viernes, marzo 26, 2010

Cristiana Fernández reparará imagen histórica de Azurduy y comprará más gas en Bolivia

Juana Azurduy

Por Coco Cuba

La Paz, 25 mar (ABI).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, realizará el viernes una visita de Estado a Bolivia donde afirmará la importación de 25 millones de metros cúbicos (MMC) diarios de gas y restaurará ante la historia sudamericana a la heroína boliviana Juana Azurduy.

En su primera visita a Bolivia -tras un intento abortado en agosto 2008, cuando insurrectos de la ultraderecha criolla, radicalmente opuesta a su colega boliviano, Evo Morales, tomaron el aeropuerto de la ciudad de Tarija- Fernández llegará a mediodía del viernes a Sucre, 756 km al sudeste de La Paz, en compañía de su ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el canciller, Jorge Taiana; y el secretario de Energía, Daniel Cameron.

Antes de firmar con Morales una adenda al contrato de provisión de gas, vigente desde 2004 y en virtud del que Bolivia exporta a Argentina un promedio de 5 MMC día de gas, que en algún momento de crisis orilló los 8 MMC, Fernández materializará el decreto que expidió en julio último y por el que elevó a rango de generala del Ejército argentino a la guerrillera boliviana de principios del siglo XIX.

Por conducto de Fernández, Argentina reconocerá las luchas de Azurduy que adhirió el Ejército Unido del Norte que trepó hasta Sucre desde Buenos Aires, hacia 1813.

Bizarra, combatió en el frente, incluso embarazada, y se puso a las órdenes del prócer argentino Manuel Belgrano.

La mandataria argentina restaurará a esta mujer con la que la historia boliviana fue lo más injusta que se puede ser.

Su gesta arrancó en forma en 1816, corridos 7 de los 16 años que duró la guerra emancipadora, cuando una fracción del Ejército de España detuvo a Manuel Asencio Padilla, su esposo y padre de 5 vástagos, y lo mandó a ejecutar sin siquiera juicio sumario.

Le cortaron la cabeza y mandaron a exhibirla, en una brutal pedagogía para quien quiera zambullirse en aprestos insurreccionales.

Desde entonces, Azurduy se puso al hombro la responsabilidad de llevar a buen puerto la guerra hasta que, otros, vestidos de frac e inspirados en las doctrinas de la Ilustración francesa, formados en la academia Carolingea, tomaron la posta de la gesta en los últimos milímetros y la coronaron el 6 de agosto de 1825, cuando se fundó Bolivia.

Elevada al rango de Coronela por el libertador de Bolivia, el venezolano Simón Bolívar, Azurduy reunió a miles de indios que le plantaron cara, con escasos pertrechos, al poderoso ejército real de España.

En pago a sus servicios a Bolivia las autoridades de la república embrionaria le dieron un cargo de portera de una escuela en Sucre, donde Cristina Fernández reconocerá este viernes su bizarría.

La heroína de la independencia de Bolivia pasó los últimos días de su vida en una habitación maltrecha, durmiendo sobre un pellejo de oveja.

Azurduy pasó al ostracismo y se fue a morir en compañía de la infaltable soledad y de un pariente suyo, "el muchacho Sandi", el que la amortajó y pidió una colecta para mandar a sepultar el cuerpo desbaratado por la ingratitud.

Azurduy murió el 25 de mayo de 1867, pobre y vieja.

El chico Sandi pudo reunir un peso fuerte de entonces, monto con que consiguió que el cura eche unas abluciones y rezara una (no dos), una oración".

Conocedor de tal inequidad, Evo Morales lanzó, en un acto público en la población del Villar, a 250 km de Sucre y donde Azurduy juntó a los indios y monto el cuartel general de la guerrilla altoperuana, una interjección cargada de indignación: "la mantuvieron oculta".

Ese 25 de mayo de 1867, en Sucre, 60 años antes que la historia boliviana le devolviera algo de la gloria que la envolvió en las guerras independentistas del decimonónico, los herederos de su gesta que gobernaban Bolivia, negaron apoyo para enterrarla, porque no tenían tiempo sino parta celebrar el día de la patria.

Tras reparar la imagen de Azurduy ante la historia, Fernández y Morales formalizarán la decisión de construir una cañería entre el campo Margarita, en Tarija, hasta la zona fronteriza de Villamontes.

En el lado argentino el Gasoducto Noreste, que conectará con este ramal boliviano, tendrá una extensión de 40 km.

