miércoles, marzo 30, 2011

LA ALIANZA INTERNACIONAL DEL CRIMEN


Edwin Sambrano Vidal (especial para ARGENPRESS.info)

Todos los imperios, muchos de ellos con reyes (reinas) y todo, contra el pueblo Libio. Esa es la verdadera definición de lo que pasa en Libia, un despoblado país del norte de África con mucho petróleo liviano y en medio de un conflicto nacional. Los pretextos y las excusas, siempre son el instrumento de la impunidad para los crímenes y los crímenes son la vía expedita para lograr los objetivos que satisfagan los más torvos intereses. Las canallas invasiones contra Afganistán y contra Irak, son ejemplos vivos de las mentiras y la crueldad de las grandes potencias y especialmente del Estado de los Estados Unidos de Norteamérica y de sus gobiernos sucesivos, que lamentablemente no han dejado de ser simples herramientas para la imposición de los mortíferos intereses del complejo militar-industrial en un repetido “Iter críminis”, esto es: el guión para la comisión del crimen.

El problema no es Kadafi

No es Kadafi el problema, NOOO…!!! Esa es la excusa para los que ellos creen tontos. Kadafi les importa un bledo. Lo que les importa es la rebelión del pueblo contra Kadafi. Ya “occidente”, como suelen llamar al concierto de los imperialistas de Europa y los EEUU, se había entendido perfectamente con Kadafi, más allá del nacionalismo popular republicano que representó la insurgencia, en 1969, del legendario coronel Kadafi contra la odiosa Monarquía Libia, heredera del colonialismo inglés, francés e italiano que subyugó el norte de África y específicamente a Libia. Allí están los despachos noticieros, las fotos, los videos en abundancia de las giras del líder Kadafi por Europa en diferentes ocasiones. Recibido en 1984 por Felipe González, presidente del Gobierno de España por 12 años y Bruno Kreisky, Canciller de Austria por 13 años. Después en amena conversación con Aznar, presidente del Gobierno español por 8 años consecutivos. Por Rodríguez Zapatero más recientemente, por Gallardón, Alcalde de Madrid y prominente dirigente del derechista Partido Popular de España. Lo vimos abrazado por el desvergonzado Tony Blair cuando era Primer Ministro de Inglaterra, dándose besos de cortesía con el bochornoso Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia por tres períodos, de amores con Nicolás Sarkozy, Ministro en varios Gobiernos y carteras de Francia y actual presidente de la V República Francesa y… finalmente, en respetuoso saludo con Barack Hussein Obama, el presidente de EEUU. O sea… todo un gran líder mundial, aceptado y promovido por los más altos funcionarios de las grandes potencias occidentales.

No es una Intervención humanitaria

Entonces la pregunta: ¿Será que estas potencias se preocupan por las supuestas o reales violaciones de los derechos humanos realizadas por el gobierno libio?... Por supuesto que no…; si así fuera ya todos estos países y sus dirigentes habrían intervenido violentamente en Israel y se habría detenido, juzgado, sentenciado y ahorcado a la dirigencia sionista y a una centena de miembros del ejército israelí y del Mossad, los servicios de inteligencia israelíes, que son responsables de decenas de miles de muertes de civiles, niños, mujeres, ancianos en sucesivas e inmisericordes bombardeos y agresiones. Ante la evidencia de la masacre de Israel contra los palestinos, ante el descaro y la saña con los cuales actúan contra un pueblo totalmente indefenso, la ONU ha dictado innumerables Resoluciones contra Israel, sin embargo el Gobierno Isrelí hace caso omiso a las mismas, se ríe y las viola flagrantemente todos los días. Sin embargo nada se hace para obligarlos a cumplirlas y no se organiza ninguna intervención contra el gobierno Israelí. Si fuese una intervención humanitaria, como lo cacarean los mandamases desde el Consejo de Seguridad de la ONU, ya se habría marchado de Afganistan e Irak. Si fueran razones humanitarias se habría intervenido en Barein o Bahrayn, un reino hereditario en el cual gobierna la familia Al Khalifa, con el rey Hamad ibn Isa Al Khalifah y el Primer Ministro, su tío Khalifa bin Salman Al Khalifa, cuyas protestas populares arriban a la sexta semana con una brutal represión contra el pueblo que carece de todos los derechos políticos y que se gobierna como se gobernaba en Inglaterra hace 400 años o como en los EEUU hace 250 años. O en Yemén, un país de más de 20 millones de habitantes, con una de las tasas de natalidad más elevada del mundo, donde la pobreza azota al 80% de la población y la mayoría es analfabeta, en las recientes protestas han sido asesinadas cientos de personas que han protestado. Si fueran razones humanitarias, ya la ONU y la OTAN habrían intervenido en la base militar que EEU mantiene por la fuerza y contra el Derecho Internacional en territorio de la Provincia de Guantánamo en la República de Cuba, en la cual se ha comprobado la comisión de horrendos crímenes contra indefensos detenidos, por parte de funcionarios civiles y militares norteamericanos.

Ignorantes…ilusos… o instrumentos comunicacionales del saqueo?

Hemos visto como personas aparentemente serias se afanan desesperadamente en razonamientos absurdos para justificar la agresión de la aviación coaligada de los países más poderosos de la tierra contra un pequeño país de apenas seis (6) millones de habitantes. Un asesinato alevoso y cruel, frío e implacable, como el que realizan los asesinos en serie de las películas de Hollywood que crea la sádica intelectualidad de entretenimiento (entretenimiento…?) de los EEUU. Un asesinato que, además de destruir la capacidad militar y en parte económica del país, humilla a ese pueblo y cuyas bajas son en un 90% de civiles y de estos, la mitad o más, de niños, mujeres y ancianos. Vemos como estos comentaristas o periodistas faltan a la más elemental ética, cuando dicen que quienes estamos contra la invasión estamos defendiendo la dictadura de Kadafi y la masacre contra el pueblo libio practicada por éste.

Contra la agresión y el saqueo

Lo humano, lo democrático, lo evolucionado es pronunciarse contra la agresión, que además es con ventaja y con toda clase de agravantes y con el propósito de asegurar el control absoluto del petróleo y el agua subterránea, y…especialmente con el fin de prevenir que la evolución de la rebelión corrija los errores e inconsecuencias revolucionarias de Kadafi y sirva de ejemplo para todas las rebeliones de la zona. La conducta arrogante y no democrática de Kadafi ha sido un formidable pretexto para que las potencias, con sus conglomerados empresariales, intervenga para someter la rebelión y aleccionar a los demás pueblos.

Presidente lamenta aval de la ONU para intervenir y bombardear a Libia

Evo Morales Presidente de Bolivia
ABI
El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, lamentó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya avalado la intervención militar y el bombardeo a Libia que ha provocado miles de víctimas civiles.


En una reunión con la prensa nacional e internacional en el palacio de Gobierno, Morales dijo que el Consejo de Seguridad de la ONU "es un Consejo de Seguridad que debe cambiar su nombre por el de Consejo de Invasión y Bombardeos".

Subrayó que los problemas internos de los países deben solucionarlos sus ciudadanos y no las intervenciones extranjeras que violan los derechos y la soberanía de los pueblos.

"Tal y como evolucionan los acontecimientos y la violencia en Libia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha sido declarado Premio Nobel de La Paz, debe asumir el Premio Nobel de la Guerra", dijo.

"Bolivia no respalda en absoluto la intervención militar en Libia, sea de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos o países europeos por su irrespeto a los derechos humanos y a la autodeterminación de los pueblos", anotó.

Señaló que "la búsqueda de seguridad no se hace con muertos, sino con la paz".

El Mandatario expresó su convencimiento de que la intervención de esas potencias mundiales en Libia "no tiene el objetivo de lograr la paz, sino tomar el control del petróleo de ese país con el fin de entregarlo a las transnacionales".

"Ha sucedido lo mismo con Irak el año 2003 para cuya intervención militar, Estados Unidos adujo que ese país árabe estaba en posesión de armas destrucción masiva que nunca aparecieron", anotó.

El Primer Mandatario aseveró que lo correcto debería ser conformar una Comisión de la Liga Árabe o la Unión de Países de África para mediar en las soluciones al problema libio.

Instó a la ONU que disponga el cese inmediato de la intervención.

martes, marzo 29, 2011

Bernard-Henri Lévy apela al humanitarismo para bombardear Libia

La industria del humanitarismo

WSWS


El 24 de marzo, el escritor francés Bernard-Henri Lévy dio una entrevista por chat en el sitio web de Le Monde en la que defendía la guerra de agresión sin provocación lanzada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia contra Libia.

En la década de 1970, Lévy fue uno de los principales “nuevos filósofos”, un grupo de jóvenes intelectuales que criticaba desde la derecha tanto al marxismo como al estalinista Partido Comunista Francés (PCF), alegando consideraciones de derechos humanos después de que el PCF vendiese la huelga general de mayo-junio de 1968. Inicialmente simpatizantes del Partido Socialista (PS), estas fuerzas rápidamente giraron a la derecha junto con el PS. Se han convertido en acaudaladas y prominentes personalidades de los medios de comunicación y algunos de ellos abandonaron el gran negocio del PS para apoyar al presidente conservador Nicolás Sarkozy en 2007.

En su entrevista rigurosamente deshonesta, Lévy utiliza su falaz argumento de “los derechos humanos” para reforzar la propaganda del gobierno francés, que afirma que su intervención en Libia se produce en el marco de una campaña limitada diseñada para proteger la vida de los partidarios del Consejo Nacional rebelde.

En este sentido, Lévy no solo está protegiendo la política criminal del gobierno francés sino que se está protegiendo a sí mismo. Él, personalmente, jugó un papel importante en el período previo al ataque occidental organizando una reunión el 10 de marzo entre el presidente francés Nicolás Sarkozy y los líderes del Consejo Nacional, el grupo de rebeldes que combaten al gobierno libio del coronel Muamar Gadafi. Poco después, Sarkozy reconoció al Consejo Nacional como el gobierno libio. París, a continuación, presionó a favor de una resolución de la ONU que permitiera el bombardeo de Libia iniciado el 19 de marzo.

La entrevista de Le Monde, titulada “BHL [Bernard Henry-Lévi]: El Consejo Nacional quiere una Libia laica”, comenzaba con una pregunta sobre por qué Lévy se interesó por el caso de Libia y organizó la reunión entre el Consejo Nacional y Sarkozy. Lévy respondió: “No es un caso. Se trata de Bengasi”. Ante la amenaza de Bengasi, Lévy insiste, “me conmovió profundamente. Hice lo que pude”.

Al preguntársele por su papel, declaró: “Simplemente, se me ocurrió, estando una noche en Bengasi, la loca idea de coger el teléfono y llamar al presidente de la República de mi país y sugerirle que recibiera a una delegación libia”. Luego negaba que hubiera tenido ninguna participación en “cuestiones políticas” diciendo: “Yo soy como tú. Sigo con preocupación el desarrollo de los acontecimientos”.

Este comentario absurdo plantea muchas más preguntas que respuestas. Está meridianamente claro que Lévy no es, como él sostiene, un ciudadano de a pie interesado ​​por el desarrollo de la crisis libia. Uno se siente obligado a preguntarse cómo entró Lévy en Bengasi, en medio de una guerra civil y con línea telefónica directa con Sarkozy.

La posición adoptada por Lévy —que su apoyo al ataque francés a Libia y al Consejo Nacional está basado en una preocupación desinteresada por salvar vidas humanas— es un fraude. De hecho, Levy no se opone a que haya muertes, como deja claro. Preguntado sobre si apoyaba las operaciones limitadas para aplicar una zona de exclusión aérea en Libia, respondió: “Debemos ir más allá de la ‘zona de exclusión aérea’. Lo que significa que hay que ir a ataques dirigidos contra el armamento pesado de Gadafi. Es lamentable. Es horrible incluso la idea de un ataque dirigido. Pero si realmente queremos proteger a los civiles de Misrata, Sirte y Bengasi, no hay otra solución”.

