todo está íntimamente relacionado.
VICE: Si nuestros gobiernos y la élite mundial van a explotar esta crisis para sus propios fines, ¿qué puede hacer la gente para cuidarse unos a otros?
«Yo me ocuparé de mí y de los míos, podemos conseguir el mejor seguro privado de salud que haya, y si no lo tienes es probablemente tu culpa, no es mi problema»: Esto es lo que este tipo de economía de ganadores pone en nuestros cerebros.

Lo que un momento de crisis como este revela es nuestra interrelación entre nosotros.

Estamos viendo en tiempo real que estamos mucho más interconectados unos con otros de lo que nuestro brutal sistema económico nos hace creer.
Podríamos pensar que estaremos seguros si tenemos una buena atención médica, pero si la persona que hace nuestra comida, o entrega nuestra comida, o empaca nuestras cajas no tiene atención médica y no puede permitirse el lujo de ser examinada, y mucho menos quedarse en casa porque no tiene licencia por enfermedad pagada, no estaremos seguros.

Si no nos cuidamos los unos a los otros, ninguno de nosotros estará seguro. Estamos atrapados.
Diferentes formas de organizar la sociedad promueven o refuerzan diferentes partes de nosotros mismos. Si estás en un sistema que sabes que no cuida de la gente y no distribuye los recursos de forma equitativa, entonces la parte que acapara de ti se reforzará.

 Así que ten en cuenta eso y piensa en cómo, en lugar de acaparar y pensar en cómo puedes cuidarte a ti mismo y a tu familia, puedes hacer un cambio y pensar en cómo compartir con tus vecinos y ayudar a las personas que son más vulnerables.
Fuente de la entrevista en inglés: Vice
Versión en castellano: Cubadebate. Editada por Rebelión.

https://rebelion.org/el-coronavirus-y-la-doctrina-del-shock/

Bolivia: Erick Foronda, “el agente de la CIA que maneja el gobierno de Añez”