El gasoducto demandará una inversión de 40 millones de dólares de parte de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, en una línea de 20 km de longitud y desde el que Bolivia aumentará sus exportaciones del energético.

El ducto llevará el nombre de la heroína boliviana nacida a fines del siglo XVIII en Sucre.

"Ese acto va a ser muy importante Tiene un valor histórico muy profundo", remarcó el portavoz boliviano, Iván Canelas.

"Se va a reconocer y ratificar la importancia que tiene nuestra capital, Sucre pero además, la presidenta Fernández va a traer el sable de Juana Azurduy de Padilla que le va a entregar al Presidente en reconocimiento de esa lucha que ha tenido una de las más grandes heroínas que hemos tenido en toda América Latina fundamentalmente", anticipó Canelas.

Azurduy perdió cinco de sus seis hijos en las guerras por la independencia. Tras morir, en la indigencia, sus restos fueron enterrados en una fosa común, de donde se exhumaron cerca de un siglo después para ser trasladados a un mausoleo en Sucre.
ABI
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jueves, marzo 18, 2010

La guardia húngara despierta el fantasma de la red Gladio

Guardía húngara y vínculos con la CIA


La globalización no sólo afecta a la economía y a la vida social de los pueblos, sino a las amenazas que estos últimos sufren cuando sus políticas emancipadoras afectan a los intereses de las oligarquías locales y de las multinacionales. Un ejemplo, la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, liderada por Evo Morales. La desarticulación de un comando que iba a atentar contra él revela conexiones con el fascismo europeo y recuerda a Gladio, el ejército clandestino de la OTAN.

El 16 de abril de 2009 una unidad especial de la Policía mató en el Hotel Las Américas en Santa Cruz al croata Eduardo Rozsa Flores, al húngaro Arpad Magyarosi y al irlandés Michael Dwyer. Quedaron detenidos el húngaro Elod Toaso y el boliviano-croata Francisco Tadic Astorga. A mediados de febrero la fiscalía boliviana aportó nuevos detalles sobre las vinculaciones del comando desarticulado con la CIA.

En el ordenador de Rozsa se encontraron ficheros que vinculaban a este mercenario con el espía húngaro Istvan Belovai. En los años 80 este teniente coronel traicionó a su patria, vendiendo información a la CIA, cuyos servicios de contraespionaje detuvieron a varios topos que desde Alemania pasaban información a la KGB. Luego cayó Belovai, excarcelado tras la caída del socialismo en Europa occidental, pero nunca rehabilitado. El traidor se marchó a EEUU donde, a los 71 años, murió en noviembre «tras una larga enfermedad», seis meses después de que cayera el comando en Bolivia. Malo es quien mal piensa ante este coincidencia.

De Croacia a Hungría

Belovai es una pieza que une a los mercenarios con la CIA y Hungría, Rozsa es la otra. Este croata nació en Bolivia y luego se fue a vivir a Hungría donde recibió entrenamiento militar, descubre el periodista canadiense Jean-Guy Allard en su artículo sobre el complot neonazi contra Evo. En los noventa Rozsa luchó como mercenario en la guerra de Croacia moviéndose siempre en organizaciones fascistas a la sombra de la CIA. En su perfil, colocado en la red social ning, se relaciona tanto con un tal Laszlo Braczi, que viste el uniforme de la Guardia Húngara, como con Branko Marinkovic. Este último, empresario pudiente de Santa Cruz e hijo de un nazi croata, se halla en busca y captura después de que la fiscalía boliviana le acusara de financiar con 200.000 dólares al grupo de Rozsa. También los húngaros Magyarosi y Toaso tenían vínculos con el mundo fascista, según Allard, en concreto con la húngara Szekely Legio (Legión Siculus) que realizó acciones violentas en territorio rumano.

Siguiendo los hilos, uno conduce a través de conocidos anticubanos y antichavistas hasta la CIA, mientras que el otro termina en el ámbito de la Guardia Húngara.