Más adelante, Lévi pretendía adoptar una posición humanitaria alegando que “en lo que a mí respecta, siento que soy absolutamente pacifista. Es en nombre de la idea que tengo de la paz por lo que creo que debemos acabar con la guerra provocada por Gadafi contra su propio pueblo”.

Esto no es más que un fraude deshonesto. La “idea de paz” de Lévi consiste en ataques masivos y mortales contra soldados y civiles libios mediante la campaña aérea que las potencias occidentales han lanzado contra las unidades del ejército libio y contra Trípoli. Lévy considera, no obstante, que estas muertes son políticamente preferibles a las muertes que puedan producirse en Bengasi si las fuerzas de Gadafi volvían a hacerse con la ciudad.

Lévy no explica en ningún momento las razones subyacentes en su cálculo. En cambio, avanzaba la absurda pretensión de que respalda al Consejo Nacional porque es más democrático que Gadafi. Así, afirmaba: “Hay una cosa importante ya: [los miembros de las fuerzas del Consejo Nacional] son musulmanes laicos. La Libia que imaginan será una Libia en la que la religión será una cuestión de conciencia. El gobierno que sustituirá a la actual dictadura será el producto de elecciones libres y probablemente transparentes”.

Al igual que los otros pro-imperialistas y propagandistas del Consejo Nacional, Lévy guarda un absoluto silencio sobre quién compone el Consejo Nacional, afirmando rotundamente que “probablemente liderarán un régimen democrático. De hecho, no hay ninguna razón para creer que ello vaya a ser así, ni siquiera es probable. En efecto, ya se ha informado ampliamente acerca de que el Consejo Nacional es una precaria coalición de varios ex funcionarios del régimen de Gadafi, de grupos islamistas, líderes tribales y activistas por los derechos humanos de clase media que mantienen, a través de gente como Lévy, un estrecho contacto con gobiernos occidentales de derechas.

Así, un periodista preguntaba a Lévy: “La cuestión del componente ‘tribal’ [del Consejo Nacional] o la rivalidad histórica entre el este y el oeste de Libia rara vez se menciona. Tras su visita a las fuerzas revolucionarias, ¿no incluyó esto en su análisis?” Lévy respondió: “No, tal vez porque no tuve tiempo de analizar la cuestión. Pero también porque los propios representantes del Consejo Nacional afirman y repiten que este ‘componente tribal’ desempeña un papel ínfimo en su análisis de la situación”.

Lo que Lévi quiere es que sus lectores se crean que viajó a Bengasi sin saber con quién se iba a reunir y que aún no ha tenido tiempo de “estudiar la cuestión”. Lo cual no es más creíble que las otras afirmaciones de Lévy. Sin embargo, algunas citas de Le Monde —un periódico que Lévy conoce bien, ya que forma parte de su comité de supervisión— ayudarán a aclarar la cuestión del Consejo Nacional.

Luis Martínez, del Centro Internacional de Investigaciones y Estudios (CERI) de Sciences-Po, en París, declaraba en Le Monde: “Hay tres grupos en la oposición: los islamistas, los defensores de los derechos humanos y los más numerosos, la juventud”. Aunque Martínez no lo mencionó, es bien sabido que la máxima dirección del Consejo Nacional está integrada por tránsfugas recientes del régimen de Gadafi. Incluyen al ex ministro de Justicia, Mustafa Abdul Jalil y el general Abdel Fattah Yunis al Obaidi, comandante de la unidad Rayo de las Fuerzas Especiales libias.

Las fuerzas islamistas que participan en el Consejo Nacional incluyen al partido Umma y al Grupo Islámico Combatiente, según Hasni Abidi, un investigador de Suiza. Estas fuerzas apoyan explícitamente un Estado teocrático.

Francçois Dumasy, del Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence, ha explicado que hay jóvenes seguidores del Consejo Nacional “preocupados por la liberalización de la economía y el aumento del desempleo en los últimos años”. Sin embargo, no existe una “visión común” entre los diversos componentes del Consejo Nacional; como decía Dumasy, “hay que comprender que durante los 42 años de gobierno de Gadafi, la expresión política se ha reducido a mínimos”.

En efecto, Le Monde sugiere que el Consejo Nacional goza de poco apoyo popular. Rémy Ourdan, corresponsal de Le Monde en Bengasi, señala que “no se percibe en la población un gran entusiasmo por el Consejo Nacional”. Le Monde añade: “La dificultad de identificar claramente a sus miembros y el hecho de que su presidente y portavoz hayan ocupado cargos en el régimen de Gadafi no ayuda a este ‘gobierno paralelo’”.

Las afirmaciones de Lévy al respecto de que el Consejo Nacional promoverá un régimen democrático o laico son mentiras. Se trata de una coalición inestable de la clase media y de elementos de la clase dominante que han respondido a la radicalización de las masas del norte de África aprovechando la falta de liderazgo político en la clase obrera para establecer una alianza militar con el imperialismo occidental. Dependientes del apoyo militar de las grandes potencias, negociarán a la baja la venta de las reservas petroleras de Libia y proporcionarán a Occidente una base de derechas para otras operaciones en el norte de África, en caso de que alcancen el poder.

Es sintomático de la posición clasista de Lévy que instintivamente esté del lado de esas fuerzas, a pesar del contenido reaccionario de su política.

Es preciso añadir que la clase dominante francesa tiene una larga experiencia y comprensión de la función que esas fuerzas pequeño-burguesas juegan en atar de pies y manos la unión de los trabajadores a la política imperialista. En Francia, los activistas de derechos humanos se mueven en un entorno de prósperos académicos, sindicalistas burócratas y partidos como el Nuevo Partido Anticapitalista que se moviliza para contener y desarmar cada movimiento de huelga de los trabajadores. Durante la huelga petrolera del pasado otoño, por ejemplo, insistieron en que los trabajadores tenían que someterse estrictamente a la negociación de los sindicatos sobre los recortes de pensiones con Sarkozy, y responder a la disolución de la huelga por parte de la policía únicamente con protestas “simbólicas”.

Cuando ha estallado la lucha en Libia estas fuerzas han apoyado la guerra. Es significativo que los argumentos presentados por el Nuevo Partido Anticapitalista para justificar su apoyo a la guerra sean esencialmente los mismos de Lévy. (Véase: “Una herramienta del imperialismo: el Nuevo partido Anticapitalista francés apoya la guerra contra Libia”).

Lévy es muy consciente de los intereses imperialistas que subyacen en la campaña de Francia en Libia. Esa es la inevitable conclusión que se extrae de su absurda respuesta a la pregunta de si “la intervención militar en Libia está motivada exclusivamente para proteger al pueblo libio y los derechos humanos”. Lévy esquiva la pregunta diciendo simplemente: “Eso es lo que parece, sí, ¿por qué otra cosa podría ser?”

Esta respuesta tremendamente ingenua y rotundamente increíble sitúa el juego de Lévy a distancia. Él sabe que las grandes potencias están compitiendo por 46.4 mil millones de barriles de petróleo de las reservas probadas de Libia y por su estratégica ubicación en el cruce del norte de África, una región sacudida por la oleada de luchas obreras revolucionarias. Lejos de ser un inocente ignorante de cómo funciona el juego de la influencia del Estado, Lévy es un experimentado e influyente mercachifle cuya respuesta está pensada simplemente para ocultar la apropiación del petróleo y los intereses imperialistas más amplios que él respalda mediante su apoyo al Consejo Nacional.

El hijo de André Lévy, un influyente comerciante de maderas exóticas africanas que dirigió la empresa Bécob, Bernard-Henri Lévy ha explotado en varias ocasiones sus vínculos políticos para ayudar a la empresa en crisis de su padre. La primera vez fue en 1986. Como refiere L' Express “Bernard tiró la casa por la ventana por su padre. ¿Intervino ante los consejeros presidenciales para utilizar los contactos africanos de la presidencia para que Costa de Marfil liquidara sus deudas prioritariamente con Bécob? BHL niega esta intervención. Sin embargo, admite haber tenido contacto con [el entonces ministro de Economía del partido Socialista Francés] Pierre Bérégovoy para que ayudase a su padre”. Lévy también buscó ayuda entre los conservadores del círculo de Jacques Chirac, entonces alcalde de París, y finalmente consiguió un préstamo ventajoso del Estado tras la intervención personal del presidente François Mitterrand.

La empresa Lévy también obtuvo un préstamo ventajoso de François Pinault, político gaullista y ejecutivo de una firma de lujo que hoy ocupa el puesto número 67 entre los hombres más ricos del mundo con una fortuna de 11.5 mil millones de dólares.

Dada la mala reputación de Pinault en los círculos empresariales y sus vínculos con figuras de la extrema derecha como Jean-Marie Le Chevallier o el neo-fascista Jean-Marie Le Pen, dirigente del Frente Nacional, L'Express señala: “Ayudar a Bernard-Henri Lévy, una estrella de la izquierda intelectual y líder de una red importante en los círculos editoriales y en los medios de comunicación, tal vez no era un movimiento estúpido... La teoría de un gesto de Pinault para ganarse a BHL se ajusta bien, en todo caso, a los acontecimientos posteriores: el cambio del grupo [Pinault] hacia la industria cultural y el nacimiento de una ‘gran amistad’ con Bernard”.

Diez años más tarde, según L'Express, Pinault compró Bécob por 800 millones de francos, o aproximadamente 130 millones de dólares. “La fortuna de BHL es, pues, importante y suma entre 150 y 180 millones de euros. Esto ha desempeñado un papel clave en su historia”.

Esto no es solo una descripción acertada de Lévy sino de todo el edificio político de los que se dedican actualmente a la fraseología de las cuestiones humanitarias en Francia. Habiendo comenzado como la ideología de varios estudiantes descontentos y de los hijos de la burguesía en el período posterior a 1968, se desarrolló muy rápidamente a medida que esas fuerzas se hicieron ricas o, en el caso de Lévy, inmensamente ricas. Hoy en día sirven abiertamente como la hoja de parra verbal de los intereses estratégicos del imperialismo francés.

Fuente: http://www.uruknet.de/?s1=1&p=76251&s2=28

domingo, marzo 27, 2011

La doctrina de la ONU: Lo que los imperialistas quieran hacer

Libia martir

Rómulo Pardo

tomado de Global Research

Antes del año 2001 Estados Unidos tenía planificada su operación militar contra Libia. Ahora el Consejo de Seguridad de la ONU le dio la autorización para ejecutarla.

Lo dice el ex Comandante en Jefe de la OTAN, General Wesley Clark: “En noviembre de 2001, en el Pentágono, uno de los oficiales de alto rango del estado mayor del ejército tuvo tiempo para charlar. ‘Sí, todavía seguimos con los planes contra Iraq’, dijo. Pero había más. ‘Eso se discutió como parte de una campaña para cinco años’, dijo, y había ‘un total de siete países en la agenda: se empezaría con Iraq, después Siria, Líbano, Libia, Irán, Somalia y Sudán’…” (1)

En el Consejo de Seguridad frente al proyecto de Resolución norteamericano-europeo contra el gobierno libio ningún país se atrevió a oponerse a los imperialistas. Los pocos que lo hacen no son miembros.

No existe un imperio sin subalternos.

Estados Unidos y sus socios occidentales pueden intervenir militarmente en un país sin autorización de la ONU, Irak, o con ella, Libia. Pueden apoyar a un gobierno contra los rebeldes, Colombia, o a los opositores contra el gobierno, Libia, Bolivia, Venezuela… Lo que hagan se acepta sin crítica en los medios dominantes.