Erick Foronda es un periodista que se desempeñó como encargado de prensa de la Embajada de Estados Unidos en La Paz desde 1995, hasta 2008 cuando el gobierno de Evo Morales expulsó al embajador rompiendo relaciones diplomáticas con EE.UU.
En los 13 años de trabajo en la embajada de la plaza Avaroa, Foronda colaboró con cinco embajadores: Curtis Warren Kamman, Donna Jean Hrinak, Manuel Rocha, David N. Greenlee y Philip Goldberg. 
Después de la expulsión dispuesta por el gobierno de Morales, Foronda partió a Washington junto con el embajador Goldberg en septiembre de 2008. Radicó en la capital de Estados Unidos durante 12 años, adquirió nacionalidad norteamericana y se hizo votante del Partido Republicano.
Durante su permanencia en Washington, según un informe de El Deber, “trabajó para diversas organizaciones”. Fuentes en Estados Unidos aseguran a Sol de Pando que una de esas organizaciones es la Agencia Central de Inteligencia donde adquirió pericias de “negociador político”
Fue el ex embajador Philip Goldberg quien lo introdujo en la CIA.
Su retorno a Bolivia para asumir el cargo de secretario privado de Añez y “contribuir en la pacificación del país”, según dijo a Página Siete, fue inicialmente atribuida Carlos Sánchez Berzaín, con quien se le vio en el Estado de Florida en abril de 2018 haciendo una especie de cobertura al juicio que se ventiló en Fort Lauderdale contra Sánchez de Lozada y su Ministro de Defensa, por las muertes de El Alto en octubre de 2003.
El agente de la CIA se apresuró en deslindarse de Sánchez Berzaín negando ser su “enviado”. 
Declaró en una entrevista publicada por Página Siete: “No tengo ninguna vinculación o relación de ningún tipo con Sánchez Berzain. No me gustaría tenerla porque siento que nada me une a él”.
Una vez instalado en Bolivia, desplegó un intenso lobby para afianzar su situación de alto privilegio en el régimen provisional que emergió tras la salida de Evo Morales. Suele ofrecer “parrilladas de confraternidad” en los jardines de su mansión invitando a influyentes políticos y periodistas; y habitualmente Jeanine Añez almuerza en su casa.
Interfiere en diversas áreas del aparato estatal, desplegando un rol acaparador muy similar al de Juan Ramón Quintana. 
Impuso la designación de la hermana del ministro de Gobierno, Arturo Murillo, como cónsul de Miami alegando “razones humanitarias” y mantiene a raya a la canciller Karen Logaric decidiendo por sí mismo la política exterior del Gobierno transitorio. Mientras Longaric se hallaba fuera del país, Foronda obligó a Añez romper relaciones con Cuba.
En el área de seguridad, donde la prioridad norteamericana es reactivar la presencia de la DEA en el país, Foronda tiene en su bolsillo al verborreico ministro Murillo.
Agente de la CIA ordenó cambios en Canal 7
El ex asesor de prensa de la Embajada de Estados Unidos en La Paz, Erick Foronda Prieto, actualmente emisario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), fue quien decidió la destitución del Gerente de BoliviaTv, el canal estatal.
Por decisión de Erick Foronda, el reconocido presentador y jefe de prensa de Unitel Jorge Tejerina asumiría este lunes la Gerencia de BoliviaTv, en reemplazo de Gonzalo Rivera, cuya abrupta destitución generó críticas en círculos de la prensa nacional. Tejerina hizo público, el sábado, su retiro de Unitel. No obstante también se menciona el nombre del periodista Andrés Rojas.
Foronda Prieto viene concentrando todo el poder del Gobierno transitorio en sus manos (lo mismo que Quintana en la época de Evo Morales), al ejercer como secretario privado de la presidente Añez. 
Tiene entre sus habituales funciones asesorar a la Jefa de Estado en su campaña electoral y redactar sus discursos de gestión. Oficia también como vocero presidencial.
Fuentes confiables del Ministerio de Comunicación informaron a Sol de Pando que, por presiones suyas, la red Unitel estaría recibiendo una carga privilegiada de publicidad estatal incidiendo en un elevado nivel de cobertura por parte de dicho canal privado a las intensas actividades proselitistas de Añez desde la gestión transitoria.
Lizárraga y la sobrina de Foronda
Según versión de un funcionario del Ministerio de Comunicación, la renuncia de la anterior titular de esa cartera, Roxana Lizárraga, se habría precipitado por discrepar respecto a los negocios con Unitel. Lizárraga no aceptó la contratación eventual de periodistas de Unitel en el staff de BoliviaTV sin que dicho personal se desvincule totalmente del canal privado.
Nicole Bisbal Brito, una sobrina de Foronda que trabajó como presentadora del noticiario de Unitel junto con Jorge Tejerina, fue motivo de una disputa entre el secretario privado de la Presidente y la entonces Ministra de Comunicación; Lizárraga se negó a contratar a la sobrina. 
Sin embargo, la familiar de Foronda fue contratada por la actual ministra Isabel Fernández (también proveniente de Unitel), quien forma parte del entorno íntimo del ex funcionario de la Embajada norteamericana.
Jeanine Añez cercada por Foronda
Lizárraga acusó a Erick Foronda de sabotear su gestión ministerial. Comenzó bloqueando el acceso de la Ministra al despacho de Jeanine Añez. Dijo que en los días previos a su renuncia —presentada el 25 de enero— sólo se podía contactar con la Presidente “mediante mensajes de celular” debido al cerco de Foronda que le impedía a la Ministra un contacto directo con la Presidente-candidata.
También denunció que Foronda ordenó la transmisión completa del lanzamiento de la candidatura de Añez para las elecciones del 3 de mayo, acto televisado por BoliviaTv que se efectuó el 24 de enero, endilgando ese uso indebido del medio estatal a Lizárraga.
 “Yo pregunté quién había ordenado la transmisión y me dijeron que fue el secretario privado de la Presidenta, Erick Foronda, mediante una llamada”, reveló Lizárraga en entrevista publicada por el portal Asuntos Centrales.
La destitución de Gonzalo Rivera, el pasado viernes, tendría los mismos móviles. Foronda vio que Rivera no era “funcional” a la estrategia de usar el canal estatal con fines electorales y de sistemática promoción de la imagen “glamorosa” de Jeanine Añez, descuidando y poniendo en segundo plano las tareas específicas del proceso de transición. 
La estrategia de Foronda se basa en una especie de alianza entre Unitel y BoliviaTv.
La ministra Isabel Fernández, que ejerce el cargo en estricta subordinación a Foronda —aseguran nuestras fuentes—, fue la encargada de separar a Rivera por instrucciones del mismo Foronda, arguyendo “falta de coordinación” entre el Ministerio y la Gerencia del canal para definir los contenidos de la programación.
“La señora Ministra tiene razón cuando afirma que es un tema de coordinación, lo que no dice es que ella no quiso coordinar una reunión para mirar el proyecto del canal de todos los bolivianos, lo que no dice es que impuso personal y quiso imponer programas muy parecidos a los del anterior gobierno”, aclaró Gonzalo Rivera en sus redes sociales
(Tomado de Cubadebate, con información de Plurinacional)
https://zonafrank.wordpress.com/2020/03/19/erick-foronda-el-agente-de-la-cia-que-maneja-el-gobierno-de-anez/