Esta organización paramilitar fue fundada en 2007 bajo el nombre de Magyar Garda, respaldada por el partido fascista Jobbik. Desde 2009 está presente con tres diputados en el Parlamento Europeo tras lograr el 15% de los votos -tercera fuerza política del país-. En julio pasado la justicia ilegalizó la Garda, cuyos miembros visten uniformes que recuerdan al fascismo húngaro y se dedican a atacar la minoría gitana (Rom). El presidente de Jobbik, Gabor Vona, rechazó la ilegalización y acto seguido los paramilitares se refundaron como Fundación Magyar Garda. La organización cuenta con el respaldo de los sectores ultra de la política y de la iglesia protestante, personificados por el cura calvinista Lorant Hegedus y el ex ministro de Defensa Lajos Fur. En verano de 2009 varios medios alemanes informaron de las maniobras paramilitares que la Garda realizaba a la luz del día en territorio húngaro. Hasta ahora sus actuaciones parecían ser nada más que un problema neonazi en aquel país europeo. Pero con la CIA en el fondo y los vínculos con lo ocurrido en Bolivia, el panorama cambia.

La colaboración de la CIA con los neofascistas recuerda a Gladio, la secreta estructura de la OTAN, organizada a base de grupos fascistas que en caso de ocupación soviética deberían protagonizar una guerra de guerrillas. La invasión no tuvo lugar y la CIA empleó el Gladio italiano para evitar que en Roma los comunistas llegasen al poder. Varios gladiadores italianos intervinieron en la guerra sucia del Estado español contra la resistencia vasca. Gladio quedó inoperativo tras su descubrimiento en los años 90.

La Guardia Húngara se presta porque permite a la CIA, por un lado, disponer de un instrumento efectivo para proteger sus intereses contra Berlín, París y Moscú en Europa oriental. Por el otro, la internacional fascista vuelve a ser su arma letal para azotar a gobiernos y sociedades progresistas tanto en Bolivia como en Europa. Grecia podría ser el siguiente escenario de actuación ya que la actual crisis podría culminar en el auge de la bien organizada izquierda. El flanco débil de los helenos es la frontera con los Balcanes, lugar que parió a mercenarios como Rozsa.


miércoles, marzo 10, 2010

Bolivia: ni calco ni copia

Guillermo Almeyra

LA JORNADA

El andino José Carlos Mariátegui, nuestro Amauta moderno, edificó los tres pilares fundacionales de la ciencia social en este continente al decir que sin la liberación de los indígenas no habría ni democracia ni socialismo en América, que las raquíticas burguesías nacionales y sus fuerzas políticas no podrían realizar las conquistas democráticas (como la cuestión de la independencia nacional o la de la tierra) y, por lo tanto, éstas deberían ser concretadas por el socialismo y, por último, que éste, en nuestras tierras, no podía ser ni calco ni copia de las experiencias hechas en otros continentes, donde existía una densidad histórico-cultural muy diferente.

El curso revolucionario actual en Bolivia está comprobando esas afirmaciones. En el surco abierto por el gobierno nacionalista de Gualberto Villarroel (1943-1946) con la primera asamblea indígena y después por la revolución de 1952 y por la asamblea popular a fines de los años 60, en tiempos del gobierno del también nacionalista general Juan José Torres, el gobierno de Evo Morales-Alvaro García Lineras está construyendo una Bolivia con un Estado basado en el masivo consenso indígena, una nación democrática y moderna que lucha por su independencia y la de todos los países latinoamericanos, en la perspectiva de la creación de un régimen social diferente que saque al país del capitalismo en condiciones de aguda dependencia.

Ahí empiezan los problemas, porque la meta social está definida mucho más por lo que no debe ser –ni el llamado socialismo real totalitario, ni la imposible política de la socialdemocracia– que por un proyecto común. Existe la convicción de que ese cambio social no puede ser ni calco ni copia de la experiencia rusa, yugoslava, china, cubana, sino que debe apegarse a la historia y las condiciones bolivianas. Y, por supuesto, la conciencia de que un aparato estatal fuerte apoyado en el movimiento campesino y en los trabajadores urbanos será la herramienta fundamental para construir las bases de una transformación profunda de Bolivia, que es un país vasto y riquísimo, apenas poblado por menos de 10 millones de habitantes y con gran cantidad de trabajadores emigrados, sobre todo a Argentina, Brasil y España.

Pero ahí acaban las coincidencias en el mismo gobierno y en su partido, el Movimiento al Socialismo. Hay, en efecto, quien teoriza que el gobierno actual es el gobierno de los movimientos. Pero éstos no tienen proyecto alternativo al capitalismo y, además, se basan en la defensa dentro de este sistema de las condiciones de vida y trabajo de sus integrantes y, por eso, entran muchas veces en choque con otros movimientos sociales y con el gobierno mismo y asumen muy a menudo un aspecto corporativo.