Rusia y China apoyaron por temor y cálculo el uso de las armas en Libia. Su pragmatismo ajeno a principios los ubicaron detrás del imperio aunque saben que en algún momento serán sus víctimas. Los poderes empresariales de Brasil, India y Alemania buscando un acomodo político dieron su aprobación en forma indirecta.

Lo único sincero del discurso de los delegados fue el voto. El representante de Colombia condenó la atroz violencia del gobierno libio contra civiles indefensos… De haber estado Hitler habría votado contra Libia para defender los derechos humanos…

El ataque aprovechando la coyuntura del levantamiento social árabe se preparó secretamente en lo militar y lo diplomático. El condicionamiento público lo hicieron los medias con una concertada campaña sobre la barbarie del gobierno norafricano.

El progresismo político desde otro lado facilitó el plan presentando a los rebeldes como demócratas pacíficos sin vínculos con el imperialismo, que levantaban exigencias espontáneas. Con esa posición criticaron a los gobiernos antiimperialistas latinoamericanos que reconocían al gobierno de Trípoli e impulsaban un acuerdo de los libios sin intervención extranjera.

La izquierda revolucionaria no tiene capacidad para detener las guerras de la época de fascismo jurídico que se vive, y su decisión de evitar roces con intelectuales progresistas de los países europeos le resta fuerza para entregar un mensaje claramente antiimperialista.

El imperio entonces avanza en su proyecto de control de la humanidad y los recursos, preparándose para el colapso en que terminarán sus crisis. Se ha propuesto desarrollar la capacidad para sostener guerras simultáneas en diferentes lugares y lo hace en Irak, Afganistán, bombardea en Pakistán… suma a Libia. Se apronta contra Irán y Corea del Norte. Hace vuelos no tripulados en México donde introduce secretamente armas de guerra para entregarlas a los carteles de la droga. Se ejercita en Libia para subvertir Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia. Arrebata sin pausa territorio palestino.

Lo que sigue en Libia es la arbitrariedad total. Lograr la seguridad de los civiles y el alto al fuego con la intervención aérea estipulada en la Resolución no sirve al objetivo de poner fin al régimen libio. Tendrán que destruir fuerzas militares de Trípoli, infiltrar, sobornar el bando de Kadafi, entregar armas e instrucción a los rebeldes, ocultar los ataques de la oposición, utilizar en la frontera a los generales de Mubarak que gobiernan Egipto, invadir por tierra sin importar el acuerdo del Consejo, o hacerle aprobar otro.

Para sus propósitos los imperialistas cuentan además de la obsecuencia de los países del Consejo con la complicidad de su prensa dominante. Inventarán al gobierno ataques, matanzas de civiles, ocultarán las acciones ilegales de sus aliados internos… La BBC aportó de inmediato a la empresa. Informó que las tropas de Kadafi “continúan atacando Bengasi”, que sufrió “un sostenido bombardeo durante la noche”; que las fuerzas del gobierno “están avanzando sobre la ciudad”. Fuera de titular agregó: “Rebeldes libios dijeron estar bajo ataque en Bengasi, según reportes sin verificar.” “La información entregada es difícil de ser verificada de manera independiente.”

Hay que luchar contra los imperialistas y los gobiernos que se someten y apoyar a los pueblos que defienden su independencia. No se ha podido detener sus guerras en el mundo árabe, pero el futuro es largo y está por definirse.

Sus informes de victorias en Vietnam terminaron en una humillante derrota.

Referencia

1 (Wesley Clark, “Winning Modern Wars”, página 130). Michel Chossudovsky, Rebelión, 15-03-2011

sábado, marzo 26, 2011

Objetivos del "bombardeo humanitario" de Libia: Muerte y destrucción

Libia martir

Global Research

Traducido para Rebelión por Silvia Arana

El bombardeo de civiles

El objetivo no es ir al rescate de civiles. Todo lo contrario. Se han preseleccionado blancos de ataque militares y civiles. Las bajas civiles son intencionales. No son el resultado de "daños colaterales". Hubo reportes confirmando que se han bombardeado hospitales, aeropuertos civiles y edificios gubernamentales.

Horas después de los ataques aéreos un funcionario de salud del gobierno libio dijo que "la cifra de muertos por los bombardeos occidentales subió a 64 el domingo después de que fallecieran algunos heridos". El número de heridos era de alrededor de 150 (Montreal Gazette, Gadhafi hurls defiance as allied forces strike Libya, 19 de marzo, 2011).

La cifra de muertos a causa de los bombardeos aéreos y ataques con misiles (24 de marzo) es de alrededor de 100 civiles, según fuentes del gobierno libio ( UN Chief Expects Int'l Community to Avoid Civilian Casualties in Libya, 25 de marzo, 2011).

Desinformación de los medios

Las muertes causadas por los ataques con misiles y por los bombardeos aéreos de EE.UU.-OTAN se han desmentido o ignorado como "daños colaterales". Según el Secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, una guerra humanitaria moderna no produce la muerte de civiles, proposición totalmente absurda:

"Esta operación ha estado haciendo lo que se suponía que debía hacer, proteger a la población civil de Libia y no hay evidencia confirmada de la muerte de ningún civil causada por los ataques de la coalición contra el régimen de Gadafi" (British Foreign Secretary William Hague, No evidence of civilian casualties in Libya strikes: UK | Reuters, 25 de marzo, 2011)

El Secretario de Defensa de EE.UU. Robert Gates confirma que: "La coalición hace un gran esfuerzo para evitar la muerte de civiles y la mayoría de los ataques van dirigidos a blancos alejados de las áreas pobladas".

El fin de la campaña de desinformación de los medios es encubrir descaradamente la muerte de civiles. Los reportes de los medios occidentales de las bajas son extremadamente indirectos. Los misiles Tomahawk y los bombardeos aéreos se presentan como instrumentos de paz y democracia; que no matan a la población civil.

Sin esta campaña de desinformación, la legitimidad de las operaciones militares colapsaría como un mazo de naipes.

Cientos de personas se congregaron en un funeral en Libia, y esto se rotuló como una acción propagandística de Gadafi. El funeral era falso, según los reportes occidentales. Se presentó como una "puesta en escena".

De acuerdo con uno de los reportes: "Los hombres rezan por gente que supuestamente murió en los bombardeos aéreos. Pero no queda claro quienes están en los féretros" ( Véase Civilian Casualties in Question at Tripoli Funeral - WSJ.com, 24 de marzo, 2011, In Libya, coffins carry a mystery, SMH, 26 de marzo, 2011).

Los bombardeos humanitarios y la responsabilidad de proteger

El propósito de estos bombardeos es la destrucción de las instituciones del país, su base productiva. A esto llaman "bombardeo humanitario". Se usa como justificación el concepto de "Responsabilidad de proteger". Las instalaciones generadoras de energía, los puentes, las carreteras, los hospitales, las estaciones de televisión, los edificios gubernamentales, las fábricas se designan "blancos estratégicos".

Un reporte (no confirmado) de fuentes libias dice que bombardearon dos hospitales y una clínica:

"Atacaron los hospitales Al-Tajura y Saladin en Ain Zara. La clínica que bombardearon se halla cerca de Trípoli, la capital de Libia. No sólo se trata de edificios civiles, sino que además se hallan alejados de la zona de combate."

También sufrieron ataques algunos aeropuertos civiles en diferentes partes de Libia. (Mahdi Darius Nazemroaya, Breaking News: Libyan Hospitals Attacked. Libyan Source: Three French Jets Downed, Global Research, 19 de marzo, 2011).

En el caso de ataques a hospitales, las bombas "inteligentes" fueron extremadamente precisas. El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia acusó a la coalición militar occidental de llevar adelante una campaña de bombardeos indiscriminados. (Metro - Russia: Stop 'indiscriminate' bombing of Libya, March 19, 2011)

Los medios occidentales seguirán sosteniendo sin variaciones que las fuerzas de Gadafi bombardean los hospitales del país, sin aportar ninguna prueba.

Hay indicios de que los hospitales están incluidos en la lista de objetivos a atacar. A los aviones canadienses CF-18 les asignaron blancos civiles específicos. Los pilotos decidieron regresar a la base sin atacar el objetivo preseleccionado, que fue identificado como un aeropuerto civil. Según los reportes de prensa, estaba al lado de un hospital: "Dijo Lawson que la acción no respondió a ningún riesgo para los aviones CF-18 sino que los pilotos trataron de evitar el daño potencial a civiles o a infraestructuras importantes como hospitales" (CTV Calgary- Canadian pilots abort bombing over risk to civilians - CTV News, 23 de marzo, 2011, énfasis agregado por el autor)

Se ha invitado a la opinión pública a apoyar sin condiciones un nuevo escenario de guerra en el Norte de África. La llamada comunidad internacional ha logrado construir un consenso a través de la propaganda mediática.

La "responsabilidad de proteger" ha recibido el apoyo de organizaciones de la sociedad civil y de las ONG. Muchos sectores de la izquierda progresista apoyan los bombardeos a Libia como un medio para conseguir la democracia, sin siquiera analizar la naturaleza y composición de la rebelión.

Aquellos que se expresan contra la "zona de exclusión aérea" decretada por EE.UU.-OTAN son catalogados de inmediato como "apologistas de Gadafi".

El modelo yugoslavo de "bombardeo humanitario"

El bombardeo humanitario es parte de un proceso histórico. Es parte del planeamiento militar.

La campaña del "bombardeo humanitario" de Libia es un componente integral de la estrategia militar que consiste en destruir la infraestructura civil del país. Se ha hecho siguiendo el modelo usado previamente en otros sitios, incluyendo el bombardeo de Yugoslavia en 1999 y la campaña militar contra Irak en 2003.

Cuando bombardearon Yugoslavia en 1999, puentes, centrales energéticas, escuelas y hospitales fueron designados como "blancos legítimos de ataque" por el Centro Combinado de Operaciones Aéreas (CAOC según sus siglas en inglés) de la OTAN en Vincenza, Italia, y cuidadosamente "convalidados antes del lanzamiento del ataque". En Libia se está aplicando el mismo procedimiento: los objetivos militares y civiles se aprueban con anticipación. Los pilotos no siempre saben el carácter preciso del objetivo.

En 1999 el hospital infantil ubicado en el área de la embajada fue el objetivo de un ataque aéreo. Había sido identificado por los militares a cargo del plan como un blanco estratégico.

La OTAN reconoció su autoría pero insistiendo que era para "salvar las vidas" de los recién nacidos. No bombardearon la sección del hospital donde se hallaban los bebés sino que atacaron la parte adonde estaban los generadores eléctricos, lo que interrumpió el suministro eléctrico de las incubadoras. Esto significó que todo el hospital quedó inhabilitado y muchos niños murieron.

Visité el hospital un año después del bombardeo de junio de 2002 y vi con mis propios ojos lo que habían hecho con la mayor precisión. Estos son crímenes de guerra cometidos con la tecnología militar más avanzada, con las llamadas "bombas inteligentes".

En Yugoslavia, la población civil fue el objetivo de los ataques: hospitales, aeropuertos, edificios gubernamentales, fábricas, infraestructura, sin mencionar las iglesias del siglo XVII y los sitios históricos y culturales que forman parte del patrimonio del país.

El diabólico propósito de desencadenar una catástrofe en el medio ambiente de la cuenca del río Danubio figuraba en el plan. La OTAN atacó la planta petroquímica de Pancevo, cerca de Belgrado. El objetivo no era solamente destruir la planta sino también desencadenar una catástrofe ambiental. ¿Cómo lo hicieron?