miércoles, diciembre 11, 2019

La historia apaleada


El País Semanal 

BOLIVIA

NAVEGAR AL DESVÍO


El último paradigma de bombardeo de “hechos alternativos” y de eclipse informativo es lo ocurrido en Bolivia


FUE LA ESTRATEGA de campaña de Trump, Kellyanne Conway, la que presentó en sociedad, un día de enero de 2017, la expresión “hechos alternativos”. Y ese mismo día el periodista Chuck Todd, de la NBC, le demostró en directo que esos hechos eran simplemente “falsos”. Hubo carcajadas que duraron días ante tal descarado eufemismo de mentira. Pero la expresión resultaba también novedosa y, sobre todo, útil como herramienta en la batalla del control de las mentes. Un buen bombardeo de “hechos alternativos” puede dejar frita la realidad. A veces, para siempre. Establecer una “verdad alternativa”.

Recuerdo la actuación de un valeroso payaso en un circo en Colombia, en zona de alto riesgo, en Toribío, en el Cauca. Hizo un alegato entrañable por el amor y contra la guerra. Daban ganas de abrazarse. Pero, de repente, todo dio un vuelco. El payaso sacó un revólver. El público se mantuvo inmóvil y silente. El cómico iba apuntando con el arma y disparaba como munición una palabra que retumbaba sarcástica: “¡Paz, paz, paz!”. A mí me dolió fuerte aquel “disparo alternativo”. Hablé en Colombia con mucha gente. Pero aquel gag del payaso fue una brutal inmersión en la realidad.

Alguien bromeaba con que desde que existe Google Maps el mundo cada vez es más desconocido. La broma es seria para nosotros cuando hablamos de América Latina.

El último paradigma de bombardeo de “hechos alternativos” y de eclipse informativo es lo ocurrido en Bolivia. Hace unos años sería muy extraña, fuese cual fuese la tendencia de los medios, la elusión del término “golpe de Estado”. Aunque utilizasen eufemismos, como los militares argentinos con su “proceso de reorganización nacional”, quienes daban el golpe ponían mucho interés en demostrar que lo que daban era un jodido golpe. Ahora, discutimos si se trata de un golpe militar o de una representación presencial del videojuego Call of Duty: Modern Warfare. Creo que una de las mejores diagnosis de lo ocurrido la hizo un diputado argentino del centroderecha, Daniel Lipovetzky: “¡Si mueve la cola y ladra, es un perro! Si las Fuerzas Armadas “recomiendan” (léase obligan, exigen) la renuncia de un presidente elegido democráticamente, esto es un golpe de Estado. Es necesario que se aplique la Carta Democrática Interamericana de OEA y que dicho organismo intervenga ya”.

Pero no hubo nada. Con muy pocas excepciones, silencio mudo. Quienes no se anduvieron con pamplinas fueron Trump y Bolsonaro, ese par de intelectuales. A Evo Morales lo iban a crucificar. Eso está claro. La quema de whipalas, la bandera indígena, preludiaba su propia quema. Lo salvó in extremis el avión mexicano. Quienes pusieron en marcha el golpe ni siquiera aceptaron la repetición de elecciones y en condiciones pactadas por los opositores. Hay quienes le reprochan su exilio. Lo tachan de blandengue, de abandonar al pueblo. Pero lo que hizo Evo Morales es de la mayor nobleza. Y su discurso fue el de un héroe humilde, no de un caudillo huevón: evitar que los golpistas no “hiciesen daño” físico a los de abajo. Que no volvieran a masacrarlos. Evo sabe de lo que habla. Desde la independencia de Bolivia, este golpe de Estado es el número 194. Una historia apaleada.

C¿Por qué el golpe ahora? Todo esto ha ocurrido en un país en calma, con el mayor índice de crecimiento de Latinoamérica, centro y sur, con el más bajo nivel de delincuencia en la región. Solvente, sin deudas con el FMI. Con el hambre domada y unas mejoras históricas en salud y educación. Un país ejemplar, declarado “Estado plurinacional”, en el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios. Con recursos, como el 70% del litio de la región (¡ay, el litio!). Y todo esto ha ocurrido después de estallar Chile, el llamado “paraíso neoliberal” que preside Piñera, cansada la gente de un régimen clasista, encostrado en la injusticia y la desigualdad.