También existe quien piensa que es posible crear un modelo capitalista de los pobres, llamado capitalismo andino, que se basaría en una alianza entre lo que queda de los ayllus (es decir, las comunidades prehispánicas) y la incipiente burguesía nacional, con el Estado como aglutinante. Pero ese Estado es hoy capitalista y, por lo tanto, somete aún más a un tremendo desgaste a los restos comunitarios –mediante el mercado, la educación, las leyes, los impuestos– y tiende además a sustituir a los elementos de la naciente burguesía nacional, que incluso nacen también de la disolución de las comunidades. Los ayllus, por otra parte, ya desde tiempos de la Colonia dejaron de ser autosustentables porque dejaron de ser territoriales (es decir, de tener tierras en las montañas, en la falda de éstas y en los valles, para compensar con diversas producciones los problemas climáticos) y tuvieron que concentrarse en comunidades inventadas.

Hay también los que se dan como meta un socialismo comunitario no muy bien definido. Es cierto que, como planteaba Marx en sus célebres cartas a Vera Zasulich, es teóricamente posible que en algunos países no industrializados y con fuerte base campesina tradicional el socialismo se apoye fundamentalmente en las comunidades agrícolas no destrozadas aún por el desarrollo del capitalismo. Pero el capitalismo de hoy no es el del siglo XIX y existen aymaras que exportan a China y allí instalan sus hijos porque salen de la comunidad directamente al mercado mundial. El capitalismo, por otra parte, subsume hoy la agricultura y todas las relaciones precapitalistas y penetra, con sus ideas y sus mercancías, por cada poro de la sociedad. Las comunidades se diferencian internamente a gran velocidad y se disgregan. Además, el socialismo requiere una educación colectiva, pero también alternativa, científica, desmistificadora. Ese es el papel del partido que aún no existe y que el MAS no desempeña, ni cumplen tampoco los movimientos sociales. Para ser socialista, por otra parte, hay que dejar de verse primordialmente como comunitario, indígena, obrero o campesino, para no perder esas identidades pero integrarlas en una superior, la de un hombre o una mujer libres, internacionalistas, solidarios, lo cual está lejos de ser el caso en la actualidad.

Hoy, si dejamos de lado algunos militantes provenientes de los viejos partidos de la izquierda, el grueso de los cuadros del MAS son nacionalistas pragmáticos y atribuyen al Estado el tradicional papel extractivista y distribucionista que tenía el desarrollismo nacionalista clásico de 1952. Al mismo tiempo, encuentran en la particularidad de sus movimientos la oportunidad para hacer carrerismo en el Estado apoyándose en bases propias, que tienden a controlar burocráticamente. Esto abre el camino a una doble burocratización: la de los dirigentes que se integran en el aparato estatal y la de la verticalización creciente de las organizaciones de base, con fines y por medios clientelares. Aquí está el nudo del problema: en la carencia de fines claros para la superación del capitalismo y en la falta de un partido, democrático, pluralista, no estatista, que dé importancia a la discusión teórica y a la formación política de sus cuadros.

sábado, marzo 06, 2010

¿Y el capitalismo andino?

Andrés Soliz Rada

El 03-05-09, el vicepresidente Álvaro García Linera (AGL) explicó a Bolpress que el país logrará su despegue económico a través del “Capitalismo Andino-Amazónico” (CAA). Puntualizó la imposibilidad de visualizar un régimen socialista, con estas palabras: “Por un lado, existe un proletariado minoritario demográficamente e inexistente políticamente. No se construye socialismo sin proletariado”. En segundo lugar, “el potencial comunitarista agrario y urbano está muy debilitado. En los últimos 60 años, se ve un retroceso de la actividad comunitaria productiva y erosión de los lazos comunitarios. Sigue habiendo comunidad pero ésta ha implosionado internamente en estructuras familiares. El potencial comunitario que vislumbra la posibilidad de un régimen comunitarista socialista en el buen sentido del término pasa por potenciar las pequeñas redes comunitaristas que aún perviven y enriquecerlas. Esto permitirá en 20 ó 30 años poder visualizar una utopía socialista”. En artículo escrito en “Le Monde Diplomatique”, edición boliviana, enero de 2006, AGL dijo en forma previa: “El CAA es la manera que se adapta más a nuestra realidad para mejorar las posibilidades de las fuerzas de emancipación obrera y comunitaria a mediano plazo”.