"Un generador térmico de imágenes desde un satélite espía o un avión puede detectar radiación infrarroja emitida desde cualquier objeto que se encuentre en la planta petroquímica y convierte esa lectura en una imagen de alta resolución o fotografía... En palabras de un vocero del Pentágono, "toma una fotografía desde una gran altitud, la emite a un receptor, en Estados Unidos, donde se analiza rápidamente". Y desde allí, "la información de los blancos correctos" se retransmite a la CAOC en Vincenza, que a su vez la envía a la gente en la cabina".

Las "bombas inteligentes" no son tontas, van adonde les dicen que vayan. La OTAN ha identificado detalladamente los contenedores, tanques y depósitos que contienen materiales tóxicos. De acuerdo con lo manifestado por el director de la planta petroquímica, la OTAN no hizo blanco en ningún contenedor vacío: "Esto no fue accidental; escogieron como blancos los contenedores llenos y los químicos se derramaron en el canal que desemboca en el Danubio..." Cuando las "bombas inteligentes" dieron en sus blancos letales en Pancevo, liberaron fluidos y gases tóxicos en la atmósfera, el agua y el suelo. "Hubo una fuga de más de mil toneladas de bicloruro de etileno del complejo petroquímico de Poncevo hacia el Danubio (a través del canal que comunica la planta con el río). También se derramaron más de mil toneladas de hidróxido de sodio. Y cerca de mil toneladas de cloruro de hidrógeno pasaron de Pancevo al río Danubio." (Michel Chossudovsky, NATO Willfully Triggered an Environmental Catastrophe In Yugoslavia, Global Research, 11 de abril, 2004)


Véase Michel Chossudovsky, NATO Willfully Triggered an Environmental Catastrophe In Yugoslavia, Global Research, 11 de abril, 2004.

Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=23945

jueves, marzo 24, 2011

Libia: contenido ético de la política

Libia martir

Jorge Gómez Barata
ARGENPRESS

Allí donde se estime que la participación de la ciudadanía, sobre todo de la juventud es un elemento decisivo para el funcionamiento del sistema, especialmente para el fortalecimiento de las instituciones en las cuales se sustenta la democracia y la legitimidad de los liderazgos, han de esforzarse por lavar el rostro a la política.

Al conocimiento de la corrupción, hipocresía, formalismo y banalidad característicos de la democracia liberal y la partidocracia, incluyendo los procesos electorales, no sólo en América Latina sino también en Europa y los Estados Unidos, se suman los decepcionantes gobiernos de la izquierda socialdemócrata, los procesos nacionalistas fallidos en Asia y África donde, excepto la India, no se ha consolidado ninguna democracia, el fiasco de la Unión Soviética y del socialismo real donde la política, presuntamente basada en el poder proletario y el accionar de las masas, se reveló como una farsa burocrática que incluyó al estalinismo.

Las personas que en todas las latitudes detestan la política o son indiferentes a ella por considerarla un comportamiento plagado de hipocresías y dobleces, en estos días han sumado abundantes municiones. Difícilmente haya un evento en el cual sea más claro y repugnante la manipulación de las ideas y las instituciones políticas que lo ocurrido en torno a Libia.

La ONU que en su momento constituyó una conquista histórica y devino esperanza de justicia y equidad en las relaciones internacionales, sobre todo por su Carta que reivindicó los preceptos de: igualdad soberana de los estados, soberanía nacional, autodeterminación de las naciones y la solución negociada de los conflictos; se desmiente una y otra vez poniendo a prueba la confianza en tales principios. Esa fe que alimenta fuerzas para luchar y razones para esperar un mundo mejor, también se agota y Libia para muchos puede ser la gota que colma la copa.

Al desafuero cometido por el Consejo de Seguridad, convertido en un frívolo club de millonarios, se suman actitudes como las de la Liga Árabe, una organización de países del mismo origen étnico e idéntica cultura, unidos por la tradición, la fe en el Islam y por la milenaria resistencia a la opresión colonial, la confrontación con el sionismo y el imperialismo, que en una conducta increíblemente abyecta, sobrepasa todos los limites y pide a sus antiguos opresores y verdugos que ataquen a uno de los suyos. Algunos incluso envían sus aviones a una guerra comandada por generales de Estados Unidos y la OTAN.

En lo que respecta al Tercer Mundo, a la inesperada genuflexión de la Liga Árabe se suman el Movimiento de Países no Alineado y la Conferencia islámica que hurtan el cuerpo, se invisibilizan, miran para otro lado y callan en una actitud lamentable, compartida por decenas de países del Tercer Mundo que no sólo no han condenado la agresión, sino que ni siquiera la han comentado.

Resulta imposible no apreciar críticamente las actitudes de Rusia y China, grandes potencias, presuntamente independientes que, apenas 12 horas después de abstenerse de usar su capacidad de veto para paralizar la agresión; condenan acciones que pudieron impedir con sólo levantar la mano y Sudáfrica que levantó la suya a favor de la agresión y 24 horas después, se sumó a una comisión mediadora de la Unión Africana. A ellos se unió Líbano, conocedor del significado de ser bombardeado e invadido reiteradas veces que dio su voto para que hicieran lo mismo con un país vecino. Brasil que también se abstuvo figura entre los que ahora demandan el cese de la agresión.

De haber actuado en la reunión del Consejo de Seguridad como lo hicieron horas después; cualquiera de esos países pudo evitar el derramamiento de sangre inocente que toda guerra implica. También pudo hacerlo Muammar al-Gaddafi si hubiera tenido la visión y el coraje necesario para afrontar con altura el desafío planteado por parte de sus compatriotas y, en lugar de lanzar bravuconadas y ultimátum hubiera intentado negociar con ellos para tratar de conjurar el peligro de guerra civil provocado por el rechazo a su régimen y si hubiera declarado el alto al fuego, antes y no después de que la OTAN iniciara los bombardeos.

A la colección de asombros se añade la posición del Secretario de Defensa Norteamericano, Robert Gates quien reiteradamente señala que no corresponde a Estados Unidos comandar las operaciones ni aportar hombres, entre otras cosas porque en Libia no hay implicados intereses norteamericanos. El tira y jala en torno a quien comanda la agresión que ha llevado a Berlusconi a ordenar a sus pilotos que se limiten a tareas de exploración y no disparen en Libia y a Holanda a no participar mientras no se aclarar quién manda es otra arista de la infamia.

No obstante, lo verdaderamente imperdible son los contundentes comentarios del primer ministro ruso Vladimir Putin quien en una elaborada definición, califica a la agresión a Libia como una “Cruzada medieval” y a la Resolución 1973 como “defectuosas y viciada”. Para no quedarse corto e identificar el blanco de su ataque, el ex hombre fuerte de Rusia, subraya que en su país “la política exterior es atribución exclusiva del jefe del Estado” quien replicó inmediatamente a su primer ministro.

No faltan quienes crean que en realidad se trata de un forcejeo entre el primer ministro Putin y el presidente Dimitri Medvedev que han utilizado el escenario libio para probar fuerzas. De hecho Putin ha demostrado independencia y audacia al cuestionar al presidente en un asunto de relevancia mundial mientras el mandatario carece de entereza para destituirlo u obligarlo a retractarse.

En cualquier caso, resulta abrumadora la evidencia de suciedad, ausencia de principios y de ética que rodea a los acontecimientos en torno a Libia. Nadie supo nunca quienes eran los rebeldes, Gaddafi no mostró interés alguno por solucionar el conflicto interno sin acudir a la fuerza arriesgándose a la guerra civil, la ONU nunca intentó gestiones a favor de la paz, no se interesó en mediar ni interponer buenos oficios, las potencias occidentales actuaron con frio oportunismo y grandes países como Rusia, China, Brasil e India, el flamante BRIC, se sumaron a una mala causa.

Libia es una guerra que nadie puede ganar, excepto aquellos que se conformen con victorias pírricas; pero en la cual habrá varios perdedores, entre ellos el pueblo Libio pero también el crédito de la ONU, el buen nombre de países inconsecuentes y el prestigio de la política que una vez más ha sido enlodada.

Sin contenido y perfil ético, la política interna y externa, manejada con ausencia de principios, basada en cálculos mezquinos y en el oportunismo; de una esfera digna de respeto desde la cual se proponen metas a la sociedad, se trabaja por la formación de los consensos y se gobierna, puede tornarse repugnante. Estemos o no de acuerdo. Allá nos vemos.

domingo, marzo 20, 2011

Noticias de última hora

Libia martir


Global Research

Gran Bretaña bombardea Trípoli

(de Kalvelido)

El ataque para "proteger a la población civil libia" causa 48 muertos en las primeras horas


Aviones de caza Tornado del ejército británico lanzaron misiles en Libia, en el primer ataque perpetrado por la aviación de Gran Bretaña en el marco de la intervención militar de la comunidad internacional en el país norteafricano, informaron este domingo fuentes de Defensa en Londres.

"Ahora puedo confirmar que la RAF (fuerza aérea británica) han lanzado también misiles Stormshadow desde aviones de caza Tornado GR4", dijo el portavoz del ejército británico, el general John Lorimer.

El enviado especial de teleSUR a Trípoli, Jordán Rodríguez, reportó desde el hotel donde se aloja la prensa en la capital libia que ''a las 2:30 hora local (00:30 h. GMT) se se sintió un fuerte bombardeo en la ciudad, se oyen las unidades del ejército disparando, se siente el humo".

Agregó que en un principio el bombardeo, que duró aproximadamente 10 minutos, se estaba dando muy cerca ''del edificio donde está alojada la prensa internacional (...) las ventanas del hotel se estremecieron con el bombardeo, lo que indica la cercanía de los mismos", destacó.

Rodríguez indicó que cerca del hotel se encuentra una zona residencial que contiene una mezquita y un importante hospital de Trípoli.

"La orientación del sonido de los bombardeos y disparos es hacia la zona residencial y del hospital de Trípoli", afirmó el periodista.

De igual manera recordó que minutos "antes de estos bombardeos había calma en Trípoli y las personas se manifestaban en las calles".

Una gran cantidad de partidarios del líder libio se había congregado en las cercanía de la residencia de Muammar Gaddafi, "no sabemos qué pasó con el gran número de personas que estaban frente a la residencia de Gaddafi, siguo oyendo los bombardeos" expresó el periodista de teleSUR.

Primer balence muertos por ataques occidentales


Al menos 48 personas murieron el sábado como consecuencia de los bombardeos aéreos y los misiles lanzados por la coalición occidental, encabezada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, contra varias ciudades de Libia, informó una fuente oficial del Gobierno libio a la prensa internacional.

Unas "48 personas murieron, de ellas 26 en Trípoli", indicó la fuente, que pidió el anonimato y subrayó que "el balance era provisional".

Estados Unidos y
Gran Bretaña anunciaron que habían disparado el sábado más de 110 misiles de crucero Tomahawk, desde sus navíos y submarinos, contra objetivos en la costa libia, entre ellos sistemas de defensa antiaérea y enclaves de comunicación estratégicos.


El periodista de teleSUR, Jordán Rodríguez señaló que “hasta ahora se han confirmado bombardeos en las ciudades de Zuara (oeste), Trípoli, Misrata (noroste) y Benghazi (noreste)”.


Medios de comunicación internacionales muestran fotos de víctimas


Distintos medios de comunicación internacionales exhibieron este sábado fotos de las víctimas mortales de la agresión militar extranjera, que fue aprobada el pasado jueves por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Las imágenes confirman las versiones del Gobierno del país norteafricano.

El Gobierno de Muammar Al Gadafi denunció que cientos de civiles se encuentran heridos debido a los ataques militares extranjeros contra Libia pese a que la nación norteafricana anunció el alto al fuego e invitó a la comunidad internacional a enviar observadores que constaran la situación del país.