“Nadie que no tenga un arma parece tener derecho a hablar”, dice la artista boliviana María Galindo, fundadora de Mujeres Creando, en una llamada estremecedora titulada La noche de los cristales rotos. Ella denomina este periodo “la etapa fascista del neoliberalismo”, en la que el fundamentalismo religioso pone el “condimento disciplinador” de las mujeres. Pero también dice: “Hoy lo más subversivo en Bolivia es tener esperanzas, lo más subversivo es el humor y la desobediencia”. Amén.

El sueño de la razón está produciendo monstruos en Bolivia


 Imagen: Pablo Añali

 
 
Autor:
Baltazar Garzón 
Artculo tomado dePagina 12, 5-12-19)

En estos días se celebra en la prensa el significativo avance de Bolivia en el proceso de pacificación social. “El Congreso aprueba nuevas elecciones”. “Bolivia nombra su primer embajador en Estados Unidos”; son las noticias que dominan los titulares en todo el mundo.

Sin embargo, esta es una mirada sesgada que deliberadamente pretende desubicar al lector a través de un relato abstracto, sin sujeto, deshumanizado, que ignora y desprecia el sufrimiento de miles de bolivianas y bolivianos y que los estigmatiza pretendiendo atacar al presidente Evo Morales a quien presentan como un tirano, causante de todos los males de Bolivia.

Lo que esta ocurriendo ahora en Bolivia no es ejemplo de una solución a una crisis constitucional, sino una perversión misma de la democracia, de sus normas, principios y valores fundamentales.

Ya no hace falta, como antaño, dar golpes de Estado con tanques y aviones que bombardean el palacio de gobierno. Ahora basta con sembrar la duda respecto del recuento rápido (preliminar) de votos en unas elecciones, regar de incertidumbre su resultado con interpretaciones parciales que no se basan en hechos contrastados, para generar un estallido social. Y para que policías y militares salgan a la calle, cuales garantes de la democracia, a reprimir severamente a tan sólo uno de los dos bandos y presionar al presidente para que renuncie, por el bien del país, a fin de evitar un derramamiento de sangre, que de todos modos se ha producido, provocado por ellos mismos, por cierto.

Ya son dos informes internacionales los que aseguran que en Bolivia no hubo fraude electoral. Uno es del profesor del Departamento de Ciencias Políticas y del Departamento de Estadísticas de la Universidad de Michigan, Walter Mebane . El otro es del Center for Economic and Policy Research (CEPR ). Ambos informes contrastan con la actitud precipitada y poco fundamentada del informe preliminar de los observadores de la OEA , que en todo caso sospecha del sistema de conteo rápido, pero no del recuento oficial efectuado por el Tribunal Supremo Electoral.

Pero, como bien ha apuntado Boaventura de Sousa : “Los hechos muestran que en Bolivia se activó desde hace tiempo un plan golpista, con diversos componentes bien sincronizados entre las elites locales y el imperialismo norteamericano”. Tanto es así que – sigue de Sousa – el fantasma del fraude fue “cimentado semanas antes de las elecciones” logrando que varios cabildos departamentales anunciaran el desconocimiento del resultado electoral si ganaba Evo.

NO HAY DEMOCRACIA

No hay democracia cuando se acusa de fraude electoral al presidente, como hace Mario Vargas Llosa explicitando su claro sectarismo anti Morales, arrinconando la verdad de lo sucedido, asumiendo las fake news, con un discurso supuestamente independiente, y tildando de racistas a quienes precisamente denuncian la discriminación racial y étnica en Bolivia.

No hay democracia cuando las fuerzas armadas fuerzan la renuncia del presidente y se le persigue sin dejarle otra alternativa que huir de su propio país para salvar su vida y para evitar una segura confrontación armada.

No hay democracia cuando la vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Áñez, se autoproclama presidenta interina, bloqueando el acceso al parlamento para que otros senadores con mejor derecho a ocupar dicho cargo, tuvieran siquiera posibilidad de ocuparlo o se debatiera la renuncia del presidente.