El 07-02-10, AGL, al indicar que el país logrará su despegue económico por la ruta del “Socialismo Comunitario” (SC), afirmó que “el capitalismo es un Estado de camarilla… y un suicidio lento, capaz de matar, destruir, con tal de generar ganancias…El capitalismo “explota el trabajo de la mayoría. Se desarrolla subordinando los componentes de la vida” y promueve “el desarrollo ilimitado de la ciencia para beneficio ilimitado de unos pocos” (“La Prensa”, 08-02-10). Insistió en que el capitalismo significa “el endiosamiento del lucro, el individualismo, el racismo, la actitud depredadora con la naturaleza y la cosificación. Estamos obligados a construir un socialismo comunitario”, dijo, tras considerar (que la tarea) “podría llevar siglos” (“Cambio”, 08-02-10).

Hace diez meses, AGL sostenía que no se construye socialismo sin clase obrera. ¿Qué milagro ocurrió para que en ese lapso la des industrializada Bolivia genere un proletariado capaz de dirigir tareas socialistas? ¿Cómo fue posible que en tan corto tiempo las comunidades estén listas para conducir al país al socialismo? ¿No había que esperar 20 ó 30 años para visualizar esa utopía? Hace diez meses, ¿AGL ignoraba que el capitalismo es un suicidio lento, capaz de matar y destruir con tal de obtener ganancias, para añadir que subordina los componentes de la vida y, además, endiosa el lucro, el individualismo y el racismo? Por el contrario, si conocía estos antecedentes ¿por qué planteó con tanta seguridad el CAA, el cual, a su juicio, “es el que mejor se adapta a nuestra realidad, pese a ser una lacra para la humanidad”? Admitamos, sin embargo que AGL se ha vuelto más prudente: Antes confiaba en el éxito del CAA a mediano plazo. Ahora dice que el socialismo comunitario triunfará en el mundo entero al cabo de varios siglos. En consecuencia, nadie le pedirá cuentas de sus nuevas elucubraciones.

El rectificar errores es una importante virtud del ser humano, aunque no es lo mismo el exponer teorías desde la cátedra universitaria, donde apenas se necesita borrar el pizarrón para rectificarlas, que lanzar ideas programáticas que deben asimilar los pueblos, ya que se juegan sus destinos. Si esas ideas cambian de modo radical, es obligación del gobernante, por un mínimo de honestidad intelectual, explicar por qué cambiaron sobre todo en temas esenciales. El agravante reside en que AGL suele tratar de ignorantes y majaderos a quienes discrepan de sus puntos de vista. ¿Ahora llamará ignorantes y majaderos a quienes convenció que el CAA era la mejor solución para el país?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

¡Pronto México se liberará!, anima Evo Morales a los revolucionarios del país

La Jornada

El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, emitió ayer un mensaje a los movimientos indígenas, sociales, obreros e intelectuales, así como a los revolucionarios del país: Mucha fuerza. ¡Pronto México se liberará! En un discurso largamente ovacionado por miles de personas que desbordaron el jardín Hidalgo de Coyoacán, el mandatario sostuvo que es posible liberar a América Latina del control de Estados Unidos si hay unidad y organización:

Hay que tener paciencia, aguantar a la derecha. Seguramente el sentimiento de los pueblos de Latinoamérica es una liberación. La unidad dentro de los movimienteos sociales y los partidos de izquierda es necesaria para esa liberación. Ésa es la experiencia que puedo aportar, dijo.

Emocionado por el recibimiento que se le prodigó, y que el mandatario definió como un acto de rencuentro con los movimientos que luchan y sueñan por un mundo de igualdad y dignidad, Evo Morales se refirió a la cumbre de países de América en Cancún, y sostuvo que de ese encuentro México podría pasar a la historia si se decide que Latinoamérica necesita una nueva OEA, sin Estados Unidos. ¡Qué mejor que en esta tierra de Benito Juárez y de Emiliano Zapata!

Más tarde, en conferencia de prensa que se prolongó durante una hora, a una pregunta sobre sus relaciones con otros jefes de Estado, aseguró que mantiene un trato de amistad con Calderón. Pero tampoco me pueden pedir que yo me pelee con ningún presidente, atajó.