“Supuestamente esta agresión es para la protección de los civiles pero esto se contradice con lo que ha ocurrido en tierra esta noche, una gran cantidad de civiles ha resultado herida por la agresión de esta noche”, expresó el presidente del Congreso del país norteafricano.

Agregó que “se están llenando nuestro hospitales y hay muchas ambulancias que están haciendo lo que pueden para salvar las vidas”.

Asimismo, el enviado especial de teleSUR dijo que “no sabemos cuantas víctimas mortales hay, pero los hospitales del este de Trípoli se encuentran abarrotado de civiles heridos por los ataques de la coalición”

Reportó que los medios están mostrando duras imágenes de heridos y víctimas civiles que apoyaban a Gadafi.

Manifestó que se habla de un número indeterminado de víctmas y que este domingo llevarán a periodistas a las zonas de los ataques.

El primer ataque se registró este sábado cuando un avión de combate fránces disparó a las 16:45 h. GMT en Libia destruyendo cuatro tanques del ejército.

Más tarde las fuerzas estadounidenses y bitánicas lanzaron al menos 110 misiles de crucero Tomahawk en Libia contra sitios de defensa antiaérea del Gobierno libio.

Libia pidió este sábado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU tras el inicio de una operación militar internacional contra el régimen de Muamar el Gadafi, informó el Ministerio de Exteriores en un comunicado difundido por la agencia oficial Jana.

La resolución 1973 aprobada el pasado jueves por Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó el uso de la fuerza militar en contra de Libia y la instalación de una zona de exclusión aérea.


Fuentes:


http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/90510-NN/aviacion-del-reino-unido-se-adjudica-bombardeo-sobre-libia/


http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/90507-NN/gobierno-de-libia-contabiliza-48-personas-muertas-tras-ataques-de-occidente/


rCR


martes, marzo 15, 2011

García Linera compara ayuda social de Cuba y Venezuela con política de EEUU

García Linera Vicepresidente-Bolivia

(Tomado de Agencia ABI)

La Paz, 14 (ABI).- El vicepresidente Alvaro García Linera comparó el lunes la ayuda "incondicional" que brindan Cuba y Venezuela a Bolivia, con la de corte injerencista que formula Estados Unidos, durante una conferencia de prensa en La Paz.

"Son dos tipos de ayuda muy distintas. La ayuda venezolana y cubana apunta a resolver temas prácticos para la gente pero nunca condicionada para un voto, apoyo, para leer algo, o para pensar como ellos, no. Son respetuosos de cómo pensamos", afirmó.

García Linera refirió que Cuba y Venezuela ayudaron a Bolivia a librarse del flagelo social del analfabetismo.


"La ayuda de los compañeros de Cuba y Venezuela tiene que ser traducida en aniquilar el alfabetismo, en que nuestros bolivianos desde su fundación como República, como Estado, hayamos derrotado el analfabetismo. Somos el quinto país en América Latina vanguardia en haber derrotado el analfabetismo y eso gracias a la ayuda cubana, o el haber operado medio millón de personas gratuitamente para recuperar la vista", merced a Venezuela, explicó.


El mandatario boliviano pidió, a los periodistas, investigar el calado, origen y objetivos, de la ayuda, en metálico, principalmente de Venezuela.

Además de créditos subeconómicos para carreteras y obras de infraestructura, Caracas ha donado fondos sin contraprestación, para sustentar el programa 'Bolivia cambia, Evo cumple', relievó.


Por contrapartida, subrayó García Linera, Estados Unidos, por conducto de su Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha incurrido, de manera recurrente, en intromisión en asuntos internos, por vía de una ayuda "camuflada".


"Quieren meterse en asuntos políticos, esa ayuda no la queremos, la ayuda camuflada envuelta en flores pero adentro con veneno no la queremos. Y muchas veces Usaid ha hecho eso, ha utilizado su presencia y su supuesta ayuda para manipular políticamente, para involucrarse en asuntos internos de nuestro país", enfatizó.

"Usaid quería tutelarnos, decía que hacía un trabajo para mejorar alcantarillado, pero hacía política, éso es lo que no queremos", insistió.


El Vicepresidente corroboró al director de la Agencia para el Desarrollo de Macro Regiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF) y ex ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que la víspera denunció las actividades político corrosivas de otro de los brazos internacionales de EEUU, la agencia antidrogas, DEA, cuya actuación en la lucha antidrogas boliviana calificó de "impostura" y enfocada, en 2008, cuando fue expulsada del país, en la desestabilización del gobierno del presidente Evo Morales.


"La preocupación del Gobierno y del compañero Juan Ramón es que no haya organismos de apoyo internacional que se involucren en política interna y toda la negociación que está encabezando nuestro canciller meses atrás con el gobierno norteamericano es simplemente eso, cómo garantizamos que la ayuda, la colaboración que llega de EEUU sea bien dirigida y no un mecanismo de manipulación, de intromisión política", sostuvo.


De todas formas, dijo que Bolivia aceptará cualquier tipo de ayuda respetuosa.


"Si la ayuda norteamericana va a canalizarse respetando nuestra soberanía, no involucrándose en asuntos políticos, bienvenida esa ayuda por supuesto: ¿quién la va a rechazar?", concluyó.

Cc/ ABI
ABI. Copyright 1998-2011.

sábado, marzo 12, 2011

LOS MEDIOS DE DESINFORMACION


Manuel E. Yepe (especial para ARGENPRESS.info)

¡Qué bueno sería que las advertencias contenidas en el libro “Desinformación: Cómo los medios ocultan al mundo” (Valencia, España, 2010) llegaran a todos los lectores de noticias del mundo.

Porque en este libro de Pascual Serrano, una muy reconocida autoridad del periodismo actual en lengua hispana, se advierte acerca de la nocividad y los peligros del producto ideológico que es consumido día a día por cientos de millones de lectores, televidentes, radioyentes e incluso internautas que no tienen plena conciencia de ello.

En él se precisa que el 80 % de la información internacional que se publica en el mundo procede de cuatro grandes agencias de países del llamado primer mundo (AP, UPI, Reuters y AFP) que fijan el orden del día de las noticias según la agenda de sus intereses corporativos.

Al ser la publicidad la fuente principal de ingresos de los medios en el capitalismo, estamos ante algo así como un sistema de voto ponderado, porque la prensa dice lo que quieran quienes más le aportan, que no son los lectores, radioyentes y televidentes sino las agencias de publicidad que los venden como consumidores en el mercado.

Se difunden noticias falsas basadas en estudios que también son falsos; las grandes marcas colocan, disfrazados como noticias, contenidos que solo son publicidad y propaganda corporativa, explica Serrano.

Es falso que los anunciantes no tengan ideología, en verdad ellos bloquean o estimulan según su orientación ideológica. ¿Cómo encontrarle patrocinador a un programa que denuncie la corrupción en Wall Street, las violaciones de las multinacionales en Nigeria, o que abogue o defienda la disminución del consumo de algo en aras de un modelo de desarrollo sostenible?

Fuertes lobbies, fundaciones y grupos de poder político o empresarial tienen suficiente capacidad organizativa, financiera y política para llevar a cabo campañas de presión contra los medios o periodistas que se salen de la línea dominante. Para la mayoría de los medios resulta menos problemático y más rentable acatar esta presión que enfrentarse a esos lobbies.

Los mecanismos de desinformación y manipulación son más complejos que la burda mentira. De ahí que el énfasis de los medios corporativos esté más en torcer la verdad manipulándola que en violarla.

La competitividad les hace olvidar la realidad y competir por la misma noticia para no quedar descolgados del pelotón.

El producto televisivo se vale de imágenes y sonidos previamente elaborados y ensamblados en la producción para esquivar el intelecto y despertar emociones tales como odio, indignación, rechazo o compasión ante una supuesta situación informativa. Unas determinadas imágenes con sonido hacen pasar por estúpido a un líder político o por carismático a otro, sin que el público haya tenido la oportunidad de conocer sus posiciones verdaderas.

La dependencia en el video lleva a eliminar ciertas noticias que no disponen de imágenes espectaculares para incorporar contenidos sin otro mérito que el de contar con una imagen sugerente o espectacular.

El modelo dominante ha aprendido la importancia de entrar en nuestras mentes con la bandera de la imparcialidad y la neutralidad, partiendo de la idea de que la propaganda es más efectiva si se distribuye como información.

El objetivo de los grandes medios es conformar una determinada percepción asignándole de antemano una etiqueta positiva o negativa a las cuestiones sobre las que informan: guerrillas izquierdistas, terroristas islámicos, teorías conspirativas, pandillas urbanas, disturbios civiles, sin tener que fijar contexto.

Otro ilegítimo recurso de los medios en el modelo dominante es el de presentarse como reflejo de la posición ideológica de las mayorías.

Silban o aplauden a nombre de la sociedad cuando en verdad representan apenas a la línea editorial del propio medio.

El modelo actual de información parte de que presentar varias versiones interesadas significa recoger todos los elementos de una noticia. En muchas ocasiones, no se investiga la verdad, ni se considera importante hacerlo. Para aparentar pluralidad, se limitan a dar simples versiones diferentes, sin explicar la realidad, explica Pascual Serrano.

La pluralidad ideológica es aún más falsa. Presentan polémicas y debates que no son reales porque siempre son mantenidos dentro de unas coordenadas que no afectan a lo esencial. El lector, o la audiencia, cree estar asistiendo a una discusión que muestra pluralidad y riqueza de opiniones como evidencia de libertad de expresión, cuando en verdad está siendo engañado con una discusión que se mantiene en un espectro ideológico y de escenarios muy limitados.

En lo tocante a la economía, el espectro ideológico de los medios es particularmente reducido, solo cabe un modelo, el neoliberal, el que les permite ganar dinero a los privados y al que se deben los propios medios.

Otra técnica que los medios imponen de manera sistemática –explica Serrano- es la política informativa de silencio, cuando no hay interés o no se quiere que un asunto integre la agenda política y social. Las enseñanzas que aporta esta investigación de Pascual Serrano, plasmadas en las más de 600 páginas de este libro suyo, resultan de un valor incalculable para hacer frente a la agresión cotidiana a que nos someten los medios corporativos del capitalismo mundial.

lunes, marzo 07, 2011

EL LIBRO VERDE

Gadafi

María Luisa Etchart

(Desde San José, Costa Rica. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Por un momento sentimos la alegría de presenciar la “rebelión de las masas” en Egipto, nos permitimos soñar con que podría ser el comienzo de una especie de erupción volcánica de las conciencias hartas de un sistema injusto, corrupto, producto de la acción de la sub -especie rapaz que, en su enferma carrera acumulaticia, ha olvidado al árbol, al aire puro, al agua, a los alimentos naturales como fuente de vida, para concentrarse en su necesidad de petróleo, de oro y diamantes como razón de sus vidas.

La realidad que nos rodea, de seres que parecen obnubilados por el objeto de culto que hacen de sus vehículos motorizados, de los siniestros aparatitos con luces e imágenes que parecen ser parte ya de las anatomías de sus manos y sin los cuales parecen imposibilitados de comunicarse o moverse, en contraste con las imágenes que a veces logramos percibir de adultos y niños transitando desiertos en busca de un bocado, de un trago de agua para no perecer de hambre y sed, hace que nos sea difícil esperanzarnos en la posibilidad de un socialismo ecológico donde reine la cooperación, el humanismo, el rescate de la maravillosa naturaleza de la que una vez gozamos, sin apreciarla en su justo valor.

Y, de pronto, tras algunos rebrotes de protestas pacíficas en varios países de Medio Oriente que han soportado gobiernos corruptos y autoritarios en connivencia con los intereses del supremo Imperio, sutilmente la cámara da un giro y se centra en Libia y Gadafi, que pasa a ser el villano de la película y objeto de la “preocupación” de Obama y la Clinton y una vez más el perverso juego que tuvo lugar en Irak y Afghanistán, y, más cerca geográficamente a nuestra realidad, en Honduras, recomienza.