No hay democracia cuando la toma de posesión del cargo de presidenta interina se realiza con la Biblia en alto mientras despotrica en contra de las costumbres y creencias de una mayoría indígena, atentando contra el Estado de Derecho laico y aconfesional.

No hay democracia cuando el nuevo ministro de Gobierno (Interior) Arturo Murillo, apenas asumido en su cargo anuncia «la cacería de Juan Ramón Quintana», exministro de la Presidencia de Evo Morales.

No hay democracia cuando el nuevo y autoproclamado gobierno, tras el golpe de Estado, acusa de terrorista y sedicioso al propio Evo Morales con pruebas falsas o manipuladas, pervirtiendo la realidad, desinformando a la ciudadanía y generando con ello una clara persecución de los opositores políticos.

No hay democracia cuando mediante Decreto Supremo se garantizó la inmunidad y con ello la impunidad del Ejército, que salió a la calle a reprimir las protestas, sin contención, acusando después a los seguidores de Morales de estas acciones.

No hay democracia cuando se incumplen las convenciones internacionales sobre asilo, negando el salvoconducto a quienes están refugiados en la embajada de México para que puedan hacer abandono del país.

NADA QUE CELEBRAR

En fin, no puede ser considerada una victoria democrática la instalación de una mesa de diálogo que, por cierto, fue sugerida por el propio Evo Morales, para pacificar al país, definir los acuerdos para la convocatoria de nuevas elecciones generales y alcanzar un consenso para elegir un nuevo Tribunal Supremo Electoral. Que Evo haya renunciado a ser candidato en las nuevas elecciones, indica que ha antepuesto el interés del país al suyo propio y al de su partido.

Sólo gracias a ello la Asamblea Legislativa promulgó una ley que establece las condiciones para la realización de unas elecciones presidenciales y legislativas, conseguida a través de la mediación de representantes de organizaciones internacionales y de la iglesia católica y que sólo permite dos mandatos consecutivos con lo cual aquel queda excluido de la cita electoral.

Por ello, no hay nada que celebrar, porque la moneda de cambio para el eventual regreso a los cauces institucionales ha sido la limpieza política del adversario, la eliminación del escenario político de Evo Morales asilado en México, descabezando así al gobierno, al movimiento indígena y al legítimo titular que no fue derrotado en las urnas, haciendo añicos la dialéctica democrática.

Lo realmente grave, es que la situación de interinidad hasta la nueva convocatoria electoral, puede ser utilizada, al más puro estilo golpista, para destruir gran parte de los avances políticos y sociales logrados en los últimos años por el pueblo boliviano, minando la dignidad y el orgullo de ser indígena en un país mayoritariamente de población indígena.

Aunque Vargas Llosa afirme lo contrario, lo cierto es que, hasta antes de la llegada de Evo Morales al poder, Bolivia estuvo gobernada exclusivamente por castas blancas y blanco-mestizas, en una fiel reproducción criolla de la herencia supremacista colonial, plagada de discriminación, racismo, explotación y desprecio de lo amerindio y afroamericano.

TÓPICOS REACCIONARIOS

Basta con que se recorran varias de las poblaciones de este gran país, de sus barrios más pobres como los últimos anillos de Santa Cruz de la Sierra, los conurbados de La Paz, El Alto, Sucre, Potosí, Cochabamba, Ouro y tantos otros, para comprobarlo. Quien niegue la realidad de esta matriz racista que divide al país, aunque afirme conocer Bolivia, demuestra no conocerlo lo suficiente, expresa el sectarismo que lleva dentro, así como la falacia de los argumentos, tópicos y típicos de los movimientos más extremos y reaccionarios de la derecha, que son los que ahora se han impuesto en el país andino, al menos provisionalmente.

En sintonía con el resto del continente, entre 1964 y 1982 Bolivia tuvo sus propios gobiernos militares, que junto con la racista y clasista burguesía local administraron el país en su propio beneficio, como si les perteneciera sólo a ellos, donde se fueron sucediendo unos militares y otros con pequeños intervalos de gobiernos civiles, pero todos igualmente serviles a los intereses extranjeros, principalmente de la América de Nixon y Kissinger.