También, a otra pregunta Morales Ayma admitió que no ve un cambio inmediato en ese mecanismo internacional, pero debemos ver hasta dónde podemos avanzar sin el imperio. Mi experiencia es que mejor sin el imperio: sin controles, chantajes, tutela e intentos de golpes de Estado. Al embajador de ese país lo expulsamos. Paz y tranquilidad.

Alertó que Washington ha modificado sus estrategias de intervencionismo en el continente. La conspiración es de otra forma: dividir a los movimientos sociales, enfrentar a los regímenes, el retorno de las bases militares en Perú, Colombia, Panamá... Pero nosotros no podemos defendernos con guerra, sino con la conciencia de nuestros pueblos.

Abierta provocación desde Honduras

El caso de Honduras, dijo, habla de la abierta conspiración del gobierno estadunidense para derrocar al presidente Manuel Zelaya. Si Washington quería acabar con el golpe de Estado, eso estaba en sus manos. Porque ahí estaba una de sus bases militares. Ésa es una abierta conspiración; una abierta provocación contra los presidentes de los países revolucionarios.

Satisfecho por el avance de gobiernos surgidos de la izquierda y de los movimientos sociales, ironizó: El eje del mal sigue creciendo. Antes era sólo Cuba, luego Venezuela, Brasil, Bolivia y Honduras.

En su discurso vespertino, planteó que no se puede olvidar al pueblo cubano ni a Fidel Castro. La lucha no ha sido en vano, y ahí viene otro compañero, Hugo Chávez. Qué bonita es la cooperación entre algunos presidentes de Latinoamérica, pero acuérdense de lo que les digo: el capitalismo no es ninguna solución para la humanidad. Pronto veremos en Latinoamérica al socialismo comunitario, estoy convencido de eso.

Evo Morales se refirió ampliamente a la experiencia de Bolivia y a su esfuerzo por recuperar los bienes nacionales, que le permitió ingresos extraordinarios con los cuales su país dejó de ser un país indigno y mendigo y hemos empezado a dignificar a todos los bolivianos. Expuso que al inicio de su gobierno persistía la incertidumbre de lograr un superávit no obtenido durante 65 años.

No obstante, dijo, la sola recuperación de los hidrocarburos libró a Bolivia del déficit fiscal. Pasó el tiempo y en septiembre (de 2006) revisamos nuestra macroeconomía. ¡Había plata! El gobierno no tiene que mandar al gabinete económico a Estados Unidos para hacerse de plata para pagar aguinaldos. Se acabó eso. Sobró plata. El primer año de nuestro gobierno con superávit fiscal, expresó.

Antes, refirió, 70 por ciento de la inversión privada se concretaba con créditos contratados en el exterior o con cooperación internacional, y el otro 30 por ciento con impuestos y regalías de las trasnacionales adueñadas del petróleo. Pero el año pasado 70 por ciento de la inversión fue con nuestra plata, pero en poco tiempo toda la inversión será con plata boliviana.

Recargada agenda para defenderme

Morales Ayma inició su discurso con una disculpa por no haber aceptado antes las invitaciones que el movimiento indígena de México le hizo para visitar el país. Pero tenía una recargada agenda para defenderme como presidente.

El recibimiento estuvo a cargo del delegado de Coyoacán, Raúl Flores, quien fue abucheado por una multitud descontenta con la desorganización del encuentro. La silbatina duró el tiempo en que el funcionario acabó su discurso. ¡Fuera, fuera!, le gritaron. ¡Que se baje!, le exigieron.

Presidente de los indígenas

La senadora Rosario Ibarra de Piedra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, afirmó en su bienvenida: Vivimos en una América a la que el poeta (Rubén Darío) llamó la América fragante de Cristóbal Colón. Era bella, hermosa, pero hoy huele a sangre, a crímenes, a corrupción, y sobre todo hay muertos, fraudes y engaños.

Afirmó que así como Espartaco al ser crucificado dijo que volvería y serían millones, así somos millones los bolivianos, los argentinos, los mexicanos que podemos hacer un solo país del continente... Somos muchos y los poderosos, los usurpadores, son unos cuantos. Así, con el dedo, sin hacerles daño, los podemos hacer a un lado.

La mazahua Elisa Segundo aseguró que la lucha de Morales en Bolivia es también nuestra lucha, porque él también sufrió como nosotros. Él sí es presidente de los indígenas. Es el único hombre reconocible de América, porque nos escucha. ¡Sigamos adelante con él y venceremos!