Montones de “especialistas”, desde las pantallas de nuestros televisores, nos informan. Vivimos tan sumergidos en nuestra problemática cotidiana, que no creo haya muchos de nosotros que realmente sepamos algo de las realidades de esos países, pero de inmediato los medios locales se lanzan a crear opinión como verdaderos “expertos” en el arte de informar lo que nosotros, los “idiotisaurios” necesitamos aceptar y repetir como loritos amaestrados.

Hace más de 20 años, tuve la suerte de que un compañero de trabajo, a quien yo veía sacar de su escondite entre múltiples carpetas, un pequeño librito que leía con fruición en los descansos de mediodía, ante mi curiosidad, me prestara y compartiera algo que, de otro modo, jamás hubiera conocido: el “Libro Verde” de Gadafi, cuyo contenido me deslumbró por lo abarcativo de sus temas y claridad de sus conceptos.

Nada se ha sabido de Libia en todos estos años precisamente porque su experiencia fue distinta a la de sus vecinos: el petróleo fue nacionalizado, su pueblo que estaba sumido en la miseria y la ignorancia fue provisto de educación, de salarios dignos, de cuidado de la salud, nunca se hizo eco de prácticas terroristas pero tampoco se deslumbró con un modo de vida basado en el consumismo.

Libia se mantuvo al margen de las organizaciones mundiales que han servido de instrumento a la mal llamada “globalización”, que es en realidad una forma de dominio mental y económico sobre los pueblos y allí, en silencio, calladitos, intentaron crear una vida aceptable para sus habitantes.

Pero la codicia y la avidez insaciable de los rapaces no pudieron dejar pasar por alto la oportunidad que estas revueltas les ofrecían para intentar pegar su manotazo a un país que les había negado la apertura a su modelito y de hoy en más tendremos que escuchar y ver cómo extraños “grupos rebeldes” se apoderan de los pozos petroleros e intentan dar por tierra con su líder.

Aunque no me cabe duda que el sistema de comunicación de internet sigue extendiendo sus aparentemente inofensivas redes para poder controlar el pensamiento, todavía disponemos de la libertad de poder buscar textos que nos ayuden a elaborar un pensamiento libre y amplio.

Anoche, gracias a esos buscadores, logré volver a leer “El Libro Verde” y les sugiero hacerlo para poder comprender mejor lo que se está intentando hacer, como una forma de resistencia hacia este desesperado dominio de las mentes con que se nos ataca desde distintos ángulos.

martes, marzo 01, 2011

¿HACIA DONDE VA EL PROCESO DE CAMBIO?

Cambio - (Guillo)

Segunda Parte: El Gasolinazo


Por Juan José Bautista


Introducción


El día 26 de diciembre del 2010 el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, a la cabeza de un grupo de ministros lanzó el decreto supremo 748 en el cual se decretaba que el precio de la gasolina y el diesel iban a subir en un 70 y un 80% respectivamente. La medida supuestamente estaba destinada a nivelar los precios de los hidrocarburos bolivianos a los precios del mercado mundial, porque debido a los precios bajos de nuestros hidrocarburos éstos estaban destinados más al contrabando en los vecinos países que al consumo interno. Además de que el bajo precio de nuestros hidrocarburos suponía una supuesta sangría de nuestra economía, la cual para compensar el bajo precio de nuestros hidrocarburos tenía que subvencionar con muchos millones de dólares anuales.


Inmediatamente después de la medida, los precios de los artículos básicos de consumo empezaron a subir, no sólo por la medida económica llamada ahora “gasolinazo”, sino porque este decreto había sido emitido justo entre navidad y año nuevo, fechas festivas en las cuales la demanda en el consumo de los productos básicos de la canasta familiar se incrementa naturalmente. Las protestas y medidas de descontento no se hicieron esperar. Aun en medio de los preparativos para las fiestas, la gente del pueblo, es decir, los inmediatos afectados por el alza de precios en los artículos de la canasta básica, empezaron a protestar espontáneamente. Desde las minas y Oruro empezaron a llegar noticias de que se organizaban marchas hacia la sede de gobierno y en otros lugares como Cochabamba, La Paz, Potosí y hasta Santa Cruz se organizaban cabildos para continuar organizando la protesta. En la ciudad de El Alto surgieron rápidamente marchas de protesta con consignas condenatorias ya no sólo contra el gasolinazo, sino también contra varios ministros, contra el vicepresidente y hasta el mismo presidente. Paralelamente el vicepresidente quiso, mediante reuniones con diferentes organizaciones sociales, explicar las bondades del decreto, pero poco a poco empezó a ser rechazado. Sin embargo cuando varios dirigentes de las organizaciones nacionales afines al MAS apoyaron públicamente al gasolinazo, muchos sectores de las bases empezaron a desconocerlos poco a poco. La Central Obrera Boliviana que al principio no se había pronunciado ni a favor ni en contra de la medida fue obligada por sus bases a tomar una postura condenatoria del decreto.


Cuando el presidente Evo Morales luego de su viaje al exterior quiso justificar la medida, se encontró con rechazos rotundos a sus argumentos, lo cual lo obligó a tener reuniones con muchos sectores para tener una visión más amplia de la aceptación o rechazo a la medida, y cuando se percató que el descontento estaba creciendo como una bola de nieve a nivel nacional, no sólo en el seno del pueblo, sino también entre las clases medias y hasta en el ejército donde empezó a correr el rumor del golpe de estado, tuvo que echarse para atrás y anular la medida el 31 de diciembre en la noche. Es muy posible que los rumores de que se preparaba un “cerco” indígena a La Paz y un bloqueo total de carreteras operado por los campesinos, especialmente del sector occidental, hayan influido mucho en esta decisión. Durante el anuncio de la derogación del decreto 748, el presidente Evo Morales dijo que lo hacía en cumplimiento a la promesa hecha por él cuando en aquel lejano enero del 2006 dijo que gobernaría obedeciendo al pueblo y no sirviéndose de él.


Desde el primero de enero de este año, no sólo que los precios de los productos básicos han continuado subiendo a pesar de haber sido anulado el decreto, sino que tanto funcionarios del gobierno como el vicepresidente y hasta el presidente, han señalado de modo insistente que si ahora no se pudo implementar el decreto 748, a la larga se tendrá que hacerlo, porque supuestamente no se puede seguir subvencionando el precio de la gasolina y el diesel. El problema surge cuando uno se pregunta que si el compañero presidente Evo prometió gobernar obedeciendo al pueblo, ¿por qué no consultó nunca con las bases o con el pueblo esta medida antes de tomarla? Pero lo más paradójico es que habiéndose manifestado el pueblo de diferentes maneras rechazando de modo contundente al gasolinazo, ¿por qué el Evo y su gobierno siguen empecinados en implementar esa medida sabiendo que el pueblo no está de acuerdo con ella? Esto es, ¿a quién o a qué estaría ahora obedeciendo el Evo y su gobierno?


Lo peor de todo fue el 22 de enero cuando en la celebración del primer año del Estado Plurinacional el vicepresidente y el presidente respectivamente dieron su informe a la nación. Había mucha expectativa en gran parte de la población respecto de lo que iba a decir el presidente no sólo por lo que había pasado desde la elección a gobernadores y alcaldes, sino también respecto del gasolinazo. Lo que la gente esperaba mínimamente era, si no la destitución de algunos ministros cuestionados, una autocrítica o por lo menos una reflexión en la cual el presidente iluminara con entendimiento el sentido actual del proceso de cambio y el porqué de varias medidas contradictorias operadas en el primer año del Estado Plurinacional. Pero nada de eso sucedió. El vicepresidente se puso a justificar las contradicciones internas y externas con un texto de Mao que expresaba bien a la China de ese entonces, pero que ahora tiene poco que ver con lo que está pasando en Bolivia, pues nuestras contradicciones actuales son política, económica e históricamente mucho más complejas que aquellas, porque ese texto de Mao, como muchos otros de Lenin y Trotsky son reflexiones “coyunturales” que tienen que ver más con lo que situacionalmente sucedía en ese entonces en esos países. No son reflexiones generales que se puedan aplicar mecánicamente a cualquier otra coyuntura política o histórica. Dicho de otro modo se sirvió de ese textito para decir que las contradicciones que hoy se dan en el proceso boliviano son normales y hasta naturales a cualquier otro proceso político y que por eso no hay de qué preocuparse, que en última instancia todo está bien, sino ahora, en un futuro próximo.


El presidente a su turno en vez de centrarse en el análisis de su último año de gestión que es lo que había que celebrar como primer año del Estado Plurinacional y Comunitario más allá del Estado Oligárquico, se puso a comparar toda su gestión de cinco años con las anteriores gestiones, la cual obviamente es loable, porque hubieron varios aciertos desde ese entonces, de lo cual gran parte de la población es consciente, pero, dada la situación política y económica suscitada no sólo por el gasolinazo, sino también por los varios desaciertos del último año de gestión se esperaba una reflexión al respecto del presidente que reubicara o aclarara el sentido mismo del proceso de cambio, lo cual no sucedió, ¿por qué?


Para colmo, cuando hace pocos días la COB le planteó al Gobierno un incremento salarial que pudiera compensar el constante detrimento de la canasta familiar, no sólo que hubo un rechazo al pedido de la COB, sino que el presidente Evo dijo que la demanda salarialista de la COB era “irracional”, que por eso hasta le causaban “risa” las pretensiones salariales de los obreros, los cuales pedían un incremento del salario de hasta 8000 pesos (un poco más de mil dólares) siendo que el gobierno no contempla un incremento más allá del 8%, con lo cual el salario mínimo no llegaría ni a 800 pesos (un poco más de 100 dólares).


Primera Reflexión


En esta reflexión (Primera de tres) no se trata de condenar hormonalmente al gobierno del compañero Evo Morales, o aalguno de sus ministros, o a su vicepresidente. No se trata de tomar partido a favor o en contra del gasolinazo, sino previamente de entender del mejor modo posible las implicaciones sociales, políticas y económicas de la medida, pero no sólo en el contexto mundial de la crisis económica, sino especialmente en el contexto histórico, político y cultural en el cual se desenvuelve nuestro propio proceso de cambio. Se trata de entender los presupuestos implícitos contenidos en el decreto, pero a su vez lo que está contenido en el descontento y rechazo de muchos sectores populares a la medida llamada gasolinazo, es decir, se trata de reflexionar en torno de aquello que está presupuesto de modo implícito en el contexto político y económico de este decreto, pero también de lo contenido en el rechazo popular al decreto.


Lo primero que habría que preguntarse es ¿por qué el decreto no lo dictamina el presidente, sino el vicepresidente? Si era una medida tan importante para la economía del país, ¿por qué justamente cuando se emite el decreto estaba el presidente en ausencia? Porque ese viaje que hizo a Venezuela no era fundamental. Si aplicar la medida era tan importante, ¿por qué se esperó hasta el quinto año de gestión?, pero lo peor de todo, ¿por qué no se consultó previamente con las bases las causas, alcances o implicaciones de la medida? ¿Por qué se elaboró la medida literalmente de espaldas al pueblo? ¿Por qué hacerlo justo en medio de dos fiestas anuales (navidad y año nuevo) en las cuales todo el país participa desde el más pobre al más rico? Y lo más grave aún, ¿era la única medida que se iba a lanzar o era ese decreto parte de todo un paquete? Porque quienes habían elaborado el decreto sabían o habían calculado que iban a haber reacciones sociales, económicas y políticas al decreto este, pero nunca calcularon el tipo de reacción que hubo, porque la “razón calculadora” calcula en base a números, matemáticamente, o sea irrealmente, pero no en base a la política, es decir no en base a “la realidad” histórica o cultural en la cual se emite tal o cual medida.