Bolivia tuvo que esperar hasta enero de 2006 para tener, por primera vez en su historia, un presidente indígena, aunque algunos quieran negarle esa condición. ¡Hasta este extremo ha llegado la indignidad! Desde entonces Evo Morales lideró, con aciertos y también con errores, la construcción de un Estado Plurinacional de Bolivia y recuperó el orgullo de ser indígena, lo que no agradó, ni agrada a las élites corporativas y políticas tradicionales. De su mano, Bolivia ha vivido la década de prosperidad económica, social y política más importante de su historia democrática. Dejó atrás el sistema autocrático imperante que marginaba a las dos terceras partes de la república, avanzando en el marco de una democracia participativa y no solo representativa. Obtuvo un fuerte y sostenido crecimiento económico, con una mejora significativa en la redistribución del ingreso, en buena medida gracias a las expropiaciones y nacionalizaciones de compañías estratégicas que explotan sobre todo las cuantiosas reservas mineras.

Prueba de estos logros políticos, económicos y sociales es el público reconocimiento efectuado por la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) liderada por el Comisionado Francisco Eguiguren en su última visita de trabajo en agosto 2018.

MARCHA ATRÁS

Todos estos progresos democráticos, sociales y culturales están dando marcha atrás. ¿Y en beneficio de quién? Ciertamente no de la inmensa mayoría de los bolivianos y bolivianas que siguen manifestando su dolor, indignación y desacuerdo por las calles de todo el país, mientras siguen siendo severamente reprimidos, una represión que se salda ya con 34 muertos, 800 heridos y 624 detenidos.

La CIDH ha denunciado el “uso desproporcionado de la fuerza” contra los manifestantes, por la policía y las fuerzas armadas, la impunidad por estas acciones, la preocupación por las limitaciones a la libertad de prensa, el odio racial contra los pueblos indígenas, “la necesidad de instalar un proceso de diálogo nacional público, representativo e inclusivo para nombrar los miembros de una autoridad electoral renovada y organizar elecciones transparentes y creíbles en un plazo de 90 días”, pero con cese previo de la violencia. En el mismo sentido, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, junto con países como España, exigen una comisión investigadora independiente, en especial para las muertes ocurridas en Cochabamba.

INTERESES ECONÓMICOS

Esto me hace pensar que hay otros intereses, una longa manu que está barajando las cartas a su favor. Bolivia posee la mayor reserva de litio del mundo, un mineral esencial para la elaboración de baterías, esas que usamos en los móviles y ordenadores portátiles, y esas mismas que cada vez más se usarán en los automóviles eléctricos. Se trata de un mineral que, en manos del pueblo y sus legítimos representantes, podría rápidamente convertir a Bolivia en un país rico, pero que en manos de los de siempre, se enriquecerán las élites político-empresariales de siempre, locales y extranjeras, en particular las del gigante país del norte.

Por ello, no me sorprende que el nuevo gobierno interino haya puesto entre sus prioridades la reconfiguración de sus relaciones internacionales, nombrando, antes que nada, un nuevo embajador en Estados Unidos, once años después de que ambos países expulsaran mutuamente a sus diplomáticos.

No, Bolivia no está regresando alegremente a la normalidad, sino todo lo contrario, se sigue desangrando. La escalada del uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas militares y de seguridad bolivianas es extremamente preocupante, sobre todo si ya tienen previamente garantizada la impunidad por Decreto presidencial, aunque fruto de los acuerdos de la mesa de diálogo, ya se ha derogado el temido y aberrante Decreto Supremo Nº 4078 .

Por mi parte, concuerdo y me sumo a la declaración firmada por expertas y expertos en derecho internacional, y hago lo propio con el Grupo de Puebla, como parte del CLAJUD , en el que hemos pedido la adopción de medidas cautelares para miembros del Gobierno de Evo Morales, así como de otros organismos y organizaciones que instan tanto al gobierno como a las fuerzas de seguridad a respetar y cumplir con sus obligaciones legales internacionales de proteger la libertad de reunión y prohibir el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes civiles.

Si, como afirma Boaventura de Sousa , “la democracia liberal no tiene futuro y corre el riesgo de morir democráticamente al elegir recurrentemente antidemócratas o gobiernos que rápidamente se separan de sus bases sociales”, tenemos la obligación moral de colaborar con Bolivia para que el país regrese a la senda de progreso e igualdad iniciada por Evo Morales y que ha sido tan beneficiosa para la inmensa mayoría del pueblo

Debemos seguir vigilantes, denunciar los abusos y proponer caminos, porque en Bolivia, en América Latina, en España y en el mundo entero, cuando se duerme la razón afloran las peores pesadillas y regresan los fantasmas del pasado fascista que ya creíamos superado, o, como bien reza el cuadro de Goya, porque “el sueño de la razón produce monstruos”.Haut du formulaire
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