Ahora sabemos, porque lo hemos visto en el devenir de los acontecimientos, que el “cálculo político” que se hizo para emitir el decreto fue pésimo, porque éste no supo calcular bien las consecuencias económicas, políticas y sociales de esa medida. La “razón calculadora” con la cual se elaboró y aplicó el decreto, se nota que fue meramente técnica, teórica -en el pésimo sentido de la palabra-, sin ningún tipo de conciencia política o económica, muchos menos popular. Durante los días siguientes al decreto mucha gente se preguntaba quién o quiénes habrían elaborado el decreto ley, si el vicepresidente, si el ministro de economía, o si la ministra de planificación, porque se notaba que no lo había hecho el presidente. Se nota bien que quienes elaboraron la medida tienen en sus cabezas bien metida y bien presente, como única, “la realidad” que el mercado capitalista y neoliberal ha producido en la segunda mitad del siglo XX, es decir, se nota que quienes han elaborado el decreto (los cuales más parecen Harvard boy’s, que gente comprometida con este proceso) “creen” que “la realidad” económica que ha producido este capitalismo neoliberal es la única posible, y que más allá de ella no se puede ir ni producir otro tipo de realidad y que por eso hay que someterse nomás al imperio de las leyes del mercado.


Muchos de los argumentos de varios funcionarios del gobierno que han justificado la medida y hasta del propio presidente giran en torno de que el precio del petróleo no lo ponen ellos, sino el mercado mundial, lo cual es cierto, pero, sólo en parte. Porque da la casualidad que una medida económica como ésta, no está hecha solamente bajo la presión de los precios del mercado, sino que es parte de toda una visión de la economía nacional y mundial, es decir, no basta con pensar o creer que porque el precio del petróleo a nivel mundial es tal o cual, entonces, todas las economías si quieren tener su economía balanceada deben adecuarse a los precios del mercado mundial (porque hay muchos países que subvencionan no sólo la gasolina, sino también muchos otros productos independientemente del precio del mercado mundial), sino que aparte de ello hay que tener la visión que el mercado mundial quiere que las economías locales tengan y además de ello, creer que es la única visión realista, verdadera y objetiva que hay, que más allá de eso cualquier otra visión de la economía local o mundial es falsa, irreal y utópica.


Si el nuevo Estado boliviano en su nueva carta magna se hubiese declarado como estado capitalista y moderno, no habría ningún problema, porque este tipo de medidas y decretos (como el 748) sería congruente y consecuente con nuestra constitución, pero da la casualidad que el Estado que acabamos de conmemorar su primer año de existencia dice que aparte de ser unitario social y de derecho, es Plurinacional y Comunitario. Pero además el compañero, hermano y presidente Evo ha dicho reiteradamente que el mal de todos los pueblos pobres del planeta es el capitalismo, el cual atenta no sólo contra los pobres del mundo, sino también contra la naturaleza y que por eso la solución a nuestros problemas sería el socialismo, lo cual en parte es también cierto. Si esto es así, ¿por qué entonces su gobierno persiste en desplegar medidas económicas de corte ya no sólo capitalista, sino inclusive neoliberal? En última instancia el problema no es tanto adoptar tal o cual medida económica de corte capitalista, para solucionar tal o cual problema económico, sino, lo que ello implica, es decir, las consecuencias que ello trae o acarrea a la economía nuestra y a la nación toda, de lo cual parece no darse cuenta nadie en el gobierno. Porque así como no es nomás producir mercancía capitalista, tampoco es nomás aplicar medidas económicas de corte capitalista para solucionar problemas económicos de un país como el nuestro. Todo esto tiene sus consecuencias.


En este tipo de casos volver al viejo Marx, es decir, al Marx maduro se torna inevitable para entender de mejor modo qué es lo que le pasa a un país como el nuestro cuando decide tener como imagen de lo que quiere ser a uno de tipo capitalista y en este caso a un país moderno como los de primer mundo. Porque eso es lo que pasa cuando los funcionarios del gobierno asumen ingenuamente como indicadores “reales o verdaderos” para medir o cuantificar nuestra economía, no sólo los indicadores de la teoría económica moderna, sino, los indicadores elaborados por las instituciones financieras mundiales, causantes no sólo del desequilibrio económico mundial, sino también de nuestra pobreza, como son los indicadores económicos elaborados por el FMI o el BM, sobre los cuales también han elaborado sus indicadores instituciones regionales como el BID y la CAF. Porque estos indicadores han servido y sirven para cualificar como buenas o malas, economías capitalistas en sentido estricto, es decir, para medir y ver en qué medida una economía nacional está acorde a los criterios del mercado mundial, el cual está hecho para proteger no sólo al capital financiero, sino también a las empresas transnacionales y la banca mundial. Qué casualidad que justo cuando varios organismos económicos mundiales alababan nuestra “macro economía”, nos sucede todo este desbarajuste.


Dicho de otro modo, cuando una economía local toma como criterio de evaluación, para saber si está bien o mal, este tipo de indicadores, lo que está haciendo es verse a sí misma con el espejo que proyecta este tipo de economía y cuando tal o cual economía local aparece como buena respecto de este tipo de indicadores, entonces se dice que una economía está sana, robusta o idónea, porque los números así lo indican, aunque la población local esté miserable económicamente hablando. Porque el criterio de evaluación no es el hambre o bienestar del pueblo, sino las instituciones financieras mundiales, a las cuales no les interesan los pueblos, ni mucho menos la madre naturaleza, sino la salud de las finanzas de las empresas transnacionales, de la banca privada y del capital financiero. De hecho el marco categorial de la economía moderna está hecho para hacer inteligible solamente esta dimensión de la realidad y nada más, por eso calcula sólo costos y beneficios entre las ganancias y las pérdidas. Por ello es una economía sin rostro humano y por eso mismo en el neoliberalismo el capitalismo aparece con rostro salvaje. Por eso se entiende que de haber nacido “la crítica” de la economía burguesa como “Economía Política” que trata de la producción y reproducción de “la vida” de los pueblos, países y naciones, ahora haya devenido la economía en una literal “ciencia de los negocios capitalistas” y nada más.


Pero para una economía o un país como el nuestro esto no es lo más grave, lo grave es que quienes dicen o afirman que quieren sacar de la miseria a nuestro país tengan como única esta visión de la economía, esto es lo grave. Porque el problema entonces ya no es de objetividad, o sea de una realidad puesta enfrente nuestro contra la cual queremos luchar, como la de los precios del mercado mundial, sino que ahora el problema es subjetivo, es decir, la visión que la economía capitalista produjo durante este tiempo, se impuso de tal modo en nuestras realidades, que ahora es parte de la subjetividad, o sea de la conciencia, la comprensión y cosmovisión de nuestros ministros y funcionarios del Estado Plurinacional, porque esta visión está puesta y enquistada en la interioridad de estos. Esto quiere decir queahora ya no es necesario que la embajada norteamericana o el FMI estén monitoreando las medidas económicas que nuestros burócratas quieren implementar, sino que ahora nuestros mismos ministros y funcionarios, sin necesidad de este control “colonial”, ahora lo pueden hacer tan bien como los del Fondo Monetario o los de la embajada gringa lo habrían querido hacer, pero lo peor de todo es que ahora lo pueden hacer, hasta con presidente indio. Porque desde hace tiempo que poco a poco el presidente Evo Morales, ha ido asumiendo como propia o verdadera, “la realidad” que sus ministros le han enseñado y mostrado con muchos cuadros y estadísticas, que es la misma realidad que muestran los indicadores de las grandes instituciones financieras y de las ONG’s afiliadas a éstas y que estos ministros y funcionarios han aprendido no sólo en universidades extranjeras, sino inclusive en las nuestras, no sólo en la UMSA, sino también en la Universidad Católica donde se enseña en vez de la doctrina social de la iglesia, o la palabra de Dios, el modelo neoliberal como si fuese el nuevo evangelio, como si fuese en sí mismo verdadero, objetivo y real, cuando en realidad este modelo es uno de los más ideológicos que se han producido en la historia de la economía moderna.


¿Qué queremos decir con esto? Que la “colonialidad” de la racionalidad económica moderna, ahora está muy bien metida en la subjetividad de varios, sino de todos los funcionarios del nuevo Estado Plurinacional, el cual parece que se está recolonizando, pero ahora vía “racionalidad” de la economía moderna. Si bien es cierto que el MAS y el gobierno cuasi derrotaron políticamente a la oligarquía boliviana, económicamente este proceso está empezando a ser derrotado, pero no por esta oligarquía, sino por el modelo económico que el capitalismo mundial sigue imponiendo a toda economía débil o en vías de desarrollo capitalista como la nuestra.


No sólo el capitalismo, sino especialmente el modelo neoliberal está diseñado y desarrollado sobre la base de muchos presupuestos implícitos de los cuales si no se es consciente, es muy fácil caer o recaer en ellos. Uno de esos prejuicios muy difundidos, que de modo sistemático se ha impuesto casi en todo el mundo, es el relativo a las inversiones, que sin dinero, o sea sin capital, poco o nada se puede hacer para producir desarrollo. Otro de esos prejuicios afirma que la única forma de desarrollar y modernizar a un país es por medio de la industrialización. Pero también que sin la ciencia y la tecnología modernas es imposible el desarrollo industrial de un país, etc., etc., etc. (Marx refiriéndose al primer prejuicio decía que para el burgués el capital lo es todo y el trabajo nada, porque para el burgués si no fuera por el capital estaríamos todavía en la edad de piedra. En cambio Marx demuestra en “El Capital”, que sin el trabajo no hay capital, que si no fuera por el trabajo humano y la naturaleza no habría nada, ni capital. A su vez demuestra que la industrialización capitalista es una forma de industrialización posible y nada más, no es la única, y que la ciencia y la tecnología modernas han sido desarrolladas desde la perspectiva de los intereses del capitalismo, esto es, no es ciencia en sentido estricto, sino una ciencia comprometida ideológicamente con los intereses y visión del capitalismo moderno, pero, que es posible desarrollar otro tipo de ciencia y tecnología no capitalista).


Sobre la base de estos prejuicios muchos funcionarios de varios ministerios están recurriendo como única forma de hacer gestión a los préstamos y la cooperación internacional. Lo grave del asunto es que los organismos internacionales incluyendo a las ONG’s invierten, financian o prestan dinero sólo para proyectos que no contradigan el régimen capitalista neoliberal, es más, prestan dinero o financian capitales sólo para proyectos en los cuales el orden económico mundial esté no sólo asegurado como institución, sino para que el orden económico mundial se siga manteniendo, esto es, para que los países ricos sigan siendo ricos y los países pobres sigan siendo pobres.


Lo cual quiere decir que ya no basta con no seguir las recetas del FMI o del BM para evitar caer en su modelo, sino que aparte de ello hay que tomar serias distancias de sus criterios de medición y evaluación, porque éstas están diseñadas para evaluar a países que se comportan al modo capitalista. Si cualquier país quiere producir otra forma o tipo de desarrollo y para evaluarse a sí mismo toma como criterios de discernimiento a los indicadores del desarrollo capitalista producido no sólo por su economía, sino especialmente por sus instituciones, lo único que va a hacer es desarrollarse y crecer de acuerdo a la imagen y semejanza que proyectan no sólo las instituciones económico financieras internacionales, sino también de acuerdo a la concepción de economía presupuesta en el marco categorial del pensamiento económico moderno, el cual es por constitución capitalista y ahora neoliberal.


Dicho de otro modo, si el gobierno del presidente Evo Morales asume como propios, como buenos, racionales o correctos los indicadores de crecimiento económico que tienen los organismos internacionales, lo que estará haciendo en última instancia será conducir nuestro desarrollo o proceso de cambio de acuerdo a la imagen y semejanza de un país capitalista. Si esto es así, entonces ahora se entendería por qué las finanzas macro del país estarían bien, o sea saludables, pero la economía popular como siempre, mal. Porque a los organismos internacionales no les interesa que el pueblo o las economías populares estén bien, lo que les interesa es que las cuentas nacionales estén acordes y en equilibrio con las finanzas o banca internacional, que las economías nacionales estén pagando sus deudas, intereses y empréstitos. Y por eso mismo últimamente han estado celebrando el que Bolivia haya saneado su economía y esté pagando puntualmente sus deudas y que además de ello se siga endeudando para seguir pagando intereses a la banca internacional y al capital financiero. Intereses que en última instancia no los ponen los países deudores, sino que los imponela banca internacional, es decir, el capital financiero, o sea los mandamases del mercando mundial.


Pero lo peor de todo es aquello que implica o conlleva haber asumido como propios los criterios de evaluación de los organismos económicos internacionales. Así como el consumo de la mercancía capitalista “presupone” en última instancia toda la producción capitalista y por eso nos conduce a ella, haber implementado en la reorganización económica del país criterios estrictamente capitalistas está reconduciendo ahora nuestra economía hacia la forma de producción capitalista, es decir a producir y reproducir en nuestras relaciones económicas y sociales, lo que siempre hemos criticado y querido superar. Es cierto que Bolivia ya estaba inmersa en relaciones capitalistas desde que nació, pero, no toda nuestra economía, sino una parte de ella. Es decir, una parte de la nación era capitalista, en cambio otra parte, la mayoritaria, en la cual estaban y siguen estando muchas otras naciones, no. Por eso éramos y somos un Estado plurinacional, en el cual conviven no sólo naciones, sino economías, es decir, concepciones de la economía que son radicalmente distintas de la economía moderna, la cual por constitución aspira a dominar y hacer desaparecer estas otras economías. Como decía Zavaleta, Bolivia nunca fue una sociedad capitalista in toto, sino sólo en parte. Esto querría decir que, la famosa revolución democrático-cultural con la cual nació este proceso, ahora se estaría convirtiendo en otra forma de “reforma económica” que implicaría una vuelta a la normalidad de los gobiernos oligárquicos, es decir, una re-forma, o sea una vuelta a la forma de la economía moderna, la cual es capitalista. Solo así se podría entender no sólo por qué el gobierno del Evo sigue empecinado en subir el precio de la gasolina, si no ahora, por lo menos en dos años como acaba de decir uno de sus senadores. Pero no sólo eso, el decreto de alza del precio del azúcar en un casi 40% tendría el mismo sentido que el intento del alza del precio de la gasolina y el diesel, es decir, ahora el Estado boliviano ya no es más soberano en la dictaminación de susprecios, sino que ahora nuestro Estado ha elegido por sí mismo someterse al imperio de las leyes del mercado. Si antes Bolivia era colonia gringa, ahora nos habríamos liberado de ese amo para someternos a otro mucho más sofisticado llamado ahora “mercado mundial”, pero ya no por imposición física o colonialista, sino que ahora por opción o elección racional, porque cuando se piensa o se cree que la “racionalidad del mercado” es la única “racional”, las demandas populares como el incremento salarial aparecen ahora como “irracionales”, porque están en contra de la racionalidad del “mercado capitalista”, el cual tampoco es el único como también lo muestra Marx. Pareciera que el compañero y hermano presidente Evo hasta ahora no ha comprendido que la “racionalidad” de la producción y reproducción de la vida de los pueblos y la naturaleza, está en literal contradicción con la “racionalidad” de la economía del sistema-mercado-mundo-capitalista. Porque vista desde la perspectiva de la racionalidad del mercado, siempre las demandas populares van a aparecer como “irracionales”, en cambio visto desde la “racionalidad” de la producción y reproducción de la vida de las comunidades, pueblos y naturaleza, la racionalidad económica de este mercado, es, irracional.


Ahora bien ¿cuáles serían las consecuencias políticas de la adopción de la racionalidad y la perspectiva del mercado mundial en la implementaciónde tales medidas económicas? Estas consecuencias son las que estuvimos viendo todo el 2010, en sentido estricto inmediatamente después del gran triunfo electoral de diciembre del 2009. El lento, constante y paulatino abandono del Evo respecto de las bases y del pueblo en general en la discusión o consulta de decisiones. La separación de las instituciones gubernamentales de su conexión con las bases en la toma de decisiones, y a su vez, el lento y paulatino acercamiento del gobierno hacia los sectores empresariales, y los organismos internacionales afines a estos. Porque y es muy lógico que, si la visión del gobierno ahora es la que tienen los organismos económicos internacionales (la cual tiene el Evo a través de sus ministros y funcionarios, los que han sido a su vez funcionarios de varias instituciones creadas durante los gobiernos neoliberales y ONG’s ligadas a capitales transnacionales), la visión que tienen nuestros pueblos originarios y campesinos de la economía, la política y la cultura, ahora estaría demás, es más, ahora sería como un lastre y hasta un obstáculo que habría que superar en el tiempo más breve posible, porque la visión que de la economía y la realidad tienen éstos, no sólo que no sería moderna, sino que aparte de ser anticuada y obsoleta, no sería en absoluto viable ni racional, por eso mismo hasta causaría risa.


Sólo así se entiende por qué entre los ministros, viceministros y funcionarios de este gobierno haya gente eurocéntrica y colonizada que hasta se mofa en público de las costumbres y prácticas ancestrales de nuestros pueblos. No es uno sino varios los funcionarios que abiertamente se mofan y hacen la burla de los ponchos y polleras de gente de nuestro pueblo cuando ingresan a las oficinas gubernamentales a intentar debatir o enterarse de tal o cual medida o proyecto. Lo mismo sucede cuando en afiches, gigantografías o publicidad en general se quieren introducir elementos autóctonos, el rechazo hacia esta nueva visión por parte de muchos funcionarios gubernamentales es casi unánime. En este contexto no es casual entonces que el Evo haya dicho una vez que últimamente los movimientos sociales le hacen perder el tiempo. Ahora ya no parece tan ilógico que el presidente Evo haya empezado su mandato en el aquel lejano 2006 diciendo que quería gobernar obedeciendo a este pueblo ancestral que dice representar y que ahora diga que ha comprendido en este tiempo que la labor de un presidente es hacer buenos “negocios” para su país. El problema es que con la adopción de medidas económicas de corte capitalista, poco a poco se está viendo que quiense estábeneficiando realmente con estos negocios no es el pueblo, sino las empresas. No es casual que ahora muchas empresas transnacionales sigan ganando y el pueblo que debiera ser el primer ganador siga perdiendo hasta su poder adquisitivo.


Dicho de otro modo, si la visión que ahora tiene el Evo y sus ministros de la economía y de lo que debiera ser un Estado moderno, es la misma visión que tienen los organismos internacionales, entonces ahora se entiende por qué el Evo prefiere escuchar más a los técnicos o “especialistas” de la economía moderna y no así a los dirigentes de las organizaciones de campesinos, trabajadores y pueblos originarios, mucho menos a la gente sencilla del pueblo. Porque desde la perspectiva de la economía, la cultura y el conocimiento del mundo moderno, sólo los especialistas formados en los grandes centros académicos de primer mundo entienden de estadísticas, de economía y finanzas modernas, pero no así el pueblo, el cual supuestamente lo único que sabe es pedir, reclamar o protestar, porque de gobernar, no sabría nada. Por ello ahora la racionalidad estaría en los pasillos del palacio, los ministerios y la vicepresidencia, pero en cambio en el pueblo o en aquellos que protestan, estaría la irracionalidad. Por eso también se entiende ahora que el mismo presidente Evo haya dicho que por el momento el pueblo boliviano no está preparado para “entender” el gasolinazo, pero que en un futuro sí lo estará. Porque desde la perspectiva del Estado Moderno, el Estado como “sujeto” de la política y el poder, es quien entiende bien estos problemas, en cambio el pueblo, no, porque en última instancia es objeto y no sujeto de este proceso de cambio. Frente a un panorama como este ¿Qué hacer entonces?


Transición hacia la segunda reflexión


No todo proceso de cambio es en sí mismo revolucionario, como proceso de cambio puede tener muchos otros sentidos, como el ser un proceso de transformación, o de reforma, pero también de retroceso o retorno a lo mismo que se quería superar. Si esto es así ¿cómo podríamos evaluar a nuestro proceso de cambio? ¿Con qué criterios saber o entender que lo que estamos produciendo es sino una revolución, por lo menos un proceso real de cambio? Como ya dijimos, la imagen que de país, nación o Estado proyectan los organismos internacionales o países capitalistas de primer mundo ya “no nos sirve”, porque en esa imagen de país está reflejado exactamente lo que no queremos hacer con el nuestro. No es que no queramos producir o tener riqueza, carreteras, aviones, aeropuertos, tecnología o industria como la de primer mundo, sino que, lo que no queremos es producir y reproducir las consecuencias que ello implica, porque ya sabemos y es lo que hemos padecido durante estos 500 años, que lograr esa riqueza es posible solamente a costa de la explotación inmisericorde de la naturaleza y del trabajo humano.


Desarrollar nuestra industria gasífera o petrolera no implica solamente cavar pozos de extracción para obtener ya sea el gas o el petróleo, sino que ello implica desequilibrar, poner en crisis y hasta destruir no sólo una parte del escaso equilibrio ecológico que hay en las zonas ubicadas para ello, pero también implica destruir la forma de vida de los pueblos y naciones que viven desde hace milenios en esas zonas. Implica lo que a lo largo de todo “El Capital” Marx describe: la destrucción sistemática de toda forma de vida comunitaria, es decir que, desarrollar nuestra ciencia, industria o tecnología a la moderna, o sea de acuerdo al modo cómo los países del llamado primer mundo (en explotación y robo diríamos nosotros) se han desarrollado, implicaría hacer lo mismo que ellos han hecho y siguen haciendo, destruir otras formas de vida distintas a la forma de la sociedad moderna, como las formas comunitarias de vida por ejemplo, pero a su vez, seguir destruyendo y explotando a la naturaleza.


Pero lo peor de todo, es que ello implicaría tener que seguir explotando, o sea robando, la mano de obra y el salario sino de otros pobres, en última instancia de los nuestros. Porque la riqueza de primer mundo es impensable sin la sistemática y constante explotación y robo del trabajo y la riqueza de los trabajadores de países pobres. El orden económico mundial está hecho para eso, para que los países de primer mundo tengan a quien explotar económica y culturalmente para poder tener ellos el tipo de vida que tienen. Por eso hablamos de la constante y sistemática transferencia de capital y plusvalor a países de primer mundo por parte de los nuestros. Las leyes económicas del mercado capitalistaestán hechas para eso y todo el sistema jurídico moderno está hecho para amparar legalmente todo este robo, de tal modo que la explotación y el robo aparezcan como algo sumamente legal, o sea limpio. En este sentido, creer o querer que nuestra economía y desarrollo se desarrolle respetando esas leyes perversas que el capitalismo y la modernidad han desarrollado, sería en última instancia estar de acuerdo con este tipo de “desorden” mundial que ha producido la globalización neoliberal.


Pero necesitamos desarrollar nuestra propia economía y cultura e historia, pero ya sabemos que no podemos hacerlo de acuerdo a la imagen o criterio que proyectan no sólo la modernidad, sino también las instituciones capitalistas y modernas por ella producidas. ¿De dónde entonces tomamos el criterio o imagen para poder evaluar nuestro proceso de cambio de tal modo que él se transforme en proceso revolucionario y no en un simple proceso de cambio queparezca más a una reforma que a una verdaderatransformación?